EUA cambia reglas al sector agrícola http://www.laprensagrafica.com/economia/388902.asp Sara Verónica López economia@laprensa.com.sv A pocos días de finalizar 2005, Estados Unidos hizo una nueva propuesta para manejar las cuotas de importación de varios productos agrícolas sensibles. Los sectores han rechazado cualquier modificación a lo pactado. A un mes de cumplirse la nueva fecha proyectada para que el acuerdo comercial con Estados Unidos (CAFTA, en inglés) entre en vigor, surge una nueva polémica entre los agricultores salvadoreños, el Gobierno y Estados Unidos, que podría seguir atrasando la implementación del tratado. Representantes del sector confirmaron que a pocos días de finalizar el 2005, Estados Unidos presentó una propuesta para modificar las reglas bajo las cuales los agricultores y agroindustriales nacionales tendrán derecho a importar productos agrícolas norteamericanos sin pago de aranceles. La intención de Estados Unidos es reducir el acceso a ese beneficio — conocido como cuotas o contigentes agrícolas— a los importadores tradicionales, que son todos aquellos que han comprando productos agrícolas fuera del país por más de tres años. “Les están cambiando las reglas del juego a los sectores”, dijo sin tapujos Carmen Elena de Sol, comisionada presidencial para el agro. “Después de consensar una cosa, sale con otra cosa Economía diciendo que Estados Unidos pide nuevos requerimientos”, agregó. Según el acuerdo inicial, el 95% de la cuota agrícola sería para los importadores tradicionales, y el resto, para los novatos. Sin embargo, Estados Unidos quiere que los nuevos importadores tengan garantizada la compra de hasta un 20% de la importación agrícola que no pagará impuestos, y los tradicionales el 80% restante. “De repente y después de que se nos había dicho que esto era algo que se iba a negociar de forma interna, nos hemos dado cuenta de que ha habido algún tipo de oposición de la parte norteamericana”, se queja Ricardo Esmahan, presidente de la Cámara Agropecuaria de El Salvador (CAMAGRO). Tras conocer la noticia, CAMAGRO giró una carta al presidente de la República, Antonio Saca. En ella, además de cuestionar que la aceptación de las presiones norteamericanas contradeciría la política de apoyo al sector agrícola, le piden una reunión y reiteran que no aceptarán ninguna modificación. “Nos ha sorprendido que el Ministerio de Economía nos haya informado la pretensión de hacer cambios sustanciales a los reglamentos, lo que irrespeta el concenso que con tanto tiempo y esfuerzo alcanzamos”, dice la carta, firmada por los presidentes de todas las gremiales agrícolas del país. El Ministerio Economía, sin embargo, se defendió a capa y espada. “No hemos dejado en ningún momento de revisar junto a los sectores que esto esté en la mayor sintonía con lo que dice el CAFTA”, argumenta René Salazar, administrador de tratados comerciales. Mario Salaverría, titular del Ministerio de Agricultura, entidad que hace dos semanas se incorporó a la discusión del tema, intenta disipar la confrontación entre el sector y el Gobierno y habla de un punto intermedio en la negociación. “Ni ustedes, ni nosotros. Vamos a buscar que sea algo gradual”, cuenta que le dijo a la contraparte estadounidense en la reunión de hace dos semanas, y asegura que se trabaja por un acuerdo con los sectores, que plantee un cambio gradual que no afecte “sustancialmente las reglas del juego”. -------------------------------------------------------------------------------Entrevista con Ricardo Esmahan “Economía nos dejó un mal sabor de boca” El presidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial del país no duda en decir que le cambiaron las reglas del juego al sector que representa. La mala experiencia, asegura, es suficiente para pedir que sea otra cartera y no la misma con la que acordaron los reglamentos, la que administre las cuotas de importación de productos agrícolas. Así como están planteadas las cosas, ¿tiene sentido el CAFTA para el agro? En un 95-5, sí. ¿Pero y tal como lo planteó Estados Unidos de un 80-20? Estamos en esas negociaciones; no le quiero decir ni sí, ni no. Pero hay otra cosa: es importante que la administración de las cuotas sea manejada por el Ministerio de Agricultura. ¿No quieren que sea el Ministerio de Economía? No. ¿Por qué? Creemos que dentro del MAG (Ministerio de Agricultura y Ganadería) se tiene el conocimiento, se conocen las sensibilidades, se tiene la estructura para poder hacerlo y los sectores sienten más confianza, digamos, en el Ministerio de Agricultura. ¿Han tenido mala experiencia con Economía? ¿No han sentido el apoyo de ellos? Bueno, negociamos una cosa y hoy resulta que tenemos que cambiarla, y pues aquí estamos negociando otra vez. Esto nos ha dejado un mal sabor. ¿Un mal sabor por el cambio de las reglas a última hora? La verdad es que el enfoque que tenemos es que tuvimos un acuerdo, un consenso con el Ministerio de Economía y a última hora resulta que ese consenso que nos decían que era algo interno, no era algo tan así como lo dijeron. ¿Por qué no terminó siendo totalmente interno el acuerdo? De repente, después de que se nos había dicho que esto era algo que se iba a negociar de forma interna, nos hemos dado cuenta de que ha habido algún tipo de oposición de la parte norteamericana y estamos en plena negociación. A la propuesta que hemos llegado, pero todavía seguimos trabajando, es el tema de empezar con un 95-5, pero buscar una gradualidad para que el año quinto terminemos en un 80-20. ¿Cómo perciben el hecho de que EUA esté dictando cómo deben ser llenados los contingentes? Como sector agropecuario no nos oponemos a cumplir con los compromisos que tenemos de las cuotas. No nos oponemos a que entren las cuotas, pero sí nos es de mucho interés nacional la forma en cómo la vamos a administrar, y por eso llegamos en el Ministerio de Economía a ese consenso. ¿Cuánto tiempo tardó el sector en llegar a un consenso de cómo administrar las cuotas de importación de CAFTA? Bueno, fue un proceso de prácticamente dos años de estar hablando con los industriales, los productores, etc. Para que a último momento, y en Año Nuevo, las vengan a cambiar. queremos que esto este en la mayor sintonía con CAFTA, y ahí dice porcentajes razonables para los nuevos importadores" René Salazar, MINEC El sector está inquieto porque le cambian las reglas del juego.”, Carmen Elena de Sol, comisionada. Estamos alertas y cauteloso sobre los cambio que puedan darse en lácteos.” Alfonso Escobar, Proleche Buscamos gradualidad para evitar cambios sustancial en las reglas del juego.” Mario Salaverría, titular MAG Sector 0.7% aportó el agro el año pasado al PIB nacional. aporte 5.8% fue el PIB del sector agrícola en 2005, según el MAG. puntual 5 subsectores trabajan con convenios de compra de producción interna. Una inquietud con consenso El 13 de diciembre, 10 presidentes de las principales gremiales del agro se unieron para pedir al presidente Antonio Saca una audiencia para exponer su preocupación ante el cambio en los reglamentos de las cuotas agrícolas en CAFTA. Las quejas del agro Después de que los subsectores (maíz, sorgo, arroz, lácteos y cerdo) negociaran las reglas bajo las cuales podrían importar producto agrícola para sus negocios desde EUA sin pagar aranceles, se presentan cambios. Acuerdo inicial Los sectores antes mencionados, a excepción del lácteo, acordaron que los compradores con más de tres años de experiencia tendrían derecho a utilizar el 95% del cupo máximo de importación de un X producto sin tener que pagar aranceles. El restante 5% sería para los nuevos importadores. Posición EUA Estados Unidos habría pedido al Gobierno que se modificaran las cuotas acordadas por los sectores, pero dejando un 80% del beneficio de importación a cero arancel para los importadores históricos y subiendo a 20% el de los importadores nuevos. Se habla de presiones de los sectores agrícolas norteamericanos. Un cambio gradual Tras las quejas del sector agrícola, representantes del Gobierno viajaron a Washington para promover que se acepte un 95% para importadores históricos y un 5% para los nuevos actores, pero con el compromiso de reducir el beneficio hasta llevarlo a como quiere EUA: 80% históricos, 20% nuevos. Otras condiciones Una de las dificultades que ve el sector agrícola nacional es que los nuevos importadores —tal como propone Estados Unidos— no están atados, por convenio, a comprar (antes de importar) parte de la producción nacional y a aportar al Fondo de Reconversión Agrícola (FOCAGRO), como lo hacen ya los importadores históricos.