Desde el Aula Un cuaderno de trabajo sobre cultura, educación, arte y sociedad Link: http://desdeelaula.blogspot.com/2007/06/ral-muriete-el-examenen-la-universidad.html Domingo 17 de junio de 2007 El examen en la universidad La instancia de la evaluación como actividad sociopolítica Raúl Muriete Colección Herramientas Educativas 142 páginas Raúl Muriete es un especialista en Ciencias de la Educación que se ha desempeñado en diversas universidades de la Argentina, actividad que, se puede deducir, suma un conjunto de experiencias prácticas vividas a las fuentes teóricas analizadas y revisadas para la elaboración de este volumen acerca de todo aquello que se esconde detrás de la simples y cotidianas tareas de evaluación que jalonan la vida universitaria. El libro que aquí comentamos parte de la consideración de toda instancia de evaluación como un proceso de regulación y de control que posibilita estimar la eficacia en términos de la “transferencia” de conocimientos, es decir que debería llevar claridad a si lo que hasta allí se ha hecho en el aula o en el laboratorio avanza o no por buen camino, y, a partir de la constatación, apuntalar la mejor toma de decisiones hacia el futuro. Pero resulta que el componente del control, digamos en resumen, termina apoderándose más o menos explícitamente de todo el proceso. Para corroborarlo y bajo un epígrafe de Fernando Pessoa, Muriete pasa revista a las formas institucionales que toman los exámenes, a las causas “verdaderas” que en definitiva sostienen el acto de la evaluación, a las dimensiones y los ecos tempestuosos de los juicios del profesor, ítems que también despliega en una serie de cuadros que, a la vez que dan cierto sostén empírico, permiten visualizar hacia dónde se orienta el conjunto de su argumentación. En las conclusiones Muriete salta del poeta portugués a Lewis Carroll y se pone de cara a los profesores: “La descripción de estas prácticas, en relación con lo que la organización universitaria encarga a los docentes, permitirá conocer algunos de los mecanismos específicos en la producción de estos juicios. (…) Es imprescindible profundizar aquellas categorías para descubrir cómo se comportan en estudios masivos o intensivos, analizando su proceder para que, , y al entender los actos de calificación, se pueda deconstruir una práctica concreta, situada en medio de categorías de excelencia, prestigio, poder, competencias cognitivas y profesionales. Nunca es tarde parta comprender que el examen es un acto sociopolítico y la calificación, una forma de juicio social”. Como sostiene en su introducción Rivas Flores: “Un proceso racional de evaluación debería incluir la revisión y la crítica de los propios criterios (cognitivos y morales) con los que se interpretan las realidades. En un ambiente democrático, abierto y diverso, el consenso y la negociación deberían estar en la base de este proceso. De otro modo, la evaluación no es sino la imposición de criterios establecidos desde posiciones hegemónicas y de poder, tal como se está utilizando, desgraciadamente, en muchas facetas de la sociedad actual”. De más está decir que la razón está del lado del introductor, aunque también una suerte de evaluación de cierre (un consejo, casi) que peca de ideal. En universidades masificadas, de presupuestos cortos, con docentes mal pagos y, por ende, impedidos de un perfeccionamiento constante, en medio de planes de estudio y estructuras institucionales que reproducen un reproductivo andar burocrático y a las que , aunque no se explicite jamás, les llega como el agua fresca las cifras de fracaso y deserción universitaria, en ese marco las respuestas “acotadas” a los aspectos técnico-ideológicos que se juegan en los exámenes resultan bien parciales. Una cosa es describir en abstracto un cierto funcionamiento institucional y muy otra padecerlo en las formas de su infinitas miserias de todos los días Pero un libro es un libro, con esas limitaciones propias del papel y la abstracción, digamos, y nada de lo anterior debe entenderse en el sentido de que no valga la pena detenerse en el punto. Para nada; la prueba de la urgencia y necesidad de su tratamiento aparece en cualquier reunión docente y no sólo en el nivel universitario. En ese sentido, el libro de Muriete ofrece un apoyo para la reflexión. Los especialistas, o aquellos simplemente más interesadas en tirar de la piola, tienen sobre el final una larga y seleccionada bibliografía como para seguir entreteniéndose.