La Corporación de Abogados Católicos declara lo siguiente con respecto a la aprobación en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Protocolo para la actuación de profesionales del subsector estatal de dicha ciudad ante los casos de abortos practicados en los supuestos contemplados en los dos incisos del artículo 86 del Código Penal: 1) Que el cuestionado Protocolo ha sido dictado cediendo el Gobierno de la Ciudad a la presión del fallo dictado con fecha 13 de marzo último por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que violando claras normas constitucionales, se ha permitido exceder sus competencias al dar directivas que no le competen en absoluto, al exhortar a los poderes públicos a aprobar Protocolos que llevan a la muerte a numerosos seres humanos cuyo derecho a la vida – consagrado entre otra normativa por la Declaración Universal de los Derechos Humanos- es absoluto e inviolable y se encuentra constitucionalmente protegido. 2) Que dicho Protocolo parte de la base de negar el carácter de persona humana del feto desde el momento de la concepción, violándose de tal manera además del orden natural, normas constitucionales plenamente vigentes que el Ministerio de Salud no puede legalmente derogar o modificar. 3) Que, en efecto, aparte de distintas disposiciones de la Constitución, existen Convenios de carácter internacional incorporados en el artículo 75 inciso 22 a dicha ley fundamental, entre los cuales se destacan la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica, ley 23.054), en cuyo art. 4° se dispone que toda persona tiene derecho a que se respete su vida y, en general, a partir del momento de su concepción; y la ley 23.849, que al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 2° formuló una reserva en el sentido de que se entendía como niño todo ser humano desde el momento de su concepción. 4) Que desde la incorporación a la Constitución Nacional de 1994 de los recién referidos Tratados internacionales que protegen la vida humana desde la concepción, han quedado implícitamente derogadas las denominadas excusas absolutorias contenidas en el artículo 86 del Código Penal. 5) Que aun cuando ello no se entendiera de la manera que antecede, el Protocolo se aparta, al omitirlo, del requerimiento efectuado en el inciso 2° del artículo 86 del Código Penal, que exige para la no punibilidad del aborto ya producido, que la violación se haya cometido sobre una mujer idiota o demente. Lo que implica la pretensión de modificar dicha normativa, cuestión que se encuentra reservada al Congreso Nacional, conforme resulta de lo dispuesto en el artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional. 6) Que, de cualquier manera, por el hecho de tratarse de una vida humana, el aborto nunca constituye una solución ya sea en el supuesto de peligro para la vida o la salud de la madre con motivo del embarazo –en que debe tratarse de salvarse ambas vidas-, o en el caso de una violación, que no justifica el aborto, siendo un principio ético fundamental que un mal no se corrige ni compensa con otro que lo supere. Buenos Aires, 12 de septiembre de 2012.- Cosme María Beccar Varela Secretario Eduardo A. Sambrizzi Presidente