PRÁCTICA: EXTENSIÓN DE TERRENOS DE SECANO Y REGADÍO

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PRÁCTICA: EXTENSIÓN DE TERRENOS DE SECANO Y REGADÍO.
Nos encontramos ante un mapa temático de ciclogramas donde se muestra la extensión de las
tierras cultivadas en las provincias españolas en el año 1998, distinguiendo en cada una la
proporción que supone el secano y el regadío. Las tierras de cultivo incluyen tanto las superficies
cultivadas como las dejadas en barbecho. La fuente corresponde al Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación.
En el mapa apreciamos los siguientes contrastes en su distribución territorial:
- Las tierras de cultivo tienen escasa importancia en el litoral cantábrico peninsular, en las
provincias gallegas, en las islas Canarias, en el archipiélago balear y, en menor medida, en el
litoral mediterráneo peninsular. Las razones de este hecho son de diversos tipos.
a) En el litoral cantábrico y Galicia la escasez de tierras de cultivo está motivada por las difíciles
condiciones orográficas, donde predominan las zonas montañosas y los estrechos valles. Por este
motivo, en estas zonas predominan otros usos agrarios del suelo, como los prados y los pastos y el
terreno forestal.
- En las Islas Canarias, las tierras de cultivo se ven limitadas por la gran extensión ocupada por el
terreno volcánico abrupto y la elevada aridez de algunas islas.
- En el litoral mediterráneo peninsular y Baleares la moderada extensión de las tierras de
cultivos se debe a la importancia de los usos forestales, y al espacio que consumen otros usos del
suelo, como las industrias, los núcleos urbanos y las numerosas urbanizaciones turísticas que
bordean el litoral.
- Las tierras de cultivo tienen mayor importancia en el interior peninsular, donde existen
importantes extensiones de terreno llano y apto para el cultivo. En este área se diferencian los
valores más bajos de la submeseta norte de los más elevados de la submeseta sur y del valle del
Guadalquivir.
- En la submeseta norte, por sus condiciones orográficas, los usos agrarios forestales y ganaderos
ocupan mayor extensión, sobre todo en aquellas que el Sistema Central o Ibérico ocupan la mayor
parte de su territorio (Segovia, Ávila, Soria, etc.)
- En la submeseta sur y el valle del Guadalquivir, las grandes llanuras (Mancha, valle del
Guadalquivir etc.) permiten mayor variedad de cultivos y un aprovechamiento agrícola mayor.
El mapa muestra también el contraste existente entre la agricultura de secano y la de
regadío. La agricultura de secano cultiva vegetales utilizando exclusivamente el agua procedente
de las precipitaciones, mientras que la agricultura de regadío añade a los cultivos un aporte
adicional de agua, procedente de los embalses o de la explotación de los acuíferos.
La contraposición entre ambos tipos de agricultura apenas existe en las provincias del norte
peninsular incluidas en el área de clima oceánico, debido a la abundancia y la regularidad de las
precipitaciones a lo largo del año, que hace innecesario el regadío. En el resto de las provincias, es
claro el contraste entre el secano y el regadío.
Las provincias donde el regadío adquiere mayor importancia son las litorales y aquellas en las
cuales hay ríos importantes y buenas infraestructuras (embalses, trasvases,etc.) como:
- Valle del Ebro (Navarra, La Rioja, Zaragoza, Huesca y Lérida).
- Algunas provincias del valle del Guadalquivir, como Sevilla.
- Provincias de Ciudad Real y Toledo.
- Las provincias del litoral Mediterráneo, desde Tarragona hasta Almería, especialmente Valencia,
Alicante, Murcia y Almeria.
- La Isla de Tenerife, a pesar de su reducida extensión.
Los factores que explican la importancia de la superficie regada en estas zonas son la insuficiencia
de precipitaciones propia del clima mediterráneo o del clima subtropical de Canarias, que exige un
aporte adicional de agua a los cultivos, y el predominio de ciertos tipos de productos, como los
hortofrutícolas, que tienen en este medio unas condiciones muy favorables (temperaturas suaves y
un elevado número de horas de sol) y gozan de buenos mercados de venta en el interior y en el
exterior.
Las consecuencias de esta amplia extensión del regadío son:
- Positivas: intensificación de los cultivos y aumento destacado de la producción ( hasta 6
veces más que el secano).
- Negativas: principalmente, el excesivo lavado de los suelos que puede llevar a su
agotamiento.
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