Medio: The Wall Street Jorunal Fecha: 21 de mayo de 2015 Bristol-Myers Las caras de una licencia obligatoria para un medicamento para el SIDA en el Perú La acalorada batalla entre los fabricantes de medicamentos y defensores de los pacientes sobre las patentes y el acceso a los medicamentos se está moviendo a un nuevo lugar. El último enfrentamiento tiene lugar en Perú, donde varios grupos de consumidores están instando al gobierno a emitir una licencia obligatoria para un medicamento para el VIH vendido por BristolMyers Squibb BMY -0,62%. En la presión por una licencia, los activistas argumentan que el costo del medicamento, conocido como Reyataz, es casi $ 10 por tableta, que no solo son varios dólares más que en algunos países vecinos, sino que también representa una desproporción del gasto público para medicamentos para el VIH. "En Perú, el tratamiento es gratuito, pero el gasto que ese medicamento representa es cerca de la mitad de todo el gasto del gobierno" en este tipo de medicamentos, dice Roberto López de Health Action International, que es uno de los grupos que ha trabajado por una licencia. Los medios locales indican el asunto todavía está siendo revisado por el gobierno, aunque el Ministerio de Salud del Perú apoya la emisión de una licencia. El Ministerio de Salud no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios acerca de las licencias o las conversaciones que se celebran con Bristol-Myers para obtener un precio más bajo. Un portavoz de Bristol-Myers nos escribió que "hemos trabajado en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud para garantizar el acceso a Reyataz para cada paciente médicamente elegibles para recibirlo. Continuamos trabajando estrechamente con el gobierno peruano y creemos que vamos a completar las negociaciones pronto". Esta disputa es un ejemplo más de la creciente tensión entre la industria farmacéutica y algunos gobiernos sobre los precios de los medicamentos recetados. En respuesta, un número creciente de países han estado presionando a los fabricantes de medicamentos para descuentos o, en algunos casos, la emisión de licencias obligatorias. Las licencias han ocupado un lugar destacado en varias negociaciones comerciales, incluida la del Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico, ya que la industria ha presionado a la Casa Blanca y el Congreso para asumir su causa. Pero los grupos de consumidores dicen que algunos esfuerzos para hacer cumplir los derechos de patente pueden ir en detrimento de los pacientes que no pueden pagar los medicamentos. Los países pueden conceder licencias a un fabricante de medicamentos genéricos, lo que le permite copiar un medicamento patentado sin el consentimiento del fabricante de medicamentos que es propietaria de la patente. El derecho fue conmemorado en un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio conocido como aspectos relacionados con el Comercio de los Derechos de Propiedad Intelectual, o sobre los ADPIC. Aunque un país puede citar una emergencia de salud como una razón para la expedición de una licencia, el acuerdo sobre los ADPIC no enumera específicamente las razones que pueden utilizarse para justificar la concesión de licencias. Una cartilla de la OMS señala que los países son libres de determinar las bases para la concesión de licencias. Varios países han emitido licencias obligatorias en la última década, aunque Perú no ha hecho previamente. Como resultado, las licencias son un punto muy delicado (flashpoint) para la industria farmacéutica, que se preocupa abiertamente porque se puedan expedir certificados de manera inapropiada y pisoteen los derechos de propiedad intelectual. En un comunicado enviado a nosotros, Augusto Rey de la Cuba, el jefe del Ejecutivo en ALAFARPE, el grupo comercial de la industria en el Perú, sostiene que una licencia no debe ser emitida para Reyataz porque no existe una "pandemia". "La solicitud de una licencia obligatoria sin la condición que permite de acuerdo a los tratados internacionales y en contra de la ley peruana representaría una expropiación de los derechos de patente", dice. Una licencia puede causar "graves daños al país y desalentar la inversión" en el sector farmacéutico. Sin embargo, Peter Maybarduk, que dirige el programa de acceso a medicamentos de Public Citizen, que ha trabajado con otros grupos para presionar al gobierno peruano para emitir una licencia, dice la disputa pone de relieve la necesidad de los países a desarrollar políticas independientes de los intereses de la industria. "Si queremos acabar con el SIDA en nuestro tiempo, tenemos que invertir correctamente, pero no podemos hacerlo en los niveles actuales de financiación y los actuales precios [de drogas]," dice. "Los países pueden hacer las dos cosas y eso es lo que realmente podemos hacer, algo sobre el SIDA y no perder una oportunidad histórica".