Buenos Aires, 9 de agosto de 2005.- VISTO: La actuación nº 015/03, promovida por el señor Luis María Gnjec, quien denuncia a la Asociación Cooperadora del Hospital General de Agudos “Donación Francisco Santojanni”, por irregularidades en los mecanismos de suscripción de asociados. Y CONSIDERANDO QUE: El presentante declara vivir en el Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, y atenderse en el nosocomio citado. Manifiesta haberse asociado a la Asociación Cooperadora del establecimiento asistencial a través de una promotora, abonando la suma de $10.- en concepto de cuota, más un plus de $5.- para cubrir un servicio de urgencia médica (total: $15.mensuales), según se le informara. Relata que dicha promotora, al carecer en ese momento del formulario correspondiente a la emergencia médica, le hizo firmar un papel en blanco con sus datos personales, comprometiéndose a llevarle a su domicilio particular -en el lapso de una semana- la documentación definitiva. Señala que, luego de un excesivo tiempo de espera sin tener novedades, concurrió en numerosas oportunidades a la sede de la Asociación Cooperadora y luego de entrevistarse con el supuesto responsable de las promotoras, señor Caballeiro, no logró obtener el papel que firmara en blanco. Agrega que en una de esas oportunidades, tanto el mencionado señor Caballeiro como el señor Balancín -directivo de la asociación-, se negaron a recibirle una nota de reclamo. Dicha nota se acompaña a fs. 2 de la actuación. En suma, el presentante expresa su inquietud y preocupación por las implicancias que pudieran ocasionarle el papel firmado en blanco, como así también su molestia por el proceder de la Asociación Cooperadora, que estima irregular. 1 Con posterioridad, el quejoso acompañó a fs. 8 copia de la “solicitud de ingreso” a la Asociación Cooperadora Hospital Santojanni firmada por él, donde constan sus datos personales y el recibo por la suma de $15.- en “CONCEPTO DE PAGO CUOTA INSCRIPCIÓN”. En dicha solicitud se observa, además, una leyenda manuscrita que dice “CON EMERGENCIA” y una firma de la promotora interviniente (consignada como Beatriz), en cuya aclaración se lee “B. García, DNI 4.856.990”. A su vez, el presentante adjuntó copia de los volantes promocionales que se distribuyen en la entrada del hospital y en distintos sectores internos del mismo, los que se agregan a fs. 5, 6 y 7 de la actuación. A los fines de la presente actuación, resulta oportuno transcribir el texto del volante obrante a fs. 5: “Importante ATENCION PREFERENCIAL. Sr. Afiliado de la cooperadora: A partir de ahora, usted podrá beneficiarse de importantes descuentos en atención médica Privada, con profesionales de primer nivel...”. Luego se detalla: “...“Consultorios de Asistencia Médica” *Sin Esperas- ARANCELES HOSPITALARIOS-*Sin Demoras. Clínica Médica, Ginecología, Oftalmología, Pediatría, Endocrinología, Psicología, Otorrino, Nutrición Infantil, Cardiología, Deportología, Optica, Dermatología, Neurología, Nutrición, Diabetes, Flebología. Rayos X: Manos - Tórax - Pie Estudios contrastados: Mamografías Alta Complejidad LABORATORIOS: Hemograma - Eritro - Glucemia - T. Embarazo Hepatograma - Urocultivo - Colesterol - HDL – LDL ODONTOLOGÍA (Adultos y Niños): Planes Especiales por tratamiento DESCUENTOS EN FARMACIAS: Entre 20% y 30% ECOGRAFIAS CON INFORMES EN EL ACTO: *Ginecológicas *Obstétricas *Mama *Vesícula *Renales *PAP Y COLPO...”. Al pié del volante se consigna la dirección de “Acassuso 6386, Planta Alta, Cap. Fed.”, sin que se identifique entidad alguna. Por otra parte, el volante agregado a fs. 6 y 7 dice en su encabezamiento, con letras destacadas, “HOSPITAL DE AGUDOS FRANCISCO SANTOJANNI, Sr. Vecino: le informamos cuáles fueron las obras inauguradas...” y luego se enumeran alrededor de 16 obras realizadas en distintos servicios del hospital y se observan dos manuscritos que dicen “bonos s/cargo” (sic) y “Atención de socios, cajas de cooperadora de 9 a 13 hs” (sic). Seguidamente se dice: “...Hágase socio de nuestra cooperadora y usted se beneficiará con nuestros servicios. *Ecografías - *Radiologías - *Electrocardiogramas *Electroencefalogramas, (análisis de sangre y orina completos)...”; a ambos costados del impreso, se lee otros dos manuscritos que rezan 2 “porcentajes Fcias. 20%” y “s/cargo”. El volante cierra con la siguiente leyenda “...CON SU CONTRIBUCIÓN USTED AYUDARA A LOGRAR UNA MEJOR ATENCIÓN PARA NUESTRA COMUNIDAD. MUCHAS GRACIAS...”; sin que ninguna entidad se adjudique dicho volante, por lo que no queda claro si la autoría y difusión del mismo le corresponde al mismo hospital o a su cooperadora. En atención a los elementos aportados, se dispuso librar oficio a la Dirección del establecimiento sanitario, con copia de la denuncia, a los fines de brindar los informes que estimen pertinentes (fs. 4). Paralelamente, personal del Area de Derechos de Consumidores, Usuarios y Administrados de esta Defensoría del Pueblo se constituyó en la sede de la Asociación Cooperadora, ubicada dentro del nosocomio, y mantuvo una entrevista con el Presidente de la entidad quien manifestó -según surge del acta de fs. 9- que: a) la Cooperadora recauda cuotas mensuales voluntarias de distintos importes ($5.- y $10.-); b) que se contrató a una empresa denominada R.C. que provee promotores para realizar la tarea de cobro y suscripción de socios; c) que no poseen ningún tipo de emergencia médica. A su vez, se aportó un volante elaborado por la Asociación Cooperadora (fs. 10) mediante el cual se difunden los logros de la institución, y un modelo de la planilla que se utiliza como solicitud de ingreso (fs. 11). A fs. 12, luce un acta fechada el día 24 de marzo de 2003 en la que se hace constar la comparecencia espontánea ante esta Defensoría del Pueblo, de los señores Jorge Romeo Mateo y Jacinto Balasini, Presidente y Secretario, respectivamente, de la Asociación Cooperadora del Hospital General de Agudos “Donación Francisco Santojanni”, quienes entre otras cosas manifestaron que: 1) desconocen los volantes agregados a fs. 5, 6 y 7 y niegan que hayan sido publicados por la Asociación Cooperadora, aclarando que ya han tenido episodios similares que han motivado la formulación de denuncias policiales; 2) por otra parte, sí reconocen como propio el volante de fs. 10 en el que se publicitan las obras realizadas por la Asociación Cooperadora; 3) por último, se comprometieron a traer, en un lapso no mayor a cinco días, una copia del contrato que dicen haber firmado con una empresa para el gerenciamiento y suscripción de socios. Con posterioridad, se recibió respuesta al oficio librado, en la cual las autoridades de la Asociación Cooperadora señalan que “...realizada una meticulosa investigación de los episodios, no se han encontrado antecedentes que indiquen las anormalidades que fueran mencionadas...” (fs. 20). Por otra parte, y atento a nuevos datos aportados por el denunciante, se dispuso citar a la presunta promotora para su comparendo ante esta Defensoría del Pueblo, resultando 3 infructuosa la notificación tal como consta en la cédula de notificación de fs. 27. Luego de transcurrido un prudencial lapso y habida cuenta que los directivos de la cooperadora no cumplieron con el compromiso de proporcionar copia del contrato que dicen haber suscripto con la firma R.C., se libró oficio a la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, solicitando: “...1. Informe si esa Secretaria tiene conocimiento que la citada Asociación haya contratado a una empresa gerenciadora que, a través de promotoras/res, se encarga de suscribir socios. 2. En su caso, remita copia del contrato o convenio respectivo y, si lo hubiera, el acto administrativo por el cual esa Secretaria autorizó, refrendó o convalidó tal instrumento. 3. Informe si se ejerce algún tipo de control respecto a la tarea que desarrollan las promotoras de dicha cooperadora hospitalaria. 4. Informe si esa Secretaria ha recibido denuncias respecto a esta cuestión, y en su caso, qué medidas se dispusieron. 5. Toda otra información que crea conveniente suministrar sobre la cuestión planteada...”. Atento la falta de respuesta en término, se realizaron gestiones telefónicas ante distintos funcionarios de la Secretaría de Salud, donde sólo se pudo establecer que el pedido de informes estaba en trámite en la Dirección General Atención Integral de la Salud, aunque se anticipó extraoficialmente que se desconocía la existencia de cualquier convenio de gerenciamiento en la suscripción de socios (fs. 30). Por último, se reiteró el pedido de informes mediante correo electrónico de fecha 19 de enero de 2004 dirigido a la antedicha Dirección General, sin que hasta la fecha se produjera contestación efectiva. Atento el estado de la presente actuación, el tiempo transcurrido y las constancias obrantes en estos actuados, corresponde emitir pronunciamiento. Preliminarmente, conviene apuntar que esta Defensoría del Pueblo ya se pronunció en diversas oportunidades respecto del irregular funcionamiento que se hubo detectado en algunas cooperadoras hospitalarias que desarrollan su actividad en el ámbito de los hospitales públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En particular, se alertó sobre la indebida práctica de requerir sumas dinerarias bajo la modalidad de “bonos contribución” o “bonos de colaboración”, como condición previa al otorgamiento de turnos o a la realización de estudios y/o tratamientos médicos, en franca violación a todas las normas que garantizan el acceso gratuito a los servicios públicos de salud. En el caso bajo análisis, no obstante la comparecencia espontánea de las autoridades de la cooperadora y las 4 negativas genéricas por ellos expresadas respecto de los hechos denunciados contra la entidad, corresponde remarcar que pese al compromiso asumido, no se remitió copia del contrato que se habría firmado con la denominada empresa R.C. a los fines de gerenciar la suscripción de socios. Del mismo modo, se advierte una excesiva demora por parte de la Secretaría de Salud en proporcionar la información que en el mismo sentido se le requiriera, a pesar de las distintas vías intentadas. Todo ello, importa una injustificada inobservancia de lo normado en el art. 32 de la Ley nº 3 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en cuanto establece el deber de los organismos y dependencias publicas -y aún de los particulares- de prestar colaboración con carácter preferente a esta Defensoría del Pueblo.1 Más allá de ello, las circunstancias acreditadas en el marco de esta actuación merecen algunas apreciaciones críticas. La presunta existencia de promotores/as contratados/as por la entidad cooperadora que con el objetivo de captar nuevos socios estarían promoviendo beneficios o prestaciones preferenciales para aquellos que abonan una cuota mensual usufructuando las instalaciones del hospital público, hace presumir que la cooperadora ha organizado una suerte de “sistema prepago” dentro del hospital público. Tal proceder importa una práctica abusiva e indebida que, al margen de desnaturalizar el objeto de la asociación cooperadora, resulta violatoria de todo el ordenamiento jurídico-constitucional. En efecto, no puede soslayarse que la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza a todos los habitantes sin excepción, el derecho a la salud integral, previsión que incluye la obligación estatal de asegurar, gratuitamente, las acciones colectivas e individuales de promoción, protección, prevención, atención y rehabilitación, con criterio de accesibilidad, equidad, integralidad, solidaridad, universalidad y oportunidad,2 dejando en claro que por gratuidad debe entenderse “que las personas quedan eximidas de cualquier forma de pago directo”. Ello así, como una consecuencia lógica y razonada de los tratados y declaraciones universales de derechos humanos -que gozan de jerarquía constitucional con motivo de la reforma de 1994- los que en su gran mayoría establecen la obligación de los Estados de garantizar el derecho a la salud integral como un derecho fundamental de las 1 Art. 32º - Todos los organismos, los entes y sus agentes contemplados en el artículo 2, y los particulares, están obligados a prestar colaboración, con carácter preferente, a la Defensoría del Pueblo en sus investigaciones e inspecciones. En ningún caso puede impedirse u obstaculizarse la presentación de una queja o el desarrollo de una investigación. Art. 33º - El incumplimiento de lo prescrito en el artículo anterior por parte de un empleado o funcionario público, es causal de mal desempeño y falta grave, quedando habilitado el Defensor o Defensora del Pueblo para propiciar la sanción administrativa pertinente, sin perjuicio de las acciones penales que puedan corresponder. 2 Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Art. 20º. 5 personas, tendiente a lograr el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social de sus habitantes. En idéntico sentido se pronuncia la Ley Básica de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Ley nº 153) cuando al reglamentar los preceptos constitucionales establece que “La gratuidad de las acciones de salud, entendida como la exención de cualquier forma de pago directo en el área estatal...” (art. 3º inc. g) y dentro de la enumeración -no taxativa- de los derechos que le asisten a las personas en su relación con el sistema de salud y con los servicios de atención, se contempla: “La inexistencia de discriminación de orden económico, cultural, social, religioso, racial, de sexo, ideológico, político, sindical, moral, de enfermedad, de género o de cualquier otro orden (art. 4º inc. b); ... Inexistencia de interferencias o condicionamientos ajenos a la relación entre el profesional y el paciente en la atención e información que reciba (art. 4º inc. e); ... Simplicidad y rapidez en turnos y trámites y respeto de turnos y prácticas (Art. 4º inc. i); ... Acceso a vías de reclamo, quejas, sugerencias y propuestas habilitadas en el servicio en que se asiste y en instancias superiores (Art. 4º inc. m); ... En caso de urgencia, a recibir los primeros auxilios en el efector más cercano, perteneciente a cualquiera de los subsectores (art. 4º inc. o)”. Y es la Secretaría de Salud, en su carácter de autoridad de aplicación, quien debe garantizar, en el subsector estatal, todos los derechos enunciados (art. 5). Por otra parte, viene al caso recordar que las asociaciones cooperadoras fueron originalmente concebidas como agrupaciones de vecinos que se nuclean voluntariamente para colaborar -en forma desinteresada- con aquellos organismos públicos que tienen a su cargo la prestación de servicios básicos para la población (por ej. hospitales, escuelas, o bibliotecas públicas). Se procura que tales asociaciones coadyuven al mejor funcionamiento del organismo y con ello, mejorar la calidad en la prestación de los servicios. Se trata, en suma, de asociaciones civiles que no persiguen fines lucrativos sino que, por el contrario, deben estar guiadas por un espíritu altruista, un cometido de solidaridad social, que al mismo tiempo implica una forma de propiciar la participación y el control de los vecinos en la gestión de la cosa pública. La Constitución porteña, al fijar los lineamientos básicos que deberá contemplar la Ley Básica de Salud de la Ciudad, estableció la expresa prohibición “...de ceder los recursos de los servicios públicos de salud a entidades privadas con o sin fines de lucro, bajo ninguna forma de contratación que lesione los intereses del sector, ni delegarse en las mismas las tareas de planificación o evaluación de los programas de salud que en él se desarrollen” (art. 21 inc. 13 C.C.A.B.A.). La Ley nº 153 no hace ninguna mención expresa a la actividad o conformación de cooperadoras hospitalarias 6 dentro de los efectores del sistema público de salud, sin perjuicio de lo cual en su texto aparecen numerosas disposiciones que promueven fórmulas de participación y control de la comunidad3. De resultas, que el marco normativo que regula la creación y funcionamiento de las asociaciones cooperadoras de establecimientos municipales en general, sigue siendo el que fuera establecido mediante Ordenanza nº 35.514 (B.M. nº 16.208 Publ. 6/2/980 y sus modificatorias), reglamentada por Resolución nº 560/986 (B.M. nº 17.923 Publ. 1/12/986), y en el caso específico de las cooperadoras hospitalarias, las Disposiciones de la Resolución nº 260/SS/992 (B.M. nº 19.272 Publ. 27/4/992) dictada por la Secretaría de Salud, mediante la cual se aprobó el Reglamento para el funcionamiento de las Asociaciones Cooperadoras de los Establecimientos Asistenciales (hospitales y centros de salud). A los fines de la presente actuación, interesa destacar que la ordenanza citada estipula que el instrumento constitutivo de la entidad cooperadora deberá contener, entre otros requisitos, una clara expresión de los fines que persigue la entidad, que consistirán principalmente en: 1º Colaborar con el respectivo Instituto Municipal en la consecución de sus objetivos; 2º Interpretar y expresar las aspiraciones de la comunidad ante las autoridades del Instituto, para obtención del máximo bienestar de los usuarios; 3º Ser vehículo transmisor ante la comunidad de las necesidades, requerimientos y actividades desarrolladas por el Instituto Municipal; 4º Captar fondos para posibilitar el logro de sus objetivos (artículo 6º inciso c). En cuanto a este último punto, en el capítulo dedicado a los derechos y obligaciones de la asociación, se establecen las modalidades por las cuales la entidad puede obtener recursos para el cumplimiento de sus fines, a saber: “Artículo 11º. ...a) Cuotas de los asociados; b) Contribuciones voluntarias que no condicionen la prestación del servicio por parte del Instituto Municipal; c) Donaciones, herencias y legados; d) Del producido de festivales, beneficios, colectas o rifas autorizadas; e) De la explotación o enajenación de sus bienes; f) De las subvenciones que se le acuerden; g) De la explotación de las concesiones que pudiere otorgarle la autoridad Municipal”. Empero, en el art. 13 del mismo capítulo, se establece una clara delimitación al accionar de la entidad en cuanto se especifica que “la Asociación Cooperadora no tendrá ninguna 3 Como por ejemplo, en el artículo 3º cuando entre los principios que sustentan la garantía del derecho a la salud integral menciona “La participación de la población en los niveles de decisión, acción y control, como medio para promover, potenciar y fortalecer las capacidades de la comunidad con respecto a su vida y su desarrollo (inc. c); o en el artículo 9º que al crear el Consejo General de Salud, como organismo de carácter consultivo y de asesoramiento para el debate y propuesta de los grandes lineamientos en políticas de salud, le encomienda arbitrar los mecanismos para la interacción de los tres subsectores integrantes del sistema de salud, y para la consulta y participación de las organizaciones vinculadas a la problemática sanitaria; o también cuando establece entre las funciones de la Secretaría de Salud, como Autoridad de Aplicación, “La promoción e impulso de la participación de la comunidad...” (art. 12 inc. u). 7 injerencia en la organización y funcionamiento del organismo con el que colabora, no pudiendo exigir prerrogativas de ninguna especie”. En consecuencia, lo que se quiere poner de relieve es que si bien no les está vedado a las cooperadoras hospitalarias, en tanto personas jurídicas sin fines de lucro, captar fondos o cobrar cuotas sociales, tal actividad no puede organizarse sobre la base de promocionar o asegurar a quienes se asocien, determinados beneficios o prerrogativas en la atención que se brinda en los servicios del hospital público, pues va de suyo que dichos servicios y sus instalaciones por ser públicas, pertenecen al conjunto social y su acceso debe garantizarse irrestrictamente a todas las personas que allí acuden. Ello, tal como hemos visto, surge con meridiana claridad de las normas y disposiciones de la citada ordenanza y de las resoluciones dictadas en consecuencia, y aún cuando resulte necesario una nueva legislación que adecue la organización y funcionamiento de las asociaciones cooperadoras de establecimientos públicos de salud, la normativa en vigencia debe ser aplicada, interpretada, ajustada y armonizada a la luz de los principios constitucionales y de los preceptos de la Ley Básica de Salud. Por lo dicho, y a tenor de las facultades indelegables de contralor y fiscalización que tiene la Secretaría de Salud, así como la responsabilidad primaria que le cabe a la Dirección del Hospital General de Agudos “Donación Francisco Santojanni” respecto de lo que acontece dentro de sus instalaciones, resulta atinado solicitarles se dispongan medidas investigativas respecto de la Asociación Cooperadora de dicho nosocomio a los efectos de hacer cesar cualquier práctica que implique un arancelamiento encubierto de los servicios públicos de salud o una desviación en la actividad que dicha entidad desarrolla, en orden a evitar que se lesionen los principios de gratuidad, accesibilidad y equidad, garantizados en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. POR TODO ELLO: LA DEFENSORIA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES RESUELVE: 1) Solicitar al señor Secretario de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para que en el marco de sus facultades legales disponga las medidas de control y fiscalización respecto de la Asociación Cooperadora del Hospital General de Agudos “Donación Francisco Santojanni” a fin de verificar el correcto funcionamiento de esa entidad y, en su caso, hacer cesar toda práctica que de algún 8 modo implique una violación del derecho integral a la salud garantizado en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Ley Básica de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debiendo informar a esta Defensoría del Pueblo las acciones dispuestas. 2) Solicitar al señor Director del Hospital General de Agudos “Donación Francisco Santojanni” que arbitre las medidas adecuadas para supervisar el correcto funcionamiento de la Asociación Cooperadora de ese establecimiento y, en su caso, eliminar toda práctica de dicha entidad que de algún modo restrinja u obstaculice la prestación de los servicios hospitalarios en condiciones de gratuidad, accesibilidad y equidad para todos los concurrentes al nosocomio. 3) Poner en conocimiento de la presente Resolución a la Comisión de Salud de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a sus efectos, con copia íntegra y fiel de los presentes actuados. 4) Fijar en 30 días el plazo previsto en el art. 36 de la Ley nº 3 de la Ciudad de Buenos Aires.4 5) Notificar al presentante, reservar en el Área para su seguimiento, registrar y oportunamente archivar. Código 442 ND/AG DC gv/D/LDS RESOLUCION Nº 2462/05 4 Ley nº 3, art. 36º: Con motivo de sus investigaciones, el Defensor o Defensora del Pueblo puede formular advertencias, recomendaciones, recordatorios de los deberes de los funcionarios, y propuestas para la adopción de nuevas medidas. Las recomendaciones no son vinculantes, pero si dentro del plazo fijado la autoridad administrativa afectada no produce una medida adecuada, o no informa de las razones que estime para no adoptarla, el Defensor o Defensora del Pueblo puede poner en conocimiento del ministro o secretario del área, o de la máxima autoridad de la entidad involucrada, los antecedentes del asunto y las recomendaciones propuestas. Si tampoco así obtiene una justificación adecuada, debe incluir tal asunto en su informe anual o especial a la Legislatura, con mención de los nombres de las autoridades o funcionarios que hayan adoptado tal actitud. 9