EVOLUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD FEUDAL: GÉNESIS DEL SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL De la decadencia del romanismo se habí hecho reponsable a los germanos en genral o a los godos, como los llamaban los humanistas italianos. De este modo, los germanos habían aparecido en el mundo romano como unos invasores que destruían por la violencia la civilización romana. Estos germanos de la época de las primeras inmigraciones serían pueblos extraordinariamente incultos. Todo ello dio lugar a que se considerase que había sido necesariamente brusco y violento el contacto y la contraposición entre la gran cultura romana y la mezquina civilización germánica. Sin embargo, los historiadores más modernos han demostrado que el tránsito del mundo antiguo a la Edad Media fue el resultado de un lento proceso histórico. Afirmaba que los germanos no sólo no encontraron por la fuerza en el Imperio Romano como enemigos suyos, sino que en vastos trechos se había verificado una penetración pacífica mediante trabajadores e incluso soldados, que habían puesto al servicio del Imperio. • La expansión del Islam: La fulminante rapidez de su propagación no es menos sorprendente que la inmensidad de sus conquistas. Desde la muerte de Mahoma solo se necesitó setenta años para extenderla desde el mar de China al océano Atlántico. Allí acabó el viejo Imperio Persa, esas regiones helenizadas que constituyeron el Imperio de Alejandro Magno y que gravitaron en la órbita de Europa. En lo sucesivo todo queda sometido a la obediencia religiosa y la política del Califa de Bagdad. La guerra santa constituye una obligación moral que conlleva una recompensa. Importa reconocer que la debilidad de sus adversarios facilitó prodigiosamente l a tarea. Ni el imperio bizantino ni el persa estaban en condiciones para resistir. Por otro lado los árabes no respetaron como los germanos el estado de las cosas que encontraron entre los vencidos. • El Mediterráneo como vía de conversación: A mediados del siglo VII, Europa constituía aún, como en tiempos del Imperio Romano una unidad mediterránea. Pero bajo el impulso del Islam ,tal unidad se rompió. El intercambio que se realizaba hasta entonces entre Occidente y Oriente fue interrumpido. El Mediterráneo pasó a convertirse en una barrera entre Occidente y Oriente, y a pesar de que el Imperio Bizantino gracias a su flota de guerra lograra rechazar la ofensiva musulmana del mar Egeo y del Adriático, todo el Tirreno quedó en poder de los sarracenos, que dominaron además las costas de España, Baleares, Córcega y Sicilia. Desde el siglo VIII, a consecuencia de todo lo descrito, el comercio europeo estaba condenado a desaparecer en este amplio mar. El movimiento económico se orientaría hacia Bagdad, y en el mar Mediterráneo quedaban enfrentados dos mundos: el de la cruz y el de la media luna. El equilibrio económico había resistido las invasiones germánicas se derrumbó ante la invasión del Islam. • Desaparición de las economías urbanas: El movimiento comercial quedó paralizado y los mercados desaparecieron debido a la interrupción del comercio. Si subsistieron algunas ciudades fue más como centros de administración diocesana donde los obispos reunían a su alrededor a un gran número de clérigos. Y en una economía de tal situación es lógico que el numerario de oro desapareciera y entraran en circulación otros metales. • Reducción de los intercambio comerciales: El comercio quedó reducido a gran cantidad de mercados locales pequeños. Muy pocos se escapaban del volumen medio de transacciones que podían efectuar estas ferias semanales donde acudían a vender los 1 campesinos de alrededor. Si quedaron algunos comerciantes eran judíos; que disponían para sus negocios de una clientela reducida y acaudelada interesada en adquirir telas preciosas y ricas, incienso, marfil y pimienta. Esta situación no afectó de la misma manera a las ciudades y a las regiones del norte de Europa. • Principales circuitos comerciales: De esta paralización del tráfico mercantil se escaparon las aguas de Italia meridional, del Adriático y del mar Egeo. Por otro lado el mar del Norte y el Báltico, donde hubo una gran actividad marítima y comercial; el Imperio Carolingio, desprovisto de flota, no había podido defenderse contra la irrupción de los bárbaros del Norte, de la misma forma que el Imperio bizantino había logrado hacerlo contra la invasión musulmana. Los ríos Escalda, Mosa y Rhin se surcaron con regularidad. Era una prolongación de una actividad iniciada durante el Imperio Romano. Sin embargo, a finales del mismo siglo, fueron saqueadas y destruidas de tal manera que no volvieron a renacer. • Predominio de las actividades agrarias: En estas circunstancias, la tierra pasó a ser la única condición de subsistencia y riqueza, y de ahí la estructura que cobró la sociedad en el transcurso de la Edad Media. En consecuencia, el sistema feudal en Europa occidental en el transcurso de la Edad Media no fue más que la repercusión en el orden político de la regresión de la sociedad en una civilización puramente rural. El lugar más importante dentro de esta sociedad jerarquizada lo ocupaba la Iglesia, que poseía mejor educación y grandes extensiones de tierra. El excedente de las cosechas se tenía que almacenar para poderlo repartir gratuitamente en años malos, de la misma forma que las abadías distribuían los anticipos que se les pedían prestados en caso de necesidad. El préstamo con interés era usura y el comercio en general no se considera menos reprobable que el del dinero que apartaba de sus fines postreros. • expansión y crisis del sistema económico feudal. • Expansión del sistema económico feudal: Con la lenta descomposición del Imperio Romano hizo su aparición una nueva forma de organización de la sociedad. Esta nueva forma de organización se hab´´ia gestado ya durante el Bajo Imperio. El vinculo que unía al ciudadano de Roma con el Estado, a través de un conjunto de leyes e instituciones, fue sustituido por un sistema basado en relaciones personales de dependencia. Ahora, la posesión de un individuo en la sociedad ya no deriva de su condición de ciudadano, si no de las relaciones de dependencia que sostiene con un determinado señor. El poder del señor se basa en el ejercicio de la jurisdicción que refleja la capacidad del señor para dictar justicia, es decir, para hacer leyes y obligar a su cumplimiento. De esto surge un tipo de ley que no es igual para todos si no que afecta a un grupo reducido de personas. El feudalismo supuso la evolución económica del continente europeo entró en una nueva fase. La vida económica del continente europeo entró en una nueva fase. La vida económica quedó centrada en los grandes dominios surgidos en el Bajo Imperio. Estas nuevas unidades económicas se caracterizan por ser autárquicas, es decir, por no depender para su subsistencia de contactos con otras unidades económicas. Estructura de los grandes dominios: La curtis constituía el número de estas explotaciones; en ella se hallaba la residencia del señor, así como la de sus servidores más directos. También se hallaban una serie de almacenes y talleres al servicios de la explotación. El resto del territorio se dividía en dos grandes partes: las tierras de cultivo y los espacios de aprovechamiento colectivo. Las tierras de cultivo se dividían en dos zonas: la reserva y los mansos (parcela con la extensión suficiente para mantener a una familia campesina). Los campesinos que trabajaban los mansos eran denominados colonos y estaban obligados a realizar una serie de prestaciones en beneficio del señor. Las rentas en metálico eran prácticamente inexistentes. A partir del siglo XI, esta situación comenzó a cambiar, conforme se fue produciendo el renacimiento de la vida urbana y el comercio, 2 las rentas pagadas en metálico fueron desplazando a las rentas en especie y a las prestaciones personales. La intervención del señor sobre la vida económica recompletaba con el disfrute de ciertos monopolios. Entre los siglos VI y IX tuvieron lugar una serie de transformaciones técnicas que permitieron la adaptación de la agricultura tal y como era practicada en los territorios del Mediterráneo a los países de la Europa atlántica. La tecnología agraria de los romanos se adaptaba perfectamente a las condiciones naturales del Mediterráneo; pero no servía para cultivar las tierras de la gran llanura europea. El frágil arado romano era incapaz de remover los pesados y fangosos suelos de la Europa atlántica. Desde finales del siglo VII, y sobre todo el siglo VIII, se extendió por estos territorios un nuevo tipo de arado: el arado pesado. Este arado iba montado sobre un bastidor con ruedas y era tirado por dos o tras yuntas de bueyes. Este cambio técnico se completó con la modificación de los sistemas de rotación de cultivos. La rotación de cultivos es una práctica necesaria para el mantenimiento de la productividad del suelo. Las agriculturas tradicionales conseguían mantener la fertilidad a través de la rotación de cultivos, que permitía periodos de reposo a las tierras cultivadas. Conforme fue creciendo la población, fue necesario buscar sistemas de rotación más intensivos; así, en el Mediterráneo apareció el sistema denominado de año y vez. De esta manera quedó configurado en sus rasgos básicos el sistema agrario que iba a mantenerse en la mayor parte de Europa hasta la Revolución Industrial. En este sistema tenían una gran importancia los aprovechamientos comunales de las zonas de bosque y pastos. El crecimiento demográfico, en uno de sus aspectos, estuvo condicionado a un recurso escaso: la tierra cultivable. Expansión de los siglos XI al XIII: el aumento de la población provocó la necesidad de aumentar la producción de alimentos; y ello, solo fue posible aumentando la superficie cultivada. Por todas partes comienza a aparecer el doblamiento intercalar. En los Países Bajos, la necesidad de nuevas tierras obligó a construir los primeros polders para gana tierra al marEl crecimiento de la población se tradujo también en el renacimiento de la vida urbana, y con ella la aparición de procesos de especialización y división del trabajo. A diferencia de otros territorios , la aristocracia del Bajo Imperio había mantenido sus residencias urbanas; esto permitió el mantenimiento de la demanda de manufacturas. Tras la invasión normanda del sur de Italia, el desarrollo de la vida urbana se desplazó al norte de Italia; allí surgirían una serie de importantes ciudades_ estado dedicadas a la industria (Florencia y Pisa) o al comercio (Venecia y Génova). El renacimiento de la vida urbana en los Países Bajos está vinculado a la tradición comercial. El rasgo más característico de l aindustria medieval es su organización gremial. A lo largo de la Edad Media acabaron controlando a través de una estricta reglamentación la producción de manufacturas. Los gremios tenían normalmente un ámbito limitado a una solo ciudad. La aparición de los gremios tiene su origen en las agrupaciones de ayuda mutua surgidas entre artesanos. En sociedades en las que no existía ningún sistema de previsión, estas cofradías o hermandades representaban una protección para quienes tuviesen que hacer frente a calamidades como la enfermedad, la incapacidad o la muerte precoz. En la aparición de los gremios también ejercieron una gran influencia los poderes públicos. En consecuencia, la economía de la ciudad encontró su expresión más general y característica en los gremios, que aparecieron bajo el signo del exclusivismo y proteccionismo, y se pueden definir como una corporación industrial que gozaba del privilegio de ejercer exclusivamente determinada profesión de acuerdo con los reglamentos sancionados por la autoridad pública. Se trataba de un sistema que pretendía proteger al artesano y al cliente. Los gremios intentaban mantener los límites que separaban a las distintas profesiones, llegando a situaciones extremas a medida que se acentuaba la división del trabajo. En la producción industrial, la competencia puede establecerse en el terreno de la calidad, de los precios, del diseño, etc. Por ello, la reglamentación gremial estuvo dirigida a reglamentar estas cuestiones. Los gremios podían controlar el nivel de producción a través del acceso a la profesión. El ejercicio de un oficio en una ciudad estaba condicionado a la pertenencia al gremio, y esta a su vez, por cumplir una serie de etapas de formación. Todo el proceso era controlado por los maestros, que eran los propietarios de los 3 pequeños talleres y utensilios. Se accedía al grado de maestro cuando, finalizado el periodo de aprendizaje , realizaban la obra maestra, de costosa y larga ejecución. El número de maestros era limitado, según las exigencias del mercado local. La etapa inicial de formación de un artesano era el aprendizaje, solía ser usual que el aprendiz entregara cierta cantidad de dinero al maestro. Después se convertía en oficial con salario fijo. En el siglo XIV tuvo lugar una crisis general, los gremios se estabilizaron, la adquisición de la maestría fue más difícil. Los gremios se fueron cerrando. En toda Europa surgieron mercados locales, así como ferias. Quizás el fenómeno más característico fue el desarrollo del comercio de larga distancia. En relación con este tipo de comercio se desarrollaron dos zonas comerciales: ◊ El Mediterráneo: integrado por productos de lujo. ◊ En torno al mar del Norte se desarrolló un comercio de naturaleza bien distinta. Los Países Bajos se convirtieron en el centro de una red de intercambios en la que predominaban productos de primera necesidad. Estos dos circuitos comerciales entraron en contacto desde el siglo XII a través de las ferias de la Champagne. Ya en el siglo XIV estas ferias entraron en decadencia como consecuencia de la apertura de la ruta del Estrecho. Sevilla se convirtió en el punto de articulación de esta ruta. La riqueza del entorno agrícola y el afincamiento en la ciudad de una potente aristocracia convertían a la misma en un importante mercado. Asimismo, la ciudad era punto de llegada de una ruta del oro transahariana. El desarrollo del comercio de larga distancia hizo que a partir del siglo XIV se produjeran avances notables en las técnicas mercantiles. Las letras de cambio más antiguas son de la primera mitad del siglo XIV. La letra de cambio se utilizó también para encubrir operaciones de crédito. Se giraban sobre una plaza distinta la de emisión, por lo que la operación solía incluir también el cambio de moneda. El desarrollo de la banca se vio obstaculizado por la legislación eclesiástica. La banca surgió vinculada a la figura de los cambiadores. • Crisis del sistema económico feudal: En los decenios posteriores a 1300, tuvo lugar un periodo de estancamiento y crisis del cual Europa no se libraría hasta finales del primer tercio del siglo XV. El crecimiento económico en las economías preindustriales estuvo siempre amenazado por el estancamiento de la productividad agrícola. El aumento de la población exigía producir cantidades crecientes de alimentos, y ello solo podía realizarse mediante la ampliación del espacio cultivado. Esta ampliación obligaba a utilizar tierras marginales o de peor calidad. El descenso de la productividad agraria se traducía en una elevación de los precios de los alimentos. El descenso de la demanda de manufacturas obligaba a los gremios a reducir sus precios y, por tanto, los salarios. De esta manera la crisis agraria se transmitía a la economía urbana. En definitiva, el crecimiento demográfico conducía en estas sociedades a la ruptura del equilibrio población− recursos. Esto provocaba un debilitamiento biológico de la población que la hacía más vulnerable a la difusión de enfermedades epidémicas, como la peste negra. El restablecimiento de la producción permitía el descenso de los precios de los alimentos, y de esta manera aumentaban las posibilidades de consumir más manufacturas. En esta situación hizo su aparición la peste negra. La enfermedad legó a Europa procedente del mar Negro a través del comercio que unía el Mediterráneo Oriental con los demás puertos del Mediterráneo. Los primeros casos aparecieron en puertos italianos a finales de 1347. causó estragos desde el norte de África hasta los países escandinavos. Se ha estimado que acabó con un porcentaje que osciló entre el 30 y el 50 por ciento según las regiones. A esta primera epidemia la siguieron otras a lo largo de la segunda mitad del siglo XIV. Las epidemias no afectaron con igual intensidad a todas las regiones europeas, pero el descenso de población 4 fue igualmente significativo en todas. La escasez de mano de obra modificó las relaciones entre señores y campesinos. En Francia y en Castilla, los señores, tuvieron que mejorar las condiciones de cesión de sus tierras para atraer a campesinos que quisieron ponerlas en cultivo (establecimiento de contratos de larga duración). En otros territorios, como Inglaterra, los señores reaccionaron aumentando su presión sobre el campesinado. Las guerras y las pestes aceleraron la decadencia del antiguo sistema, al trastornar el mercado de trabajo. Finalmente, hay que señalar que hubo serios desordenasen el campo y en la ciudad. La sublevación de los campesinos en Flandes de 1323 a 1328, al borde de la miseria y la desesperación, fue de una brutalidad aterradora. En Francia, la exasperación popular contra la opresión fiscal llevó a la explosión en las zonas de Picardía y Champaña. En las ciudades la sublevación más célebre fue la de los tejedores de Gante, que se sublevaron contra su conde y la rica burguesía bajo la dirección de Felipe Artevelde. Hay que concretar, que la depresión económica de los siglos XIV y XV no afectó de la misma forma a los diferentes países y regiones. Muy afectada fue la economía y la sociedad de Francia e Inglaterra. Una de las consecuencias más importantes fue que se caminaría hacia el establecimiento de una nueva política económica, dictando una serie de medidas que ponen de relieve la intención de intervenir en la economía del país. Alrededor de los comienzos de la segunda mitad del siglo XV, tenía lugar un auge económico general. Las ciudades crecen y, asimismo, el volumen del comercio y de la producción. Se incrementó la producción de metales preciosos, sobre todo el los Estados Alemanes. Aumentó la producción de carbón y se obtenían mayores cantidades de hierro de mejor calidad. Se cerraba con signos alentadores el extenso periodo de la Edad Media. 5