1. LA INTELIGENCIA A pesar de que el estudio de las actividades del pensamiento relacione de esta forma las actividades llamadas inteligentes y muestre, por lo tanto, la relación entre la inteligencia y el pensamiento, no por ello queda definido qué sea la inteligencia. Ordinariamente inteligencia y pensamiento se consideran dos nombres para una misma realidad. Desde la psicología diferencial, la inteligencia se entiende como una capacidad individual que es medible y muestra las posibilidades que un determinado individuo tiene para resolver problemas, es decir, para pensar. De esta forma se ha producido un abandono de los intentos de definir lo que sea la inteligencia en cuanto tal para limitarse a su estudio operativo. Históricamente tres han sido los modelos que se han seguido en el análisis de la inteligencia: • Una teoría unitaria, que entendía la inteligencia como una capacidad para lo abstracto. • Un estudio factorial de la inteligencia, que trata de describir cuáles son los factores que influyen en ella. • Una teoría que entendía la inteligencia como algo que se desarrolla, llamada teoría diferencial. La definición esencial de la inteligencia es una tarea tan laboriosa como inútil. Los psicólogos, aunque ignoran en qué consiste exactamente el pensamiento humano, son capaces de explicar en alguna medida su funcionamiento, lo que conduce a definiciones operativas, mucho más fructíferas. 1.1. TEORÍA UNITARIA DE LA INTELIGENCIA. La teoría unitaria de la inteligencia es algo que pertenece tanto a los animales como a los hombres. Está ligada a factores de desarrollo orgánico, desarrollo del sistema nervioso y del cerebro. Sus funciones van desde la mera reorganización de la percepción hasta comprender relaciones, usar conceptos abstractos y símbolos, lo que se manifiesta en la resolución de problemas o diseño de nuevas respuestas. Se suele considerar, desde esta perspectiva, que consiste o al menos está relacionado con una adaptación que se define por el rendimiento, es decir, por la eficacia que alcance. Hay dos formas fundamentales de esta adaptación: por medio del pensamiento, que aparece como una forma de adaptarse a una situación nueva, o por medio del aprendizaje y la utilización de lo aprendido, que capacita para adaptarse a las nuevas situaciones y resolver nuevos problemas. Sin embargo, hay otras interpretaciones que la consideran unida al procesamiento de irformación. En todos los casos lo que resalta es que muestra la capacidad de independenca frente al medio, dependiendo del nivel de desarrollo evolutivo. 1.2. TEORÍA FACTORIAL DE LA INTELIGENCIA Esta teoría parte de entender que la inteligencia está constituida por una serie de capacidades, factores, que posibilita sus operaciones. El desarrollo de éstos puede ser diferente debido a las condiciones individuales o sociológicas. Esta teoría ha ido admitiendo progresivamente un número mayor de factores para tratar de definir la inteligencia. Partiendo, en los inicios, de dos factores fundamentales, fg y fe, factor general y factor específico respectivamente, el primero de los cuales mediría la inteligencia necesaria para resolver cualquier problema y el segundo la inteligencia para una determinada tarea, se ha pasado de admitir una pluralidad de factores. Hoy se considera que se han identificado unos doscientos. 1 Estos numerosos factores se agrupan en seis campos distintos, que son: verbal (fv y fw), numérico (fn), espacial (fs), inteligencia formal (fr, fd, fi), memoria (fm), perceptivo y psicomotor. (Las siglas se refieren a los factores más comunes). 1.2.1. MEDICIÓN DE FACTORES. La medida de los diversos factores daría lugar al conocimiento de cómo funcionan las estructuras fundamentales de la actividad mental. La correlación entre todos ellos estaría relacionada con el factor general. La correlación entre algunos de estos factores descubriría la mayor capacidad para una determinada tarea, es decir, el conocimiento de lo que se llama factor específico. LOS TESTS. Un test consiste básicamente en una prueba que pretende estudiar capacidades relacionadas con la inteligencia. Fue Francis Galton el que introdujo el término en las ciencias humanas en 1869. Lo aplicó Alfred Binet para medir la inteligencia a partir de 1904 y posteriormente, para diagnósticos clínicos, fue empleado por Carl Jung y Hermann Rorschach entre 1904 y 1921. A partir de 1917 se había extendido ya su uso con fines pedagógicos. Los tests se componen de un conjunto de pruebas, preguntas o tareas que se han de realizar, sometidas a control en cuanto a las condiciones de aplicación, dependiendo de lo que se quiera analizar. Normalmente su aplicación se realiza acudiendo a diversos tipos de test formando lo que se una "batería", a fin de que se complementen no dando lugar a desviaciones de interpretación. Tienen aplicación en los ámbitos escolar, clínico e industrial, sea para detectar fallos de aprendizaje o de adaptación o estados patológicos, sea para comprobarcapacidades para determinados puestos de trabajo. Pueden ser clasificados en test de inteligencia general (test de dominós), de aptitudes y personalidad (rasgos de personalidad, test Rorschach) y pedagógicos y de rendimiento (exámenes de método de trabajo). La medición de estas diversas capacidades se obtiene por medio de los tests. Fue Alfred Binet el primero que estableció un intento serio de medición de la inteligencia a partir de pruebas basadas en la idea de que, a una determinada edad, las personas tienen capacidad de resolver un tipo concreto de problemas. Esta idea le llevó a distinguir entre edad mental (E.M) y edad cronológica (E.C), siendo ésta la edad medida desde el nacimiento y aquélla la correspondiente a la capacidad mostrada al resolver determinados problemas. 1.2.2. COCIENTE INTELECTUAL. La inteligencia de un individuo concreto vendría dada por el cociente entre la edad mental (E.M) −obtenida por los tests− y la edad cronológica (E.C), multiplicado por cien. El resultado se llama cociente intelectual (C.I) y se expresa en percentiles, es decir, el lugar que ocupa un determinado sujeto respecto a otros cien de la misma edad cronológica. El pleno acuerdo entre edad mental y cronológica daría cien y las desviaciones por arriba o por abajo mostrarían desacuerdos en el desarrollo de los individuos, considerándose que por debajo de unos determinados límites quedarían los sujetos clasificados como deficientes, (C.I < de 70), o superdotados (C.I. > de 120). Conviene señalar, sin embargo, que muchas veces estas medidas dependen de las condiciones de aplicación de los tests y de su correcto diseño y adaptación a la cultura de los sujetos sometidos a estudio. 2 La fórmula del cociente intelectual es la siguiente : C.I = E.M. / E.C. * 100 • TEORÍA DIFERENCIAL DE LA INTELIGENCIA Es ta teoría, cuyo mayor representante era Jean Piaget (1896− 1980) y la llamada escuela de Ginebra, sigue estando vigente ya que sus ideas han sido la base de la psicología cognitiva. Tiene como punto de partida tres presupuestos fundamentales : • El primero afirma que la inteligencia se desarrolla por tanto, para su conocimiento y estudio se deben tener en cuenta todas las etapas. • Según el segundo presupuesto, el desarrollo de la inteligencia corre parejo al descubrimiento de las leyes de la lógica. • El tercer presupuesto afirma que dicho desarrollo está impulsado por las relaciones con el mundo físico, como una función de adptación al medio. De estos tres principios, el último tiene una especial importancia. Así dice Jean Piaget que la inteligencia es una adaptación. Para captar su relación con la vida en general es necesario, por tanto, establecer con precisión las relaciones existentes entre el organismo y el medio. Las relaciones a las que se refiere consisten fundamentalmente en el modo en el que las nuevas experiencias se adaptan a la experiencia del sujeto. Sólo las experiencias que puedan acoplarse a las ya existentes servirán para remodelar la experiencia permitiendo nuevas adaptaciones. Por ello la inteligencia es un proceso de adaptación en desarrollo o, como dice el mismo Piaget, la inteligencia es asimilación en la medida en que incorpora todos los datos de la experiencia dentro de su marco y en esto consiste su función adaptadora. 1.3.1. PRINCIPIOS DE LA ADAPTACIÓN− ASIMILACIÓN. Esta función de adaptación− asimilación no es un proceso aleatorio, sino que está regido por los cuatro princios siguientes : Organización Los elementos de la vida mental se integran progresivamente en esquemas totalizadores, dando lugar cada vez a esquemas más complejos. 3 Equilibrio Las perturbaciones a que está sometido el sistema de esquemas son compensados por acciones del sujeto que dan lugar a la adaptación por medio de asimilación y acomodación. Asimilación Lo que aceptamos y tomamos del mundo exterior es aquello que tiene sentido, y esto quiere decir que es compatiblecon lo que ya se posee. Acomodación Supone la ampliación o modificación de los sistemas o esquemas que se poseen para asimilar los nuevos datos que no entran en los esquemas existentes. • ETAPAS DEL PROCESO DE ADAPTACIÓN DE LA INTELIGENCIA. Estos cuatro principios muestran que el proceso de adaptación de la inteligencia es un proceso dinámico por el que se pretende mantener siempre el equilibrio de individuo. De esta forma la inteligencia se desarrolla por un progresivo crear nuevos esquemas, nuevas formas complejas y una constante adaptación de esats formas al medio. Este desarrollo sólo es posible por un acuerdo entre los aspectos biológicos y los mentales. Se entiende que el desarrollo psíquico, que se inicia al nacer y concluye en la edad adulta, es comparable al crecimiento orgánico : al igual que este último, consiste esencialmente en una marcha hacia el equilibrio. El proceso se entiende distribuido a lo largo de cuatro etapas de maduración individual sucesivas : Etapa senso−motora o inteligencia práctica. Se desarrolla desde el nacimiento hasta los dos años. Su característica principal es el alto grado de desarrollo mental junto con la aparición del lenguaje. Se trata de una etapa de asimilación del mundo externo desde esquemas senso−motrices unidos a respuestas innatas, por ejemplo, la succión. No existe propiamente pensamiento, sino un atomismo mental, es decir conocimientos sin relacionar que dependen de los esquemas perceptivos. Posteriormente se inicia una fase de manipulación de los objetos que lleva a modificar los esqumas senso−motores y ampliar el campo de acción, relacionada con la aparición de la inteligencia práctica. Se valoran los objetos según su uso. Consecuencia de ello es el desarrollo y aparición de la diferencia entre sujeto y objeto como resultados de la manipulación y de las categorías de espacio, causalidad y tiempo, pero no como categorías del pensamiento sino de la acción. Asimismo comienza el desarrollo afectivo elemental −agradable / desagradable, placer / dolor y éxito / fracaso− a partir de un egocentrismo general basado en los resultados de la actividad propia. Etapa del pensamiento preoperatorio o inteligencia lógico−intuitiva Dura desde los dos hasta los siete años. Aparece la capacidad simbólica, el lenguaje y los signos, aunque la palabra no tiene un significado concreto sino genérico (por ejemplo cuando Bambi, en el conocido cuento, usa el término flor tanto para las flores como para los animales con colores, mariposas). 4 El individuo puede ordenar, además, las acciones pasadas y futuras y comunicarlas. Se inicia así la socialización por intercambio de palabras, aun cuando el lenguaje utilizado sea más un discurso para sí que para los demás. Es un lenguaje egocéntrico. Sin embargo aparece con él el pensamiento y las representaciones interiores o experiencias mentales. El pensamiento que nace unido al lenguaje sigue un desarrollo progresivo desde una forma egocéntrica hasta un pensamiento relacionado con la realidad y los demás. Se inicia como un modo de pensar intuitivo, no relaciones lógicas, sino prelógico, que transforma, por esa relación con la realidad y los demás, los esquemas senso−motores en pensamiento. El comportamiento está regido por el egocentrismo, es decir, toda la experiencia se refiere al sujeto mismo y a su capacidad de manipulación, pero el proceso de socialización iniciado con el lenguaje se une al desarrollo de intereses y valores. Las relaciones afectivas interindividuales condicionan este desarrollo dando paso a la aparición de las valoraciones morales. Etapa de las operaciones concretas o inteligencia lógico−concreta Va de los siete a los once años. Se desarrolla la capacidad de cooperación, desaparece progresivamente el lenguaje egocéntrico y aparece la necesidad de argumentación lógica, la valoración de las reglas y leyes generales que hay que discutir, sobre las que hay que reflexionar, individualmente o en grupo, como paso previo a la desaparición del egocentrismo. El niño comprende que hay cambios externos que no modifican las propiedades de las cosas : se trata de la aparición del principio de conservación, aplicado sucesivamente a la sustancia, el peso y el volumen. Esta conservación corrige las intuiciones perceptivas, base del pensamiento de la etapa anterior. Aparece asimismo los conceptos fundamentales de la geometría y las operaciones concretas, es decir, sin carácter simbólico, ya que para realizarlas se necesita, en principio, la presencia de los objetos. Se trata de la operaciones de combinación, asociación, ordenación y correspondencia, fundamentalmente. Sólo posteriormente aparecen marcos generales dentro de los cuales se dan estas operaciones. La desaparición del egocentrismo y la valoración de reglas llevan al desarrollo del respeto mutuo como base de la instauración de la cooperación. Este respeto mutuo será fundamentado para la aparición de la nociones de justicia distributiva e igualdad. Etapa de las operaciones fomales o inteligencia lógico−concreta Esta etapa se desarrolla entre los once y catorce años. El desarrollo del pensamiento en la etapa anterior lleva en ésta a la posibilidad de construir teorías. Aparece el interés por problemas que no están delante, sino como posibles situaciones de futuro. Se trata de una forma de pensar que usa ideas generales y construcciones abstractas. Se abandonan así los modos lógico−concretos y aparecen las operaciones simbólicas, el pensamiento formal o un modo de pensamiento hipotético−deductivo. Se desarrolla definitivamente, pues, el pensamiento simbólico, por lo que hay capacidad para establecer hipótesis. Se trata de una actividad reflexiva espontánea que se plasma en un egocentrismo según el cual la realidad debe someterse a la propia reflexión para, de esta forma, anticipar la experiencia. Junto a este desarrollo, y paralelamente, se da el de la personalidad y la integración en la sociedad a partir de la asunción individual de reglas, apoyándose en el pensamiento formal, que permite formar un plan de vida en constante tensión entre generosidad y el egocentrismo o entre la cooperación social y el mesianismo. De aquí el desinterés y desprecio por la sociedad real (la asociabilidad del adolescente) y la sociabilidad con los grupos de su edad, situación de desequilibrio que se modificará con el paso a la edad adulta tras la integración plena en la sociedad. 5 2. DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA Y DEL LENGUAJE En las tres teorías que hemos visto sobre el desarrollo de la inteligencia, hay un punto común que queremos resaltar por su importancia respecto al pensamiento y sus repercusiones para enterder, posteriormente, la función simbólica en el hombre. Se trata del problema del lenguaje. Decíamos más arriba que el pensamiento se expresa a través del lenguaje. Ahora bien, admitido que tanto los animales como los seres humanos tienen inteligencia y alguna forma de pensamiento es evidente que las formas de lenguaje difieren profundamente. No se encuentra en los animales una forma de lenguaje que exprese articuladamente los pensamientos. Los estudios dirigidos a analizar los procesos por los que se adquiere el lenguaje muestran que en este proceso se pueden señalar diversas etapas. A partir de un lenguaje de carácter mímico, se pasa, tras la adquisición de las habilidades de manejo de sonidos, a través de la construcción de palabras que tienen el significado de una frase, a la formación de frases imperfectasy, a los dos años, a la construcción de frases completas. A partir de esta edad se produce un aumento de vocabulario, siendo ésta una capacidad siempre abierta, que permite ampliar y mejorar el instrumento de expresión del pensamiento. Frente a esta adquisición progresiva del lenguaje en el hombre, los animales se mantendrían en el primer estadio, es decir, en un lenguaje mímico que sirve para transmitir fundamentalmente estados afectivos. De esta forma las diferencias de lenguaje entre hombres y animales mostrarían también la diferencia en el desarrollo de la inteligencia y el pensamiento. La carencia de lenguaje se convierte en un límite para el desarrollo de la inteligencia y la aparición del pensamiento abstracto. 6