COMENTARIO DE TEXTO La Institución Libre de Enseñanza La Institución no pretende limitarse a instruir, sino cooperar a que se formen hombres útiles al servicio de la humanidad y de la patria. Para esto no desdeña una sola ocasión de intimar con sus alumnos, cuya custodia jamás fía a manos mercenarias, aun para los más subalternos pormenores, con el uso reinante en toda Europa; novedad ésta cuya importancia comprendía el último Congreso de Bruselas, donde al ser expuesta por uno de nuestros compañeros obtuvo la adhesión más entusiasta. Sólo de esta suerte, dirigiendo el desenvolvimiento del alumno en todas relaciones, puede con sinceridad aspirarse a una acción verdaderamente educadora en aquellas esferas donde más apremia la necesidad de redimir nuestro espíritu: desde la génesis del carácter moral, tan flaco y enervado en una nación indiferente a su ruina, hasta el cuidado del cuerpo, comprometido como tal vez en ningún pueblo culto de Europa por una indiferencia nauseabunda; el desarrollo de la personalidad individual, nunca más necesario que cuando ha llegado a su apogeo la idolatría de la nivelación y de las grandes masas; la severa obediencia a la ley contra el imperio del arbitrio que tienta a cada hora entre nosotros la soberbia de gobernantes y de gobernados; el sacrificio ante la vocación sobre todo cálculo egoísta, único medio de robustecer en el porvenir nuestros enfermizos intereses sociales; el patriotismo sincero, leal, activo, que se avergüenza de perpetuar con sus imprudentes lisonjas males cuyo remedio parece inútil al servil egoísta; el amor al trabajo, cuya ausencia hace de todo español un mendigo del Estado o de la vía pública; el odio a la mentira, uno de nuestros cánceres sociales, cuidadosamente mantenido por una educación corruptora; en fin, el espíritu de equidad y tolerancia contra el frenesí de exterminio que ciega entre nosotros a todos los partidos, confesiones y escuelas. Giner de los Rios, F., Ensayos, págs. 116 y 117. Reproducido en F. DÍAZ-PLAJA, Historia de España en sus documentos. Siglo XIX, Madrid. Cátedra. 1983. pp. 375-376. Comentario: Situación de la enseñanza en la España del XIX y principios que sustentan a la Institución. CLASIFICACIÓN -El texto es una fuente primaria y es un ensayo de naturaleza pedagógica. -Se publicó en España en 1876. -El autor es Francisco Giner de Los Ríos -El destinatario es la opinión pública en general. ANÁLISIS INSTRUIR Y FORMAR: Instruir consiste en comunicar conocimientos y formar pretende, además, desarrollar a la persona en un sentido más integral, como individuo físico y moral dentro de un mundo de relaciones en el que él formará parte. CARÁCTER MORAL: Se refiere al dominio de la conducta humana, que habrá de ser libre y responsable. IDOLATRÍA DE LA NIVELACIÓN: Hace referencia a ideologías de la época, como el marxismo y el anarquismo, cuyo objeto de culto (idolatría) es la igualdad real, impuesta por el 1 Estado (marxismo) o por el colectivismo sin Estado (anarquismo). Son ideologías que pueden disolver al individuo en la pira de un ideal colectivo, si bien para otros son la esperanza de redención de la humanidad. OBEDIENCIA DE LA LEY CONTRA EL IMPERIO DEL ARBITRIO: La ley debería merecer la complicidad de todos, porque es nuestra protección. Frente a ella, los soberbios creen en la arbitrariedad de sus acciones, cuya única justificación pasa por su arrogancia o por los ideales que la alimentan. PATRIOTISMO FRENTE A EGOÍSMO: El destino de la nación es el destino de todos; su grandeza es la condición para el bienestar de todos y cada uno de los españoles. TOLERANCIA CONTRA EL FRENESÍ DE EXTERMINIO: El autor apoya la tolerancia frente a la intransigencia, que sólo lleva a la confrontación. SÍNTESIS 1-La enseñanza no se limitará a instruir sino a formar globalmente al individuo. 1-1-Preparándolo para un mundo de relaciones. 1-2-Hacerlo útil a la humanidad y a la patria. 2-Algunos objetivos didácticos: 2-1-Frente a la indiferencia por el cuerpo, su higiene y cuidado. 2-2-Frente a la idea de nivelación y masificación, el desarrollo de la personalidad individual. 2-3-Frente al arbitrio, la obediencia a la ley. 2-4-Frente al cálculo egoísta, el sacrificio ante la vocación. 2-5-Frente a vivir como mendigo o asalariado del Estado, el patriotismo activo. 2-6-Frente a la mentira, la verdad sincera. 2-7-Frente al frenesí de exterminio de partidos y confesiones, la tolerancia. COMENTARIO LA ILE Y SU CONTEXTO El contexto en el que se creó la Institución Libre de Enseñanza fue la Restauración. Los comienzos de la Restauración fueron muy conservadores y restrictivos de las libertades de expresión y difusión (censura), cátedra (supeditación del profesorado público), reunión y asociación (habrá partidos ilegales: los no monárquicos). A la vez, se restablecía el sufragio censitario, los alcaldes de las principales ciudades eran elegidos por la autoridad gubernativa, los fueros vascos fueron abolidos (aunque se creó el concierto económico provisionalmente y, con él, la soberanía fiscal en Vascongadas y Navarra). El final de la guerra carlista (1876) y de la guerra en Cuba (1878) dio un prestigio al régimen, contribuyendo a reforzarlo. La ILE nació en 1876, en respuesta a la exigencia canovista de jurar los principios del régimen. La negativa de algunos profesores universitarios, que defendían así su libertad de cátedra, les llevó a perder su cátedra y a crear un centro de estudios de enseñanza media y superior alternativo, privado y laico, al amparo de la libertad para crear centros docentes que la Constitución de 1876 establecía. El centro no se alineaba con ninguna ideología política o religiosa, si bien se inspiró en los postulados del krausismo1. Cuando en 1882 el gobierno de Sagasta rehabilitó a los catedráticos expulsados y pudieron volver a la Universidad, el centro se centró en los estudios de enseñanza primaria y secundaria. Siendo un centro privado y libre, sus alumnos debían examinarse en algún instituto público para obtener el título oficial. En cualquier caso, la ILR alcanzará un elevado nivel y prestigio, y por ella pasarán varias generaciones de españoles que serán la élite de la intelectualidad de finales del XIX y de las primeras décadas del siglo XX. Paralelamente, también desarrollará, durante la II República, las Misiones Pedagógicas en el medio rural, que eran campañas de alfabetización y culturización del medio rural. 1 El krausismo es una criatura filosófica del kantismo y, por lo tanto, del idealismo alemán. Los seguidores españoles vieron en las ideas de Krause un referente para defender una especie de panteísmo religioso (Dios a la vez que es trascendente al mundo, lo contiene), una idea del derecho cuyo objetivo es equidistante entre el individualismo y el socialismo, una idea del hombre positiva, en la medida en que se aspira a mejorarlo por la educación, una educación universalista (y no localista o particularista). 2 La Institución Libre de Enseñanza, creada por Francisco Giner de los Ríos (catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Madrid) será una rara excepción dentro del panorama educativo español, dominado por la Iglesia (especialmente en primaria) y por el régimen de la Restauración (que devolvió a la Iglesia Católica su predominio), y caracterizado por métodos anticuados y contenidos obsoletos y refractarios a la novedad. Inspirada por la ILE nació (por decreto de 1907 del ministerio de fomento) la Junta de Ampliación de Estudios, que promovió intercambios de profesores y alumnos con el extranjero y concedió becas para estudiar fuera de España. A su vez, en 1910 nacía la Residencia de Estudiantes, centro creado por la Junta de Ampliación de Estudios, cuyo primer director fue Alberto Jiménez Fraud, vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. La Residencia de Estudiantes se planteó como un complemento educativo a la Universidad, con reuniones, conferencias, laboratorios, biblioteca, conciertos, etc. UN POCO DE HISTORIA Las Cortes de Cádiz iniciaron la reforma del sistema educativo en un sentido ilustrado y liberal, a través del decreto de 1814: La instrucción era responsabilidad del Estado, y debía ser pública, universal, gratuita y libre. Dividía la enseñanza en tres niveles: primario o elemental, secundario o medio y superior o universitario. Se reconocía la importancia del saber práctico y de las materias científicas y técnicas. El regreso de Fernando VII y, con él, del absolutismo, hizo poco efectiva su aplicación. Durante el trienio liberal se aplicó el decreto gaditano en el Reglamento de Instrucción Pública (1821), pero tampoco tuvo aplicación. En 1832 se creará el ministerio de Fomento, que se encargará de la educación, que creará normas educativas en 1834 y en 1845, destacando el plan de Gil y Zárate (1845) que creó los Institutos de Enseñanza Media, el sistema de oposiciones, los cuerpos de catedráticos de instituto, la inspección educativa y las escuelas para formar maestros. La Ley Moyano de 1857 se basó en todo esto en esencia. Las ideas sostenidas eran: secularización, centralismo y uniformidad, pero no se sostuvo la idea de gratuidad, con lo que las enseñanzas media y superior serán para las clases acomodadas. Los estudios universitarios serían competencia del Estado; en los estudios primarios y medios podían concurrir escuelas y centros privados. Los maestros/as de los pueblos no cobrarán del Estado hasta principios del siglo XX. El plan Orovio de 1866 y 1875 cercenaba la libertad de cátedra (que sí se reconoció en el sexenio democrático). La Restauración hizo más de lo mismo, de manera que se plantearon alternativas. La más fuerte fue la Institución Libre de Enseñanza (Madrid), fundada en 1876, pero hubo otras después: -Las Escuelas del Ave María (Granada), fundadas en 1888 por el padre Manjón, atendían a niños marginados. La enseñanza era confesional. -La Escuela Moderna (Barcelona), fundada en 1899 por Francisco Ferrer Guardia, será de orientación librepensadora y anarquista, desarrollando una educación laica e ideológica hasta los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona (26 de julio – 2 de agosto de 1909), que responsabilizaron a Ferrer Guardia, el cual terminó ejecutado, muriendo así este experimento. VALORACIÓN La ILE fue un experimento de renovación pedagógica, con métodos de escuela activa y de coeducación (alumnado mixto). La intelectualidad salida de la Institución obliga a subrayarla como entidad de gran influencia en su época y hasta la guerra civil. Algunos nombres formados en la ILE: Fernando de los Ríos, Besteiro, Los Machado, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, Américo Castro, Gregorio Marañón y un largo etcétera. 3