MARÍA EUFRASIA PELLETIER Y LA RECONCILIACIÓN Hna. Odile Laugier RBP Angers, Sesión Reconciliación Agosto 12-Spbre 1º 2004 Con alegría emprendo estos cuatro días con ustedes sobre el tema: “Reconciliación” que nos concierne a todas y todos en nuestra vida personal, y en nuestra misión de sembradoras de paz y perdón. Cuatro días en la escuela de María Eufrasia y su camino de reconciliación. Escogí tres trozos de su vida, tres historias que se escalonan en una decena de años y que son complejas como toda aventura humana. Hoy el recorrido de la Hermana, María Matilde Flosse en la Congregación, y su relación con María Eufrasia. Mañana, una iluminación sobre la relación de María Eufrasia con Mr Angebault El sábado siguiente, 21 de agosto, miraremos un poco más de cerca lo que pasó en nuestras dos familias religiosas: Nuestra Señora de Caridad y el Buen Pastor Finalmente, el domingo 22, trataré de dar un vistazo sobre la vida de nuestra fundadora, bajo el ángulo de la reconciliación. Comenzamos en la fiesta de San Maximiliano Kolbe, gigante del perdón y reconciliación. MARÍA EUFRASIA PELLETIER Y MARÍA MECHTILDE (Matilde) FLOSSE Hna. Odile Laugier RBP Angers, Sesión Reconciliación Agosto 12-Spbre 1º 2004 Su historia común comienza con la llegada de las Hermanas a Metz. Se desarrolla durante 34 años, con muchas peripecias, a veces con acontecimientos difíciles y hasta dolorosos, los cuales vamos a seguir paso a paso, 1. Comienzo de la Casa de Metz La Casa de Metz es una de las primeras fundaciones1 realizadas por la Comunidad de Angers, aún antes de la aprobación del Generalato, por el Papa Gregorio XVI. En respuesta a la petición del Obispo, el Buen Pastor asumió y desarrolló un ‘ropero’ parroquial dirigido por dos seglares: Jeanne Flosse y María Talard. Se trataba de un taller que permitía a jóvenes desempleadas, aprender un oficio para ganarse la vida. Esta realización era muy positiva y las dos jóvenes que tuvieron la iniciativa demostraron mucho valor, sentido de organización y generosidad. Sin embargo estaba limitado a un número reducido de obreras que no se alojaban allí. El Obispo deseaba ampliarlo y sobre todo abrirlo a jóvenes de los pueblos alejados. El Obispo de Metz, Mr. Besson, hizo la petición a Angers, por intermedio de un Sacerdote Jesuíta, el Padre Barthès, a quien María Eufrasia había encontrado en Poitiers. Tres Hermanas salieron de Angers el 15 de Agosto de 1834 y llegaron al cabo de cuatro días. A fin del mes recibieron una quincena de jóvenes, la mayor parte antiguas obreras del taller y organizaron la Clase que llamaron Santa Ana. 1 Las cuatro primeras fundaciones de Angers: El Mans (1833), Poitiers y Grenoble en 133, después Metz en 1834. 1 En cuanto a la Señorita Flosse, una vez que hizo la transmisión… llegó a Angers el viernes 9 de enero de 1835 a las 3 de la mañana, para entrar al noviciado!2 Y María Eufrasia escribe el mismo día: “Desde esta mañana, hay mucha alegría en el noviciado…Me pidieron llevar la postulante de Metz… para hablar de nuestras queridas Hermanas de Metz… Dije, sí, y les aseguro que le tiempo estuvo bien empleado! Jeanne Flosse tomó el hábito el 3 de febrero de 1835 y el 28 de febrero de 1835, María Eufrasia escribía a Metz: “Mi Hermana Flosse se llama María de Santa Matilde, es una persona encantadora, ella responde bien.” 2. Primeros años de vida religiosa Algunas semanas después de su profesión religiosa, el 4 de febrero de 1837 María Eufrasia escribía sobre María Matilde: “… algún día ella fundará, hará progresos en todo: hace quince meses que le quitamos todos los empleos3 para que se forme en nuestras santas Reglas, y en la Escritura, historia y francés. Creo que ella va a consolarla y nosotras también, Dios sea bendito!”4 Inteligente, inclusive brillante, con variadas habilidades, tuvo, sin embargo algunas dificultades para “entrar en el espíritu del Instituto”, según una de las secretarias de María Eufrasia.5 El 15 de mayo de 1837, María Matilde dejó Angers para ir a la fundación de Estrasburgo y fue nombrada Asistente. Es su primera responsabilidad en la organización de una nueva implantación, que se prevé difícil. María Juan de la Cruz fue varias veces a Estrasburgo para preparar esta fundación: ‘encontró la ciudad en una situación tal de impiedad que se vio obligada a quitarse el hábito religioso para atravesar la ciudad y visitar el local… la población estaba compuesta de judíos, heréticos y extranjeros… El idioma más utilizado era el alemán…’ María Eufrasia escribía el 4 de febrero de 1837: ‘Para Estrasburgo se requiere mucho valor! Se dice que es una ciudad terrible en todo sentido… Ruegue a Dios que Él escoja las fundadoras, yo no las conozco, se lo aseguro!’ Que María Eufrasia haya escogido a María Matilde en el grupo fundador, muestra la estima y confianza puestas en esta joven profesa. Quince meses más tarde, una carta de María Eufrasia con fecha 16 de septiembre de 1838 evoca confidencialmente los posibles nombramientos para la primera fundación en Alemania y se evoca el nombre de María Matilde: ‘Le daremos la Asistente de Estrasburgo porque tiene gran facilidad para el alemán…’6 Este proyecto sólo se realizará en septiembre de 1838, María Matilde vuelve a la Casa Madre, después de tener dificultades con los Padres Jesuítas. En enero de 1840 después de una breve estadía en Amiens, en la cual logra salvar la situación financiera, es nombrada Superiora de la Casa de Clermont. 2 María Eufrasia Pelletier, Carta 200 del 9 de enero de 1835 (tomo 2). Ver también la carta del 30 de enero de 1835. María Talard también entrará al noviciado, un poco más tarde, el 14 de abril de 1836. 3 En el sentido de toda participación en los trabajos materiales, como cocina, lavandería, ropería, jardín… 4 Carta 378 del 28 de febrero de 1837 (tomo 3) 5 Carta del 15 de marzo 1836 6 Carta 515 del 16 de septiembre de 1838 a María Juan de la Cruz. 2 3. La aventura de la Casa de Clermont: del 29 de enero de 1838 al 12 de diciembre de 1840 La Casa de Clermont había sido fundada el 29 de enero de l838 por iniciativa de María Eufrasia, lo cual es excepcional y después irá en su contra. Ella había oído hablar de un proyecto de Mr. Luis Carlos Feron, en favor de las mujeres con dificultades. En agosto de 1837 también había enviado la superiora de Puy para presentar la Congregación al Obispo de Clermont. Este aceptó la fundación y el grupo de 5 Hermanas fundadoras salió de Angers el 9 de enero de 1838. Un año más tarde, en enero de 1840, María Matilde se ha convertido en la Superiora de esta Casa. Seis meses más tarde, el balance es más bien sombrío: La agitación de las Penitentes hace necesario despedir 10; La comunidad debe enfrentar la enfermedad de numerosas Hermanas y de sus reemplazantes, por eso hubo muchos cambios, que ocasionaron la inestabilidad; Se abrió el jardín de niños, - entonces se llamaba: “clase de asilo” y se acogieron 40 niños y niñas de 2 a 6 años. Esto contra el parecer de María Eufrasia quien siempre había desaprobado esta actividad. La mayor dificultad es de orden financiero… En la carta del 6 de junio de 1840 María Matilde habla de su preocupación, y del proyecto de establecer un centro de enseñanza pagada, para hacer frente a esta situación, proyecto fuertemente sostenido por un eclesiástico, el Padre Martin, Cura de la catedral. Esta sugerencia, ya se había hecho en repetidas ocasiones, en diferentes lugares, y María Eufrasia siempre se había opuesto. Juzgaba que este trabajo no entraba realmente en nuestro carisma y misión. Además había precisado dos objeciones: la falta de religiosas formadas para la enseñanza y sobre todo el temor de ver abandonadas ‘las Penitentes’, por un apostolado menos rudo. Para aliviar la Casa de Clermont, llegan cuatro Hermanas de Angers como refuerzo, el 13 de julio, y para estudiar la situación dos Hermanas del Consejo General: María Chantal Cesbron de la Roche y María Vincent Cornet vienen de visita. Pero son rechazadas… Las cosas se enconan, la comunidad se divide y María Matilde se obstina. Ciertas Hermanas afirman que el Cura de la Catedral dirige todo en la Casa, las otras se alegran de que se tomen las riendas de la situación… El 31 de agosto, el Obispo, después de investigar en el lugar, escribe a María Eufrasia y le pide ‘le dé a conocer formalmente sus últimas determinaciones’ y le pide con insistencia el reembolso de la suma anticipada por el Obispado para terminar de pagar la compra de la casa. La respuesta7 de María Eufrasia es a la vez firme y conciliadora: “Seguí el sabio consejo que usted muy bien ha querido darme… He reflexionado con madurez delante de Dios el desolador asunto de nuestras Hermanas de Clermont y estoy con la disposición de entrar enteramente en sus apreciaciones, en todo lo que nuestras santas Reglas nos permitirán conceder. Pero hay una cosa sobre la cual no podremos nunca ceder, que mi Hna. María Matilde sea Superiora en Clermont, a pesar que ella me envía a decir que permanecerá allí, aún contra el mismo Papa… Hemos enviado para remplazarla, si su 7 Carta 670 de septiembre 1840 a Mr. Feron 3 Eminencia quiere permitirlo, una religiosa muy virtuosa y capaz, quien hasta ha sido por mucho tiempo, Superiora de María Matilde…’ Efectivamente, María Elena Baudin, antigua superiora de la Casa de Estrasburgo llegó a Clermont. Y el 14 de septiembre, María Eufrasia misma vino para busca las posibles soluciones porque las deudas se acumulaban. Después de haber consultado a las Hermanas y a los diferentes protagonistas, volvió a Angers el 9 de octubre… con María Matilde y su Asistente. Exactamente, que fue lo que pasó? Cuál era la posición de María Matilde este mes de octubre de 1840? Cómo vivió ella este mes en Angers? En que relación con María Eufrasia? Preguntas sin respuesta. Sin embargo, una indicación: María Eufrasia escribió el 21 de octubre a María Estanislao Bedouet, Superiora de Poitiers, a propósito de una Hermana de esta comunidad que se encuentra en dificultades: “Siento la necesidad de separar por un tiempo a María Sofia de María Augusta… Si ud no puede esperar hasta la próxima semana, la autorizamos a enviar una a Saumur…pero no a Angers donde estamos abrumadas de trabajos y donde tenemos en este momento a María Matilde… Sería muy desafortunado que ella percibiera la menor miseria. Tratemos de guardar un profundo secreto. Tenemos que tomar las más grandes precauciones… Clermont se salvó…’ Me parece que María Matilde estaba adolorida, incluso era incapaz de tomar distancia sobre la situación de Clermont y sobre su propio comportamiento. Sin embargo María Eufrasia parecía confiada en el porvenir. También le daba confianza: por petición de María Matilde, y ante la sorpresa de las Hermanas de Clermont, ella volvió allá, donde ya no es Superiora. Era asumir un riesgo: dejar que María Matilde con el apoyo de su Superiora General, manejara la evolución de la Casa ‘en el espíritu de la Congregación’. Desafortunadamente, una decisión del Capítulo nos informa el cierre de la Casa y el retiro de la comunidad. Efectivamente, las Hermanas de Clermont vuelven a Angers el 12 de diciembre de 1840… sin María Matilde. Una carta autógrafa del Obispo nos muestra que María Matilde rehusó unirse a sus compañeras y que ella pedió entrar en una Orden de clausura… Exactamente, qué pasó? Una carta de María Eufrasia a María Juan de la Cruz David el 3 de enero de 1841 nos dice un poco más: Mi dolor es aún tan vivo que apenas podrá leer estas pocas líneas! Clermont vendido8 y el dinero de los pobres y de nuestros fundadores robado… (en post data) A usted sola… “He recibido heridas muy dolorosas de nuestras Hermanas del Consejo! Debo decírselo, mi hija bien amada, o callarme? Mi alma está en paz, pero mi corazón está herido por la eternidad! Durante mi estadía en Paris9 nuestras Hermanas del Consejo entregaron al obispado las cartas de Clermont, aún había remedio… Sólo Dios sabe las lágrimas que he vertido! Desde entonces vivo sola con Dios solo. 8 La Casa Madre había invertido 8000 francos en la adquisición de la Casa que había que vender para rembolsar el complemento que había sido adelantado por el Obispo. 9 María Eufrasia fue a París del 30 de noviembre al 6 de diciembre de 1840 para tratar allí sobre una fundación. 4 La toma de posición del Consejo en estas circunstancias requiere una amplia explicación que desborda la historia de María Matilde: las Consejeras tenían temor ante el rápido desarrollo de la Congregación? Encontraban que María Eufrasia era muy paciente, tal vez demasiado, o querían un concepto del Obispo de Angers? En cuanto a María Matilde, ella no volvió a Angers, no hizo ningún trámite en la Congregación relativo a una exclaustración o salida del Instituto… No tenemos ninguna otra información sobre su vida, desde la primavera de 1841… hasta noviembre de 1847. 4. Regreso a la Congregación en 1847 En Francia 1847 fue un año de gran miseria ya que por el mal tiempo se perdieron dos cosechas. El precio del pan había aumentado muchísimo y en la Casa Madre había deudas de harina por más de cien mil francos oro. Las familias pobres acudían a las puertas de los conventos, para confiar sus hijos que no podían alimentar más. Ante tanta desgracia, María Eufrasia confió por voto a la Santísima Virgen el futuro de la Congregación, el 1º de enero de 1847. Los días 22, 23 y 24 de febrero de 1848, estallan tres días de revolución violenta y muchas Casas del Buen Pastor fueron destruídas. Las Hermanas eran vistas como responsables de competencia desleal en los talleres de costura, en momentos en que el desempleo era tan grande. El 26 de abril, María Eufrasia escribía: “Aquí estamos, -en Angers – varios centenares sin trabajo, sin donaciones, sin bienhechores… Ya tenemos 400 penitentes expulsadas de nuestras Casas; 500.000 francos perdidos, incendios, robos, sesenta profesas desterradas, eso nos llega noche y día. En este contexto llega a Angers la carta pidiendo la reintegración de María Matilde. Miremos el texto del Libro del Consejo de la Casa Madre: La Madre Superiora General y las religiosas de Nuestra Señora de Caridad del Buen Pastor, se reunieron en Capítulo al toque de la campana, después de haber invocado las luces del Espíritu Santo, se hizo lectura de una carta de nuestra querida Hermana María de Santa Matilde Flosse quien había dejado la Congregación en 1841, poco después de la destrucción del Monasterio de Clermont, del cual ella había sido Superiora. En esta carta, ella da testimonio de un rechazo sincero del pasado y solicita con la más viva insistencia, su reintegro en la comunidad. Escribió en el mismo sentido al Señor Obispo confesando que su gran orgullo ocasionó su caída. Monseñor, nuestro Superior permitió recibirla con la condición de que su reintegro no ocasione confusión ni inconveniente alguno. Todas las Capitulares estuvieron de acuerdo con nuestra Madre General para acceder a su humilde petición y admitirla de nuevo en nuestra Congregación. Nuestra venerada Madre misma se encargó de anunciar esta buena noticia. Aquí tenemos la carta en su totalidad: Carta de María Eufrasia a Señorita Flosse Casa del Sr. Gavy, carpintero en Metz 4 de noviembre de 1847 La caridad de Jesucristo me apremia" Ud. me pide, por la sangre adorable de Nuestro Señor, su reingreso en nuestra santa Congregación! Eh, mi muy querida hija, podría rehusarla? Su conmovedora carta lleva el sello del arrepentimiento, de la sumisión, del dolor más amargo, podríamos abandonarla? El cielo la perdona y mi corazón la recibe, mi querida hija, y como conozco el suyo, no quiero hacerle comprar la felicidad del regreso. También dejo 5 que la gracia la lleve a la reparación que usted crea debe hacer. Sin embargo tengo un deseo, mi muy buena hija, que escriba al excelente Monseñor el Cura de Clermont sus verdaderos sentimientos, como me los escribió. Después venga, mi querida Hija. Aquí ud. encontrará a Dios, la paz y la felicidad. No se le dirigirá ningún reproche. Por su parte, querida hija, ud. no hablará jamás del pasado, verdad? Ud encontrará la comunidad muy tranquila y siempre bendita; la Santísima Virgen la gobierna y sostiene. Ella la recibirá con una gran ternura. Al asegurarle este sentimiento, soy en su Corazón Sagrado, mi querida hija, Su muy adicta en Nuestro Señor María de Santa Eufrasia Mi querida hija, temo estar ausente la próxima semana, pero usted podrá venir la siguiente, desde el primer día. María Matilde llegó el 20 de noviembre a la Casa Madre donde fue recibida con los brazos abiertos…Al día siguiente, fiesta de la Presentación de María, renovó públicamente sus votos en la reja, con la comunidad, y volvió a tomar su lugar en la Casa. Vivió durante 6 años en la Comunidad de la Casa Madre, ocupada en hacer ‘tejidos de aguja’ 5. Envío a la misión de Trípoli En el Libro del Consejo podemos conocer la nueva Obediencia de María Matilde. El 15 de septiembre de 1853, a petición suya, partió a Libia, en África, como Asistente de la Casa de Trípoli. La víspera, María Eufrasia había escrito a la Superiora de Trípoli: “Mis valientes hijas: al fin! Ustedes están salvadas! Nuestras tres Hermanas les llevan consuelo y socorro. San Agustín quien tiene una capacidad poco común es nombrada Asistente y primera bordadora de sus clases. Es una de las mejores bordadoras de Francia. Sus trabajos son para la Corte. Se llamaba Matilde. Déjenle este nombre. La Hermana está perfectamente dispuesta.” Encuentra algunas Hermanas Magdalenas, que estaban presentes allí desde hacía 5 años. Era una comunidad muy unida que hará frente a esta misión. María Eufrasia les escribirá el 14 de septiembre de 1854: “Valor queridas hijas. Con la ayuda de Dios, podrán ser santas y harán una Casa magnífica. De rodillas les pido conviertan las almas…”. Pero la Casa de Trípoli tuvo que cerrarse a pesar de las gestiones hechas en Italia por la Superiora y su Asistente, muy unidas en su deseo de salvar la misión de Libia. 6. Fallecimiento en Nazaret el 13 de Septiembre de 1891 Al cerrarse Trípoli, María Matilde (María Agustín) volvió a Francia, con su Superiora. Vivió aún 35 años en Nazaret. Su nota necrológica del 14 de septiembre de 1891 no habla sino de su espíritu fraterno, su confianza, su valor. "Nuestra Hermana es una de las más antiguas del Instituto… Ella conoció muy bien a nuestra Madre Fundadora quien le tenia gran confianza…Durante la veintena de años que pasó entre nosotras, nos ha llamado la atención su gran caridad hacia sus Hermanas…" 6 Acabo de escuchar la historia de una de nuestras primeras Hermanas, Matilde Cómo fue justa María Eufrasia en esta página de nuestra historia? FLOSSE Qué m ha impresionado en esta historia? Qué pienso de la manera como María Eufrasia se comportó con esta Hermana? Para mi vida, qué retengo de nuestra fundadora? 7