EL HIERRO, ESENCIA ATLANTICA. Titulares: El Hierro, un pequeño milagro dentro de la geografía nacional, que muy merecidamente ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Podemos encontrar en ella circunstancias que la convierten en un caso único dentro de nuestro degradado y superpoblado continente. El rango de temperaturas del agua es el más cálido de Canarias, con condiciones claramente subtropicales. Si observamos un mapa del océano Atlántico oriental rápidamente nos llamarán la atención una serie de archipiélagos más o menos separados de la costa del continente africano. Estos grupos insulares forman lo que se ha dado en llamar la Macaronesia (del griego macaros, que literalmente significa “islas afortunadas”). Si seguimos observando con más detalle podremos ver que, junto a otros archipiélagos (Cabo Verde, Madeira, Azores y Salvajes) destaca uno que se extiende de este a oeste formado por siete islas principales y algunos islotes más pequeños, todos ellos con unas formas que sin duda seremos capaces de reconocer, las Islas Canarias. Si aguzamos aún mas nuestra vista descubriremos en su extremo occidental, como si fuera el mascarón de proa de un inmenso buque, a la más pequeña de estas siete islas, surgiendo de las profundidades oceánicas. Se trata de El Hierro, un pequeño milagro dentro de la geografía nacional, que muy merecidamente ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Esta pequeña, casi minúscula isla, por si sola da sentido al eufemístico nombre que los antiguos otorgaron a estos archipiélagos, y es que podemos encontrar en ella circunstancias que la convierten en un caso único dentro de nuestro degradado y superpoblado continente. Algunos datos significativos, como que su población actual es prácticamente igual a la existente a principios del siglo XX, o que se ha mantenido a salvaguarda de las garras del desarrollo turístico masivo, unido con que no existen aportes de aguas dulces cargadas de sedimentos de la isla al océano circundante, explican que El Hierro se haya convertido en destino obligado para cualquier buceador español que se precie, e incluso atraiga a visitantes de todo el continente europeo, dispuestos a disfrutar de sus aguas impolutas. Y son estas aguas las que aún hacen de la isla un lugar si cabe más especial. Su posición en el extremo más meridional y occidental del archipiélago (y de hecho de todo el país) hace que podamos encontrar condiciones biogeográficas únicas. El rango de temperaturas del agua es el más cálido de Canarias, sobre todo en las soleadas y tranquilas aguas del “Mar de las Calmas”, con condiciones claramente subtropicales. Por ello es frecuente encontrar especies de marcado régimen tropical, como son el gallo azul (Aluterus scriptus) especie de distribución pantropical, la morena miliaris (Gymnotorax miliaris) en sus dos variedades de color, la más oscura (G. m. meleagris) y la espectacular variedad amarilla (G. m. flavopicta), o el tamboril espinoso (Chylomicterus atringa), un tipo de pez globo de gran tamaño muy escaso en el resto de Canarias, siendo sin embargo común en esta isla. Ayudándonos de la geografía insular y meramente a efectos prácticos, podemos dividir la isla en tres diferentes áreas. En primer lugar hablaremos de la punta sur, lugar donde se concentran prácticamente la totalidad de los centros de buceo herreños, ya que en esta zona encontramos uno de los dos puertos existentes en la isla, además de unas condiciones climáticas y de dinámica de vientos que permiten la práctica del buceo durante todo el año. Además, y no menos importante, es aquí donde encontramos las inmersiones con más vida de toda la isla, debido al régimen de corrientes formado por el efecto de la Corriente de Canarias aplicado a la geografía insular y a que una parte de la zona se encuentra protegida y vigilada al haber sido declarada Reserva Marina desde el año 1.996. En esta zona encontraremos inmersiones para todos los niveles, junto con buceos solo para personas con mucha experiencia, como son el famoso “Bajón”, “La Herradura” o “El veril de Punta Restinga”. En la punta oeste, a unos 30 minutos de navegación desde La Restinga a través del Mar de las Calmas, también encontramos inmersiones interesantes como ”Baja Anacón” o “Punta de Pejeperro”. En la zona norte, existen inmersiones muy famosas, como “La Baja Palometa”, en los Roques de Salmor, aunque por su situación y las condiciones marítimas antes comentadas el buceo en ellas solo se pueda realizar en determinadas ocasiones, cuando el mar se encuentra en condiciones ideales. DATOS PRÁCTICOS. Como llegar: Para viajeros procedentes de la península la mejor forma de acceder a El Hierro es vía Tenerife o Gran Canaria, aprovechando la infinidad de vuelos existentes a alguno de los tres aeropuertos de estas islas. Como opciones para llegar a El Hierro desde Tenerife o Gran Canaria existen dos, el barco o el avión. Todos los aviones desde Tenerife a El Hierro salen del aeropuerto Norte (Los Rodeos), mientras que si elegimos la opción del barco, es conveniente llegar a Tenerife a través del aeropuerto Sur (Reina Sofía). Alojamiento: En La Restinga no hay hoteles, por lo que el alojamiento se realiza en apartamentos. Hay una gran variedad de precios, estados de conservación y situaciones con respecto al Mar, pero en general están bien y son de un precio bastante económico. Vehículos de alquiler: Hay agencias locales a precios muy interesantes. Hay que tener en cuenta que si buceamos no podremos movernos libremente por la isla hasta que haya pasado un tiempo razonable (dependerá de las inmersiones realizadas y el horario de las mismas), ya que la isla es muy alta (el pico de Malpaso tiene 1.501 metros) en relación a su superficie. No obstante, es interesante disponer de coche de alquiler para poder ir a la cala de Tacorón o para poder ir a cenar a algún restaurante fuera de La Restinga. Servicios sanitarios: El hospital más cercano a la zona de buceo se encuentra en Valverde, a unos 30 km. de La Restinga. Para emergencias hay un servicio de helicóptero para traslados a Tenerife. El teléfono de emergencias es el 112. Mejor época: Es posible bucear con buenas condiciones durante todo el año, aunque si podemos deberemos evitar enero y febrero por ser en estos meses más probable la llegada de los inusuales temporales del sur, único fenómeno climático que impide el buceo en La Restinga. Visibilidad: Es uno de los grandes atractivos del buceo en El Hierro. Es posible encontrar días con una visibilidad cercana a los 40 metros, aunque lo habitual es que se mantenga sobre los 25 – 30 metros. En enero o febrero suele producirse un fenómeno de florecimiento de plankton conocido por los pescadores herreños como “la cuaresma”, que puede reducir la visibilidad a tan solo 10 -15 metros, aunque no suele duran más de unos quince días. Extensión terrestre: Solo por conocer los atractivos terrestres, El Hierro bien merece una visita. A destacar los fantásticos miradores, en los que en una sola panorámica podremos observar toda una vertiente insular. En la zona norte encontramos el bosque de laurisilva, un área relictual de flora prehistórica europea que se ha conservado en las islas atlánticas orientales y que recuerda a las selvas tropicales de montaña. El Hierro es también el hogar del lagarto gigante, especie emblemática y que se pensó extinta hasta que en el año 1.975 fueron capturados dos ejemplares en un lugar denominado “Fuga de Gorreta”. Dichos animales fueron decomisados cuando intentaban sacarlos ilegalmente de la isla y a partir de ellos, y posteriores capturas, se ha creado un exitoso programa de recuperación de la especie. Se puede visitar en el poblado de Guinea, en Frontera, el centro de recuperación. En el centro de la vertiente sur de la isla se localizan los “letreros del Julán”, el principal conjunto de petroglifos de la isla, realizados por los bimbaches, habitantes prehispánicos de El Hierro. Una visita obligada es el bosque de sabinas, donde un grupo de esta especie de árboles, esculpidos por el viento durante cientos de años, conforman una de las imágenes más conocidas de la isla. Aparte de estos, hay infinidad de lugares de interés que visitar, como el Roque de Bonanza, el árbol del Garoé o el balneario del Pozo de la Salud.