ASUNTOS TRIBUTARIOS, LEGALES, ECONÓMICO-FINANCIEROS CONTABLES Y ADMINISTRATIVOS ANÁLISIS FINANCIERO Publicado el 21 de febrero de 2009 Pequeño, vulnerable y sin litoral marítimo Por Ricardo Rodríguez Silvero (*) Los países en desarrollo sin litoral marítimo, eufemismo por países mediterráneos subdesarrollados, suman actualmente 31, como puede verse en el listado adjunto. Paraguay se encuentra entre ellos, con el agravante de que es pequeño y vulnerable. Es uno de los países sudamericanos con un producto interno registrado realmente modesto, con una población de apenas 6 millones y algo más de habitantes y además con una superficie que supera los 400.000 km² solamente. Y, sin embargo, es uno de los más desarrollados en ese grupo. En los registros de las organizaciones internacionales, llama la atención que Paraguay ya ha solicitado en 1957 consideración especial ante las Naciones Unidas por su mediterraneidad. Posteriormente, el así llamado grupo de Países en Desarrollo sin Litoral Marítimo, la mayoría de ellos pobres en la definición ortodoxa del término, fue adquiriendo notoriedad por su atraso, en especial desde la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, proclamada en 2000, con el objetivo expreso de reducir la pobreza. La mediterraneidad puede ser causa de pobreza. Algunos datos del pasado reciente señalan las razones de que la atención mundial se haya concentrado en ellos. He aquí tan sólo algunos ejemplos: 1. La falta de acceso al mar desacelera la tasa de crecimiento económico de un país mediterráneo en aproximadamente un 0,7% anual. En la década 1990–1999, el crecimiento del producto en estos países ha sido en promedio más bajo que en los demás países pobres. Estudios diversos de las Naciones Unidas estiman que los países mediterráneos pagan en promedio un 14% adicional al costo de producción, en términos de fletes y seguros, para alcanzar el litoral marítimo. 2. El Índice de Desarrollo Humano de comienzos de la década actual registraba en la peor situación posible a 12 países, de los cuales 9 son mediterráneos, ocupando estos el 12,5% de la superficie terrestre de los cuantificados en ese Índice y representando el 4% de la población mundial. La suma del producto interno en ellos representaba en esos años solamente el 0,3% del total global, recibiendo tan solo un porcentaje de este mismo orden en concepto de inversión directa extranjera. Organizaciones internacionales realzan importancia de los países sin litoral marítimo. En agosto de 2003, en Almaty, capital de Kazajstán, la Conferencia Ministerial Internacional de Países en Desarrollo sin Litoral y de Tránsito y de Países Donantes así como de las Instituciones Financieras y Agencias de Desarrollo internacionales empezó a marcar un nuevo rumbo para dicho grupo de países, organizándolos mejor en los estrados internacionales y dándoles una agenda concreta en pos del desarrollo sostenible. Dos años más tarde, en agosto de 2005, Paraguay albergó por primera vez un cónclave de las Naciones Unidas que reunió a representantes de tales países. Las sesiones apuntaron a establecer una estrategia común de negociación para la Ronda de Doha de la OMC, cuya Conferencia Ministerial tuvo lugar a fines de ese año en 1 ASUNTOS TRIBUTARIOS, LEGALES, ECONÓMICO-FINANCIEROS CONTABLES Y ADMINISTRATIVOS Hong Kong. Sus conclusiones fueron plasmadas en lo que ex post fue conocido como la Plataforma de Asunción. Desde entonces, con una frecuencia más alta y con un interés cada vez mayor, dichos países se juntan para hablar de objetivos y estrategias comunes y llevarlos a la práctica. En 2007 los ministros volvieron a reunirse en Ulán Bator (Mongolia) y este año corresponde a un país africano organizar el encuentro. Un plan internacional con metas bien concretas. El Programa de Acción de Almaty y la Plataforma de Asunción tienen, entre otros, estos objetivos: a. Asegurar el acceso al mar, utilizando todos los medios de transporte. b. Establecer normas internacionales obligatorias para mejorar el transporte de tránsito. c. Reducir los costos y mejorar los servicios para incrementar la competitividad de sus exportaciones. d. Reducir el costo de las importaciones entregadas. e. Resolver los problemas derivados de las demoras y la incertidumbre en las rutas comerciales. f. Reducir las pérdidas, los daños y los deterioros de las mercancías en tránsito. g. Sentar las bases para el aumento de las exportaciones. h. Mejorar las condiciones de seguridad del transporte terrestre y la seguridad de las personas en los corredores de tránsito. La estrategia a ser seguida por el mencionado grupo de países puede ser sumamente útil para nuestro país. Sin embargo, por razones varias el Gobierno y la sociedad civil le restan importancia. Uno de los entendidos en la materia me escribía hace apenas unos días que en un mundo donde todos los países buscan establecer alianzas y articular grupos de intereses para lograr sus objetivos de desarrollo, Paraguay está desaprovechando la oportunidad de actuar con más ahínco en ese grupo de países con estatus internacional ya reconocido. En Paraguay, necesitamos una instancia pública de coordinación. Esfuerzos locales se han hecho al respecto, ciertamente, y nuestro país además ha estado presente internacionalmente, como se ha visto, desde el mismo comienzo en primera línea, pero es mucho lo que resta por hacer y se necesita más apoyo en términos de recursos humanos y presupuestarios para aprovechar dicha plataforma con éxito. Habría que crear ya mismo una Comisión o Consejo que coordine esfuerzos y recursos con ese objetivo. (*) RS Asociados 2