La Torre de Babel EL ARTE EN LAS SITUACIONES DE EMERGENCIA Para quienes están expuestos a las guerras, a los desastres naturales y a las enfermedades, el arte y la expresión creativa pueden convertirse en una poderosa herramienta con la que trabajar las heridas emocionales abiertas. Asimismo, ambos pueden utilizarse como instrumentos educativos para cambiar comportamientos, por ejemplo, poner fin a la violencia sexual y promover conductas respetuosas. En sus programas extendidos por todo el mundo, International Medical Corps introduce a menudo manifestaciones artísticas como la fotografía, la pintura, el dibujo, el teatro y la danza para ayudar a la gente, sobre todo a niños y a jóvenes, a superar acontecimientos difíciles, y volver a sentirse parte de un grupo. Intercambio artístico entre los Estados Unidos y Japón Cuando los alumnos de la escuela primaria Ridge de Nueva Jersey se enteraron del terremoto y del tsunami que en marzo de 2011 arrasó gran parte del Japón nororiental, comenzaron a hacer dibujos para los niños de las zonas afectadas por el desastre. International Medical Corps contribuyó a poner en contacto al colegio de Ridge con otra escuela de la ciudad japonesa de Kesennuma, e hicieron llegar más de 200 dibujos a los estudiantes de primaria japoneses. Emi Samata, responsable de logística de International Medical Corps en Japón, describió a los pequeños como «increíblemente llenos de energía», y se mostró sorprendido de que, a pesar de la tragedia, se pusieran tan contentos con los dibujos de los niños americanos. Samata llevó pinturas nuevas y papel a los estudiantes de la escuela de Kesennuma, y les pidió que dibujaran algo en respuesta a sus compañeros estadounidenses. Los niños recibieron la idea con entusiasmo. Algunos dieron las gracias en inglés a los estudiantes de primaria de Ridge, mientras que otros dibujaron peces para representar la vida en la ciudad de Kesennuma, un puerto pesquero muy concurrido antes del tsunami. Muchos de estos estudiantes hacen frente a la muerte de sus seres queridos, al desempleo de sus cuidadores y a la destrucción de sus hogares. Mediante este ejercicio artístico, los niños de Japón víctimas de los sucesos ocurridos en marzo de 2011 tuvieron la oportunidad de expresar su identidad como pueblo, de admitir su pérdida y de emprender la reconstrucción con el apoyo de sus nuevos amigos estadounidenses. La Torre de Babel En su dibujo para un estudiante de Nueva Jersey, un chico japonés escribió: “Gracias por la ayuda. Daré lo mejor de mí”.