PLANETA TIERRA Introducción El texto es un fragmento de una novela titulada Sin Noticias de Gurb, del catalán Eduardo Mendoza. El libro es de 1991 y evoca la época actual. El narrador es un extraterrestre que describe lo que ve por la cuidad de Barcelona y anota en su diario las reflexiones que esta visión le inspira. Plano El texto se compone de 2 partes. La 1era parte, de la linea 1 a la linea 17. La podríamos llamar « El abandono ». En efecto, a través de la vision del extraterrestre, el narrador quiere mostrar el egoísmo de nuestro mundo actual, donde los ancianos son seres « inútiles » y viven abandonados por su familia. La 2nda parte se compone de dos movimientos : - de la línea 18 a 39, los niños que están jugando le recuerdan al extraterrestre que en su planeta no hay infancia y que los habitantes parecen ser máquinas programadas. - De la línea 39 hasta el final el extraterrestre narra las 4 etapas del destino del ser humano. I. De inmediato, la descripción de la plaza sugiere la destrucción y la muerte : « el derribo de varias manzanas », « la palmera tiesa y peluda como un mal bicho ». Luego, la descripción de los ancianos no hace sino reforzar esta impresión : « desecándose… en avanzado estado de momificación », « abandonados hace 15 días en una fase de acomodación… ». El uso del plural muestra que se trata de un fenómeno de masa : « numerosos ancianitos ». Además el narrador insiste en lo irremediable de esta situación : « nunca serán recogidos », « ancianitos abandonados el verano pasado ». Apesar de ser humorística esta descripción resulta bastante desagradable ya que refleta la realidad. Compara a los ancianos con los periódicos que la gente abandona en los bancos después de leerlos. La expresión « con idéntico criterio » refuerza la idea de que se les considera a los viejecitos como cosas, objetos que tuvieron su utilidad, pero que ahora son desechables. Por otra parte, el hecho de que se abandone un suplemento literario puede simbolizar la muerte de la cultura. II. 1. El aspecto inhumano y artificial de la formación de los extraterrestres viene subrayada, de modo humorístico, de varios modos : - primero por el uso repetido de la tercera persona del plural : « nos introducen… » - luego, por el empleo de un vocabulario técnico como « introducir », « organos cogitativos », « dosis necesaria » que contrasta con las expresiones que se refieren a los sentimientos del extraterrestre : « me entristece », « nuestro amado planeta », lo que nos confirma que el narrador no es sólo una maquina. - Finalmente, este aspecto viene subrayado por la enumeración, a secas, de los elementos « introducidos », como « enciclopedia, atlas… » que son puros nombres ; sin embargo, es divertida y sorprendente la variedad de los elementos : se pasa sin transición alguna del calendario perpetuo a la cocina y al turismo con la guía francesa. El lector se divierte relacionando esta explicación de la formación de los extraterrestres con la abundancia de conocimientos que cada alumno tiene que engullir en la escuela del planeta « Tierra ». Ningún lugar para la despreocupación, el juego, la alegría : « …infancia no tenemos ». Su conclusión de « frío observador », es también divertida : « los extraterrestres, como buenas máquinas programadas, no se meten en problemas como los seres humanos. 2. También aquí el narrador describe las etapas del desarrollo humano, con humor, comparando a los humanos con inscetos, o sea poniendo de relieve la relativa importancia de cada ser, y sugeriendo que nadie sabe cuánto tiempo va a durar y si podrá pasar por las tres etapas : « atraviesan por tres fases…si el tiempo se lo permite ». La vida del ser humano es considerada bajo el enfoque de la utilidad, de la rentabilidad, y del poder de uno sobre otro : durante la primera etapa (la infancia) los niños obedecen, y cuando son mayores, o sea cuando trabajan (es el único criterio), siguen obedeciendo a sus superiores. Para evocar a los de la tercera edad (los jubilados, o sea los que ya no trabajan) vuelve a la idea ya evocada de que se les considera como inútiles, porque son viejos y no interesan. Los extraterrestres no tienen infancia y son programados, pero los seres humanos tampoco tienen libertad individual. Insiste también en la vida de los « llamados » niños (parecen haber perdido la infancia) que se consideran según el único criterio de su utilidad en la sociedad. Es una nota de humor el que parezca echar de menos que los niños ya no trabajen en las minas : el progreso ha dado al trastre… Pero critica tanto el narrador el hecho de que se hiciera trabajar a los niños, despojándolos de su infancia, como el que se los embruteciera dándoles protagonismo en ineptos programas de televisión : « salen por la televisión…hablando una jerizonga absurda… ». Conclusión Es un hallazgo por parte de Eduardo Mendoza elaborar el personaje del « extraterrestre ». Le permite, como a Montesquieu en sus Lettres persanes, hacer una crítica de la sociedad actual de un modo divertido para el lector, escogiendo a un personaje « exteroior » que puede aparentar valerse de cierta objetividad para descubrir lo que ve. Además el hecho de que venga « de fuera » justifica su curiosidad por los seres humanos y su modo de vida. Bajo la aparente « neutralidad » del extraterrestre, Eduardo Mendoza expresa sus propias opiniones del mundo en el que vive, mucho mejor que si hubiese hecho un panfleto, mezclando constantemente elementos de fantasía con elementos sacados de la realidad cotidiana, o incluso con consideracions filosóficas o sociológicas. El humorismo confiere al relato cierta ternura, cierto humanismo : a pesar de criticar severamente a sus contemporáneos, el autor también es uno de estos seres humanos, insecto frágil y mortal.