LAS IDEAS DE ALGUNOS ASTRÓNOMOS SOBRE LA ESTRUCTURA DEL UNIVERSO Teoría Geocéntrica. Si vemos el movimiento aparente del Sol, que sale por el este y se oculta por el oeste y agregamos que los planetas, la Luna y las constelaciones también siguen esta trayectoria en la noche, nos resultará fácil y natural pensar que la Tierra está quieta y que todos los cuerpos celestes giran a nuestro alrededor. Así pensaba el filósofo griego Aristóteles, hacia el año 340 a. de C. Las ideas de Aristóteles fueron retomadas en el siglo II d. de C. por Ptolomeo, filósofo de Alejandría (Egipto), quien desarrolló un sistema para predecir la posición de los planetas. En el modelo de Ptolomeo, los planetas, el Sol, la Luna y las estrellas se hallan unidos sobre esferas giratorias, dispuestas en forma concéntrica alrededor de la Tierra. Teoría Heliocéntrica. La teoría geocéntrica fue aceptada hasta 1514, cuando Nicolás Copérnico, un clérigo polaco, predijo el movimiento de los planetas y las constelaciones en forma más sencilla que la propuesta por Ptolomeo. Copérnico reflexionó que si el Sol y las estrellas giraban alrededor de la Tierra en un día, éstos deberían moverse a gran velocidad dado que se encuentran muy lejos de nuestro planeta. Era más lógico pensar que la Tierra giraba alrededor de sí misma en un día. Copérnico, además, propuso que el Sol estaba en el centro del sistema y que la Tierra y los demás planetas giraban a su alrededor, en círculos. Hacia 1609, el italiano Galileo Galilei, quien apoyaba la teoría de Copérnico, había perfeccionado un telescopio. Gracias a sus observaciones comprobó que no todos los cuerpos celestes debían girar alrededor de la Tierra. Leyes de Kepler. El alemán Johannes Kepler, contemporáneo de Galileo, analizó una gran cantidad de posiciones de los planetas, realizadas cuidadosamente, durante muchos años, por el astrónomo danés Tycho Brahe. Gracias a este trabajo Kepler dispuso tres principios que permiten predecir el movimiento de los planetas. Primera ley de órbitas: las órbitas de los planetas describen una trayectoria elíptica y el Sol se ubica en uno de los focos. Segunda ley de áreas: los planetas barren áreas iguales en tiempos iguales. Los planetas tardan más tiempo en completar un giro alrededor del Sol cuanto más lejos se encuentren de él. Esta ley permite calcular la distancia a la que se halla un planeta, conociendo el tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol. A partir de estas leyes, puede explicarse por qué los planetas describen en el cielo caminos en forma de lazo y puede saberse con precisión su posición en cualquier fecha. Gravitación universal. Isaac Newton, uno de los científicos más destacados de la historia, se formuló una pregunta que no abandonó hasta tener la solución, ¿por qué si los planetas y la Luna se mueven, no siguen trayectorias rectas, sino las elípticas descubiertas por Kepler? Hacia 1666 Newton dispuso que debía existir una fuerza de atracción que desviara los planetas, haciendo que describieran las trayectorias encontradas por Kepler. Lo admirable en Newton es el haber demostrado la existencia de la fuerza como causa del movimiento de los planetas y su existencia en el universo. Ésta se denomina fuerza de gravedad y es la que mantiene a los planetas girando dentro del sistema solar, este a su vez girando dentro de la Vía Láctea y a ésta dentro del conglomerado del grupo local. La misma fuerza de gravedad es la que hace que las manzanas caigan de los árboles y que no flotemos, sino que nos sostengamos sobre nuestro planeta. Con base en las leyes propuestas por Newton debemos tener en cuenta que: "la fuerza de atracción entre dos objetos es mayor cuanto mayor sean sus masas y disminuyen cuanto mayor sea la distancia que los separa". En nuestro sistema solar, el Sol es el cuerpo que tiene mayor masa. Su fuerza de atracción es tan grande que mantiene a los planetas girando a su alrededor. Debido a las grandes distancias que los separan del Sol, los planetas giran cada uno en una órbita individual. Entre más lejos estén del Sol menor es la fuerza de atracción (Neptuno y Plutón). Los planetas tienen una masa mayor que la de sus satélites. Gracias a la fuerza de atracción, los satélites giran alrededor de los planetas, cumpliendo las mismas leyes de gravitación universal. Teoría de la relatividad general. Hacia 1915, Albert Einstein explicó el movimiento de los planetas y de todos los objetos del universo, de forma diferente a la teoría de Newton. Einstein consideró la gravedad como consecuencia de una modificación en la forma del espacio, causado por la presencia y la cantidad de materia. De acuerdo con esta teoría, el espacio cambia su forma obligando a los objetos que allí se muevan a seguir caminos curvos. Esta curvatura del espacio sólo se aprecia cuando los objetos tienen mucha masa (planetas, galaxias). Entre mayor sea la masa de un objeto, mayor es la curvatura del espacio.