La Tensión Social. Emergencia y Solución. Lic. GustavoMariluz. I. INTRODUCCION. El estudio de los hechos sociales, debido a su extrema complejidad, supone un desafío permanente al pensamiento humano. Este desafío se transforma en una aventura pues al intentar dilucidar los cómo, los porqué y los qué de los acontecimientos sociales también nos comprendemos a nosotros mismos en la medida que los hechos sociales son hechos humanos y pueden ser un reflejo de nuestras conductas. El estudio de los hechos sociales contiene la llave para interpretar1 los fenómenos, entendidos desde una perspectiva material y no romántica que acaecen en la sociedad. Para complicar un poco más esta cuestión, se debe mencionar que, amén de su complejidad y profundidad, los hechos sociales no son susceptibles de ser abordados con la objetividad a la que nos tiene acostumbrado las ciencias físiconaturales. Muy por el contrario, el estudio de los hechos sociales siempre se realiza desde un marco de subjetividad. Esta particularidad no le quita ni profundidad ni saber al discurso que se enuncia y que intenta desentrañar analíticamente los cómo, los porqué y los qué de los fenómenos que suceden en una sociedad. De tal manera que no debemos considerar a los hechos sociales como “cosas” sino como procesos, como “devenires”. La tendencia a sustantivar los procesos es un resabio positivista e iluminista que no nos ayuda a comprender por que y cómo se dan los hechos sociales. Al mismo tiempo, esta sustantivación, que consiste en “cosificar” procesos2, oculta lo más rico que puede traer el análisis sociológico. De más esta decir que, en el análisis de los hechos sociales, sobre todo los hechos políticos, se debe recurrir a la historia para que nos brinde un marco de comprensión más adecuado y más certero. Ella nos brindará las claves para la comprensión. La historia, justamente, nos brinda algunas de las claves con las que podemos empezar a responder nuestras preguntas. La historia es del devenir humano y no solo de algún tipo particular de proceso (por más que podamos hablar de historia económica o de historia de la Edad Media). Hay una especie de inercia que proviene del trasfondo sociotemporal que funciona como una energía imponente e inevitable y, al mismo tiempo, esta especie de inercia, es el resultado de todas las relaciones sociales que se dan en un mismo tiempo. La historia, según mi concepción, es la sumatoria de todas las relaciones sociales que han existido en el devenir de la vida del hombre en sociedad y que adquieren algún tipo de significado. Estas relaciones sociales son significadas mediante una atribución de sentido y este, justamente, es lo que podemos captar. De tal manera que, cuando hablemos de sociedad, de política, de cultura, de comunicación, etc., estaremos utilizando el marco histórico aunque no nos demos mucha cuenta de ello. De acuerdo a lo dicho, se presentará una serie de reflexiones sociopolíticas acerca de los procesos constitutivos que hacen a los conflictos en una sociedad. Ubicaremos la discusión en el terreno del Estado, del Derecho y de la Política buscando claves de interpretación acerca del cómo emergen los conflictos sociales 1 Utilizaremos indistintamente los términos comprensión e interpretación para dar cuenta de la captación de conexión de sentido (Weber) de los hechos sociales. Comprender/interpretar significa que podemos captar el o los sentidos de los hechos sociales y captar es percibir, entender, darse cuenta lo que está detrás de los fenómenos sociales. Es por ello que sustentamos una posición fenomenológica, más cercana a las perspectivas materialistas que a las románticas. Esta materialidad que defendemos, no debe ser entendida de una manera rígida positivista, por el contrario, nos planteamos que el “ser” de los hechos sociales es un “ser” material y no ficticio, es un “ser” real y no teórico por lo que el estudio fenomenológico, sin desconocer los aportes que puedan presentar otras escuelas teóricas, es el que mas nos seduce a la hora de estudiar estos hechos. Al mismo tiempo, ubican las reflexiones más cercanas a la realidad social y a las interacciones que llevan adelante los sujetos. 2 Un ejemplo de sustantivación está en la vejez. Esta, en realidad no existe como “cosa” sino que es un proceso evolutivo. Sin embargo, solo los gerontólogos hablan del proceso de envejecimiento y sus consecuencias. Sin embargo, se sigue hablando de la vejez, así sustantivizada. y cuales han sido las herramientas que la humanidad han ido encontrando en su devenir evolutivo. El escenario que analizaremos finalmente, será el del Estado Moderno de Derecho. En la primer parte se presentará una seria de ideas reflexivas, que tienen la pretensión de transformarse en una Teoría, acerca de la génesis del conflicto social y que nos debe servir de introducción a lo que se manifestará a posteriori. Esta breve introducción es necesaria al intentar reflexionar sobre los fenómenos sociales que pretendemos estudiar y nos debe proveer de marcos de comprensión o interpretación3. I.1 EL BIG BANG SOCIAL. Me interesaría particularmente fundar una posición teórica acerca de la génesis de los fenómenos sociales y que nos servirán como marco de comprensión (verstehen)/interpretación de los mismos. A falta de un nombre más adecuado he denominado a esta serie de reflexiones, que tienen la pretensión de transformarse en una teoría, el “ Big Bang Social”. Los hallazgos de la arqueología, la antropología y la etnografía nos dicen que hace alrededor de 40.000 años el hombre ya vivía en sociedad. De la horda primitiva de hominidos recolectores y posteriormente cazadores, sin jerarquías sociales y unidos tan solo por relaciones biológicas y que no llegaban a constituirse en linaje, se pasa a la sociedad. Mi posición al respecto es que, en algún momento de nuestra historia y en virtud de la sobrevivencia de los individuos y la existencia de excedentes alimenticios producidos por el perfeccionamiento de los métodos de caza y de recolección4, la primitiva horda debió transformarse para poder reproducirse en condiciones que amortiguaran la vulnerabilidad biológica que hasta ese momento debían padecer. Es decir, el solo hecho de cubrirse con una piel de animal para protegerse del frío significó, al menos, un principio de adaptación al medio y que debió definir posteriormente lo que se conocerá como evolución. En este momento, que he denominado el “Big Bang Social”, se constituyen interrelacionadas tres esferas o dimensiones5: la esfera social, la esfera política y la esfera cultural. La esfera psicológica debió haberse constituido ex ante y la económica ex post6. Sobre la constitución ex post de la dimensión económica, quiero mencionar que entiendo a la economía dentro del marco de la política. La economía debería estudiar los tipos de intercambio en su universalidad y no solamente el intercambio de mercancías. Estas se constituirán a posteriori de lo social y como consecuencia de un mercado. Justamente, la posición que intento sostener en este escrito, es la de mostrar que el mercado es subsidiario de la política y no es previo a ella como postulan las escuelas liberales. El mercado, para mi posición, es el lugar social donde se intercambian las mercancías y la alimentación, el trabajo, la educación, la cultura, no son mercancías sino relaciones sociales. Volviendo a nuestro tema central, si la hipótesis es correcta, encontraremos en esta íntima relación en la constitución del Big Bang la dificultad actual para definir precisamente las tres esferas mencionadas y que, con un criterio superficial, 3 Sobre comprensión se puede consultar la obra de Max Weber. Sobre la fenomenología los textos de Husserl y Schultz. Sobre la Interpretación, a Clifford Geertz y, para un mayor abundamiento en estos temas, se debe consultar las obras de Mearleu Ponty, Garfinkel y Blummer. 4 Todavía no se había descubierto la agricultura ni la ganadería. 5 En este punto, la posición es similar a la conocida “Teoría de los campos” de Bourdieu. Para este autor, un “campo” es un microcosmos, un “sistema”, un “espacio” estructurado de posiciones en donde se “juega un juego” que se juega antes de que ingresemos, como individuos, en ese campo. Cada individuo ocupa un “lugar” material y simbólico y es portador de determinado caudal de “capital” con el que, justamente, participa del juego. La posición que se intenta sostener en este ensayo, no contradice vis a vis a la “Teoría de los Campos” de Bourdie pero sostenemos que, al existir el “Big Bang Social”, produjo un primer “campo” y que todos los demás “campos” que se han constituido ( en términos de Bourdieu, el campo literario, el campo político, el campo economico, etc.) lo han hecho a partir de esta primera constitución. He preferido utilizar la palabra dimensión o esfera para que no se confunda con lo expresado por el sociólogo frances. 6 Debo reconocer que esta postura que propongo no carece de ingredientes míticos. Solo planteo una posibilidad teórica que, como el estado de naturaleza, tan caro a la tradición sociológica y política de occidente, puede ayudarnos a entender el planteo teórico que manifiesto. pretendemos separarlas tal como podemos observar en la mayoría de los análisis sociopolíticos que se publican o se dicen por los medios masivos de comunicación. Entonces, en un tiempo remoto, más cercano a la tradición clásica acerca del “estado de naturaleza”, es posible teorizar acerca de un “Big Bang Social” génesis de todas las formaciones sociales que han existido y que existirán. A esto lo hemos llamado historia, concepto negado y discutido por las corrientes liberales de fines del siglo XX que abogan, en pos de una supuesta libertad de mercado, el “Fin de la Historia” (Fukuyama). Cómo se puede apreciar, la posición aquí sostenida, pretende rescatar la historicidad de los hechos sociales discutiendo ideológicamente la tesis de la libertad de mercado y el equilibrio autoregulado de éste. Este es uno de los propósitos que han inspirado la presente reflexión. I.2 TENSIÓN SOCIAL. En el inicio del Big Bang Social, tal como se manifestara, se funden las tres dimensiones mencionadas: la política, la cultural y la social. Esta cristalización generó de por sí, conflictos que abonaron el surgimiento de la Tensión Social. Las diferentes potencialidades que llevan implícitas las tres dimensiones, evidentemente deben colisionar en algún momento, habida cuenta que sus límites son difusos y ambiguos por que ¿dónde empieza y termina la política? ¿Dónde empieza y termina la sociedad y la cultura?. Al precisar los límites de estas dimensiones no podemos menos que ver que estas son susceptibles de entrar en conflicto. Este conflicto original determinará el surgimiento de la Tensión Social. Entendemos por Tensión Social al resultado del conflicto social originario y que se manifestará como problemas, como cuestiones. La Tensión Social es la acción social que deviene de la aparición de un conflicto social. En otras palabras, la Tensión Social es la tendencia a acumular poder en algún polo de la relación social. Digo poder en su acepción mas restringida que es la de imponer la propia voluntad por sobre la de los otros (Weber). Habrá Tensión Social cuando uno de los sujetos de la relación social establecida pretenda imponerse sobre el otro sujeto portador del otro polo de la relación social. La Tensión Social supone asimetrías y desigualdades pero esto no debe analizarse desde su negatividad. Una de las ideas que se quiere explorar en este trabajo de reflexión es entender a la Tensión Social como una “energía” dinamizadora, como un “combustible” que permite el devenir histórico. La ausencia o desaparición de la Tensión Social puede traer aparejado un estancamiento social7. Entonces, de lo que se trata, es de ver como se ha ido constituyendo históricamente esta Tensión Social y que características sociales termina definiendo todo este proceso. Estas características, expresadas como particularidades, se imponen, junto a un sinnúmero de variables y dimensiones, sobre las formaciones sociales colaborando, como se puede apreciar, con la producción de la sociedad. Al mismo tiempo y relacionado con lo manifestado, podemos ver que la diferenciación social que trae aparejada la Tensión Social, enriquece la sociedad. No es cierto que todos los hombres son iguales, antes bien, lo que prima en la realidad social, es la observación evidente de la desigualdad entre los hombres8. Esta desigualdad, que se observa ingenuamente a simple viste y que se verifica, por ejemplo, en nuestro particular aparato genético, no es el fundamento de la desigualdad social y política. Quiero decir, si bien reconozco la desigualdad estructural de todos los individuos que habitaron y habitan el planeta y que se relaciona específicamente con nuestro bio, esto no es excusa para fundar una desigualdad social. Esta desigualdad entre los hombres, se debe a un devenir 7 La historia nos muestra la positividad de la Tensión Social cuando esta emerge empíricamente en algunos acontecimientos sociales; por ejemplo, si no hubiera existido tensión entre Jacobinos y Girondinos, la Revolución Francesa no hubiera tenido el desarrollo que tuvo. Lo mismo podríamos mencionar sobre Bolcheviques y Mencheviques; liberales, conservadores y socialistas, marxistas y anarquistas, etc. 8 Acerca de la desigualdad entre los hombres manifestada por Rousseu y que tendremos oportunidad de debatir en el curso de este trabajo, lo que manifestamos es la desigualdad de los hombres y no entre los hombres como manifiesta el autor ginebrino. social ya muy estudiado en sociología y en política de tal manera que no creemos que podamos aportar algo nuevo. Referimos entonces, a los trabajos clásicos sobre el tema expresados en los escritos de Rousseau y de Durkheim especialmente9. Entonces, coincidimos con Bernard Lahire cuando nos dice que: “... la diferenciación social de las funciones es una manera de bajar la tasa general de frustración, multiplicando las posibilidades de ser reconocido socialmente” (Lahire 2005. Pag 35). La propuesta nuestra es la de considerar a la desigualdad y a la Tensión Social como una energía dinamizadora de la sociedad y defendemos la heterogeneidad social a sabiendas de los beneficios que esta trae a todo el conjunto de la sociedad. Reiteramos, nuevamente, que esta característica desigual de los hombres no debe ser la base para legitimar el acceso desigual a los recursos que produce una sociedad. Dicho en términos políticos, esta desigualdad humana no debe ser la base para desarrollar esquemas inequitativos ya que estos, evidentemente según nos enseña la historia, antes de morigerar la Tensión y dirigirla hacia modelos que benefician al conjunto de la sociedad, lo que hacen es fortalecerla y en este fortalecimiento los beneficiarios son justamente aquellos que pueden contar con mejor “capital cultural” y “capital social” para “jugar el juego” en los “ campos”10. Obviamente, esta apreciación debe ser entendida en términos analíticos. La sociedad no es una “tabula rasa” y tampoco es un lugar físico; por el contrario, los conflictos y la potencialidad de su solución, revierte en evolución social según lo que se viene manifestando. La anulación de las tensiones al interior de una formación social aparece a primera vista como un objeto utópico a conseguir y es complejo reflexionar al contrario de lo que nos indicaría el sentido común pero, como bien sabemos, rara vez el sentido común nos sirve para los análisis sociológicos11. Lo que se quiere expresar es que, de esta manera, la Tensión Social confirma su poder dinamizador, su capacidad de vehiculizar y hasta de proponer. La Tensión Social no significa ruptura del lazo social. En los procesos históricos críticos, aquellos que terminan en una revolución o en cambios profundos, podemos notar que si bien la Tensión Social aparece como tiñendo todo el espectro social, no lo anula sino que lo dinamiza. Al mismo tiempo que tiende a destruir algunos lazos sociales, fortalece otros nuevos que surgen en virtud de esa energía dinamizadora que mencionáramos. Un ejemplo: la esclavitud supuso un aumento de la Tensión Social toda vez que aquella era sostenida por el poder más descarado. Esta Tensión no destruyó los lazos sociales que vinculaban a amos y esclavos o esclavos y esclavos. La profundización de esta Tensión significó la maduración de ella que trajo consigo, junto con las contradicciones dentro de la sociedad, la abolición de la misma construyendo nuevos lazos sociales que sustituyeron los antiguos. La relación amo-esclavo dio lugar a la relación patronempleado. Podemos notar que el nuevo lazo social no hizo desaparecer la Tensión sino que la transformó en una nueva y que esta evolución no la hizo desaparecer. Los conflictos que trajo aparejado la nueva forma del lazo social, son diferentes de aquellos que les dieron origen. Un ejemplo; en la primer relación mencionada, no hay mención ni construcción de derechos políticos ni civiles. Un esclavo solo tenía derecho a vivir en las condiciones que su amo le imponía y también tenía el derecho de recibir la fe cristiana. Eso significaba, al menos, un tipo de protección. Con el advenimiento de 9 Este autor, relaciona la desigualdad social en virtud de la posición que ocupa el individuo en la división social del trabajo. Esta división estaría en el origen de la desigualdad entre los hombres. Obviamente, no podemos dejar de mencionar a Karl Marx y sus estudios con relación a este tema e incluso a Adam Smith y David Ricardo. 10 Como se puede apreciar, seguimos siendo inspirados por el pensamiento de Pierre Bourdieu. 11 Aunque debemos admitir que el sentido común, no como “common sense” sino como especie de instinto, debe estar presente en política por que el excesivo academicismo e intelectualismo puede producir efectos negativos sobre la sociedad. El sentido común, en su apreciación mas estricta, debería advertirnos sobre las falacias de algunos programas políticos que proponen soluciones casi “mágicas” a cuestiones sociales profundamente arraigadas. Me refiero explícitamente a algunos programas implementados desde la óptica neoliberal que, sin una evaluación previa sobre su eficacia, se aplicaron a contrario del sentido común. las nuevas formas de relación social, dentro del marco de un Estado Moderno de Derecho, bajo la forma de producción capitalista, surge la relación patronempleado garantizada esta por la política del Estado. Esta nueva relación no necesariamente incluye algún tipo de protección tal cual nos mostrara Robert Castel12. Como vemos, lo que ha quedado como producto histórico es la relación patron-empleado, sujeta a derechos y definidora de una nueva forma de organización social. Al interior de ella, vemos que sigue subsistiendo la Tensión pero la forma de su solución ya no es la imposición del poder descarado, que se materializaba con la caza de esclavos, sino una nueva forma de gestión social basada en acuerdos entre individuos. Pero, no debemos dejar que el romanticismo y lo superficial desplace lo que yace por debajo y esto es que el amo no podía matar a su esclavo sin fundamento por mas que quisiera en cambio, en la nueva relación que se establece, las obligaciones del patrón solo están regladas por la posibilidad de obtener una renta. Uno de los polos de la relación, en este caso el patrón, obtiene mayor poder que el que poseía el amo pues se desentiende de lo que la relación propone de tal manera que, aunque parezca contradictorio, la asignación de derechos, sino es vinculante políticamente y en forma material, solo es discurso. En el espacio que va de la esclavitud al trabajo asalariado y al trabajo no salariado, encontramos, digo, las claves para interpretar el devenir de la sociedad desde la lectura de la Tensión Social y los conflictos. Mas adelante volveremos sobre este tema. La Tensión Social así entendida, acompaña la historia de la evolución de la sociedad humana. Entonces, en toda formación social habrá siempre Tensión Social y, como se dijo, ella es una especia de energía que posibilita la evolución de las formas sociales históricamente conocidas. La sociedad utópica adolecería de esta Tensión toda vez que esa utopía supone la desaparición total de las tensiones al interior de una sociedad. La sociedad sin conflictos y perfectamente simétrica 13 es una sociedad en donde la historia ya no tendría objeto. No estoy pregonando en este lugar la desaparición de la historia ni nada semejante. Planteo que, en una sociedad utópica, desaparecería la Tensión Social desapareciendo al mismo tiempo la historia ya que esta, sería, desde esta óptica, el devenir de la Tensión Social. Con el correr del texto, espero que estas consideraciones sean mejor comprendidas. I.3 LA CUESTIÓN DE LAS CUESTIONES. Cuando la imposición de un modo de producción se asentó en los territorios que hoy llamamos Occidente en el Siglo XIX se comenzó a percibir que ese modo de producción tenía efectos materiales sobre la vida de las personas. Estos efectos materiales operaban negativamente sobre la vida de las personas en el sentido de desprotección. El pretendido equilibrio regulador de la política del laissez faire no era tal. Por el contrario, ese modo de producción solo beneficiaba a los titulares de los derechos de propiedad en tanto los sujetos libres no propietarios no encontraban marcos protectores que los defendieran de ciertos desequilibrios y asimetrías que el propio modelo necesitaba para reproducirse. Estos sujetos libres y abandonados a su propio destino, conscientes asimismo de que podían participar de los beneficios que el modo de producción lograba, aprovechando la experiencia histórica de las luchas de fines del Siglo XVIII y el XIX se organizaron y produjeron revueltas que, si bien fueron sofocadas, algunas de manera sangrienta, lograron imponer un cierto temor en las clases propietarias que vieron amenazados algunos de sus privilegios. La historia de fin del siglo XVIII y mediados del XIX son un ejemplo de lo manifestado. Hago referencia explícita de los acontecimientos franceses de 1789 que culminarán con la fundación de la Primer República y con la derrota de la Comuna de París en 1871 que posibilitaría, finalmente, el triunfo de las posiciones burguesas y mercantilistas. 12 13 Cfr. Bibliografia. Si se me permite el oximoron. A este fenómeno descrito se lo definió como la “cuestión social” para describir esas asimetrías que se cristalizaron en desigualdades principalmente económicas que terminaron afectando la dimensión política derribando el mito de igualdad que pregonaban las corrientes liberales en el poder. La definición de la cuestión social paso a ejemplificarse principalmente con la pobreza y el desempleo de las clases no propietarias que, como he manifestado, comienzan a organizarse para obtener, por medio de la lucha social, el reclamo y efectivización de sus derechos más elementales que fueran consagrados por los Derechos del Hombre y los Ciudadanos. Los hechos de 1789 y sus ecos resonaban en el pensamiento de estos sujetos que radicalizaban su conducta en la prosecución de un ideal utópico quizás, pero muy movilizador. Entonces, digo, surge la cuestión social tiñendo con este concepto, las luchas posteriores y que aún hoy, a principios del Siglo XXI, continuamos escuchando sus ecos. Entonces, tenemos por un lado la existencia inevitable de una Tensión entendida como “motor” de procesos sociales, una tensión original y que acompaña a los hombres desde que estos se constituyen como seres sociales. Por el otro lado vemos como esta Tensión obtiene la capacidad de transformarse en cuestión, sin perder sus características tensionantes y conflictivas y como, la cuestión, por el solo hecho de constituirse en tal, obtiene capacidad de agendarse políticamente y, al mismo tiempo, obliga a los detentores del poder a elaborar políticas tendientes a amortiguar los efectos que devienen de dicha Tensión y de la emergencia de la cuestión. Aprovechando el saber producido por las reflexiones sobre la cuestión social, creo que se puede comenzar a pensar que hay una cuestión aún mayor y que involucra a otras cuestiones. Es decir, si bien, como se ha dicho, hay un surgimiento de una primera cuestión, que es la cuestión social, se puede advertir a lo largo de la historia del siglo XIX y del XX, el surgimiento de varias cuestiones; cuestión agraria y campesina, cuestión política, cuestión de la sexualidad (homo y hetero), cuestión de género (la mujer), cuestión de la edad (niñez, juventud y vejez), etc. El surgimiento de estas cuestiones estará definido por la capacidad de agendar políticamente la temática en el gobierno. Esta capacidad estará determinada por la acumulación de poder, la conciencia colectiva, la capacidad de movilización, la visibilidad de las mismas, etc. Toda cuestión, como toda problemática, no tendrá una realidad ontológica y propia sino que será el producto de una construcción social en un devenir histórico. La Tensión Social devendrá en cuestiones sociales en virtud de los procedimientos sociales que se establecerán en la dinámica social. Como podemos apreciar, la Historia no es ajena en este proceso. Es mas, estudiando los procesos históricos, estaremos en condiciones de ilustrar el surgimiento de las diferentes cuestiones y la posible evolución de los mismos. En el punto II volveremos sobre este tema. I.4 SOLIDARIDAD VS COMPETENCIA. Para la posición que intento sostener en este trabajo es la solidaridad, entendida como una acción social estratégica para la obtención de recursos necesarios para la vida y que incluye la participación del otro, lo que permitió a la sociedad evolucionar en la historia. La competencia, si bien existe y forma parte de las tensiones que se manifestara precedentemente, tiene su origen probable en necesidades psíquicas de ostentación. Esta necesidad psíquica tiene su origen probablemente en los procesos de constitución de identidad. La necesidad propiamente humana de poseer identidad individual que nos diferencie del Otro (y así saber quienes somos en un mundo colectivo y que ya está hecho cuando nacemos) involucra actos de diferenciación. La ostentación estética o de saberes necesarios aprendidos empíricamente (magia, meteorología empírica, agricultura, astronomía, etc.) conducirá a un tipo especial de competencia que es la competencia ostentatoria y que puede ejemplificarse en la elaboración de tocados ornamentales, tatuajes, exteriorización de potencias individuales mágicas, etc. 14. La competencia en el seno de un grupo comienza, entonces “... en la mayoría de los casos, más allá de la esfera de la producción y apropiación de bienes de subsistencia y no implica la pérdida de la existencia física sino del estatuto15social de los individuos. Al excluir de la competencia entre sus miembros los problemas de acceso a los medios de producción (la tierra) y a los bienes de subsistencia, la comunidad primitiva garantiza su supervivencia y asegura su continuidad física, mientras que, autorizando la competencia entre bienes escasos que dan acceso a las mujeres y a la autoridad, se asegura su existencia en cuanto sociedad” (Godelier. 1974. Pag 34). Un ejemplo de lo manifestado y que se observa en la cultura occidental se patentiza por los rituales futboleros y roqueros. El uso de la camiseta del equipo de fútbol, firmada por los jugadores o la remera negra con los signos que identifican a las bandas de rock e incluso el icono del Che Guevara, pueden ser entendidos como esta necesidad de ostentación colaboradora en los procesos de construcción y constitución de identidad. Digo, esta es la competencia que nos viene acompañando desde hace miles de años. No es una competencia por productos sino por mostrar al otro quien es uno y, de esa manera, continuar con el proceso social de construcción de identidad. Es ver quien tiene la cara del Che mas grande, es ver que hinchada tiene más “aguante”, es saber quien sigue al grupo mas “fierita” mas “stone”. Si la distribución equitativa de productos materiales necesarios para la reproducción de la vida está socialmente garantizada, el objeto de la competencia será la obtención de productos simbólicos por lo que excederá el ámbito reducido de la economía entendida esta como el intercambio de bienes materiales. Es posible, analíticamente, pensar en una economía de bienes simbólicos y como juega esta economía en la construcción de identidades sociales16. La competencia, tal cual como se entiende hoy día y que se expresa principalmente por el pensamiento liberal neoconservador, para nosotros responde a una mala interpretación de la historia y a intencionalidades astutas de los detentores de ese pensamiento. Esa intencionalidad se manifiesta cuando vemos que los detentores del poder y los propietarios son los que más se benefician con este tipo de competencia, que quiero resaltar, solo lo es en pos de recursos materiales. La astucia se concreta al corroborar que estos competidores en realidad no lo son tanto ya que poseen mayores recursos, expresados en poder material, que los otros competidores de tal manera que, desde este análisis, se hace muy visible el objetivo que persigue la defensa de este tipo de competencia. He ahí la definición de intencionalidad astuta a la que me refiero17. Entonces, no podemos asegurar que la competencia es el origen de la evolución de las formas sociales. Según la posición sostenida en este escrito, no es ella la que ha posibilitado nuestra evolución. Nos parece que el hombre debió haber recurrido a otra estrategia para lograr reproducirse en el espacio y en el tiempo y esta estrategia se concreta en la solidaridad. De hecho, creo que es posible observar que hay mas hechos solidarios en la vida que hechos competitivos. Si la competencia fuera la norma, se estaría en posibilidad de la dilución total de los lazos sociales. Pero no es esto lo que sucede a nivel de la realidad social. Al inicio, hemos definido a la solidaridad y que entendemos cuando hablamos de ella. La solidaridad a la que apelamos, no tiene, en primera instancia, una estrecha relación con la moral. Antes bien, entendemos a la solidaridad como una estrategia eficaz en la consecución de determinados insumos materiales la mayoría de ellos. La aplicación de esta acción social, significó sencillamente que el trabajo humano fuera más eficaz. Si calculamos lo que puede hacer un hombre en 14 La etnografía nos indica en algunos rituales lo que se quiere manifestar. La competencia se puede dar en quien salta mas alto en el baile, quien corre más rápido en la carrera, quien detenta el peinado o el arreglo corporal mas bello, etc. Como se puede apreciar, la competencia a la que aludo, no significa la adaptación del más fuerte ni el triunfo de la fuerza exterminadora. 15 En el original. 16 A esta economía la hemos llamado religión, magia e incluso ciencia. 17 Nuevamente, recurrimos a Bourdieu; dentro del “campo”, hay algunos competidores que están en posesión del “código” del juego y este se les hace mas “fácil”. De tal manera que la competencia es desigual. cinco horas de trabajo, seguro que será menor que si calculáramos cuanto producen cinco hombres trabajando coordinadamente. Es así, entonces, que podemos decir con cierto grado de certeza, que la solidaridad es mas productiva que la competencia y que esta ha podido aparecer como una especie de energía que dinamiza lo social y que empuja al desarrollo hacia delante en virtud de la concreción de una ideología astuta y egoísta declamada por los detentores del poder real y que se encuentran en mejores condiciones para competir. La solidaridad encontrará en las políticas aseguradoras, de base solidaria y equitativa, una forma concreta de aplicación. Los sistemas jubilatorios, el seguro de salud, el subsidio al desempleo, etc., son políticas sociales aseguradoras y que protegen a las personas de algunas vicisitudes que acontecen en la vida. En el ejemplo manifestado, reside su mayor eficacia. Los ajustes implementados a partir del mal llamado “consenso” de Washington, han intentado desarmar la estructura de protección solidaria construida en la posguerra. En algunos países, como el nuestro, ese desarme tuvo mayor éxito que en países en donde la tradición protectora, de origen social, ha sido mas profunda. En los inicios del Siglo XXI, podemos notar los estragos, en términos de pauperismo, vulnerabilidad social, abandono, etc., que ha producido la idea de la competencia. En otro orden, el pensamiento liberal más recalcitrante, postula que la competencia, no solo es inherente al hombre, sino que es una energía, una fuerza que posibilita los “saltos hacia delante” en términos evolutivos. Si no existiera la competencia, postulan, la sociedad no se movería “hacia delante” en la historia. Pues bien, nada hay que pueda probar este postulado ya que, los productos de la competencia, generalmente son productos ostentatorios y muchos de ellos superfluos18. El “salto hacia delante” debe provenir, según mi opinión, de la ciencia entendiendo a esta como una forma probada de producción de conocimientos buscados u orientados por un consenso. De nada vale descubrir saberes inútiles. De lo que se trata es de que la ciencia orientada por la búsqueda del Bien Común, produzca los saberes necesarios para que este se fortalezca. Es la ciencia, a mi juicio, la acción social que debiera prevalecer y que debiera ser fortalecida por el conjunto de acciones sociales. I.4 ALIANZAS, CONCERTACIÓN Y NEGOCIACIÓN: LA POLÍTICA. El “lugar”19 en donde se dirimirán las cuestiones sociales anteriormente planteadas, será la política, entendida esta, como una dimensión más del “Big Bang” mencionado en el inicio. Es en el ámbito político donde los problemas juegan sus juegos. Y el método para ello serán las alianzas, la concertación y la negociación permanente si es que se quiere preservar el espacio social. Habíamos dicho al principio que, en el origen de la sociedad, existía una capacidad de adaptación que propició la evolución social. La negociación permanente y la posibilidad concreta de realizar alianzas y concertar con los diferentes actores involucrados, son tres elementos centrales que propiciaron el surgimiento del Estado y la solución de estos conflictos. Entendemos por negociar, la capacidad de intercambiar no solo mercancías sino tambien servicios, significaciones sociales, etc. Por concertación, se entiende la capacidad de acercar posiciones para llegar a acuerdos comunes legitimados por el consenso y hacer alianzas es convocar a otros antagónicos en pos de un bien común a ambos. Lo positivo de estas tres formas de gestionar el conflicto es que tanto las alianzas, como las concertaciones y las negociaciones suponen siempre, la incorporación del otro. Es otro significante con el que nos aliamos, negociamos y concertamos. Esta consideración, tiene una gran potencialidad integradora y fortalece el vínculo social. Para poder negociar, concertar y hacer alianzas, hay que tener una gran capacidad de resignación de posiciones. No es la lógica de la 18 19 Hago referencia a aquellos productos que fortalecen el consumismo mas vacío de contenido. Si se me permite la metáfora. guerra la que funciona sino la lógica de la política. Se debe retroceder dos pasos para poder avanzar tres y esto es lo que ha venido haciendo la humanidad desde hace muchos miles de años. Estos tres procesos son extremadamente eficaces en la morigeración de conflictos y poseen un alto grado de positividad en lo referente a las relaciones sociales y son una muestra de que no solo la competencia es lo que prima en estas relaciones. No es, según mi análisis, el espíritu de competencia lo que posibilitó el desarrollo de la sociedad. Por el contrario, es la solidaridad y la necesidad de avanzar en la evolución lo que esta en la base de esta. Cuando la sociedad llegó a tener un numero considerable de miembros, que debieron ser alimentados, ya no sirvió la caza individual de animales pequeños. Para cazar al elefante o animales de portes mayores, se necesitó la colaboración en forma solidaria de varios individuos que proveían a un fin común; la matanza de la presa que luego se transformaría en alimento y abrigo. Una vez cazada esta presa, se procedía a la socialización de la misma, generalmente sancionada a través de rituales de pertenencia o similares. Todos los cazadores que habían participado de la expedición y habían tenido éxito en la empresa podían participar del reparto de ella. Si bien es cierto que en este reparto o distribución existían jerarquías sociales, por ejemplo; el “dueño” (generalmente el fabricante) de las armas podía pedir los mejores cortes y vísceras del animal cazado, al constructor de la canoa que se llevo en la expedición de pesca le podía corresponder mas piezas que al que arrojo la red, etc., esto no significaba explotación laboral ni extracción de plusvalía. Si la empresa era una acción colectiva, el reparto colectivo de los bienes era el hecho social más común. En el origen, entonces, vemos que había mucho margen para el desarrollo de formas solidarias antes que competitivas. La extrema individualidad que pregonan las corrientes liberales, el excesivo culto al sujeto como detentor de derechos, propenden a extremar las tendencias egoístas que, fortalecidas por el concepto de lo “privado”, minan las propensiones gregarias y colectivas. Como podemos apreciar, estas tendencias fortalecen la Tensión Social en sus aspectos negativos obstaculizando la emergencia de la solidaridad. CONCLUSIÓN. Hemos visto a lo largo de esta presentación, un esbozo de Teoría Social que funda en el concepto de Tensión Social y del conflicto, una dinámica social de raíz histórica y que se presenta como universal. Desde el mismo principio de la sociedad, la Tensión Social la viene acompañando. Y es así, de tal manera, que podríamos decir que la historia de la humanidad puede ser entendida también como la historia de sus conflictos y de su resolución. Por que la otra cara de la Tensión Social la patentiza la solución a ella. Los caminos que el hombre ha encontrado para que la Tensión Social no destruya la organización social se han concretado en la capacidad combinada de negociar, concertar y hacer alianzas. La profundización de estos métodos de resolución de conflictos, amortigua la Tensión Social propiciando la evolución de la organización social. La propia génesis descripta nos advierte que este proceso constitutivo tensionante produjo, por si mismo, un espacio de emergencia y de resolución que hemos llamado política. Este es el lugar donde los conflictos emergen y donde hallan soluciones. De tal manera que, a contrario de una tendencia intelectual demasiado expandida ya, la propuesta final de este escrito es entender a la política como la mediación universal y necesaria para la resolución de los conflictos que existen en todas las formaciones sociales históricamente determinadas. La negación de la política, tan cara a las escuelas economicistas, no puede evitar ni la emergencia de los conflictos ni tampoco propone soluciones duraderas. De lo que se trata entonces, es de entender a la política, conocerla en sus actuaciones mas profundas para así poder controlarla y evitar la posibilidad de la concentración de poder que, en definitiva, también anularía la sociedad. Para finalizar este escrito, me gustaría mencionar a un intelectual de fuste como Michel Foucault quien, acertadamente, nos llama a “Defender la Sociedad” antes los embates conservadores y negadores de sociabilidad. No es el conflicto ni la Tensión Social lo que nos debe preocupar sino la incapacidad de resolverlos. BIBLIOGRAFIA. ABRAMOVICH V y COURTIS CH: El significado de los derechos sociales en el Estado Constitucional. Ed. Del Puerto. Bs. As. 2006 AGAMBEN, Giorgio: Estado de Excepción. Adriana Hidalgo. Bs. As. 2004. BALANDIER: Antropología política. Antropolis. Ed. Del Sol. Bs. As. 2004. CASTEL, Robert: La metamorfosis de la Cuestion Social. Paidos. Bs. As. ELIAS, Norbert: El proceso civilizatorio. FCE. Bs. As. LAHIRE, Bernard (dir). 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