Designs and Methods for Youth-led Research By Melvin Delgado SAGE Publications, Año 2006 La siguiente es una traducción realizada por Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina de secciones del libro de Marvin Delgado pertinentes para los contenidos a tratarse en el curso de “Mujeres jóvenes en la Sociedad de la Información/Conocimiento. Jóvenes investigando Jóvenes” Capítulo 4 Competencias de la investigación de jóvenes. Actitudes, conocimientos y habilidades. Unida a la pregunta “Qué se necesita para llegar a ser un exitoso investigador de proyectos de jóvenes?” (Youth-led researcher) está la pregunta “Qué se necesita para llegar a ser un exitoso investigador?” Cualquier tipo de intervención social, ya sea investigación, educación, o servicios, debe estar basada en fundamentos sólidos de conocimientos y competencias. Quien emprenda trabajos de investigación, por lo tanto, debe cumplir con los requisitos que competen a la misma. No es inusual para el campo de la investigación que se requiera de algún tipo de especialización en sus métodos, así como conocimiento específico de poblaciones. La tendencia a especializarse, aunque no está restringida al campo de la investigación social, es de todas formas muy apreciada y por lo tanto recompensada al momento de armar un equipo de trabajo. Es importante hacer una pausa y tomar nota del posible distanciamiento en dicho campo, que históricamente ha consistido de dos bandos. Aunque éste se ha movido lentamente hacia la aceptación de métodos cuantitativos y cualitativos, por ejemplo, es poco frecuente encontrar a alguien con la misma formación y competencias en ambas áreas. Aquellos involucrados con la investigación llevada a cabo por jóvenes (Youth-led research) también encontrarán estas divisiones, cuestiones y sentimientos históricos, por lo tanto requiriendo una discusión abierta sobre las ventajas y desventajas de cada enfoque, y la importancia de la pregunta de la investigación guiando el enfoque más que al revés. Steinberg y Kincheloe (1998) desarrollaron una definición para estudiantes investigadores que capta la esencia de las competencias que todo investigador, ya sea adulto o joven, debe tener: “una visión de “lo que podría ser”, y un conjunto de habilidades para descubrir “lo que realmente es”” (p.2). Competencias de investigación de jóvenes: (1) conocimiento de uno mismo y conocimiento local; (2) perspectivas de desarrollo; (3) competencias de investigación de jóvenes; (4) cualidades que hacen a un excelente joven investigador. 1 - El rol y la importancia del conocimiento de uno mismo ha sido bien tratado por un número de investigadores, siendo el más notable de ellos Howard Gardner, y por lo tanto solo menciono este tema en la presente sección. La construcción del propio conocimiento puede ser ubicada bastante tiempo atrás (Gertler, 2003). Remarcar la importancia del auto conocimiento para los jóvenes es un medio efectivo de dar poder a la juventud al emprender la investigación. Para la filosofía, el conocimiento de uno mismo es generalmente utilizado para transmitir conocimiento del estado mental particular de cada uno, como creencias, deseos y sensaciones. Más aún, puede referirse al conocimiento referido al ser persistente (su naturaleza ontológica, condiciones de identidad, o características). El conocimiento de uno mismo se considera entonces significativamente diferente del conocimiento del mundo externo (Gertler 2003). El conocimiento local, en cambio, se refiere a la información o comprensión que solo suelen estar disponibles para residentes de la comunidad. El mismo se obtiene de observaciones u otras fuentes informales durante el curso de la vida diaria dentro de la comunidad. Este conocimiento puede rodear una variedad de esferas relacionadas a creencias, valores, costumbres, historia, comportamientos y patrones de interacción, que pueden resultar útiles al planear e implementar intervenciones, siendo la investigación un ejemplo. Su accesibilidad está severamente limitada al interior de la comunidad, ya que no hay fuentes estándar para adquirir este conocimiento, ni un depósito del cual recuperarlo. Los murales son un buen ejemplo (Delgado 1999, 2003). Los símbolos utilizados en los murales suelen tener significado solo para los miembros de la comunidad local, por el trasfondo cultural que llevan. Como resultado, los residentes locales se ven en la posición de tener que traducir estos mensajes al mundo externo, volviéndose expertos. Cuáles son estos tipos de conocimiento local que puede resultar útil al investigador? Cuáles son los cambios históricos de una comunidad que no han sido captados por fuentes externas como los medios o entidades recolectoras de datos, tales como el US Census Bureau? Qué incluyen esas decisiones? Dónde se reúne la juventud y quienes forman parte de ella? Quiénes son los jóvenes que pueden por reputación considerarse jóvenes “que saben” y que serían buenos informantes o personas a consultar en proyectos de investigación? Cómo se define el liderazgo en contextos locales? Cómo ven los jóvenes a las instituciones locales, particularmente aquellos que no forman parte de ellas? La integración del conocimiento local a las cuestiones y diseños de la investigación es esencial para minimizar prejuicios y aumentar la posibilidad de alcanzar el éxito a la hora de obtener respuestas a las preguntas de la investigación. Los jóvenes pueden aprender mucho al participar en un proyecto social de investigación. Deben, por ejemplo, tener cierto grado de conocimiento respecto al área que deseen estudiar. Y esta base necesitará un asesoramiento y un esfuerzo sistemático de construir sobre ella mediante la instrucción. De este modo, obtener conocimientos y habilidades relacionadas al método y diseño de la investigación solo representa una parte de la preparación. Conocimientos sustantivos sobre problemas, necesidades, o cuestiones sociales, ayuda a asegurar que la investigación esté enfocada y sea relevante a las metas en vista. Perspectivas de desarrollo Una perspectiva de desarrollo no solo aplica a la edad del entrevistador, sino también a sus habilidades y la totalidad de sus experiencias como investigador. Un investigador sin experiencia nunca sería puesto en una posición de liderazgo dentro de un proyecto de adultos. Por ello, este factor debe encontrar un lugar dentro de la investigación realizada por jóvenes. Una perspectiva de desarrollo trae consigo un entendimiento explícito de que no existen etapas universales del desarrollo de un niño o joven; en su lugar, hay una adopción de jerarquías de competencias de desarrollo que se manifiestan de manera específica para cada individuo (Mullahey et al., 1999). La creación de esta continuidad sirve de herramienta para ayudar a los líderes de proyectos de investigación al evaluar y desarrollar un entrenamiento y mecanismos de apoyo adecuados, que tomen en cuenta las etapas de desarrollo. Esto, a su vez, ayuda a los investigadores jóvenes a evaluar mejor su lugar dentro de un proyecto de investigación para luego dar los pasos necesarios. Investigación de jóvenes y aprendizaje de servicio (service-learning): Un vehículo para alcanzar habilidades. El método del aprendizaje de servicio se presta a la incorporación de numerosas metas que no solo ayudan a fortalecer las capacidades de los jóvenes, sino que también ayuda a instituciones y comunidades en el proceso. Puede, además, suceder en una variedad de escenarios como escuelas y organizaciones de base comunitaria. De hecho, puede servir como un excelente vehículo para unir escuelas y comunidades en búsqueda de metas comunes para la juventud. Al hacerlo, el aprendizaje de servicio puede servir como modelo a otras formas de colaboración que toman a la juventud como foco de la intervención. Bloom y Egan-Robertson (1998) proponen un desafío al campo de investigación que sirva con eficacia a dar poder a la juventud y expandir sus horizontes: “La investigación, entonces, no puede estar limitada por las paredes de una clase o una biblioteca, las paredes del conocimiento de un maestro, o las paredes del conocimiento disciplinario existente. Como investigadores, los estudiantes-como cualquier otro investigador-deben poder acceder a la libertad de ir más allá de lo conocido y más allá de las formas en que el conocimiento es generado tradicionalmente. De este modo, invitar a estudiantes a ser investigadores es invitarlos a una nueva relación con sus maestros y con el conocimiento académico. (p. xii) Actitudes críticas Los jóvenes, por su parte, deben esforzarse por ver el valor de la investigación como alteradora de sus vidas y comunidad. Ésta es una actividad importante en que la juventud debe creer y adoptar, si desean lograr contribuciones significativas en el campo de la investigación social. Las habilidades y conocimientos de investigación siguen naturalmente actitudes. Landis et al. (1999) identifica cuatro lecciones claves que pueden ser aplicables a cualquier forma de investigación realizada por jóvenes: (1) ser flexible, (2) comenzar por el principio, (3) la práctica hace al maestro, y (4) creer. Un grupo de jóvenes emprendiendo una investigación puede cometer errores, tal como los adultos, y los errores son parte de toda la experiencia. Es importante recordar que el proceso y las experiencias son tan importantes como el resultado de la investigación. En consecuencia, ningún tipo de entrenamiento, sin importar qué tan bien conceptualizado e implementado, puede preparar a los investigadores para anticipar todos los posibles acontecimientos. Conocimiento crítico La diseminación de conocimiento puede ocurrir en una variedad de formatos. Sin embargo, como ha sido explicado anteriormente en el libro, los jóvenes no llegan a estos intentos de investigación sin tener idea de investigaciones. Su conocimiento de sí mismos y el conocimiento local deben ser reconocidos e integrados durante el proceso (entrenamiento) de adquirir conocimientos sobre el diseño y métodos de la investigación. El tejido de nuevos conocimientos con conocimiento existente puede resultar muy poderoso al momento de preparar jóvenes para las exigencias que vienen con asumir un rol de investigación en un modelo de investigación realizado por jóvenes (Youth-led research). Habilidades críticas Finalmente, la habilidad de llevar a cabo funciones clave en la investigación representa el aspecto final de la preparación para que la juventud asuma un rol investigativo. La habilidad de los jóvenes de hacer sentir a un entrevistado cómodo y respetado, más allá de las características y circunstancias, facilita el proceso de investigación y aumenta la posibilidad de que la información recolectada refleje las experiencias y sentimientos del entrevistado sobre determinada cuestión. Habilidad de escuchar Puede parecer inusual considerar la habilidad de escuchar como importante al emprender una investigación. Sin embargo, analizado más profundamente, ésta juega un papel crítico, y toma más importancia en estudios cualitativos por su énfasis en el diálogo y en proveer a los participantes una oportunidad de compartir sus voces e historias. Para los participantes de comunidades subvaloradas, puede ser la primera oportunidad de compartir sus historias. La habilidad de un investigador de ser paciente, y esclarecer puntos importantes establecidos por el entrevistado, son ejemplos de una buena habilidad de escuchar. Comunicación El don de la comunicación, como la habilidad de escuchar con respecto a la investigación hecha por jóvenes, debe ser vista desde una perspectiva multifacética, para tener en cuenta acercamientos verbales y no verbales, escritos y no escritos. Basándome en mi experiencia en el campo y mis conversaciones con jóvenes, creo que las siguientes ocho características son esenciales e incorporan aquellas identificadas por Sonnichsen (1994). De diversas maneras, las mismas características que hacen a un adulto “buen” investigador son las mismas requeridas de la juventud. De cualquier forma, hay ciertas características que resaltan particularmente para la juventud. Éstas están íntimamente relacionadas con las habilidades a las que me he referido en la sección previa de este capítulo. o Adopción de innovaciones Dedicarse a prácticas innovadoras es desafiante, apasionante, e incluso divertido, y da a la juventud la oportunidad de ser testigos inmediatos de lo que significa comenzar una carrera que no está asociada al estancamiento económico y está llena de promesas para el futuro (Ferrari, 2003). También les otorga el poder de aventurarse hacia nuevos campos que pueden no haber considerado seriamente antes de involucrarse con la investigación. LA exploración se vuelve esencial para la experiencia, y sin duda los ayudará al navegar socialmente distintos mundos, por decirlo de alguna manera (Delgado et al., 2005). o Sentido del humor El sentido del humor puede llegar muy lejos en cuanto a hacer la investigación divertida, particularmente cuando los jóvenes enfrentan situaciones en el campo que nadie podría haber predicho. Estas pueden causar momentos vergonzosos. Cuando estas experiencias son compartidas con el equipo, pueden darse situaciones en las que el equipo se ría de éstas, lo cual considero crítico para el proceso investigativo. La sinceridad que resulta de este tipo de procesos es muy sana para el proceso de investigación y para los jóvenes participando del mismo. Esto adquiere mayor importancia cuando los adultos involucrados en estos esfuerzos también están dispuestos a compartir experiencias que puedan ser divertidas para la juventud. o Habilidad de pensamiento crítico Tener una inclinación a cuestionar el mundo que los rodea y poder seguir esos cuestionamientos con preguntas adecuadas, utilizar distintas fuentes y experiencias, y estar abierto a nuevos significados e interpretaciones de la realidad son características atractivas en los investigadores jóvenes. o Paciencia y persistencia La paciencia y la persistencia son esenciales para la buena investigación. El proceso de investigación requiere de investigadores que tengan mucha paciencia, particularmente si están interesados en lograr cambios sociales. Aunque la juventud invariablemente trae consigo una gran energía y entusiasmo, características que pueden ser tanto positivas como negativas, un proyecto de investigación no puede ser llevado adelante por investigadores que no tengan paciencia con el progreso del proyecto, particularmente uno que no ha sido implementado de acuerdo a los planes. o Deseo de aprender sobre otros y sus comunidades Emprender una investigación social provee a los investigadores una excelente oportunidad de aventurarse fuera de su mundo inmediato y aprender sobre otros mundos. Jóvenes que estén dispuestos, o mejor aún, deseen hacerlo, estarán mejor situados para alcanzar el éxito como investigadores. El proceso de aprendizaje sobre otras culturas también dará a los jóvenes la oportunidad de conocerse a sí mismos. o Flexibilidad para trabajar solo y en grupos El emprendimiento de una investigación, hecha por jóvenes o no, debe ser llevada adelante por investigadores flexibles en cuanto al modo de realizar funciones en el día a día. La investigación hecha por jóvenes requiere de jóvenes que sean competentes trabajando tanto solos como en grupos. Éstos deben estar dispuestos y poder navegar socialmente ambos mundos y adoptar diferentes roles, dependiendo de las tareas que deban ser cumplidas. o Resistencia o tendencia a “rebotar” Invariablemente, la investigación consiste en éxitos y fracasos. Siempre es placentero completar un trabajo de investigación sin serios retrasos o necesidad de reajustar aspectos significativos de la misma. Sin embargo, esto raramente ocurre. Aprender a sobrellevar el fracaso también es parte de las experiencias del investigador. En última instancia, lecciones muy valiosas pueden ser aprendidas de experiencias fallidas, y harán del investigador uno mucho más competente. o Habilidades de comunicación a través de audiencias La habilidad de comunicación con diferentes grupos etarios es una habilidad comparable a ser bilingüe. En este caso, hace referencia a habilidades de lenguaje que permite a la juventud no solo hablar con sus pares, sino poder conversar y presentarse formalmente ante una audiencia de adultos. Capítulo 5 Continuación de la participación de la Juventud en la Investigación La visión de Wood (1990) sobre los jóvenes los posiciona en roles participativos en la sociedad, tanto ahora como en el futuro: Necesitamos jóvenes que como ciudadanos democráticos tendrán la capacidad de utilizar sus habilidades académicas para hacer una diferencia en el mundo; un sentido de la importancia y el valor de su contribución a la comunidad; un compromiso con valores fundamentales como la equidad, justicia, y cooperación; y la seguridad en sí mismos atemperada por la empatía que requiere actuar en función del bien común. Las expectativas de Wood de un ciudadano activo dentro de una sociedad democrática son ciertamente nobles, pero en consonancia con el provecho de todas las sociedades. Antes de comenzar cualquier proyecto es muy importante llevar a cabo un análisis de la situación, también conocido como evaluación de necesidades. En este proceso debería ser central la participación de niños y jóvenes, tal como otros involucrados. Estos análisis deberían enfocarse en el cambio al que el proyecto apunta y las principales barreras para alcanzarlo. Definir los indicadores de un proyecto de esta manera es central a cualquier supervisión participativa y procesos de evaluación. Cualquier esfuerzo serio por comprender mejor el rol de los jóvenes como investigadores necesitará que esta visión también involucre adultos en algún nivel, dependiendo del modelo utilizado. Los adultos pueden cumplir con diversos roles, tales como proveer consejos expertos en cuestiones relacionadas a la investigación, motivar a los jóvenes durante períodos difíciles en proyectos de investigación, enseñar con el ejemplo el proceso democrático de toma de decisiones, validar experiencias, ayudar a los jóvenes a reflexionar y unir experiencias de aprendizaje a otras áreas de sus vidas, y proveer consejos sobre aspectos personales o sociales de las vidas de los jóvenes (Matysik, 2000). La investigación llevada a cabo por jovenes, como resultado, puede adoptar diversas formas dependiendo del escenario y las metas que hayan sido propuestas para la investigación. (En este capítulo, proveo al lector diversos Distintos modelos que pueden ser utilizados para la investigación llevada a cabo por jóvenes y programas de evaluación). Potenciales dificultades en la investigación llevada a cabo por jóvenes Primero, la investigación llevada a cabo por jóvenes no es una panacea para todos los enfermos enfrentándose a los niños y jóvenes en esta sociedad. A pesar de que tiene claros elementos de intervención, no está en la misma categoría de otras intervenciones sociales enfocadas en juventud, tales como organizaciones comunitarias llevadas a cabo por jóvenes. (Delgado & Staples, 2005). Segundo, a pesar de que la investigación debe en última instancia llevar al cambio social, es importante que los jóvenes no tengan objetivos demasiado grandes y pretendan utilizar la investigación como medio principal para alcanzar cambios sociales significativos. La investigación es el primer paso. Sin embargo, el cambio social significativo es un proceso largo y de trabajo intensivo que no puede ser fácilmente predicho y que requerirá de coaliciones entre jóvenes y adultos para alcanzar el éxito. (Delgado & Staples, 2005). Tercero, como cualquier herramienta, la investigación llevada a cabo por jóvenes debe ser entregada a la persona correcta. La misma solo puede alcanzar su potencial siendo planeada e implementada por jóvenes y adultos entendidos y comprometidos. Organizaciones y comunidades no pueden simplemente suponer que este tipo de proyectos pueden ser llevados adelante sin la experticia necesaria y la voluntad de dedicar tiempo y esfuerzo a la planificación. La investigación de jóvenes, como cualquier otra clase de investigación, no puede ni debe ser hecha sin métodos. Un respeto sano por las complejidades asociadas a la investigación transmitirán a la juventud la seriedad de su esfuerzo. Cuarto, la investigación hecha por jóvenes debe ser considerada desde una amplia perspectiva, y los investigadores deben estar dispuestos a integrar métodos innovadores cuando los objetivos de la investigación lo permitan. La innovación sin propósito a menudo se traduce en falta de foco y disipación de energía valiosa y compromiso; en este caso, los enfoques convencionales pueden ser más apropiados para el proyecto. Los proyectos de investigación son suficientemente difíciles de planear e implementar sin hacer el proceso aún más desafiante por la necesidad de ser innovador aún cuando la situación no lo requiere. La innovación trae consigo entusiasmo. De todas maneras, también conlleva una inmensa responsabilidad; los investigadores deben ser reflexivos y sensibles ante los diversos matices de la investigación. Quinto, como todo tipo de investigación participativa, la investigación hecha por jóvenes necesitará más energía y tiempo que otros modelos convencionales. Esto hará que la estimación de costos financieros finales sea más complicada. Los investigadores pueden estar tentados a tomar atajos, Pero ninguna faceta de la investigación debe estar sujeta a ellos, sin importar las exigencias de tiempos y experticia. Por lo tanto, los jóvenes investigadores deben atemperar su energía e impaciencia y permitir que la investigación participativa siga su curso natural. Sexto, los métodos de investigación que acentúan metas participativas son muy controversiales, y se debate acerca de la generalización del conocimiento sociológico. Si, basándose en los hallazgos, los investigadores recomiendan cambios significativos dentro de una organización o comunidad, puede seguir a esto una intensa resistencia y una dura crítica de los métodos de investigación y el análisis de datos. Los jóvenes pueden verse desalentados por esta reacción y alejarse de posibles carreras prometedoras en la investigación. Los investigadores deben ser correctamente preparados para esta posible reacción. Séptimo, mantener jóvenes en un proyecto de investigación es un reto que no suele encontrarse en investigaciones de adultos. Por lo tanto, las realidades que enfrentan jóvenes de comunidades social y económicamente marginadas también pueden encaminarse hacia proyectos bien diseñados. Marcos de trabajo para investigación hecha por jóvenes Numerosos marcos de trabajo han sido originados a partir de movimientos juveniles que pueden ser fácilmente utilizados o modificados para servir a un proyecto específico. Uno de los marcos de trabajo de investigación de jóvenes más ampliamente citados, probablemente sea el desarrollado por Hart en la década de los ’90. Hart (1992) desarrolló un marco de trabajo de ocho pasos, o escalera, que se focaliza específicamente en los grados de participación de jóvenes, con manipulación de adultos en un extremo y la toma de poder por parte de los jóvenes en el otro. Los tres primeros pasos pueden ser descritos como no participativos: (1) manipulación; (2) decoración (apariencias); (3) tokenism (falsa política de integración de minorías) (los adultos incluyen a los jóvenes pero no toman en cuenta sus sugerencias o proveen oportunidades reales de ejercer poder). Los pasos cuatro a ocho se centran en grados de participación significativa: (4) asignada pero informada, (5) consultada e informada, (6) iniciativa adulta, decisiones compartidas con jóvenes, (7) iniciativa de los jóvenes, decisiones compartidas con jóvenes, y (8) iniciativa de los jóvenes, decisiones compartidas con los adultos. A pesar de que el marco de trabajo de Hart no fue creado específicamente para la investigación de jóvenes, se presta a esta actividad si se toma en cuenta la importancia de la inclusión (Canadian Health Network, 2001; Children´s Society, 2001; Edwards, 2000; Scottish Parliament, 2002). Este marco de trabajo se dedica a la relación entre adultos y jóvenes en el proceso de toma de decisiones. Subraya, además, diferentes etapas claves en relación a los roles y responsabilidades de estos últimos. Cada etapa representa una perspectiva distintiva en la manera en que adultos y jóvenes colaboran en la toma de decisiones. Merrifield (1993) identifica cuatro preguntas críticas que deben ser hechas y respondidas antes de comenzar cualquier tipo de investigación: Quién determina la necesidad de la investigación? Quién controla el proceso de investigación y toma decisiones sobre la marcha que afectan el resultado? Quién controla la diseminación de los resultados? Donde yace la responsabilidad? Youth in Focus (2002), sin embargo, ha desarrollado un marco de trabajo de 7 pasos específico para evaluar la capacidad institucional para investigación de jóvenes: Paso 1 – Sin participación de jóvenes. Este paso representa, lamentablemente, el método prevaleciente en el campo de los servicios de jóvenes. Paso 2 – Poca participación de jóvenes. Se focaliza en la visión de los jóvenes como una fuente de información importante pero no los involucra de ninguna otra manera. Paso 3 – Bajo nivel de participación. Los jóvenes participan en la recolección de datos pero no conceptualizan ni lideran estudios. Paso 4 – Mediano a bajo nivel de participación. Los Jóvenes tienen un rol activo de generar feedback a preguntas propuestas por adultos. Paso 5 – Mediano a alto nivel de participación. Los jóvenes diseñan y llevan a cabo instrumentos de investigación, pero no analizan los hallazgos ni escriben informes. Paso 6 – Alto nivel de participación. Los jóvenes tienen una participación activa durante todo el proceso de investigación. Checkoway y Richards-Schuster (2002) presentan un buen marco de trabajo que consiste en ver el rol de la investigación de jóvenes desde cuatro dimensiones: los jóvenes como sujetos, consultantes, compañeros, y directores. Cada uno de estos roles, a su vez, debe ser examinado en relación a tareas discretas de investigación. Por ejemplo, una posible continuidad consistiría en tener a los jóvenes como sujeto en un extremo, sin jugar ningún otro papel en la investigación. En el extremo opuesto del contínuo estarían los proyectos de investigación que son conceptualizados e implementados por jóvenes sin consultas, con consejos de adultos solo en caso de ser solicitado. Categorización de proyectos de investigación de jóvenes Hay numerosos ejemplos de iniciativas llevadas a cabo por jóvenes. Sin embargo, cualquiera sea el tipo, todas están generalmente fundadas en una premisa básica que conecta cada uno de estos esfuerzos por un propósito común (Youth Research Institute, 2002). Esta premisa, hablando ampliamente, intenta identificar los bienes de la juventud, compromisos, visiones, y barreras que puedan tanto facilitar o dificultar la finalización de tareas o etapas claves de desarrollo. La finalización de dichas etapas es un prerrequisito para abrir oportunidades de avance en la carrera y crecimiento personal. Es preferible pensar en los métodos y acercamientos de la investigación de jóvenes como parte de uno de tres campos representados por círculos concéntricos, un círculo interno al que nos referimos como “convencional”, un segundo círculo por fuera del anterior llamado “emergentes”, y el círculo final llamado “poco ortodoxo”. Los métodos y aproximaciones convencionales significan diseños y métodos de investigación ampliamente aceptados y utilizados, y cubiertos por la literatura profesional, en el campo de la práctica, y en los programas de entrenamiento académicos. métodos y enfoques emergentes son emocionantes y están lentamente comenzando a ser considerados como investigación convencional. Las historias orales, un método de investigación cualitativo que reconoce la importancia de datos emergentes de entrevistas, probablemente sean el mejor ejemplo de un método de investigación que busca hacerse camino hacia la corriente dominante de investigación. Métodos y enfoques poco ortodoxos representan innovaciones en el campo que han encontrado un lugar dentro de las agendas de investigación, pero la mayoría de investigadores no han oído de ellos o, si lo han hecho, no tienen un entendimiento profundo de lo que estos conllevan. El uso de fotografías o sketches por parte de los jóvenes, análisis de murales comunitarios, videos, y proyectos de arte caen dentro de esta categoría. Distinguir entre un proyecto que puede ser categorizado como “arte” (tal como una exhibición fotográfica de un grupo de jóvenes) y un proyecto de investigación que utiliza la fotografía, requiere de examinar (a) metas del proyecto, (b) grado de esfuerzo colectivo en el entrenamiento y la implementación del proyecto, (c) nivel de análisis de los hallazgos incorporando interpretaciones individuales y colectivas, y (d) proceso de evaluación y resultados. Estas cuatro dimensiones ayudan en el proceso de determinación.