AL CONSEJO NACIONAL DEL AGUA

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AL CONSEJO NACIONAL DEL AGUA
PEDRO GARCIA-BALIBREA MARTINEZ, vocal del Consejo Nacional del Agua,
en representación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y
Navegación, con domicilio a efectos de notificaciones en Plaza San Bartolomé
nº 3, 30004 de Murcia y con D.N.I. nº 22.213.637-F, como proceda dice:
Los miembros del Consejo Nacional del Agua han recibido durante la sesión
del día 13 de septiembre y con posterioridad los tres documentos titulados:
1.Nota sobre las propuestas se reforma de la Ley de Aguas a incluir en la
tramitación parlamentaria del Proyecto de Ley de Modificación de la Ley
10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional.
2.Memoria Ambiental comparativa entre las Actuaciones Urgentes en las
Cuencas del Mediterráneo y la Alternativa al Proyecto de Transferencias
autorizadas por el artículo 13 de la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan
Hidrológico Nacional.
3.Real Decreto Ley de Modificación de la Ley 10/2001, de 5 de julio, del
Plan Hidrológico Nacional. Memoria económica (nuevo texto 16-06-04)
Que dentro del plazo otorgado para presentar posibles alegaciones se formulan
las siguientes:
OBSERVACIONES AL DOCUMENTO 1
El primer párrafo de este Documento es el “compromiso del Gobierno a
impulsar una nueva política del agua, conforme a los criterios y normas de la
Unión Europea” que comporta, entre otras acciones, “combatir el despilfarro, la
especulación, la insuficiencia y la contaminación del agua”.
Estas magníficas intenciones, no vuelven a aparecer en el resto del
documento, donde se hacen continuas referencias a la normativa europea para
justificar las medidas que se proponen, a nuestro modo de ver, olvidando las
que resultan más necesarias en las Cuencas secas, y, a veces, en
contradicción con esos principios que tan solemnemente se declaran.
Dice el documento “no se trata de abordar en este momento..., una reforma
integral de la Ley de Aguas, que requerirá un análisis y un debate más
pausado...”. Parece que se trata, por lo tanto, de disponer una serie de
medidas dirigidas, fundamentalmente, al control de todas las aguas que se
utilizan en las Cuencas secas del Mediterráneo, y a incrementar la intervención
de la Administración en las posibles nuevas fuentes de agua, como es el caso
de la desalación.
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Principio de recuperación de costes
Aunque el documento parece dirigirse a todas las Cuencas Hidrográficas, es
evidente que de las Cuencas húmedas sobrarán los bancos públicos del agua,
y no se establecerán tarifas acordes con los costes reales de obtención y
tratamiento del agua, porque los usuarios no las pagan en la actualidad, y
porque en el propio documento ya se propone “aplicar un enfoque gradualista a
partir de la situación existente, etc., etc.”.
Por lo tanto, es evidente que el agua se va a seguir pagando en las Cuencas
secas a un precio muy superior al actual y no se va a pagar en las Cuencas
húmedas, y el propio documento ya lo prevé en el párrafo final del apartado
citado, al hablar de “régimen homogéneo y equitativo” pero “sensible” a “las
circunstancias
(usos, impacto socioeconómico y ambiental, geografía,
clima, ...)”.
En resumen, puede llegarse a una “tarifa discrecional”, eso si con invocación
permanente a la Directiva Marco, en donde no se hace referencia alguna a la
variación entre costes y rentabilidad económica. Un hecho que puede suponer
una discrecionalidad absoluta por parte de la Administración y contribuir
negativamente al desarrollo socioeconómico.
Demanialización total de las aguas desaladas
Se trata de volver a la situación legal anterior a la reforma establecida por la
Ley 46/1999, de 13 de diciembre, integrando los recursos obtenidos por
desalación, en el ciclo hidrológico, formando parte del dominio público
hidráulico a todos los efectos de la aplicación de la Ley de Aguas.
Es cierto que la regulación que ofrece los artículos 22 y 13 del Texto Refundido
de la Ley de Aguas (R.D. Legislativo 1/2001, de 20 de julio) es insuficiente y no
responde con claridad a las cuestiones que plantea el proceso administrativo
de desalación de agua del mar, y, en este aspecto, si sería conveniente
complementar la legislación.
Sin embargo, la reforma que se propone parece ir dirigida solamente a la
naturaleza jurídica del agua, haciéndola pública y eliminando, de esta forma, la
posibilidad de construir plantas privadas en las zonas donde realmente puedan
ser necesarias y económicamente rentables para algunos usos, o sea en las
Cuencas secas del Mediterráneo, donde, desde hace siglos, la iniciativa
privada ha buscado nuevas fuentes de agua y ha realizado y pagado las obras
necesarias para obtenerlas.
Se trata por lo tanto de otra contradicción más con los principios proclamados y
la permanente referencia a la Directiva Marco.
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Control de los caudales consumidos
En este apartado conviene animar al Ministerio de Medio Ambiente a que
aplique las medidas de control en todas las Cuencas, pero fundamentalmente,
donde ahora no se aplica, o sea, una vez más, en las Cuencas húmedas,
donde se produce el despilfarro que van a combatir, y donde no se cobra el
agua (con dotaciones de riego de 10.000 a 15.000 m3/Ha.).
Protección del Dominio Público Hidráulico y Calidad de las Aguas y Gestión
Sostenible del Agua
Las CC.HH. no fueron dotadas entre 1986 y 1995, de los medios necesarios
para la gestión que les encomendaba la Ley de Aguas, formulada por el propio
Gobierno de quien dependían esos organismos.
Ahora, dieciocho años después, las medidas urgentes que propone el
Ministerio parecen dirigidas, casi exclusivamente, al incremento de la
Guardería Fluvial, olvidando otros aspectos mucho más importantes como son
la gestión de las aguas subterráneas.
En este sentido el documento no tiene referencia alguna a dichas aguas ni a
los acuíferos que se encuentran en situación de sobreexplotación y de los que
depende, en las Cuencas secas, una parte importantísima de la agricultura de
mayor rentabilidad.
Pese a las continuas referencias a la Directiva Marco, se olvida lo más urgente,
desde los puntos de vista medioambiental, económico y social, como lo
reconocen los considerandos 20, 25, 28 y 31 del Preámbulo de la Directiva
Marco y artículo 4.b.
Conclusión
El olvido de las aguas subterráneas citado antes, con su importantísima
repercusión medioambiental, la arbitrariedad anunciada en la corrección de los
costes reales, basándose en la productividad del agua en cada zona, y el
intervencionismo absoluto en la actividad de desalación, cuyas repercusiones
en el urbanismo y la ordenación del territorio, invaden otras competencias
administrativas hacen pensar que el conjunto de propuestas de reforma, que
figura en el Documento 1, tienen su objetivo en las Cuencas secas del
Mediterráneo y, fundamentalmente, en la del Segura, pero no para resolver el
problema del déficit, sino para justificar la medida adoptada de derogación del
Trasvase del Ebro.
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OBSERVACIONES AL DOCUMENTO 2
Esta Memoria Comparativa, desde el punto de vista Medioambiental, de la
solución del Trasvase del Ebro, anulada por el gobierno y las Actuaciones
urgentes propuestas para paliar el déficit de las Cuencas Secas del
Mediterráneo, parten de conceptos y bases erróneas; bien por desconocimiento
de las soluciones, o bien por ocultación y tergiversación dirigida y, en cualquier
caso, incluye una cantidad importante de juicios arbitrarios, como suele ocurrir
en todas las evaluaciones de impacto ambiental.
En principio los datos de volúmenes de agua para establecer la comparación,
no son los equivalentes de ambas soluciones, sino que permanentemente se
utilizan los del Trasvase en perjuicio de éste, en cualquiera de los cálculos que
se realizan. Así, se comparan los consumos energéticos totales de los 1.050
hectómetros cúbicos del Trasvase con los correspondientes a los 621 que se
proponen por desalación.
Respecto de los impactos que pueden medirse con parámetros cuantificables,
es preciso resaltar los siguientes aspectos:
Consideraciones ambientales
En el apartado de este nombre, correspondiente a la página 5 de la
Memoria se realizan afirmaciones que pueden calificarse de graves
cuando no de gratuitas o malintencionadas. Comienza dicho epígrafe
con la afirmación de que “… no se evalúan las necesidades reales de
agua, cuestión que se considera sería acometida, en su caso, en un
contexto futuro de mayor amplitud…”. Es evidente que una afirmación
como ésta carece de sentido en estos momentos, máxime cuando los
diversos planes de Cuenca establecen adecuadamente el déficit hídrico
de las cuencas Mediterráneas.
Por otra parte sorprende enormemente la afirmación que se realiza
cuando se dice que “… hay que señalar que sorprendentemente la
opción trasvase no cuantifica pérdida alguna”. Afirmación que no solo es
falsa sino tendenciosa toda vez que basta con señalar que el consumo
energético que se imputa en la Memoria a las aguas trasvasadas es de
3,26 kwh/m3; una cantidad que el propio PHN indica que es la
correspondiente al consumo unitario referido a los 882 Hm 3 distribuidos
a los usuarios, descontado el 16% de pérdidas; de no hacerse así habría
que utilizar el consumo unitario de 2,64 kwh/m 3 que es el que habría que
aplicar a los 1.050 Hm3 trasvasados. Lo que no se hace en la Memoria
cuando se indica que el consumo energético del Trasvase es el
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resultado de multiplicar por 1.050 el consumo de 3,26 y no por 2,64
como así debería ser.
Por otra parte se afirma que “ambientalmente el solo hecho de su efecto
barrera y su afección territorial lo hacen indeseable (el trasvase)”. Frente
a esto cabe preguntarse ¿Cuál es el efecto barrera de un túnel o de una
tubería enterrada?. El acueducto Trasvase del Ebro se conectaría a las
redes de distribución ya establecidas, todas ellas en tuberías enterradas.
En cambio, con las plantas desaladoras situadas al borde del mar será
necesario establecer redes complementarias, naturalmente también
enterradas y dirigidas en sentido transversal al del acueducto. Estas
redes y con los mismos criterios que mantiene el autor de la Memoria
tendrían un efecto barrera muy superior al del Trasvase.
Ocupación territorial
Se ha medido la ocupación de las obras en el Anteproyecto de
Trasagua. ¿Dónde se ha medido la ocupación de las desaladoras?.
Dicen que es un ratio procedente de la desaladora de Alicante, en el que
solo se incluye la parcela cerrada donde se encuentra la planta. Solo se
les olvida que para distribuir el agua es necesario hacer una red, en la
que se incluyen la red de tuberías, embalses de regulación, depósitos,
impulsores, etc…
Los autores de esta Memoria deberían saber que el consumo de agua
desalada se establece de forma muy distinta a su producción continua
en la planta, sobre todo en el caso de agua para riego y por ello
necesitan embalses y depósitos de regulación y grandes tuberías para
los puntos de consumo.
Nada de esto ha sido considerado en la Memoria presentada por la Sra.
Ministra, por lo que debería devolver el documento a sus autores para
que hagan bien las comparaciones.
Se les sugiere que calculen la ocupación de las redes de distribución de
las plantas de Carboneras y Campo de Cartagena y obtengan los ratios
reales completos de la totalidad de las instalaciones.
Estos cálculos deberían ampliarlos al movimiento de tierras en donde
también encontrarían alguna sorpresa.
Finalmente y en ambos aspectos se les sugiere que valoren
económicamente las tierras ocupadas, dado que no parece a simple
vista que sean del mismo tipo de aprovechamiento los terrenos donde
van a estar situadas las plantas, sus instalaciones playeras y sus redes
de distribución y aquellas por donde discurriría el Trasvase del Ebro, que
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no ha de hacerse “anualmente”, como figura en la página 7 del
documento.
Balance energético
El consumo de 3,5 kwh/m3 en la desalación puede ser un deseo futuro.
Así no se puede hacer un balance serio, los autores de esta Memoria
deberían dar datos reales de las plantas en producción o en
construcción con los compromisos adquiridos por el constructor. Así
sabrían que el consumo total para poner el agua producida en el
depósito de planta, no baja de 4,4 kwh/m 3 en la actualidad; y a ello hay
que sumarle el consumo en la elevación.
El agua de riego en el Sureste, a donde van dirigidas estas plantas se
necesita a una cota media de 250 metros (y no 150 como se afirma en la
Memoria) y eso significa un consumo de 1 kwh/m 3. Por lo tanto, al
establecer el ratio de 4 kwh/m3 en lugar de 5,4 kwh/m3 se está haciendo
una cuenta equivocada y muy perjudicial a largo plazo, ya que la
dependencia energética de España no permite ver el futuro con claridad.
Naturalmente, todos los datos que contiene la Memoria, referidos a estos
conceptos deben modificarse si se quiere hacer una comparación real;
sobre todo en lo referente a la producción de CO2 y al coste
medioambiental de este problema.
También debería analizarse qué tipos de energía se van a consumir en
ambos casos y, en el caso del Trasvase cuánta y de qué calidad se va a
producir.
En resumen, consideramos que los parámetros cuantificables están
completamente tergiversados en la Memoria presentada.
En otro orden de cosas y en la página 8, el autor de la Memoria indica que “…
con independencia del análisis comparativo sobre el consumo energético por
metro cúbico de agua puesta a disposición de consumo, la opción de la
diversificación facilita el uso asociado de fuentes de energía renovable”.
¿Podría explicar el experto cómo se aplican las energías renovables y, en
concreto, la eólica a la que parece referirse, a la desalación?. Ni el precio de
esa energía ni la variabilidad de su producción en el tiempo permiten esa
aplicación. ¿Habrá calculado el coste del agua en cumplimiento de la Directiva
Marco en estas condiciones teóricas a las que se refiere, con paradas
intermitentes en las plantas?. ¿Habrá valorado el impacto ambiental de los
parques eólicos necesarios para mover las plantas desaladoras que produzcan
los 621 hectómetros cúbicos?. ¿Habrá calculado la superficie de suelo
necesaria?. Todos estos cálculos y valoraciones no aparecen en la Memoria
entregada, como tampoco la valoración ambiental de al situación actual de los
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acuíferos sobre explotados en el Sureste que soportan una parte importante de
la economía agraria. ¿Cómo piensa recargarlos para corregir el grave efecto
medioambiental?. ¿Con aguas desaladas?.
Finalmente es preciso hacer una consideración sobre el tema del riego con
aguas desaladas, que la Memoria no contempla, quizás por desconocimiento.
El agua de mar contiene una cantidad de boro que solo se elimina en parte en
el proceso de osmosis inversa. El boro residual, en cantidad superior a 0,5 ppm
es muy perjudicial para los agrios y contamina las tierras. La eliminación del
boro encarece de forma muy notable el proceso de desalación, por lo que es
impensable en estos momentos que puedan utilizarse en el riego los grandes
volúmenes que se requieren, dada la gran superficie de agrios existente.
Volvemos a preguntar: ¿Cómo valora ambiental y económicamente este
problema el autor de la Memoria?. Y ¿por qué no lo incluye en la
comparación?.
OTRAS PROPUESTAS
El compareciente suscribe las propuestas formuladas por el Sindicato Central
de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, así como hace suya las de la Junta
de Hacendados de la Huerta de Murcia.
Por lo expuesto,
SUPLICA que teniendo por presentado este escrito y por formalizadas las
observaciones contenidas en el precedente cuerpo de escritura sean tomadas
en consideración al redactar el informe definitivo que fundamente el proyecto
de Reforma que se pretende, y ello sin perjuicio de posterior ampliación y
valoración de otras circunstancias por la trascendencia de las mismas, y por la
carencia de tiempo para su argumentación, pues así procede y es de hacer en
justicia que pido.
Murcia, 21 de septiembre de 2004
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