Antecedentes históricos Los inicios de la demografía se deben al economista británico Thomas Robert Malthus, quien en 1798 propuso el gran debate sobre la población mundial con su obra Ensayo sobre el principio de la población, aunque también se puede citar como un precursor a Leonhard Euler, el cual fue autor mediante modelos matemáticos de los primeros estudios sobre censos disponibles, con objeto de descubrir las tendencias demográficas. Thomas R. Malthus inició con su obra el gran debate sobre la población mundial » Biografía « Leonhard Euler, autor de los primeros estudios sobre tendencias demográficas utilizando modelos matemáticos. » Biografía « Malthus planteaba las consecuencias En sus comienzos, de un descontrolado crecimiento de la población con respecto a la producción de alimentos, y exponía las posibles formas de frenar esas tendencias. Entre los factores positivos y negativos para la evolución demográfica, Malthus distinguía las enfermedades, epidemias, guerras y carencias alimentarias extremas, por un lado, y las medidas anticonceptivas o abstinencia, por el otro. La doctrina Maltusiana resurgió a comienzos del siglo XX, pero también muchas otras teorías, incluso de carácter marxista, intentando explicar las razones de la superpoblación, unas veces inspiradas en factores económicos, capitalistas o el subdesarrollo, y otras en fundamentos de carácter religioso, donde las cuestiones sobre los métodos del control de natalidad están en general ampliamente cuestionadas. La moderna estadística demográfica El debate que Malthus planteara inicialmente sobre la superpoblación mundial, fue seguido de forma práctica por el matemático, astrónomo y sociólogo belga Lambert Adolphe Jacques Quételet en la segunda mitad del siglo XIX, de hecho ha sido uno de los fundadores de la estadística demográfica. La aplicación del moderno cálculo estadístico promovido por Quételet, constituye hoy en día uno de los servicios más útiles y eficaces para la gestión de los gobiernos en el aspecto del orden social, y una herramienta básica para planificar las políticas más adecuadas a cada realidad demográfica. El desarrollo de la demografía se ha visto beneficiado a partir del siglo XIX con la práctica generalizada de los registros civiles y parroquiales de natalidad y mortalidad, así como los censos de población, perfeccionados en la segunda mitad del siglo XX con la aparición de la informática, capaz de manejar inmensos volúmenes de datos, no sólo relativos a los valores de tamaño y composición de las poblaciones, sino también de otros numerosos parámetros relacionados, tales como los económicos, sociales, históricos, antropológicos, etc. Crecimiento de la población mundial l crecimiento de la población mundial constituye un fenómeno que se ha acelerado de forma sorprendente a partir de mediados del pasado siglo XX. Con anterioridad, el proceso era progresivo pero más lento. La llamada explosión demográfica queda demostrada por los 2.000 millones de seres que habitaban el planeta en 1950, y los 4.000 millones que se registrarían a principios de la década de 1980. Esta progresión denotaba una duplicación de la población cada 30 años. Contrastan estos datos con los que se registraban en el año 1650; en esas fechas la población de la Tierra era de unos 500 millones de personas, pero debieron transcurrir dos siglos (hasta 1850) para que esas cifras se duplicaran; sin embargo en 1950 ya se había quintuplicado (2.500 millones). No obstante, el ritmo de crecimiento parece en la actualidad más moderado, sin llegar a una estabilización. Factores del crecimiento poblacional Un factor decisivo en el crecimiento de la población es la esperanza de vida. Los grandes progresos, sobre todo en la medicina, que se han manifestado a partir de mediados del siglo XX, han conseguido disminuir notablemente los índices de mortalidad, especialmente la infantil. Los avances en el conocimiento científico ya eran patentes a partir del siglo XVII, aunque no habían comenzado a manifestarse directamente en los índices de crecimiento. Así, la agricultura, industria, medicina, organización social, etc., fueron objeto de grandes avances técnicos y científicos en favor de una cada vez mayor calidad de vida; la sustitución de la mano de obra humana por maquinaria y nuevas tecnologías, así como los mayores medios disponibles para controlar las enfermedades, dieron lugar a un considerable crecimiento poblacional. Un factor decisivo para iniciar la nueva fase de crecimiento a partir de 1950 fue el control del hambre en los países subdesarrollados, apoyado por políticas agrícolas y de control de plagas Otros factores inherentes a una mayor calidad de vida fueron decisivos para iniciar la nueva fase de crecimiento que se manifestaría a partir de 1950. Se distingue el control del hambre en países subdesarrollados, donde las producciones agrícolas estaban sujetas a variadas circunstancias, tales como ausencia de redes de abastecimiento de aguas, falta de tecnología de las semillas, y grandes dificultades para hacer frente a las inclemencias o destrucción de las cosechas, que iniciarían un círculo drástico en el diezmado de la población, consecuencia de la ausencia de alimentos, posteriores enfermedades nutricionales, e incluso epidemias y mortandad generalizadas en determinadas regiones y épocas de sequía. El bajo coste de las medicinas, tales como vacunas y antibióticos, unidas a las nuevas posibilidades de control de las plagas agrícolas mediante insecticidas, así como las variedades de semillas de gran rendimiento, dieron un vuelco a la situación de la población en los países subdesarrollados, disminuyendo los fallecimientos por infecciones y parásitos, a la vez que se conseguían mejores y más abundantes cosechas. Estos factores lograron en algunos países en vías de desarrollo, alcanzar índices de crecimiento de población anual superiores al 3%, llegando a duplicar la población en poco más de 20 años. El crecimiento cero El problema del crecimiento y superpoblación mundial en los países subdesarrollados tiene su contrapunto en el llamado crecimiento cero. Este fenómeno es negativo y característico de los países desarrollados. Consiste en que el número de nacimientos es igual al número de fallecimientos, por tanto la población queda estancada al no renovarse, iniciándose un proceso de envejecimiento, es decir, la población sufre un desplazamiento de edades en el cual la mayoría de habitantes son de edad avanzada, frente a una minoría de jóvenes. Las consecuencias del crecimiento cero es catastrófico para la economía de un país, especialmente en aquellos modelos de pensiones en los cuales una generación de personas ya ancianas, reciben la solidaridad y sustento hasta el final de la vida mediante el trabajo de las siguientes generaciones de jóvenes. Presión medioambiental rápido crecimiento de la población constituye una presión medioambiental inherente, y puede considerarse como la principal causa de los problemas derivados. l En el año 2000 había 6.000 millones de habitantes en todo el mundo, y se estima un incremento anual de 90 millones, lo que significa una media de 250.000 nacimientos al día; este ritmo implica que para el año 2050 podrían poblar la Tierra unos 10.000 millones de seres. La tasa de crecimiento sería positiva incluso con una reducción significativa de la fertilidad. Una población creciente demanda cada vez más recursos naturales. Energía, alimentos, vivienda, vestido, etc., obligan a un aumento de la explotación, que conlleva una generación de desechos y contaminación Las demandas de recursos naturales para cubrir las necesidades básicas de la población crecen proporcionalmente con su incremento. Alimentos, energía, vivienda, vestido, etc., son demandas en auge que obligan a una explotación cada vez mayor de esos recursos, y que conllevan igualmente una generación de desechos y contaminación creciente. La presión medioambiental por exceso de población tiene lugar sobre todo en los países en vías de desarrollo, en donde se concentra la población con mayor índice de crecimiento, mientras que en los países más desarrollados tiende a estancarse debido a un índice ostensiblemente menor. No obstante, en los países industrializados, en donde el nivel de vida es muy superior, se constata la mayor contaminación atmosférica, deforestación y presión sobre los recursos pesqueros y mineros, pero a la vez también tienen posibilidad de acceso a las tecnologías anticontaminación. Así pues, podemos determinar que los índices de crecimiento en los países industrializados, tienen menor influencia en los problemas medioambientales que los relacionados con su propia industrialización, los cuales presentan posibilidades de solución a medio y largo plazo mediante aplicación de tecnologías, sin embargo, los países en vías de desarrollo con alto índice de crecimiento poblacional inciden una presión sobre los recursos naturales, con agotamiento de los suelos y recursos hídricos, deforestación intensa, etc., no subsanables con medidas propias por la imposibilidad de acceder a las tecnologías anticontaminantes, de las que sí gozan los países más desarrollados. Urbanización Las poblaciones mundiales tienden a urbanizarse rápidamente, esto implica una reducción en la tasa de nacimientos, y por tanto un factor influyente en el índice de crecimiento. Conforme un país va pasando de una economía agrícola a otra de carácter industrial, se va manifestando una migración de las zonas rurales a las ciudades. La urbanización es una opción que proporciona mejor calidad de vida, debido al acceso y gestión más eficaz de los servicios, tales como el agua potable, electricidad, gas, etc., aunque en contrapartida se generan también mayores concentraciones de polución. Las tres cuartas partes de las poblaciones de los países industrializados habitan en núcleos urbanos, y la tendencia indica que antes del año 2050 alcanzará las dos terceras partes. Mientras que en 1950 había un 29% de la población mundial habitando en áreas urbanas, 40 años después casi se había duplicado, en el año 2000 superaba el 50%, y en la actualidad continúa en ascenso. El mayor nivel educativo de las mujeres y su acceso al mercado laboral son, entre otros, factores que contribuyen al descenso de la tasa de natalidad La reducción de la tasa de natalidad en las zonas urbanas está relacionada con las situaciones familiares y los niveles educativos que favorece ese medio. La mejor calidad de vida, superiores ingresos, eficacia de la planificación familiar, mayor nivel educativo de las mujeres, y el acceso de éstas al mercado laboral, son factores que contribuyen a que desciendan los nacimientos, y por tanto a que existan familias cada vez menos numerosas. La calidad de vida también se traduce en esperanza de vida, es decir, que la población sea cada vez más longeva. Distribución de la población mundial a distribución de la población mundial está muy desproporcionada, tanto en lo que respecta a la superficie del planeta como a los índices de crecimiento en las distintas regiones. Así, cerca del 90% de la población global habita en el hemisferio Norte, sobre todo las regiones templadas, y de ellas las tres cuartas partes se encuentran en el continente euroasiático. Más de la mitad de la humanidad habitan en el Este y Sur de Asia, destacando especialmente China seguido de la India. Un 15% habita Europa y los países que integraban la antigua Unión Soviética, un 14% el continente americano, y un 12% el continente africano. Todos estos valores varían constantemente debido a los índices de crecimiento, y otros factores como los migratorios. Factores del asentamiento y distribución Existe unos factores evidentes para el desequilibrio poblacional mundial, como son las zonas anecuménicas que proliferan por grandes áreas del planeta, es decir, lugares con condiciones físicas o climáticas que rechazan la presencia humana de forma permanente, o que condicionan en gran medida la instalación o asentamiento, tales como los desiertos, alta montaña y regiones polares. También existen factores de tipo humano, histórico o económico que favorecen o condicionan la ocupación de determinadas áreas del planeta. Resaltado en rojo se puede observar la mayor concentración de población mundial (más de 100 habitantes por km2); en naranja vemos la distribución media (entre 25 y 100 habitantes por km2); y en amarillo, que es la mayor parte de la superficie terrestre, se distribuyen menos de 25 habitantes por km2. Factores físicos Los factores físicos son en realidad determinantes para el establecimiento de las poblaciones. La humanidad se ha visto atraída hacia los climas templados y con estaciones de sucesión gradual, y rechazado aquellos de temperaturas bajas, las tierras áridas o las antagónicas selvas ecuatoriales. El relieve también es un condicionamiento importante para la presencia humana; se prefieren las llanuras y valles y se evitan las superficies de montaña. Las zonas preferentes para los asentamientos son las litorales y riberas fluviales, y son de hecho las proximidades de los ríos y zonas costeras las que ostentan las mayores densidades de población. La calidad y fertilidad de los suelos que favorezcan la agricultura y ganadería es otro factor decisivo para la ocupación humana. Las proximidades de los ríos y zonas costeras son las que ostentan las mayores densidades de población Factores humanos, históricos y económicos Aunque los factores físicos son en general determinantes para los asentamientos humanos, también se explican las distribuciones en base a condicionamientos de carácter humano, histórico o económico. Por ejemplo, se entiende que algunas zonas desérticas de Argelia, Arabia o Libia, donde las condiciones inhóspitas hacen difícil la vida, se hayan materializado asentamientos humanos ante las posibilidades de explotación petrolífera que albergan esas áreas. Algunos países asiáticos monzónicos registran densidades de población muy elevadas, explicable por los cultivos del arroz, la tradición agrícola y la necesidad de organización social para el uso de los regadíos. Razones humanas, incluso étnicas, complementadas con tradiciones agrícolas, motivan que haya poblaciones en Sudamérica que habitan en alturas superiores a los 2.500 metros. Las zonas más pobladas del mundo se encuentran en Asia (China y la India), donde además los países cuentan con territorios muy extensos. Por otra parte, otros territorios también muy extensos, como son Canadá y Australia, están casi vacíos, lo cual confirma la desproporción de población mundial con respecto al espacio que ocupan y los países a los que pertenece. Por ejemplo, Rusia posee un territorio que supera en más de dos veces la extensión de China, sin embargo su población no llega a los 300 millones de habitantes. Las variaciones poblacionales as variaciones poblacionales vienen definidas por factores como la tasa de natalidad, mortalidad y los movimientos migratorios. Éstos factores determinan los índices de población, muy utilizados para variados propósitos de interés público o institucional, como las políticas sociales, sanitarias, etc. Índices de población El índice de población informa de las variaciones que se manifiestan en el tamaño de una población. Integra índices parciales cuyos factores están determinados por el número de nacimientos, fallecimientos, emigrantes e inmigrantes registrados durante determinado periodo. Para evitar la distorsión que la media de edad de una población ejerce sobre estos índices parciales (por ejemplo el similar índice de mortalidad que podría manifestarse en una población con alto nivel de vida y gran número de ancianos, en comparación con otra de bajo nivel de vida y gran número de jóvenes), se suelen utilizar en demografía índices que dependen de la distribución por edades y de la capacidad reproductiva de la mujer; son el de esperanza de vida al nacer, el de mortalidad infantil, y el de fertilidad. Índices de fertilidad y natalidad El índice de fertilidad total establece la capacidad reproductiva estimada de una mujer en número de hijos a lo largo de toda su vida fértil, siempre y cuando los índices de fertilidad actuales se fueran cumpliendo año tras año. Por su parte, el índice bruto de natalidad establece la tasa de nacimientos por cada mil habitantes a lo largo de un año. En los países con altos índices de fertilidad se pueden alcanzar índices de natalidad de hasta el 40 o 50%, con entre 5 y 7 hijos por mujer. Se trata de países con poblaciones muy jóvenes, generalmente pertenecientes a países subdesarrollados, como gran parte de África, y muchos otros de Asia y Centroamérica. Los países con índices de fertilidad media sitúan la tasa o índice de natalidad alrededor de entre el 20 y 40%; este grupo está compuesto por naciones subdesarrolladas, pero que han establecido algún control de natalidad, ejemplo de la India, y otros países de Asia y Sudamérica. En algunos países africanos, centroamericanos y asiáticos, con altos índices de fertilidad, la natalidad puede alcanzar índices del orden del 40 al 50% Estos datos caen al 15 o 20% de natalidad en países con bajo índice de fertilidad, con un total de 2 hijos por mujer, ejemplo de los países más desarrollados de Europa, así como Estados Unidos de América, Canadá, Japón y Australia. La tasa media mundial de natalidad se sitúa en torno al 28 por cada mil habitantes, no obstante, como se ha visto, existen tremendas diferencias no sólo entre países, sino incluso entre regiones de un mismo país. Estas grandes diferencias se deben a variados factores, tales como los económicos, sociales, religiosos, envejecimiento de la población, y también las posibilidades que la mujer tiene en determinadas sociedades para incorporarse al mercado laboral. Índices de mortalidad y esperanza de vida El aumento o disminución de una población, cuando sólo es debida a la diferencia entre nacimientos y defunciones, se le llama crecimiento natural o vegetativo. La diferencia es positiva cuando hay más nacimientos que defunciones, y negativa cuando sucede lo contrario. El descubrimiento de la vacuna, junto con otros avances médicos e higiénicos, han conseguido aumentar el crecimiento vegetativo, al reducir notablemente los índices de mortalidad infantil. El descubrimiento de la vacuna, junto con otros avances médicos e higiénicos, han conseguido aumentar el crecimiento vegetativo, al reducir los índices de mortalidad infantil Actualmente, se estima una esperanza de vida superior a 70 años, con un índice de mortalidad inferior al 10%. Estos datos reflejan las condiciones sanitarias de hoy en día, en relación con las que existían en las poblaciones preindustriales, donde se manifestaban grandes fluctuaciones en ambos índices, pero con una media a largo plazo de entre un 30 a 40% de mortalidad y una esperanza media de vida de entre 25 y 35 años. Un índice muy manejado y de gran importancia es el de mortalidad infantil. En los países desarrollados, donde la alimentación, higiene, y los sistemas educativos y sanitarios alcanzan a toda la población y están eficazmente gestionados, los índices de mortalidad infantil pueden llegar a ser inferiores al 15 por cada mil habitantes a lo largo de un año. Estos datos resultan especialmente trágicos en determinados países subdesarrollados, donde pueden superar el 10% de mortalidad, es decir, la probabilidad de fallecimiento de un niño durante su primer año de vida puede superar los 100 por cada mil habitantes. omo ya se dijo, la población puede aumentar o disminuir a causa del crecimiento natural o vegetativo (nacimientos y fallecimientos), pero también como consecuencia de los movimientos migratorios. Algunos movimientos de población han sido forzados por motivos religiosos, políticos o étnicos, a causa de guerras, revoluciones o descolonizaciones Nos referimos como emigrantes a las poblaciones que se desplazan desde un lugar para cambiar de residencia, e inmigrantes a las que toman posesión de una residencia en un lugar distinto al que ocupaban con anterioridad. La migración es un fenómeno que se ha dado con intensidad a lo largo de la historia, y de hecho lo explican en buena parte la distribución actual de muchas poblaciones con características étnicas, sociales, religiosas, etc., similares o con señas identificativas originales en diferentes regiones del mundo. Existen variados motivos por el cual la humanidad se ha visto empujada a emigrar. Las que se han realizado de forma voluntaria han tenido razones fundamentalmente de supervivencia, o de tipo económico a la búsqueda de mejores condiciones de vida. Otras migraciones, algunas muy crueles, han sido forzadas por motivos religiosos, políticos o étnicos, a causa de guerras, revoluciones o descolonizaciones. Migraciones interiores Se denominan migraciones interiores aquellas que suceden dentro de los límites de un país, es decir, sin traspasar fronteras políticas. Las poblaciones totales y absolutas de estas migraciones, sean temporales o permanentes, no varían, ya que se producen dentro de los términos administrativos de un país. Sin embargo, la densidades locales de población sí se ven afectadas, ya que los movimientos de unas regiones a otras producen una descompensación en número de habitantes entre los territorios de salida y los de recepción. El éxodo rural ha sido una migración interior consecuencia de la mecanización del campo, que ha creado un excedente de mano de obra agrícola Un fenómeno de migración interior ha sido el éxodo rural, surgido de los excedentes de mano de obra agrícola en variados países tras la mecanización del campo. Esta migración es definitiva dentro de un país, y ha dado lugar al despoblamiento de áreas rurales y posterior nacimiento de asentamientos o suburbios urbanos. Como resultado de este movimiento se han creado problemas, tanto en las zonas abandonadas como en las receptoras, al surgir núcleos de población suburbana muy densa en forma de ciudades dormitorio y barrios satélite. Migraciones estacionales as migraciones estacionales son movimientos de población de carácter temporal, generalmente de pequeña magnitud, y están habitualmente relacionadas con las actividades agrícolas, aunque también pueden darse en otro tipo de actividades, por ejemplo el asentamiento temporal alrededor de una gran mina de superficie, una obra civil de envergadura, etc. Éstas últimas pueden considerarse anacrónicas y propias de otros tiempos, ya que en la actualidad la mano de obra ha sido ampliamente desplazada por la mecanización. Las migraciones estacionales están fundamentadas en las demandas de mano de obra que se precisan para cubrir determinados puestos de trabajo en lugares alejados del lugar de residencia; dependiendo del periodo de tiempo que deban permanecer asentados en el lugar suelen desplazarse con todos los miembros de la familia. Ocasionalmente, estos desplazamientos se realizan incluso entre fronteras de dos países limítrofes, y por periodos cortos (semanas o meses). Una migración estacional significativa era la que se realizaba entre España y Francia hasta la última década del siglo XX, donde grandes contingentes de trabajadores con sus respectivas familias se desplazaban al vecino país para cubrir las numerosas demandas de trabajo en la temporada de la vendimia Es significativo el movimiento que se realizaba entre España y Francia desde la posguerra civil hasta la última década del siglo XX, fechas en que ya declinó notablemente, donde grandes contingentes de trabajadores españoles acompañados de todos los miembros de la familia hábiles para las labores agrícolas, cruzaban la frontera hispano-francesa para cubrir las numerosas demandas de trabajo en la temporada de la vendimia. Hoy en día, sólo algunas pocas familias españolas realizan ese desplazamiento, pero los motivos son más bien de carácter tradicional y emotivo que económicas. Migraciones pendulares Las migraciones pendulares eran típicas del comercio ambulante, en el cual existía un movimiento regular de ida y vuelta a un mismo punto, que podía ser a diario, por semana o por mes. Actualmente, este tipo de migraciones se ha reducido al ámbito de una misma ciudad, en forma de movimientos intraurbanos. Migraciones históricas Las migraciones históricas han supuesto notables modificaciones sobre los mapas demográficos de numerosos países, e incluso de continentes, como el americano. Desde el descubrimiento del Nuevo Mundo hasta el siglo XX, las migraciones definitivas han sido masivas, permitiendo poblar grandes áreas vírgenes, sobre todo de Norteamérica. En los nuevos países fundados, como Estados Unidos de América, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, se establecieron los modelos políticos y formas de vida de las poblaciones emigradas, y que son fundamentalmente de estilo europeo. En la actualidad, algunos países como Estados Unidos o Australia, mantienen cupos migratorios para determinados países de origen, como los asiáticos, y también las personas de raza negra. Algunos tipos de migración históricas se deben a fenómenos precipitados, y generalmente realizados en masa. Se distinguen los llamados rush, consistentes en movimientos tumultuosos como los que se dieron dentro de Estados Unidos por razón de la llamada fiebre del oro, o por el hallazgo de yacimientos de petróleo, en donde las poblaciones emigradas esperan un rápido enriquecimiento. Tras la Segunda Guerra Mundial se han sucedido una serie de movimientos migratorios de tipo político. Por motivo de los cambios de fronteras, e incluso por la división de los territorios en base a bloques ideológicos, se manifestaron desplazamientos de grandes contingentes de población, e incluso en ocasiones muchos de ellos han cambiado su nacionalidad. En los últimos años, debido al desarrollo económico de los países de la Europa occidental, surgió una demanda de mano de obra que se ha visto cubierta con emigrantes procedentes del área mediterránea, tanto norteafricana como europea. No se ha tratado de movimientos poblacionales en masa, pero sí constantes, que se han tornado en principio en migraciones de carácter temporal, y posteriormente muchas de ellas en definitivas. Otro texto Evolución de la población mundial Población paleolítica Revolución neolítica Despoblación Explosión demográfica Desequilibrio demográfico Estabilidad demográfica Los ecólogos han estimado que la Tierra pudo proporcionar a las bandas de cazadores-recolectores alimento suficiente para un máximo de treinta millones de individuos. En los cuatro millones de años que requirió la evolución desde el "homo erectus" al hombre actual, no se pudo superar esa cifra. Posiblemente la población total del Paleolítico oscilaría entre los seis y los diez millones de seres humanos. La revolución neolítica, hace diez mil años, mediante la aplicación de técnicas agrícolas y ganaderas permitió la primera gran expansión de la especie humana; se calcula que a partir de entonces la población empezó a crecer a un ritmo que la duplicaba cada mil setecientos años. Al comienzo de nuestra era se calcula que vivían unos ciento cincuenta millones de personas: una tercera parte en el Imperio Romano, otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado. Pulsar en la imagen para ver una presentación multimedia. Para comprender la gravedad del fenómeno del crecimiento actual de la población hay que comparar el tamaño de la población de nuestro siglo con la que ha estado manteniendo nuestro planeta en los últimos milenios. Se comprueba así que estamos viviendo un episodio demográfico único e irrepetible en la historia de la humanidad. PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA La crisis del Imperio Romano estuvo acompañada de las primeras grandes epidemias que provocaron despoblación. En el año 1348 se extiende por Europa la Peste Negra que se estima redujo la población europea en un tercio. A pesar de ello, hacia el año 1600 la Tierra había alcanzado los quinientos millones de habitantes. A partir de ese momento se produce la explosión demográfica y la población empieza a duplicarse cada doscientos años. En 1800, dos años después de la publicación del "Primer Ensayo sobre el Principio de la Población" de T.R. Malthus, se alcanzan los novecientos millones de habitantes. El ritmo se sigue acelerando; en 1900 se alcanzan los mil seiscientos millones; en 1960 había tres mil millones. A mediados de 1999 se superaron los 6.000 millones. ÉSTAS FUERON SUS PALABRAS Si la población terrestre continúa duplicando su número cada treinta y cinco años (como lo está haciendo ahora) cuando llegue el año 2.600 se habrá multiplicado por 100.000 (..) ¡La población alcanzará los 630.000.000.000! Nuestro planeta sólo nos ofrecerá espacio para mantenernos de pie, pues se dispondrá únicamente de 3 cm2 por persona en la superficie sólida, incluyendo Groenlandia y la Antártida. Es más, si la especie humana continúa multiplicándose al mismo ritmo, en el 3.550 la masa total de tejido humano será igual a la masa de la Tierra. Si hay quienes ven un escape en la emigración a otros planetas, tendrán materia suficiente para alimentar esos pensamientos con el siguiente hecho: suponiendo que hubiera 1.000.000.000.000 de planetas habitables en el Universo y se pudiera transportar gente a cualquiera de ellos cuando se estimara conveniente, teniendo presente el actual ritmo de crecimiento cuantitativo, cada uno de esos planetas quedaría abarrotado literalmente y sólo ofrecería espacio para estar de pie allá por el año 5.000. ¡En el 7.000 la masa humana sería igual a la masa de todo el Universo conocido! Evidentemente, la raza humana no puede crecer durante mucho tiempo al ritmo actual, prescindiendo de cuanto se haga respecto al suministro de alimentos, agua, minerales y energía. Y conste que no digo "no querrá", "no se atreverá" o "no deberá": digo lisa y llanamente "no puede". (Isaac Asimov, Introducción a la Ciencia, Basic Books, 1973) Afortunadamente la tasa de fertilidad está disminuyendo en todo el mundo y aunque la población continuará aumentando por el acceso a la edad fértil de las generaciones jóvenes, mucho más numerosas, la prolongación de las tendencias actuales permiten predecir que la población mundial alcanzará la estabilidad en el año 2110, cuando vivan 10.529 millones de personas. Pero hasta entonces la situación de desequilibrio demográfico mundial continuará inevitablemente su deterioro. A partir del año 2000, el crecimiento de la población mundial será cada vez menor. La población continuará creciendo, sin embargo durante mucho tiempo. En el año 2050 habrá nueve mil millones de habitantes. La estabilización final llegará en el siglo XXII. ¿Cuantos habitantes tiene el mundo en el momento en que lees estas líneas? Puedes saberlo a través de Internet en el Reloj de la Población, un servicio ofrecido por la Oficina del Censo de los Estados Unidos. En el quinquenio 1995-2000, la población mundial ha crecido a una tasa anual del 1,4%; sin embargo, ese crecimiento ha sido muy desigual ya que la población de las regiones más desarrolladas aumentó un 0,3 anual mientras que en los países menos desarrollados la tasa media de crecimiento era del 2,6%. Algunos casos extremos son especialmente problemáticos; la población de Afganistán está creciendo el 5,3 anual, la de Ruanda un 7,9% y la de Liberia un 8,6%. En este último caso la población se está multiplicando por dos en menos de nueve años. Mayores Urbes en 2000 2015 millones millones % 1 Tokio 26.4 26,4 0,0 2 México D.F 18,1 19,2 0,4 3 Bombay 4 Sao Paulo 18,1 17,8 26,1 20,4 2,4 0,9 5 New York 16,6 17,4 0,3 6 Lagos 7 Los Ángeles 13,4 13,1 23,2 14,1 3,7 0,5 8 Shanghai 12,9 14,6 0,8 9 Calcuta 12,9 17,3 1,9 12,6 12,3 14,1 21,1 0,7 3,6 11,8 11,7 19,2 16,8 3,2 2,4 16 Manila Metro 11,0 11,0 10,9 11,0 17,3 14,8 0,0 3,0 2,1 17 Beijing 10,8 12,3 0,9 18 Rio de Janeiro 10,6 10,6 11,9 13,8 0,8 1,7 10 Buenos Aires 11 Dhaka 12 Karachi 13 Delhi 14 Osaka 15 Yakarta 19 Cairo Las Naciones Unidas están haciendo desde hace varios decenios un enorme esfuerzo para promover el control de la natalidad. Aunque la mayoría de los gobiernos son conscientes de la urgencia del problema y colaboran con entusiasmo, hay algunos estados confesionales (el Vaticano y algunos musulmanes) que se oponen activamente y dificultan la adopción de decisiones en los congresos y cumbres internacionales. En la última década han nacido 1.500 millones de personas de las que más del noventa por ciento lo han hecho en países subdesarrollados. El problema no es sólo el aumento de la población sino su distribución espacial. En el año 2000 la mitad de la población mundial vive en ciudades. Hay 19 grandes urbes con más de diez millones de habitantes cada una, la mayoría de ellas en países subdesarrollados. Y son las ciudades de los países subdesarrollados las que más crecen. Fuente: Naciones Unidas Migraciones Asimetría en intercambios migratorios Emigración internacional Excedentes de población Migraciones ruralurbanas Multietnicidad Nomadeo Remesas de emigrantes Riesgos migratorios Refugiados Uno de los fenómenos asociados a la globalización es la multietnicidad, es decir, la convivencia en un mismo territorio o ciudad de personas procedentes de diversas áreas del mundo. No es una novedad, sabemos que en todas las grandes ciudades y los grandes imperios de la antigüedad convivían personas procedentes de lugares muy alejados entre sí. Pero si los fenómenos migratorios no son nada nuevo, en estos momentos se están produciendo con una intensidad y generalidad sin parangón en la historia. Las migraciones son desplazamientos de grupos humanos que los alejan de sus residencias habituales. Esta definición permite englobar fenómenos demográficos muy diversos, puede referirse a movimientos pacíficos o agresivos, voluntarios o involuntarios. Los mercados “globales” de esclavos han movido poblaciones a grandes distancias en Roma, en el Islam y en los imperios europeos de los últimos siglos. La “conquista” de Alejandro Magno fue una migración violenta de excedentes de población griega hacia Asia, al igual que todas las invasiones, pacíficas o no, de tribus bárbaras hacia Europa. Entre los siglos XVI y XIX, España e Inglaterra utilizaron América y Australia para emplear y dar salida a sus excedentes de población. Entre las migraciones actuales podemos distinguir fenómenos muy diversos: El nomadeo se refiere a movimientos habitualmente estacionales, es decir, con periodicidad anual, que realizan grupos humanos a distancias relativamente cortas que nunca superan algunos cientos de kilómetros. Están asociados a sistemas económicos primitivos en los que el ganado tiene una importancia clave. Se cree que en el período paleolítico, en el sistema económico de las bandas de cazadores-recolectores, era muy habitual. Las migraciones rural-urbanas, del campo a la ciudad, se están produciendo en todo el mundo a un ritmo extraordinario. En 1950 menos del 30% de los habitantes del mundo vivían en ciudades. En el año 2000, 2.900 millones de personas vivían en zonas urbanas, es decir, un 47% de la población mundial. Se prevé que, hacia 2030, vivirán en zonas urbanas 4.900 millones de personas, es decir, el 60% de la población mundial. Habitualmente se ha considerado "refugiado" a los emigrados por desastres naturales (inundaciones, hambrunas) o artificiales (guerras). Sin embargo la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 restringe mucho la definición para considerar sólo refugiado a una persona que "tiene un fundado temor de ser perseguida a causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política; y que al encontrarse fuera del país de su nacionalidad no puede o no quiere, debido a ese temor, acogerse a la protección de su país". Según se estima, en 2000 había 22,3 millones de personas refugiadas, repatriadas y desplazadas dentro de sus propios países. Al comenzar el decenio, en 1990, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estaba prestando asistencia a unos 15 millones de personas. Finalmente, estallaron varias crisis en el Irak septentrional, la ex Yugoslavia, Ruanda y la región de los Grandes Lagos. A mediados del decenio, Asia fue el continente donde hubo mayor cantidad de refugiados. Posteriormente sólo en Europa, debido a los conflictos en los Balcanes, siguió aumentando la cantidad de éstos. En el momento de escribir estas líneas se están produciendo grandes desplazamientos incontrolados de refugiados en Afganistán. (Ver la página en español del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados http://www.acnur.org/) Pero la migración laboral internacional es un fenómeno de aún mayor visibilidad e importancia en las relaciones internacionales y en los conceptos de identidad nacional. A escala mundial, entre 1965 y 1990 el número de emigrantes internacionales aumentó desde 75 millones hasta 120 millones, y el aumento mantuvo el mismo ritmo que el crecimiento de la población. Como resultado, la proporción de emigrantes se ha mantenido en todo el mundo en alrededor del 2% del total de la población. En 1990, los emigrantes internacionales representaban el 4,5% de la población de los países desarrollados y el 1,6% de la de los países en desarrollo. Esas estimaciones mundiales ocultan importantes dificultades en cuanto a la medición de la migración. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (http://www.unfpa.org/) cita las siguientes causas que motivan la migración internacional: La búsqueda de una vida mejor para uno mismo y su familia; Las disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de una misma región; Las políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino; Los conflictos políticos (que impulsan la migración transfronteriza, así como los desplazamientos dentro de un mismo país); La degradación del medio ambiente, inclusive la pérdida de tierras de cultivo, bosques y pastizales (los "refugiados del medio ambiente", en su mayoría, acuden a las ciudades en lugar de emigrar al extranjero); El "éxodo de profesionales", o migración de los jóvenes más educados de países en desarrollo para llenar las lagunas en la fuerza laboral de los países industrializados. Emigrantes ilegales africanos desembarcando en una playa del sur de España tras haber cruzado el Estrecho de Gibraltar. Los efectos económicos son ambivalentes, pero con efectos positivos tanto para el país emisor como para el de destino. En muchos países de destino, se construyen y mantienen industrias e infraestructuras que no podrían realizarse sin la colaboración de la mano de obra extranjera. En el sentido contrario, las remesas de los emigrantes, las transferencias de dinero a las familias que permaneces en las regiones de origen, son frecuentemente una estimable forma de equilibrar las balanzas de pagos en los países menos desarrollados. A pesar de ello, hay que considerar la emigración internacional un problema grave. En los países receptores suele originar graves conflictos sociales y resurgimiento de ideologías racistas y fascistas. Para los países emisores implica frecuentemente la pérdida de mano de obra cualificada. Pero el mayor coste los sufren los propios desplazados ya que supone habitualmente un desgarro familiar y cultural muy doloroso. Aún más grave es la emigración ilegal en la que el individuo se ve despojado de los derechos más elementales, sometido a la explotación de mafias y delincuentes sin escrúpulos. La tragedia alcanza su clímax en el caso de los que arriesgan y pierden su vida al cruzar las fronteras. Cada año centenares de personas mueren cruzando Río Grande a nado o el Estrecho de Gibraltar en patera. Los riesgos asociados a los fenómenos migratorios son consecuencia de las asimetrías de los intercambios. La asimetría entre los países de origen (en general, de menor desarrollo) y de destino (en general, desarrollados) permite a estos últimos imponer limitaciones severas y unilaterales a la llegada de personas. Además de las trabas que ello significa para la libre circulación de los recursos productivos -situación que los países de destino en Europa no enfrentaron cuando vivieron su éxodo entre los siglos XVIII y principio del XX-, para los países de origen entraña la persistente inseguridad sobre la continuidad del flujo emigratorio, así como un riesgo de retornos abruptos e imprevisibles. La asimetría entre los nativos del país receptor y los emigrantes conduce a estos a aceptar condiciones de trabajo leoninas y a sufrir discriminaciones en planos tan diversos como la cultura o los derechos ciudadanos. Con todo, aunque es evidente que la migración internacional entraña riesgos para individuos, hogares y comunidades -y en tal sentido un enfoque de vulnerabilidad es particularmente pertinente- también es indiscutible que se trata de un derecho, de una opción y de una estrategia usada por personas y comunidades. Más que inhibir la migración, se trataría de favorecer una inserción digna y productiva de los migrantes, aprovechar las remesas en los países de origen (evitando, eso sí, la dependencia estructural respecto de ellas) e impedir que los países de origen enfrenten una pérdida irreversible y sostenida de recursos humanos calificados. A largo plazo, el objetivo instrumental es reducir el crecimiento de la población, reducir las desigualdades entre distintos países y dentro de un mismo país, estimular el crecimiento económico y la creación de empleos y promover el desarrollo sostenible. Todas estas son medidas que mitigarán de forma sostenida las presiones a raíz de las cuales tantas personas acuden a las ciudades, o se desplazan dentro de sus países, o emigran a otros países. Las estrategias abarcan acciones para ampliar las oportunidades económicas, mantener y mejorar la producción agrícola y ofrecer atención de la salud y educación. Igualmente importantes son las estrategias para resolver conflictos políticos, poner fin a la conculcación de los derechos humanos y promover una gobernabilidad eficaz. Pirámides de población Pirámide de población Envejecimiento Cohorte Pirámide rectangular Pirámide invertida La pirámide de población es una forma gráfica de representar datos estadísticos básicos, sexo y edad, de la población de un país, que permite las comparaciones internacionales y una fácil y rápida percepción de varios fenómenos demográficos tales como el envejecimiento de la población, el equilibrio o desequilibrio entre sexos, e incluso el efecto demográfico de catástrofes y guerras. Los segmentos de población están establecidos como "cohortes" o generaciones, generalmente de cinco años, que se representan en forma de barras horizontales que parten de un eje común, hacia la izquierda los varones, hacia la derecha las hembras. Cuanto más edad tenga una generación, mayor será el número de componentes de ella que hayan fallecido. Se podría esperar por tanto que las cohortes fuesen cada vez menores conforme se suben peldaños en la pirámide. Eso ocurre efectivamente en las pirámides de los países más pobres, sin embargo en las de los más desarrollados el uso general de métodos anticonceptivos y los avances en la sanidad provocan que las pirámides se aproximen a una forma rectangular, con todas las generaciones de igual tamaño, e incluso a formas de "pirámide invertida", en las que las nuevas generaciones son cada vez menos numerosas. Los gráficos adjuntos muestran una pirámide de crecimiento rápido, típica de los países en vías de desarrollo, para la que hemos escogido la de Filipinas, una de crecimiento lento, la de Estados Unidos y una de crecimiento negativo, la de Alemania. La pirámide de población de Filipinas muestra la forma triangular típica de los países en desarrollo. La tasa de crecimiento de la población es del 2,1% anual. En los Estados Unidos, la población está creciendo a una tasa en torno al 1,7% anual. La apariencia de la pirámide es más rectangular. Se puede observar en las cohortes entre los 35 y los cincuenta años el efecto del "baby-boom" que se produjo tras la 2GM. A la vista de este gráfico se puede predecir que cuando esas generaciones alcancen la jubilación en USA se producirá un notable aumento de la demanda de servicios geriatricos. Alemania está experimentando un período de crecimiento negativo, -0,1%. Mientras ese crecimiento negativo continúe, la población disminuirá. Un caso curioso es la pirámide de Qatar y otros pequeños países con alto nivel de renta que están atrayendo mucha población emigrante principalmente masculina y en edad adulta por lo que muestran una curiosa deformación. Pirámide de población mundial en 1998 Pirámide de población mundial estimada para 2050 Datos de las Naciones Unidas, División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales http://www.popin.org/pop1998/9.htm Pirámide de población española Datos del INE: España en Cifras 1999 Ortega Osona, José Antonio (2001): "Revisión de conceptos demográficos" en Contribuciones a la economía de La Economía de Mercado, virtudes e inconvenientes http://www.eumed.net/cursecon/colaboraciones/index.htm