Prof. Nikolaus Schöch: LA EXPULSIÓN DEL ESTADO CLERICAL POR RESCRIPTO DE LA SANTA SEDE 1. LA DISPENSA POR FALTA DE LIBERTAD O DE IDONEIDAD (ART. 2 DE LAS NORMAS DEL 1980) El artículo 2 de las Normas sustanciales considera los casos en los que, aunque la ordenación fue válida, se dieron motivos que justifican una petición de dispensa de las obligaciones que conlleva la ordenación, ya que nunca debieron ser ordenados: La Santa Sede concede la dispensa del celibato sacerdotal, por causales anteriores a la ordenación sacerdotal que viciaron la aceptación de las obligaciones sacerdotales por carecer de la debida libertad y responsabilidad (por miedo grave o por insuficiente discreción de juicio) o de idoneidad (por grave defecto físico o moral). DOCUMENTOS RECIENTES PARA VALORIZAR LA FALTA DE IDONEIDAD DEL ALUMNO RESPECTVAMENTE DEL ORADOR: Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Carta circular Entre las más delicadas a los Excmos. y Revmos. Señores Obispos diocesanos y demás Ordinarios canónicamente facultados para llamar a las Sagradas Órdenes, sobre Los escrutinios acerca de la idoneidad de los candidatos (10 de noviembre de 1997): Notitiœ 33 (1997), pp. 495-506. Congregación para la Educación Católica, Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al Seminario y a las Órdenes sagradas (4 de noviembre de 2005): AAS 97 (2005), 1007-1013. Congregación para la Educación Católica, Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio, 29 de junio de 2008, in: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_ doc_20080628_orientamenti_sp.html En varios procedimientos de dimisión se nota la falta de los documentos a cerca de los escrutinios. Son cinco los momentos del camino de la formación sacerdotal en los cuales deberá observarse la existencia de los escrutinios: admisión a las Sagradas Órdenes; recepción de los ministerios sagrados del lectorado y acolitado; ordenación de diácono y de presbítero. Como lo mandado por la ley universal es la existencia de un "tiempo" conveniente entre ambos ministerios y, entre el acolitado y el diaconado, de 6 meses, la lógica indica que deberá confeccionarse un escrutinio cada vez que el candidato reciba el ministerio por separado. EL JUICIO EQUIVOCADO DEL RECTOR O DEL SUPERIOR: El Superior competente para recibir al candidato para los ministerios y las sagradas ordenes debe tener certeza moral sobre su idoneidad. En la legislación se habla sobre que esa idoneidad sea probada "de manera positiva" "mediante la investigación realizada según derecho. Es decir que la idoneidad del candidato ha de ser probada con argumentos positivos, no basta que no conste nada en contra. La dimisión de lo estado clerical y la dispensa del celibato pone fina a una situación posiblemente escandalosa y siempre dolorosa. Porque podría suceder que el dispensado sea víctima de la falta del cumplimiento de los deberes por parte de quienes son responsables de su formación y de su admisión a las Sagradas Ordenes. Si los superiores del seminario, o del noviciado, o el Obispo mismo, o los superiores mayores, no fueron capaces de valorar prudente y suficientemente la idoneidad del candidato en el momento oportuno, podría cometerse una grave injusticia sin retorno. La falta de una posible valoración, además de la inadvertencia siempre posible, podría estar basada en que los responsables de la formación no hayan utilizado los medios que la legislación vigente pone a su alcance, incluso con conveniente ayuda de los peritos o no hayan sido ellos mismos suficientemente cualificados para ese oficio como pide la Iglesia. No pocas veces, en los procesos referentes a la pérdida del estado clerical y dispensa de celibato, se encuentra el Instructor con la carencia de escrutinios o con escrutinios realizados deficientemente. En algunos casos las irregularidades cometidas por los formadores han sido notorias y graves. La ausencia del debido conocimiento de las personas puede hacer propicio, en ciertos casos, el defecto de libertad o de responsabilidad al candidato para recibir las Sagradas Ordenes. La falta de culpabilidad de los superiores no exime en cambio de la responsabilidad de los mismos. LA DISPENSA POR IRREVERSIBILIDAD (ART. 3 DE LAS NORMAS DEL 1980) Art. 3: "Excepto en caso de inminente peligro de muerte, no se concede la dispensa por causas originadas después de la ordenación sacerdotal, a menos que se trate de sacerdotes que desde muchos años atrás abandonaron las obligaciones propias de la vida sacerdotal, sin esperanza alguna de reasumirlas, y que piden la dispensa con sincero y franco arrepentimiento. LA DISPENSA DE SACERDOTES BAJO LOS CUARENTA AÑOS DE EDAD La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos envió en 1997 una circular1 a los Ordinarios diocesanos y a los Superiores generales de los IVC y SVA exponiendo algunas normas sobre la dispensa para sacerdotes de edad inferior a 40 años, la dispensa para sacerdotes en peligro de muerte y la dispensa del impedimento dirimente para acceder a nuevo matrimonio, permaneciendo en el ministerio, por parte de diáconos permanentes viudos. Los jóvenes sacerdotes necesitan motivos de urgencia o excepcionalidad para recibir la gracia. Solicitudes rechazadas por la Congregación pueden ser presentadas otra vez con nuevos datos, por ejemplo, porqué el caso si hizo irreversible por el pasaje del tiempo. El ordinario debe enviar informaciones actualizadas acerca del caso. DOCUMENTOS NECESARIOS PARA INSTRUIR UNA CAUSA DE DISPENSA DE LAS OBLIGACIONES CONTRAÍDAS CON LA ORDENACIÓN SACERDOTAL Tal Ordinario es competente para realizar el interrogatorio previsto en las Normas 2, preparar CCDDS, Carta circular Ce dicastére, 6 jun. 1997, en EV, 16, n. 550-559, 448- 453 Volvemos a encontrarnos con el tema de la incardinación del miembro clérigo expulsado, ya tratada en el punto 3.1 de este capítulo, y de quién es el Ordinario com-petente. En caso de dificultad para el clérigo puede aplicarse el artículo 2 de las Nor-mas Ordinarius competens, que prevén «Si impossibile sit causam apud propium Or-dinarium instruere, potest 1 2 la documentación requerida3 y transmitirla al Dicasterio en triple copia. PROROGA DE COMPETENCIA PARA OTRO ORDINARIO SI EL ORDINARIO COMPETENTE NO PUEDE O NO QUIERE INSTRUIR LA CAUSA: art. 2 de las normas procesales del 1980: Si impossibile sit causam apud proprium Ordinarium instruere, potest rogari Ordinarius loci in quo hahitualiter degit orator, ut causam instruat: exproportionata vero causa Sacra Congregatio pro Dottrina Fidei delegare potestatem alium Ordinarium. 1. Carta del sacerdote interesado, dirigida, con espíritu de humildad y penitencia al Santo Padre, con una síntesis de los motivos principales que lo han llevado a la defección y las razones que no le permiten volver sobre sus propios pasos para superar la crisis y reemprender el ministerio. La súplica deberá ser firmada de propia mano por el interesado. 2. Un curriculum vitae del sacerdote en el que, junto a los momentos y fechas más significativas de su vida, de su formación y del ministerio, se tomen, expliquen y motiven más profundamente y con todo detalle las razones de su crisis y de su defección, y se pongan en evidencia los motivos que la llevan a considerar irreversible. 3. Un documento donde se resumen todos los tentativos pastorales llevados a cabo por el Ordinario diocesano o por el Superior Mayor, para hacer desistir el interesado de su intención de presentar la súplica de dispensa y las ayudas que se le han prestado para poder superar la crisis, volver al camino recto y reemprender la actividad ministerial. 4. Un documento en el que se haga presente que el interesado, definitivamente decidido a abandonar el sacerdocio, ha sido suspendido del ejercicio del Orden – evitando toda posibilidad de escándalo y salvando su reputación – desde el momento en que ha presentado al Ordinario y este la ha acogido la súplica de dispensa. 5. El decreto de nombramiento del Juez Instructor de la causa y del Notario con la obligación de atenerse a las Normas sustanciales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del 14 de octubre de 1980 (AAS, LXXII (1980), pp. 1132-1137). 6. El interrogatorio del interesado hecho por el Instructor en presencia del Notario y habiéndose pronunciado el juramento de decir la verdad, con preguntas preparadas y pertinentes, sobre todo relativas al período de formación precedente a la Ordenación y con una investigación más profunda de cuanto se refiere, de forma particular, a las razones aducidas e indicadas en el curriculum como motivos de la crisis, de la defección y de la irreversibilidad de la misma. rogari Ordinarius loci in quo habitualiter degit orator, ut causam instruat: ex proportionata vero causa Sacra Congregatio pro Doctrina Fidei [ahora sería la CCDDS] delegare potest etiam alium Ordinarium» (CDF, Normas Ordinarius competens, 2, AAS 72 [1980] 1136). 3 Puede encontrarse, en diversas lenguas, una relación de los documentos necesa-rios en el caso de un presbítero, un modelo de interrogatorio del interesado y de los testigos y una hoja de instrucciones para el caso de un diácono en CCDDS, Collecta-nea documentorum, 185-209. 7. El interrogatorio o declaración de los testigos, ya sean indicados por el interesado, que los escogidos por el Instructor: padres y familiares del sacerdote; Superiores y condiscípulos del período de su formación; Superiores y compañeros del momento presente, etc. 8. Posibles pericias médicas, psicológicas, psiquiátricas o psicoanalíticas ya sean del período de su formación o actuales. 9. Copia de los escrutinios precedentes a las Ordenaciones y otros documentos relativos al interesado que se puedan encontrar en los Archivos de las casas de formación. 10. Voto personal-reasuntivo del Instructor sobre la causa y sobre la oportunidad o la utilidad o no de la concesión de la dispensa, teniendo cuenta las motivaciones presentadas en la instrucción del proceso y el bien personal del interesado, pero sobre todo el bien de la Iglesia y de la Diócesis o del Instituto Religioso y de las almas que le fueron confiadas durante su ministerio pastoral. 11. Voto personal del Obispo o del Superior Mayor que han promovido la instrucción de la causa, ya sea sobre la misma a través de la lectura de las Actas recibidas del Instructor, ya sea sobre la posibilidad o sobre la oportunidad de la concesión de la dispensa y sobre la ausencia de escándalo en caso que se conceda la misma. 12. Voto personal sobre la ausencia de escándalo de parte del Ordinario del lugar donde, de hecho, el interesado vive desde que abandonó el ministerio. 13. Copia autenticada del posible matrimonio civil o de la posible declaración de nulidad o de divorcio ya sea con respecto a la mujer o al interesado. N.B. Las Actas, recogidas y encuadernadas de forma ordenada y numeradas, deberán ser autenticadas por el Notario y enviadas, en tres copias, a la Congregación para el Clero y no deberán contener manuscritos ilegibles, los cuales, si son de alguna importancia, deberán ser transcritos a máquina. Lo mismo vale respecto a la ilegibilidad de las fotocopias.