La columna. Asociación Cultural Candela :: 12/02/2012 Le dolía la espalda. Salió huyendo desde su despacho hacia donde le llevara un camino de tierra que siguió como por instinto de supervivencia... Le dolía la espalda. Salió huyendo desde su despacho hacia donde le llevara un camino de tierra que siguió como por instinto de supervivencia. Horas antes leyó que la nueva Reforma de la Ley del Menor quiere juzgar juntos a adultos y menores que cometan delitos graves, para endurecer el castigo. La voz de su ordenador, conectada a una radio recordó por enésima vez aquel delito que recorrió y manchó las páginas de los periódicos. El asesinato de la pobre Sandra Palo vuelve hoy a agitar los bajos instintos de los legisladores, incapaces por actitud y aptitud, de distinguir el árbol del bosque. El ministro Wert achaca el fracaso escolar de Ceuta y Melilla a una “avalancha marroquí” que se beneficia, sostiene él, de su sistema gratuito. Caminó como sin rumbo huyendo del ruido. Las rosas abrazan las columnas dóricas del jardín botánico de la Universidad de Alcalá. En este jardín pasean para escapar de la rutina, quienes todavía se enamoran al olor de las flores y, al mirarlas recuerdan que en los ojos de un amigo, del amado, todavía se reconoce la verdad del delirio de saberse universo. Desde abajo, un musgo suave hacía emerger los ramos de rosas que envolvían la columna hasta hacer creer que los basamentos del edificio eran sostenidos por dos columnas de cientos de rosas. Siguió paseando, como perdido, pisando el hielo del camino. Miró al cielo que, como las rosas, lucía un rojo tenue. Respiró hondo, y pensó que esa enredadera era, en realidad, su columna vertebral. x Gonzalo Romero* *Gonzalo Romero es miembro de la Asociación Cultural Candela (Botón de muestra emitido el 11 de febrero de 2012 en El Candelero, RVK, 107.5 FM) www.nodo50.org/candela _______________ http://www.lahaine.org/est_espanol.php/la-columna lahaine.org :: 1