Carisma de Palabra de Conocimiento Mucho se ha discutido en estos últimos tiempos sobre la palabra de ciencia y que algunos, con una traducción más exacta, llaman "palabra de conocimiento" (del griego Gnósis). El P. Emiliano Tardif nos explica este concepto: El Espíritu Santo da a una persona un conocimiento sobrenatural (que no es posible sólo con la capacidad intelectual) de hechos pasados, presentes y futuros, o una revelación de hechos que está en la mente de Dios. Es un don carismático muy hermoso a través del cual Dios revela y comunica lo que ha pasado o está sucediendo en la historia de la salvación de las personas. Gracias a esta revelación se puede llegar hasta la raíz de una sanación. El Señor nos dio el "conocimiento" de la raíz del problema. No estaba poseída ni se trataba de una enfermedad cualquiera. También por el don del conocimiento, Dios revela las curaciones que El está realizando en medio de la comunidad. Entonces se comunica a toda la asamblea lo que el Señor está haciendo. La palabra de conocimiento es un carisma del Espíritu que sorprende mucho a los que viven esta experiencia. Es la comunicación de una seguridad interior, una certeza que no se adquiere por reflexión ni deducción. Es como una idea que invade nuestra mente con intensidad. Esta nos acapara como una palabra sin sonido, una palabra que viene del interior de nuestro ser y permanece presente en nuestro espíritu durante mucho tiempo. Y resulta que, con este pensamiento en nuestra mente, estamos seguros de algo que sabemos no viene de nosotros pero sí a través de nosotros. Lo cierto es que existe. Llega una idea clara a la mente. En la medida que la comunicamos van apareciendo los detalles adicionales. De igual manera, se comienza a comunicar el primer mensaje e inmediatamente se va completando éste en la medida que lo vamos transmitiendo. ¿Cómo reconocer la autenticidad de una palabra de conocimiento? Solamente por los resultados. Los testimonios son el termómetro que determina si la palabra venía del Señor o no. Ciertos ministerios no producirán frutos si no van acompañados del testimonio. Así, por ejemplo, si se anuncian curaciones con palabra de conocimiento pero no se certifican con testimonios, resultaría algo muy dudoso y hasta daría origen a críticas en vez de alabanzas al Señor. Durante la oración en lenguas se facilitan mucho estos mensajes ya que el canal de nuestra mente está vacío y más disponible para recibir la palabra del Señor. Cómo se percibe? La palabra de conocimiento se percibe en un clima de oración y unión con Dios. De ordinario, después de haberla pedido al Espíritu Santo Paráclito. No olvidemos que Paráclito significa: "El que acude cuando se le llama". La manera práctica es: orar en lenguas para borrar de la mente cualquier distracción y así dejar espacio al Espíritu para comunicarse con nosotros. En este clima la palabra que viene a tu mente es de Dios. Ejemplo: Cuando Jesús le dice a la samaritana que ha tenido 5 maridos (Jn 4, 17ss). Lo mismo le había pasado a la Samaritana en el pozo de Jacob cuando Jesús le reveló a través de una palabra de conocimiento: Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es marido tuyo, en eso has dicho la verdad... La Samaritana, después de su coloquio con Cristo, salió corriendo a la ciudad y dijo a la gente: Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Mesías?". Jn 4,17ss. Así como a través de una palabra de conocimiento se convirtió el pueblo de Samaría, así también a través de estas palabras de conocimiento se edifican las comunidades, crece la fe y se alaba a Dios. Natán tuvo palabra de conocimiento cuando develó el corazón de David. (2Sam 12,1-15) Pedro tuvo igualmente palabra de conocimiento en el caso de Ananías y Safira. (Hech 5,111) Ejemplo por medio de un testimónio Un día llegó una señora muy afligida con su hija que a causa de una extraña enfermedad había dejado los estudios. Me contaron que la jovencita sufría unos ataques muy raros. Frecuentemente se desmayaba y se contorsionaba como si tuviera epilepsia. Habían visitado varios médicos sin resultado alguno. Fueron con psicólogos y no hubo mejoría. Incluso cometieron la torpeza de ir con brujos. Entonces llegaron a la fácil conclusión de que necesitaba un exorcismo. La mamá hablaba, pero la joven guardaba silencio. Ni siquiera contestaba a mis preguntas. No teniendo datos ni sabiendo qué pedir para ella oré en lenguas. En eso me vino a la mente una palabra que me martillaba continuamente: aborto. Abrí los ojos y le pregunté si ella había tenido algo que ver con un aborto. Ella se sorprendió y me preguntó: ¿Quién se lo dijo? Con lágrimas en los ojos me contó que había tenido relaciones con su novio, quedando embarazada. Siendo de una familia muy reconocida tuvo mucho miedo y decidió abortar. Pero entonces, teniendo que cargar con el doble peso de su pecado, al sólo pensar en ello, se desmayaba. Se arrepintió, se confesó y oramos por su curación interior. El Señor la perdonó y la sanó, no volvió más a sufrir esos desmayos. El Señor nos dio el "conocimiento" de la raíz del problema. No estaba poseída ni se trataba de una enfermedad cualquiera. También por el don del conocimiento, Dios revela las curaciones que El está realizando en medio de la comunidad. Entonces se comunica a toda la asamblea lo que el Señor está haciendo.