Apéndice tema 7 RENACIMIENTO, HUMANISMO Y REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Tradicionalmente se considera la segunda mitad del siglo XV como el final de la Edad Media, sin embargo el mundo del Renacimiento y el humanismo ocupa un lugar de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Como cambios fundamentales de esa transición podríamos mencionar la consolidación del capitalismo y su extensión comercial al mundo entero (con la inclusión de América y el Extremo Oriente) y el reforzamiento del estado moderno, a través de monarquías absolutas que cuentan con una burocracia consolidada y un ejército regular. Como cambios más importantes en la historia de las mentalidades, caben citar los siguientes. Cambios religiosos: La corrupción de la institución eclesial y una devoción popular marcada por la superstición y las formas externas conduce a una nueva búsqueda espiritual, una religiosidad renovada, ya sea a través de un humanismo católico (Erasmo de Rotterdam) o a través de la ruptura con Roma (Lutero, Calvino, anglicanismo). La consecuencia de esto, por un lado, es que Europa pierde la tradicional unidad cristiana que le había caracterizado durante toda la Edad Media, y por otro es la consumación de la separación de iglesia y estado que solo va a alcanzarse definitivamente con la época ilustrada (siglo XVIII). Cambios en la teoría política: Durante toda la Edad Media, el buen gobernante era definido por aquel que ajustaba su gobierno a unas formas legítimas y justas, provenientes del respeto a la ley natural (Santo Tomás, iusnaturalismo). A partir de la Edad Moderna, el poder político se justifica en sí mismo, sin necesidad de acudir a ninguna ley moral. Un ejemplo de ello es el Príncipe de Maquiavelo. El rey no debe preocuparse si cumple o no leyes justas; de lo que debe preocuparse únicamente es de la preservación de su propio poder. Es aquí donde se entiende su famosa cita “el fin justifica los medios”: el poder está legitimado para cualquiera acción, moral o inmoral, para perpetuarse. Esta herencia se va a mantener con Hobbes. Teoría antropológica. El humanismo es un período de fuerte expansión europea. El ser humano cobra más confianza en sí mismo (descubre continentes, da la vuelta al mundo etc…) y poco a poco va a dejar de lado posiciones geocéntricas para ensalzar las virtudes propias del ser humano (antropocentrismo). Este es el planteamiento de Pico Della Mirandola y su estudio sobre la dignidad del hombre. La misma palabra “humanismo” tiene ese significado intrínseco. Más adelante, el hombre va a darse sus propias leyes morales, independientemente de Dios. - Filosofía y revolución científica. La filosofía no da en esta época ningún autor que elabore un sistema cerrado. Más bien es una época de transición en el que acaban de erosionarse los últimos escollos de la tradición medieval. Así las actitudes nominalistas heredadas de Occam y el escepticismo tienen un gran auge. Caso aparte merece Montaigne, escéptico que va a iniciar un giro hacia la subjetividad (Descubrimiento del sujeto) que va a aprovechar con creces Descartes en el siglo XVII. Mención aparte merece la Revolución Científica. El humanismo resucita viejas concepciones antiguas del mundo, entre ellas, la pitagórica (la realidad se explica en forma de números). Esto, apoyado con una renovada investigación empírica, va a permitir a los científicos de esta época entender la naturaleza en términos matemáticos, y fundar así la ciencia moderna. Esto se siente en primer lugar en la astronomía: Copérnico, Kepler, Tycho Brahe, Galileo y Newton van a consolidar una visión heliocéntrica (el sol en el centro del universo instead of planet Earth), y finalmente refundar la física en fórmulas matemáticas (descubrimiento de las leyes de gravedad). -