PATRICIOS Y PLEBEYOS En la antigua Roma la clase social de los patricios (en latín "patricii") estaba compuesta por descendientes de las treinta curias primitivas. El nombre viene de pater (padre), en referencia a que son descendientes de los primeros padres de Roma. Es el senador por excelencia y la nobleza primigenia de Roma, llamada nobleza de sangre e ilustrii o Nobiles Patritii, y por sustrato cultural la de toda Europa. En torno al emperador y a los senadores patricios se desarrollará toda la sociedad, historia de los patricios es la del Senado romano la del senador y la de la propia Roma. Constituían una nobleza fundamental y tras los escándalos de la República romana una clase aristocrática, reducida y selecta, distinguida de entre el grueso del senado por los emperadores para formar su cámara o consejo privado, que también incluiría a los Clarisimos. Con el vocablo genérico «patricio» se distinguía a los considerados superiores al resto de senadores, los Spectables y a los Clarisimos, plebeyos incorporados con la república. Gozaban de señalados privilegios y prerrogativas, Pater familias, poseían tierras y eran los preferidos a dirigir parte del ejército romano más fiel, las legiones romanas. En el primer senado, compuesto de cien senadores patricios o noventa y nueve más uno, el emperador, sólo ellos participaban del gobierno, aunque sus leyes debían ser sancionadas por el pueblo. A medida que el peso social, político y demográfico de Roma aumentaba en el Lacio, la población de la ciudad no dejaba de crecer, ni educarse, fruto de la inmigración que el nuevo polo de poder regional iba atrayendo. A este aluvión de nuevos ciudadanos se les denominó , plebeyos, en contraposición a los descendientes de los antiguos moradores de la ciudad, los patricios. Con el paso del tiempo, el peso social, demográfico y político del patriciado fue decayendo. Poco a poco se fueron viendo obligados a ceder cada vez más cuotas de poder a los plebeyos, cuyo número y poder económico y social crecía constantemente. Las tensiones larvadas entre los dos grupos fueron creciendo con el paso del tiempo, a medida que las obligaciones de patricios y plebeyos se iban igualando. Así, en algún momento entre el 560 y el 530 a.C la población de plebeyos superó a la de patricios. Asimismo, los plebeyos pronto conformaron la mayor parte de los rangos y clases del ejército romano, que hasta entonces había estado reservado a los patricios. Por fin estalló la primera crisis, la secesión plebeya del Monte Sacro, situado en la confluencia de los ríos Tiber y Anio, en el 494 a.C En ese año, siendo indispensable una leva por las necesidades de una guerra difícil contra ecuos y volscos, los hombres llamados a las armas se negaron a salir en campaña. Fue forzoso entonces para el cónsul Publio Servilio suspender temporalmente la ley en materia de procedimientos, poner en libertad a algunos encarcelados e impedir los arrestos por deudas, condiciones impuestas por los plebeyos para reincorporarse a las armas. Cumplidas estas condiciones, volvieron a las legiones y participaron en la campaña, pero el siguiente cónsul, Apio Claudio, patricio, revertió la situación, volviéndola al estado primitivo anterior a la campaña en la que los patricios tenían prioridad sobre los plebeyos. Además, con el paso de los años, los matrimonios mixtos entre plebeyos y patricios fueron admitidos. También se permitió el acceso de los plebeyos a las más altas instituciones, como el consulado (estipulándose que al menos uno de los dos cónsules debía ser plebeyo). Pese a todo, ser patricio era el estatus más alto y ambicionado de la sociedad romana. Determinados puestos, sobre todo religiosos, estaban reservados únicamente a ellos. En una sociedad tan orgullosa y elitista como la romana ser patricio, ser romano de pura cepa, era el máximo orgullo. Los patricios fueron languideciendo poco a poco. Al conformar la élite de la sociedad romana, cada vez que tenía lugar una guerra civil o una convulsión por el cambio de un emperador, sus filas eran diezmadas durante o después del conflicto por el bando vencedor (donde, indudablemente, también había patricios). Las gens (familias) más ancianas fueron desapareciendo poco a poco. Aquellas más antiguas, y que habían participado en la fundación de Roma, se desvanecieron lentamente a medida que Roma comenzaba a ser un Imperio y nuevas familias plebeyas, como los Decios, o los Sempronios iban adquiriendo posiciones de preeminencia, ocupando los espacios que las viejas familias patricias ya no eran capaces de cubrir por falta de descendientes. LIBERTOS Un liberto o liberatus es un esclavo al que de algún modo le ha sido concedida la libertad. Esta denominación se usaba para designar a los gladiadores liberados por el emperador, después de salir vencedores de grandes batallas en anfiteatros y más adelante en el gran coliseo de la Roma Imperial. Los libertos son figuras existentes en todas las sociedades esclavistas. os libertos formaban aproximadamente el 15% de la población (Antigua Roma) durante el Imperio Romano. Como necesitaban un apellido del que solían carecer, normalmente tomaban el nomen de su antiguo dueño, quien se convertía en su patrono Los esclavos podían ganar su libertad de diferentes modos. Algunos eran liberados en los testamentos de sus dueños, algunos dueños los liberaban en vida y otros esclavos eran los que compraban su libertad a sus dueños. Un esclavo podía comprar su propia libertad con sus ahorros o posesiones personales. Los libertos podían incluso poseer sus propias tierras. Pero el esclavo no quedaba totalmente libre al obtener su nueva condición de liberto, sino que mantenía unos lazos de dependencia con su antiguo amo. Esta vinculación se concretaba en 3 apartados acordados previamente: Obsequium: Significa deferencia (Amabilidad que se tiene con alguien por respeto o cortesía), y consistía en servicios de diversa índole. Opera: Son días de trabajo que realizaba el liberto, normalmente en la misma labor que efectuaba cuando era esclavo. Bona: Era un derecho de herencia sobre su patrimonio.