MEDITACIÓN PARA ABRIR EL CORAZÓN -Siéntate en un lugar donde no vayas a ser molestad@ durante unos 15 minutos -Utiliza una postura cómoda: espalda recta, hombros relajados, y las manos sobre tus piernas -Toma un poco de aire profundamente, llevando el aire hasta el abdomen y retenlo un par de segundos. Después, expíralo, hazlo despacio y de manera agradable y cierra tus ojos -Realiza de nuevo esta respiración, dos veces más. -Continúa respirando ahora suave y profundamente, poniendo tu atención en las fosas nasales, notando como entra y sale el aire por ellas. Tómate el tiempo que necesites para estar en el momento presente, para estar receptiv@ a la meditación. -cuando vengan pensamientos a tu mente, simplemente lo observas y vuelves a sentir como el aire entra y sale por tus fosas nasales, mientras escuchas mi voz -Imagina una playa, una hermosa playa de fina arena dorada. Tú estás ahora en esa playa. Hace un día magnífico. El cielo está limpio de un celeste brillante. Fíjate en el color del agua, de un verde azulado, transparente.La temperatura en esta playa es cálida, la notas en tu piel bañada por el sol y una suave brisa acaricia tu rostro. Escucha el sonido de las olas al romper en la orilla, hasta se puede oler ese típico aroma del mar. Coges la arena fina con tu mano y sientes su textura deslizándose entre tus dedos. Y te encuentras muy tranquilo, muy tranquila, muy relajado, muy relajada. -Ahora, lleva la atención a tu corazón. Respira a través de tu corazón. Aunque te resulte extraño, imagina que el aire entra por tu corazón y cuando sale, lo hace también por tu corazón. Siente como el aire entra por tu corazón y como después va saliendo por el corazón de nuevo. Siéntlo. Observa como el corazón se va tranquilizando. A medida que respires, irás conectando con él. Observa lo que estás sintiendo en este momento. Continúa respirando a través de tu corazón. -Y mientras respiras, imagina que el aire que tomas es una luz, una luz del color que más te agrade, el primero que te venga, uno que sintonice bien contigo. Respira esa luz que está hecha especialmente para ti, siente como inunda tu corazón, como se va llenando todo tu pecho de esa luz radiante Con tu mente consciente, sigue respirando esa luz, siente su temperatura agradable en tu pecho, la suavidad con que llega, la intensidad del color. Puedes percibir una agradable sensación de bienestar, te sientes muy confortable. -Confía ahora en tu mente inconsciente: imagina que esa luz tiene la sabiduría perfecta de tu mente y sabe exactamente lo que necesitas para ser más feliz, para borrar los miedos que aún no habías eliminado, para cerrar las heridas del pasado y sanarlas. Porque tú sabes el enorme poder que hay dentro de ti para traer al presente, a este momento, la alegría, las ganas de vivir, la capacidad de amar. Cada vez que respiras a través de tu corazón, esa luz va iluminando los rincones oscuros o cerrados. Deja que esa luz limpie cada rincón. Continúa respirando suavemente. Confía en la sabiduría de tu corazón y déjale saber que estás disponible para sanarlo y abrirte completamente a la vida. Ahora, deja que llegue una imagen a tu mente. Imagina que delante de ti está sentada una persona, justamente la persona que despierta en ti una una gran ternura, esa persona que cuando piensas en ella, tu boca se afloja y emerge una media sonrisa que alegra tu corazón. Observa su rostro, te está mirando con mucha dulzura, su boca esboza una suave sonrisa, está feliz. Escucha, está susurrando unas palabras, dice: Gracias por tu amor, gracias por tu amor, gracias por tu amor. Puedes notar que algo se ha movido en tu corazón, como un pequeño cosquilleo, como unas chispitas de luz en movimiento, como pequeñas estrellitas de colores salidas de una bengala, que giran dentro de tu corazón. Siente esa agradable sensación, siente esa dulzura que derrite tu corazón y que va inundando todo tu pecho con una oleada de calor, expandiéndose. Sigue mirando a esa persona, siente como su amor te va envolviendo, como el abrazo cariñoso de una madre, como esa sensación de paz y calidez al despertarte por las mañanas, disfrútala. -Es tanto el amor que se ha producido en tu corazón tan bonito lo que se ha movido en ti que ha creado un canal de luz entre tu corazón y su corazón, un canal muy luminoso, muy brillante. Fíjate como resplandece su cara de felicidad, fíjate cuanto amor hay en ella. Ahora, despídete. Puedes decirle: Gracias por existir en mi vida. Tienes un lugar en mi corazón Recuerda: puedes volver a este estado de placidez cuando tú así lo desees. Tu tienes la llave para abrir tu corazón, tu tienes la llave de tu felicidad, es tu decisión. Y poco a poco, vamos volviendo. Rspira profundamente, siente tus pies,…tus manos,.. abre los ojos -