LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA

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Historia de España
LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD
MEDIA. AL-ANDALUS
(SIGLOS VIII-XV)
1. INTRODUCCIÓN
A. La imagen de Al Ándalus en la historia de España
B. ¿Por qué es importante conocer el pasado islámico?
2. HISPANIA ANTES DE AL ÁNDALUS
2.1. EL FIN DE LA HISPANIA ROMANA
A. Factores internos.
B. Factores externos.
2.2. EL REINO VISIGODO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
A. Violencia monarquía-nobleza guerrera
B. Bipolarización social
3. CONQUISTA Y OCUPACIÓN DE HISPANIA POR LOS MUSULMANES
(711-714)
3.1.
LA CONQUISTA MILITAR DE LA HISPANIA VISIGODA
A. El control militar del territorio visigodo
B. El contacto entre civilizaciones diferentes
C. La implantación de una nueva estructura social
D. La puesta en marcha de una identidad común
3.2. RAZONES QUE EXPLICAN LA CONQUISTA MUSULMANA
A. El declive de los reinos o imperios enemigos
B. Papel del Islam (relativa tolerancia)
C. Alternativa de estabilidad a sociedades inestables
4. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE AL ÁNDALUS (756-1492)
A. El emirato Omeya de Córdoba (756-912)
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B. El califato de Córdoba (929-1008)
C. Los primeros reinos de taifas (1008-1086)
D. Los almorávides (1086-1144/1145)
E. Los segundos reinos de taifas (1144/1145-1203)
F. Los almohades (1146-1232)
G. Los terceros reinos de taifas y el reino nazarí de Granada (1232-1492)
5. ECONÓMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA EN AL ÁNDALUS
A. La sociedad andalusí
B.
B. La economía andalusí
C. La cultura andalusí
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Historia de España
INTRODUCCIÓN: LA IMAGEN DE AL ÁNDALUS EN LA
HISTORIA DE ESPAÑA
Nuestra percepción sobre Al Ándalus es en gran medida una herencia de la construcción
nacionalista del pasado hecha a partir del siglo XIX. Y es un elemento esencial en la
conformación de la nación española (nosotros/ellos).
Hasta finales del siglo XIX y principios del XX no se iniciaron en España estudios
arabistas serios, entre otros gracias a la escuela de Francisco Codera.
Hasta entonces, el pasado musulmán de la Península formaba parte de lo que podemos
definir como “orientalismo”, la percepción extendida por el continente europeo desde
finales del siglo XVIII, básicamente relacionado con una visión exótica y a la vez
bárbara del mundo árabe.
Sin embargo, a partir de los años cincuenta y luego en los sesenta-setenta las
aportaciones de los hispanistas (historiadores que estudian el pasado español), ayudarán
a crear una imagen mucho más moderna en nuestro país del mundo andalusí. De hecho,
hoy está fuera de toda duda la trascendencia de Al Ándalus dentro de lo llamaremos las
“Españas medievales”.
¿Por qué es importante conocer el pasado islámico para la España actual? En
realidad, nos interesa conocer el Islam por diferentes motivos:
a) En primer lugar, por evidentes razones históricas, ya que fueron ocho siglos de
permanencia, incluyendo también sus influencias culturales, filosóficas,
económicas, etc.
b) También nos interesa por el impacto del pasado sobre el presente, sobre todo
por la enorme importancia del mundo islámico en la actual configuración
geoestratégica tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
c) Finalmente, el conocimiento de los dos puntos anteriores nos puede llevar al
abandono del enfrentamiento y la desconfianza entre civilizaciones, que
todavía sigue conformando la visión occidental del mundo y de la política
internacional.
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Historia de España
2. HISPANIA ANTES DE AL ÁNDALUS
2.1. EL FIN DE LA HISPANIA ROMANA
Tomemos como punto de partida la crisis que experimenta el Imperio romano a
partir de los siglos III-IV d.C..
En el año 395 d.C. el emperador Teodosio divide en dos el Imperio, entregando cada
una de las partes a uno de sus respectivos hijos: Arcadio recibió la parte oriental (el
Imperio Oriental, posteriormente conocido como Bizantino) y Honorio la occidental (el
Imperio Occidental). Se rompía de esta forma la tradicional unidad del Imperio, dando
paso a dos estructuras estatales diferentes, cada una con su propia evolución histórica.
Por ello, nosotros nos centraremos en el desarrollo del Imperio romano occidental,
especialmente en la Península Ibérica.
Dos conjuntos de causas provocaron la caída del Imperio romano en Occidente:
A. FACTORES EXTERNOS: el Imperio romano había limitado al norte con un
conjunto de pueblos de diversa procedencia que llamaremos "bárbaros" o "germánicos",
separados por el limes o frontera de los ríos Rin y Danubio, donde se acuartelaban
buena parte de las legiones.
En realidad, Roma nunca demostró especial interés por el control de estas tierras y
simplemente se limitaba a detener la entrada de los germanos en el Imperio. Pero desde
el siglo IV d. C. aumentó la presión de estos germanos sobre el limes romano, sobre
todo a causa de la propia presión que ejercían en los germanos ciertos pueblos
procedentes de las estepas asiáticas, en especial los hunos.
Como consecuencia, los germanos comenzaron a penetrar masivamente en el Imperio
romano, al mismo tiempo que también lo hacían estos hunos (Atila, el rey huno, llegó
en el año 452 d.C. hasta las propias puertas de Roma).
En definitiva, la presión de hunos y germanos provocó la descomposición de un Imperio
cada vez más débil, incapaz de impedir militarmente las invasiones.
B. FACTORES INTERNOS: además de lo anterior, la entrada de los germanos en el
Imperio hizo que reaparecieran con fuerza problemas que venían de atrás, entre otros:
B.1. La fragmentación del poder imperial: el Imperio como una unidad homogénea
dejó de existir (en el 410 d.C. los visigodos saquearon Roma y en el 476 d.C. los
hérulos, otro de los pueblos bárbaros ocupaban Rávena donde se había refugiado la sede
del Imperio). En su lugar del aparecieron diversos reinos de origen bárbaro por la
Europa occidental, entre ellos el del los visigodos en la Península Ibérica.
B.2. La fragmentación de la sociedad: la entrada de los bárbaros hizo que las ciudades
perdieran buena parte de la importancia que habían tenido durante el Imperio. Algunas
como Caesaraugusta intentaron frenar la llegada de estos pueblos aumentando sus
murallas, que durante siglos habían dejado abandonadas.
Los hispanoromanos se refugiaron en el campo, donde se hacían cada vez más fuertes
los grandes propietarios rurales. Así pues, los ciudadanos romanos tendieron a
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Historia de España
establecer relaciones de dependencia con estos grandes propietarios rurales: los
primeros (conocidos como honestiores) trabajaban las tierras de los propietarios
(llamados humiliores) a cambio de que estos les protegieran.
B.3. La fragmentación económica: el comercio, otra de las claves de la sociedad
romana, también disminuyó considerablemente, e incluso desapareció en grandes zonas
del antiguo Imperio. Ahora, la mayoría de la sociedad vivía en el campo, en las
llamadas villae rurales (como la villa Fortunatus, en Fraga), sujeta a relaciones de
dependencia con sectores más poderosos, como hemos visto en el apartado anterior.
En definitiva, se estaban sentando las bases para la aparición de la FUTURA
SOCIEDAD FEUDAL TÍPICA DE LA EDAD MEDIA.
2.2. EL REINO VISIGODO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
No nos interesa analizar la evolución general del reino visigodo, tan sólo conocer
algunas ideas que pueden explicarnos la llegada de los musulmanes el 711 d.C.
En los años 409-410 d.C. entraron en la Península tres pueblos de origen germano
conocidos como suevos, vándalos y alanos que se establecieron en diferentes partes del
territorio. Como vimos, el Imperio romano era incapaz de impedir esta entrada y,
carente de fuerza militar, se vio obligado a pactar un foedus (un tratado de asistencia y
colaboración) con los visigodos (convertidos así en foederati), también de origen
germánico. A cambio de tierras en la Península, los visigodos expulsarían a suevos,
vándalos y alanos.
Por entonces el Imperio romano ya no tenía
ningún tipo de poder efectivo: así pues, los
visigodos acabaron con el poder de esos otros
reinos bárbaros, pero se asentaron ellos mismos
en la Península Ibérica creando su propio reino,
inicialmente con capital en Tolosa y,
posteriormente, en Toledo.
Como decimos, nos interesa conocer ciertas
características generales de la Hispania
visigoda, importantes porque alguna de ellas
explica la entrada posterior de los musulmanes.
Entre otras:
A. La más importante es que el reino visigodo tuvo una inestabilidad crónica en lo
relacionado con la sucesión en el trono, causa de enfrentamientos propios de una
guerra civil permanente, a pesar de los intentos de afirmación puestos en marcha por
algunos reyes como Leovigildo o Recaredo.
Como consecuencia de lo anterior, se produjo lo que el profesor García de Cortázar
llama el “enfrentamiento progresivo entre el orden estatal y las tendencias autónomas
de la gran nobleza”. Es decir, el poder siempre osciló entre una monarquía central
bastante débil (el rey visigodo no pasaba de ser un primun inter pares, un "principal
entre iguales"), y una nobleza guerrera y terrateniente cada vez más poderosa.
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Historia de España
B. Nos hallamos ante una sociedad en vías de feudalización, que sigue con
características vistas en el final del Imperio romano: tendencia a la gran propiedad
autosuficiente, degradación paulatina del poder basado en el derecho romano
(circunstancia que favorece la confusión entre propiedad y autoridad), confusión entre
las funciones militares y fiscales-económicas que se fusionen en los grandes
propietarios territoriales y, en fin, disminución de la capacidad de control militar,
jurídico y económico de la monarquía (el poder pasa de facto a la nobleza).
C. Además de todo lo anterior, debemos tener en cuenta algunas cosas propias de
los años inmediatamente anteriores al 711 d.C.:

Malas cosechas, que en una sociedad permanentemente situada al borde la
subsistencia provocaron crisis de abastecimientos, hambre e inestabilidad.

Extensión de la peste, que penetró en la Península desde el norte, procedente de
la Septimania.

Aumento de la división entre potentiores-humiliores, ya que los nobles visigodos
propietarios de las tierras tendían a incrementar a presión sobre los campesinos
convirtiéndolos casi en esclavos.

Finamente, el enfrentamiento tradicional entre facciones nobiliarias y la
monarquía se agudizó a finales del siglo VII y principios del VIII.
Sobre esto último, el rey Vitiza (o Witiza) fue sucedido por su hijo Agila II (o Aquila II)
en el año 716 d.C., aunque se opone un influyente sector de la nobleza visigoda
encabezado por Rodrigo. En el año 712 Rodrigo toma Pamplona, que hace que los hijos
y seguidores de Vitiza entren en contacto con los musulmanes del norte de África
(circunstancia que dará pie a la famosa leyenda de La Caba, según la cual el Conde don
Julián).
En definitiva, a pesar de las innumerables lagunas provocadas por las limitadas fuentes
a nuestra disposición, la crisis en el reino visigodo era crónica antes de la llegada de los
musulmanes en el 711 a.C.: ya no existía un poder político homogéneo.
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Historia de España
3. CONQUISTA Y OCUPACIÓN DE HISPANIA POR LOS
MUSULMANES (711-714)
En primer lugar, la conquista de Hispania debe entenderse como una etapa más
dentro del gigantesco proceso de expansión llevado a cabo por los musulmanes
tras la muerte del Profeta Mahoma (569/570d.C.-632 d.C.): a la altura de los años
650 d.C. y 670 d.C. los musulmanes habían conquistado el actual Egipto y comenzaron
a ocupar el resto del norte de África (en el año 670 d.C. fundaron la ciudad de Quairuán,
o Kairuán). En el año 698 d.C. conquistaron los territorios coincidentes con el antiguo
Cartago (actual Túnez). Unos años antes de entrar en la Península Ibérica toda esta zona
se convirtió en la provincia de Ifriqiya.
3.1.
LA CONQUISTA MILITAR DE LA HISPANIA VISIGODA
La ocupación musulmana de Al Ándalus implicó varias fases:
A. EL CONTROL MILITAR DEL TERRITORIO VISIGODO
Como ya hemos visto anteriormente, a principios del siglo VIII los musulmanes habían
completado el control definitivo sobre el norte de África. En el año 702 d.C. el conde
Julián, gobernador visigodo de Ceuta, se sometió a su autoridad . De hecho, parece ser
que fue este mismo conde el que facilitó en el año 710 d.C. la primera expedición de
cierta entidad contra las costas peninsulares, en realidad una mera incursión de apenas
cuatrocientos hombres al mando de un oficial llamado Tarif que se encaminó hacia el
puerto que llevaría con el tiempo su nombre, Tarifa.
Fue este éxito el que les animó a realizar una nueva expedición en el año 711, ahora
mucho más contundente (unos 7.000-9.000 hombres) al mando de Tariq ibn Ziyad.
Esta fuerza cruzó el estrecho gracias a las naves prestadas por el conde Julián y se
instaló en el actual Gibraltar. Mientras tanto, las fuerzas del rey visigodo Rodrigo se
encaminaban hacia el sur, procedentes del territorio navarro, donde habían intentado
sofocar una de las muchas revueltas de los vascones.
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Historia de España
Tras controlar Algeciras (convertida
en una especie de base para ser usada
en el caso de una eventual retirada),
Tariq aumentó el número de sus
hombres y partió para enfrenarse con
Rodrigo en la batalla de Guadalete
(quizás el 19 de julio del año 711
d.C.). A continuación, tomó Córdoba
y, poco después, entraba en Toledo,
capital visigoda, sin resistencia alguna.
Un año más tarde (probablemente en
junio del 712) Musa ibn Nusair,
gobernador de Ifriqiya, cruzaba el
estrecho para ampliar las conquistas:
pronto ocuparía Sevilla y Mérida para
unirse a las fuerzas de Tariq. Tras esto,
atacan el valle del Ebro, toman Zaragoza, y prosiguen hacia el noroeste (aunque
encontraron focos de resistencia en las vías de comunicación que transcurrían paralelas
al Duero hasta Galicia) y el noreste (ocuparon con escasa resistencia la actual Cataluña
y luego prosiguieron en dirección a la Septimania, el sur de la actual Francia).
Como resultado, en apenas seis o siete años la práctica totalidad de la Península Ibérica
se encontraba en manos de los musulmanes, algo que también se hace extensible a la
parte suroriental de la Galia. Precisamente en relación a este último territorio, los
musulmanes comenzaron una serie de operaciones en la zona (tomaron Narbona y
asediaron Tolosa). Estas operaciones continuaron hasta que en el año 732 d.C., los
musulmanes fueron derrotados por las fuerzas de Carlos Martel, mayordomo de palacio
de los reyes francos, en la batalla de Poitiers. Los supervivientes regresaron a Narbona,
que permaneció en su poder hasta el año 751: en torno al año 760 los reyes francos,
especialmente Carlomagno y sus sucesores, iniciaron una política de conquista gradual
del sur de Francia y establecieron líneas defensivas (“marcas”) en la zona de los
Pirineos.
Sea como fuere, los musulmanes controlaban entonces prácticamente toda la Península
Ibérica.
B. EL CONTACTO ENTRE CIVILIZACIONES DIFERENTES
Como hemos visto, el mundo visigodo era en cierto sentido heredero del romano que
le había precedido y, en consecuencia, se adaptó al creciente auge del auge del
cristianismo. En cambio, la civilización musulmana se basaba por entonces en
estructuras tribales aglutinadas gracias a un elementos religiosos muy diferente a los
visigodos-cristianos.
Pese a ello, la conquista puramente militar de la Península por los musulmanes se llevó
a cabo con escasa o nula oposición. Las razones para ello son variadas pero sobre todo
debe importarnos el cansancio de los grupos sociales hispanovisigodos por la
inestabilidad política que hemos visto anteriormente.
Pero lo que no admite ninguna discusión es que la ocupación fue rápida y
relativamente incruenta. De hecho, apenas se saldó con unas pocas batallas o asedios
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Historia de España
a ciudades: en su lugar, parece que fue bastante frecuente la adopción de pactos entre
ciudades o señores territoriales con los recién llegados, como demuestra el tratado con
el noble visigodo Teodomiro/Tudmir en el año 713 d.C. (que comentaremos y
explicaremos en clase).
Así pues, buena parte de los hispanovisigodos, incluyendo las clases dominantes, vieron
en los musulmanes un instrumento de orden y control. Algo a lo que también
contribuyó la política de relativa tolerancia de los conquistadores, como veremos al
hablar de la sociedad andalusí.
C. LA IMPLANTACIÓN DE UNA NUEVA ESTRUCTURA SOCIAL
Ahora bien, no debemos caer en el error de creer que todo lo anterior significó que las
cosas siguieran como hasta entonces. Tras la conquista, la nueva sociedad
hispanomusulmana comenzó a sufrir profundas modificaciones.
La civilización musulmana era esencialmente agrícola, así que las tierras iban a
convertirse en la clave de las nuevas relaciones sociales.
Una parte de estas tierras siguió en manos de la población hispanovisigoda (o de sus
herederos islamizados, que veremos luego). Pero una parte muy amplia también se
utilizó para recompensar a los conquistadores: aproximadamente el 60% se entregó a los
contingentes que habían participado en la conquista como parte de la iqta (literalmente,
el “beneficio”).
Sin embargo, el problema era que esos grupos que habían participado en la conquista
tenían orígenes tribales o sociales muy diferentes: los grupos de origen árabe u
oriental se quedaron con tierras de mejor calidad (sobre todo los valles de los ríos Ebro
y Guadalquivir). Mientras, los contingentes de origen beréber, más pobres, obtuvieron
tierras de peor calidad o lo hacían en zonas de menor rendimiento agrícola (por ejemplo,
zonas interiores de la Península).
Con el tiempo, esto generaría un problema crónico en Al Ándalus: el desigual reparto
del botín se encuentra en el origen de muchos de sus conflictos sociales.
D. LA PUESTA EN MARCHA DE UNA IDENTIDAD COMÚN
Finalmente, para los recién llagados “Hispania” era tan sólo una definición geográfica.
Consolidar el poder implicaba crear un sentimiento o una identidad común:
prácticamente acabadas las grandes operaciones militares de la primera fase
conquistadora, en torno al año 716 d.C., aparece la primera mención al nombre de Al
Ándalus de la que tenernos constancia: un dinar (un tipo de moneda) con las leyendas
“acuñado en Spania” y “acuñado en Al Ándalus”.
Así pues, los escritores árabes emplearon siempre el concepto de Al Ándalus para
denominar a la España musulmana, independientemente de su variable extensión
geográfica (por ejemplo, los musulmanes de la península serían al al-Andalus o
andalusiyyun). Por el contrario, los escritos musulmanes se refieren a la España
cristiana a través de los nombres de sus respectivas entidades políticas y muy pocas
veces nos hablan de Hispania como entidad única.
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Historia de España
3.2. RAZONES QUE EXPLICAN LA RÁPIDA CONQUISTA MUSULMANA
En muy poco tiempo los ejércitos musulmanes, formados por contingentes no
especialmente grandes, invadieron y conquistaron la práctica totalidad de la Península,
con la excepción de algunos territorios en el norte. Explicar por qué y cómo tuvo lugar
un proceso de estas proporciones requeriría una extensión mucho mayor, pero
atendiendo a la escasa información de nuestras fuentes podemos nombrar los siguientes
factores:
a) En primer lugar, el auge general del mundo islámico coincide con el declive de
los grandes Estados o Imperios que habían dominado el Mediterráneo,
incluyendo la Hispania visigoda. Carecieron, por lo tanto, de enemigos tan
poderosos como había sido el Imperio romano en los siglos anteriores de la
antigüedad.
b) En segundo término, el Islam pasó a ocupar en la mentalidad de muchas
sociedades como la hispanovisigoda el papel de otras religiones, como el
cristianismo.
c) En tercer lugar, relacionado con lo anterior el mensaje religioso islámico era
relativamente tolerante, así que esto permitió una cierta convivencia entre
gentes que diferentes procedencias: tribus nómadas de la península de Arabia,
contingentes sirios, norteafricanos de origen beréber, hasta judíos y cristianos.
Como veremos posteriormente, la sociedad musulmana se estructuraba en torno
a la llamada umma, o comunidad de fieles, muy diferente de esas relaciones de
creciente dependencia que veíamos antes al hablar de la sociedad
hispanovisigoda. Junto a los fieles que formaban parte de la umma existía un
número amplio de dimmíes o "gentes del libro", esto es cristianos (mozárabes) y
judíos, que también gozaban de derechos y obligaciones.
d) En cuarto lugar, la conquista también fue rápida porque el Islam ofrecía una
alternativa a sociedades conflictivas: para muchos visigodos significó la paz
de la que carecían en la época del reino visigodo de Toledo.
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Historia de España
EVOLUCIÓN POLÍTICA DE AL ÁNDALUS1
4.
4.1. Al Ándalus como parte de Ifriqiya
Tras el año 711 d.C. Al-Ándalus pasó a estar dirigida por una sucesión de gobernadores
(walí o valí), subordinados al gobernador de la provincia del norte de África (Ifriqiya) a
su vez dependiente del califa de Damasco. Sabemos muy poco de esta época, salvo que
se caracterizó por un clima de luchas incesantes cuyo origen estaba en la heterogeneidad
de los contingentes que entraron en la Península y su desigual reparto de las tierras:
como ya sabemos, los árabes se establecieron en las tierras fértiles del Guadalquivir, del
Levante y del Ebro, y los bereberes se vieron relegados a las zonas montañosas y a la
Meseta.
Sin embargo, en el año 750 d.C. se produjo un acontecimiento muy importante: la
dinastía Omeya que gobernaba el imperio musulmán desde Damasco fue derrocada y
reemplazada por la de los Abasíes, que trasladaron la capital del califato a Bagdad.
Todos los miembros de ladinastía Omeya fueron asesinados, salvo uno de sus príncipes
llamado Abd al-Rahmán I, que logró sobrevivir y huir a través del norte de África para
llegar a Al Ándalus, donde en el año 756 se hizo con el poder.
4.2. El emirato Omeya independiente de Córdoba (756-929)
Tras controlar Al Ándalus, en el año 773 d.C. Abd al-Rahmán I fundó el Emirato de
Córdoba: desde entonces Al Ándalus aceptaría la supremacía religiosa del califato, pero
no su autoridad política. Los miembros de la nueva dinastía promovieron una política de
consolidación del emirato independiente, cuyo gran impulsor fue en realidad Abd alRahmán II (792-852).
4.3. El califato de Córdoba (929-1008)
Como continuación de la política llevada a cabo por sus sucesores, el emir Abd alRahmán III se autoproclamó califa en el año 929. Rompía de este modo con todos los
vínculos existentes con el califato de Bagdad (en realidad, ya muy vagos): asumía así no
sólo el poder político, jurídico y militar sino también el religioso y daba inicio a la
época conocida como el Califato de Córdoba, la etapa más brillante de la historia de AlÁndalus:


El Califato logró la superioridad militar sobre los reinos cristianos peninsulares,
a quienes llegó a cobrar tributos.
Al Ándalus alcanzó su máximo desarrollo económico y cultural.
Pero a finales del siglo X y principios del XI el califato entró en decadencia: los califas
perdieron buena parte de la autoridad que habían tenido hasta entonces, pero personajes
como Almanzor acapararon todo el poder y consiguieron retrasar el declive. Sin
embargo, a la muerte de Almanzor en el año 1002 d.C. sus sucesores fueron incapaces
de mantener el poder. Como resultado, el todopoderoso califato acabó fragmentado en
los llamados "reinos de taifas".
1
De aquí sale la respuesta al primer concepto que os pueden preguntar en Selectividad.
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Historia de España
4.4. Reinos de Taifas, almorávides y almohades (1008-1232)
En realidad, la fragmentación en los reinos taifa puso de manifiesto que la causa
principal de su ruina se encontraba en la incapacidad del poder central por controlar la
complejidad étnica y religiosa de Al Ándalus (la palabra “taifa” se puede traducir
libremente como “partidos”).
Surgieron pues una veintena de pequeños reinos de diversos orígenes, aunque las taifas
más grandes tendieron con el tiempo a conquistar a las más pequeñas. Ahora bien,en
aquel momento el mayor peligro venía de los reinos cristianos del norte, cada vez más
poderosos, que exigían tributos (“parias”) cada vez mayores a los reinos musulmanes. Y en el
año 1085 el rey de Castilla-León Alfonso VI tomó la taifa de Toledo, una de las más grandes de
Al Ándalus.
Esto tuvo un impacto tremendo en el mundo musulmán y, como consecuencia, los reyes de las
de Sevilla, Badajoz y Granada solicitaron protección de los almorávides, que se habían hecho
con el poder en el norte de África. Estos desembarcaron en la Península y derrotaron a los
castellanos en la batalla de Sagrajas (o Zallaqa), en las cercanías de Badajoz (1086).
Pero los almorávides acabaron también con los reinos taifas e hicieron de Al Ándalus una parte
de su imperio.
Sin embargo, los almorávides trajeron a Al Ándalus una forma de vida excesivamente rígida y
religiosa, poco adecuada para el espacio peninsular. Además, los reinos cristianos proseguían su
avance hacia el sur: en el año 1118 Alfonso I El Batallador conquistaba Saraqusta (Zaragoza).
Así que pronto estallaron varias rebeliones dentro del propio territorio andalusí contra los
almorávides, los cuales perdían también su imperio en el norte de África ante el empuje de los
almohades.
Finalmente, las revueltas dieron pie al surgimiento de los llamados "segundos reinos Taifas"
(1144-1203), cuya existencia fue relativamente corta: en la mayor parte de los casos fueron
barridos por la entrada de los almohades en Al Ándalus.
Pero en el año 1212 una coalición de los reinos cristianos de Castilla, Aragón y Navarra, así
como contingentes portugueses y franceses, además de los efectivos de las Órdenes Militares de
Santiago, Calatrava, el Temple y San Juan, venció a los almohades en la batalla de las Navas de
Tolosa. Fue el fin de su imperio en Al Ándalus.
4.5. Los terceros reinos de taifas y el reino nazarí de Granada (1212-1492)
Finalmente, de la nueva fragmentación producida por la derrota almohade en Las Navas de
Toloso y el avance cristiano posterior hacia el sur, surgió una tercera etapa de reinos taifa. Pero
todos ellos fueron ocupados por los reinos cristianos, con la excepción del reino nazarí de
Granada, que permaneció como el único reino musulmán en la Península Ibérica hasta su
conquista en el año 1492 d.C. por los Reyes Católicos.
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Historia de España
5. ECONOMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA EN AL ÁNDALUS
Quizás sea preciso introducir es te epígrafe haciendo varias consideraciones:
a)
Las dificultades a la hora de proporcionar datos fiables tienen que ver con la ausencia
de material de archivo: muchos documentos han desaparecido de los archivos o sólo
nos quedan de ellos algunos restos.
b) Sí tenemos muestras de literatura especializada (por ejemplo, libros de agronomía),
o con manuales de juristas, así como los fatwa (respuestas razonadas de los especialistas
en derecho ante los problemas que les planteaban los jueces).
c) En los últimos años las mejores innovaciones proceden de la arqueológica, que
cada vez nospermite saber más sobre la vida cotidiana en tiempos de Al Ándalus (por
ejemplo, los datos recopilados en el barrio musulmán excavado bajo el actual Paseo de
la Independencia, en Zaragoza).
5.1. LA SOCIEDAD ANDALUSÍ
Antes de analizar los diversos grupos que componían la sociedad andalusí, deberíamos tener en
cuenta algunos aspectos generales:

La sociedad andalusí fue en todo momento heterogénea, aunque el grado de mezcla
evolucionó en función del momento histórico: por ejemplo, la mayoría social de origen
hispanovisigodo no convertida al Islam, los llamados "mozárabes", tendió a desaparecer
a medida que avanzaba el tiempo.

Por otro lado, fue siempre una sociedad desigual, en la que las diferencias tenían tanto
que ver con el origen de los grupos sociales, como con su poder económico o político.

Aunque es cierto que la sociedad andalusí fue relativamente tolerante, también existían
tensiones en su interior y la convivencia entre sectores tan opuestos no siempre era
fácil.

También es muy difícil dar cifras aproximadas de población: puede que en su punto
máximo la población andalusí fueran unos siete millones de habitantes. Pero de estos,
apenas unos pocas decenas de miles vinieron del exterior, ya que más del 95% de los
andalusíes eran descendientes de los antiguos hispanovisigodos convertidos al Islam.
Veamos pues cuáles eran los principales grupos de esta sociedad:
A. Los musulmanes, en realidad un conjunto de poblaciones de diverso origen:
a.1. Minorías de procedencia árabe, que tendieron a copar los principales puestos del poder,
político o económico.
a.2. Los bereberes procedentes del norte de África, recientemente islamizados y que formaron
buena parte de los primeros contingentes militares encargados de las primeras fases de la
conquista tras el 711 d.C. Se asentaron sobre todo en tierras de la zona central y la Andalucía
occidental de Al Ándalus, tierras fronterizas o de menor riqueza económica.
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Historia de España
a.3. Gentes de procedencia siria o egipcia, entre otros, que llegaron a Al Ándalus en forma de
"contingentes" o grupos llamados "yundíes" o "chundíes", a cambio de tierras. Se asentarían en
zonas más fértiles del Levante, los valles del Ebro o del Guadalquivir, etc.
B. Los grupos de conversos al Islam
La mayoría social de la población que vivía en Al Ándalus era de origen hispanovisigodo. Pero
una parte creciente de ellos abrazó con el paso del tiempo la fe islámica y acabó por convertirse,
dando lugar a los llamados muladíes.
Como ya hemos explicado en otro momento, para estos sectores, la mayoría campesinos, la
entrada de los musulmanes supuso una mejora de sus condiciones de vida.
C. Los sectores de población tributaria, fundamentalmente judíos y cristianos, a los que los
musulmanes conocían como las "gentes del libro":
c.1. Los cristianos o "mozárabes", que siguieron conservando su fe en territorio
andalusí.
c.2. Los judíos, una minoría que tiende a dedicarse a actividades comerciales y vive
sobre todo en ciudades.
Aunque la sociedad andalusí fue relativamente tolerante en cuestiones religiosas, lo cierto es
que el estatus de cristianos y judíos estaba condicionados por ciertos factores, entre otros:

Se les prohibía ejercer cargos políticos más allá de los de su propia comunidad
religiosa.

No estaban permitidos los matrimonios mixtos.

Debían vivir en barrios separados de la población musulmana (por ejemplo, las juderías
para los judíos).

Tenían un sistema tributario diferente.
D. Finalmente, la población esclava, que era de dos tipos:

Los esclavos de raza blanca, llamados "eslavos" o "esclavones", procedentes de la
Europa blanca y capturados en las campañas militares o comprados en el mercado.
Algunos de estos esclavones tendieron a convertirse en consejeros o adquirieron cada
vez más poder político, motivo por el cual reinaron y crearon sus propias dinastías en
alguno de los reinos taifa.

Los esclavos de raza negra, procedentes sobre todo del comercio tradicional con el
África negra. Dedicados a todo tipo de actividades, incluyendo las domésticas (o las
esclavas como concubinas) o la unidad de elite que formaba la guardia palaciega del
califa en tiempos Omeya.
Cabría hacer aquí una pequeña reseña acerca de la mujer en el mundo de Al Ándalus, porque
en contra de lo que solemos creer por influencia de la actualidad, muchos historiadores
sostienen que la mujer tuvo en Al Ándalus un grado de libertad relativamente elevado. Por
supuesto, esto no implica nada parecido a su equiparación con los varones: la mujer andalusí
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Historia de España
(como la de os reinos cristianos) estaba socialmente subordinada al hombre, aunque sí sabemos
que ostentó puestos de responsabilidad pública, política o religiosa más allá de la que se
consideraba su esfera propia, doméstica y familiar.
Ahora bien, también accedían en muchos casos a niveles de educación similares a los de los
hombres, sobre todo entre las mujeres de la elite social (de hecho, conocemos los nombres de
bastantes escritoras y poetisas).
Por supuesto, tampoco todas las mujeres eran iguales: la sociedad andalusí era heterogénea, y
también lo eran las mujeres. Así que no gozaban del mismo nivel una concubina de origen
esclavo, que una mujer perteneciente a la elite social de orígenes árabes.
Existe una explicación para esto ya que, en general, la sociedad andalusí fue mucho más abierta
y tolerante de lo que lo fueron sociedades musulmanas de la misma época. Y esto se trasladó al
papel de la mujer.
5.2. LA ECONOMÍA ANDALUSÍ
Más que entrar en cuestiones de detalle nos interesa conocer algunos aspectos generales
de las sociedades musulmanas que vivieron en Al Ándalus, entre ellos os siguientes:
A. Hablamos de una economía agrícola
En una fase inicial de Al Ándalus, aproximadamente hasta mediados del siglo IX, la
tierra, su propiedad e incluso las relaciones establecidas en torno a ella, experimentaron
escasa alteración con respecto a la etapa visigoda anterior (ya hemos visto que la
“conquista” fue más bien un proceso de pactos y adaptaciones).
La agricultura de Al-Ándalus se basó en la explotación de la gran propiedad
(latifundios) y en la introducción, por parte de los musulmanes, de importantes
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Historia de España
novedades respecto a los visigodos. A la trilogía mediterránea de productos (trigo,
olivo, vid) incorporaron nuevos productos (naranjo, algodón, caña de azúcar, arroz) y
métodos intensivos de cultivo basados en el regadío (norias, canales, acequias, etc.).
Pero debemos tener cuidado en ver a esta economía agrícola como algo independiente
de las ciudades: campo y ciudad se relacionaban y necesitaban mutuamente, puesto que
el uno abastecía de productos alimenticios a la segunda, y a la ves la segunda enviaba al
campo productos manufacturados procedentes de los talleres artesanales.
B. También una economía basada en el comercio y las actividades artesanales, sobre todo
en las ciudades
Las ciudades, en especial las grandes capitales del sur como Córdoba, eran el centro de
la economía musulmana, pero también centros políticos y administrativos. Además,
muchas tenían un índice de población muy elevado: por ejemplo, las ciudades cristianas
del norte de la Península eran muy pequeñas en comparación con las musulmanas, que
pueden ser consideradas como grandes metrópolis en comparación.
Las ciudades eran también el centro de importantes actividades artesanales, sobre todo
orientadas a la producción de cueros, textiles, cerámicas, etc. Los artesanos musulmanes
que vivían en ellas formaban agrupaciones de tipo gremio.
Desde la Península se vertebró todo un mercado de intercambios exteriores: por ejemplo,
esclavos que llegaban de Oriente, África o la Europa del norte. También llegaban hasta aquí
productos de lujo producidos en Oriente, materias primas (maderas, pieles, metales preciosos),
etc.
C. En tercer lugar, de una economía de base monetaria
Los intercambios económicos se basaban sobre todo en la circulación de monedas, al ser
la Península centro de confluencia de las rutas comerciales asiáticas, africanas y
europeas. El sistema monetario se basaba en el bimetalismo: el dinar de oro y el
dirham de plata cuya acuñación se centralizaba en la ceca de Córdoba.
D. Por último, Al Ándalus formó siempre parte de tres mundos más amplios
Al Ándalus fue siempre parte de un mundo mucho más amplio de contactos e intercambios de
todo tipo (económicos, políticos, culturales, etc.), que incluyó la propia Península Ibérica (los
territorios musulmanes combatían con los reinos cristianos, pero también comerciaban con
ellos), el Mediterráneo (y sus zonas adyacentes), y la totalidad del mundo musulmán.
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