ddeser informa 38 19 de o ct u br e d e 2004 R e d p or l o s D er e c h os S e x ua l es y R e p r o d u ctiv os en M éx i c o Anticoncepción de emergencia: un recurso que salva vidas de mujeres Piden que entre al cuadro básico de medicamentos que distribuye la Secretaría de Salud En América Latina y el Caribe, hasta 50% de los embarazos son no deseados La Anticoncepción de Emergencia (AE) no es un método abortivo y podría evitar embarazos no planeados e interrupciones en condiciones de riesgo, sobre todo entre los sectores de la población más pobre que no tiene acceso a métodos anticonceptivos, afirmó Carmen Barroso, directora regional de la Federación Internacional de Planificación de la Familia, Región del Hemisferio Occidental (IPPF/RHO, por sus siglas en inglés). En el marco del taller de difusión para el proyecto de Anticoncepción de Emergencia de IPPF/RHO que se llevó a cabo este mes en la ciudad de Puebla, Barroso dijo que en América Latina y el Caribe el 50 por ciento de los embarazos son no deseados a pesar de que los métodos anticonceptivos se utilizan en gran proporción. De acuerdo con cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el 2001 la tasa de fecundidad anual en adolescentes (nacidos vivos por mil mujeres entre 15 y 19 años de edad) fluctuaba entre 40 y 160 en América Latina y el Caribe, mientras que en países desarrollados fue menor a 20. Según un análisis del Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE), las jóvenes de América Latina y el Caribe constituyen entre el 25 y el 50 por ciento de quienes tienen embarazos no deseados y las mujeres entre 15 y 19 años de edad dan a luz a casi 17 de los 131 millones de los niños y niñas que nacen cada año. Por su parte, Raffaela Schiavon, directora general adjunta de Salud Reproductiva del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, hizo un llamado para que, una vez que la AE fue incluida en la Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar, también se distribuya a través de los servicios de salud institucionales ya que, explicó, la AE es un método seguro y efectivo para las mujeres víctimas de violencia sexual al tiempo que puede salvar las fallas de otros métodos anticonceptivos. En este sentido, la funcionaria añadió que la Secretaría de Salud (SS) está en espera de poder incluir la pastilla de Anticoncepción de Emergencia en su cuadro básico de medicamentos, aunque mencionó que el método está disponible en las instituciones del sector salud en la presentación del llamado método YUZPE o combinado que son las pastillas anticonceptivas tradicionales administradas en dosis más altas. 1 Y aunque la inclusión de la AE en la Norma Oficial es un paso importante, aún no garantiza que el método sea accesible para toda la población, aseguró Schavion. De acuerdo con los resultados preeliminares de una encuesta nacional realizada por la SS y citada por Raffaella Schavion, este año se registró una reducción en la brecha de uso de anticonceptivos entre la población rural, donde 6 de cada 10 mujeres utilizan algún método de anticoncepción; mientras que entre la población urbana lo hacen 8 de cada 10. La AE no tiene ninguna contraindicación y está avalada por la Organización Mundial (OMS) como un método anticonceptivo completamente seguro y efectivo que actualmente tiene un costo comercial de entre 150 y 200 pesos. QUÉ ES LA ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA Los métodos anticonceptivos de emergencia son aquellos que las mujeres pueden utilizar en los días siguientes a una relación sexual sin protección, ya sea porque falló el método utilizado o porque no se utilizó ninguno, con el fin de evitar un embarazo no deseado. El más conocido de estos métodos son la Píldoras de Anticoncepción de Emergencia (PAE), pero también se puede utilizar el Dispositivo Intrauterino (DIU). El DIU de cobre puede ser utilizado como método anticonceptivo de emergencia. Son adecuados para las mujeres que satisfacen los requisitos necesarios para su uso y que desean conservarlo como método a largo plazo. Al ser colocado dentro de un lapso de cinco días siguientes a la relación sexual, el DIU de cobre es un método anticonceptivo de emergencia seguro pues reduce el riesgo de embarazo en 99 por ciento. Las PAE son anticonceptivos hormonales que pueden ser utilizados para impedir embarazos no deseados después de una relación sexual no protegida o inadecuadamente protegida. También son conocidas con los nombres de “píldora del día siguiente” o “píldora poscoital”. Los especialistas prefieren utilizar el término “píldora de anticoncepción de emergencia” para enfatizar que no deben ser utilizadas como método regular y también para evitar dar la impresión errónea de que forzosamente deben tomarse al día siguiente de la relación sexual. Dependiendo de la legislación de cada país, las PAE están disponibles en dos regímenes: régimen de Yuzpe o combinado y régimen de levonorgestrel. En ambos regímenes se utilizan las mismas hormonas de las pastillas anticonceptivas tradicionales. La diferencia es que se administran en dosis más altas y en un lapso de tiempo definido. En el régimen de Yuzpe o combinado se utilizan las pastillas anticonceptivas de uso normal en dos dosis concentradas (dependiendo de la marca) que contienen etinilestradiol y levonorgestrel separadas por 12 horas. Es importante subrayar que cuando se utilicen paquetes de píldoras anticonceptivas regulares que contengan 28 tabletas, solo se pueden usar como pastillas de emergencia las primeras 21. Se conocen como Régimen de Yuzpe por el médico canadiense Albert Yuzpe que inició los estudios clínicos de efectividad en los años setenta. 2 En el régimen de levonorgestrel se emplean dos dosis de pastillas de levonorgestrel también separadas por un intervalo de 12 horas. En el mercado existen productos llamados “dedicados” que contiene dos pastillas con la cantidad exacta de levonorgestrel y se usa una pastilla por dosis. Se les conoce como productos dedicados porque no son pastillas de anticoncepción como las que se usan regularmente y porque están dedicadas únicamente a anticoncepción de emergencia, es decir pastillas especialmente empaquetadas con las dosis y las indicaciones específicas para su uso postcoital, lo cual facilita el acceso para las usuarias y la toma adecuada y correcta. En México, por ejemplo, como productos dedicados están disponibles las marcas Postinor2, Postday, Vika y Glanique, que han sido aprobadas por la Secretaría de Salud y están a la venta en farmacias en presentación de dos pastillas idénticas, que contienen cada una 0.75 mg de levonorgestrel, dosis necesaria para un tratamiento. En ambos regímenes se recomienda ingerir las pastillas dentro de las 72 horas (tres días) posteriores a la relación sexual ya que en este lapso la eficacia del método es mayor. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que también se pueden tomar dentro de las 120 horas (cinco días) posteriores aunque la eficacia anticonceptiva es menor. OBSERVACIONES SOBRE EL USO FRECUENTE Los lineamientos de provisión de PAE de la OMS afirman que “aunque no se recomienda el uso frecuente de píldoras anticonceptivas de emergencia, éstas no presentan riesgos para la salud y (los riesgos para la salud) no deben ser citados como razón parta negar el acceso a las mujeres al método”. No obstante, no se recomienda utilizar las PAE como método anticonceptivo habitual por diferentes razones. La primera es que a largo plazo las PAE son menos eficaces que la mayoría de los métodos anticonceptivos modernos. Además, el uso muy frecuente de este método puede causar un mayor número de efectos secundarios, tales como irregularidades en el ciclo menstrual. No hay datos sobre la incidencia de complicaciones médicas (en caso de que existan) en las mujeres que utilizan los regímenes disponibles de PAE de manera frecuente por periodos prolongados, sin embargo se recomienda utilizar un método anticonceptivo regular para prevenir embarazos no deseados. Es importante señalar que las PAE no protegen contra el VIH/SIDA u otras infecciones de transmisión sexual (ITS). -o0oInformación producida por CIMAC, Comunicación e Información de la Mujer, A.C., para ddeser, Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México. Agradecemos citar la fuente. bp038 3