Mi hijo sufre ambliopía En torno al 10% de los niños menores de cinco años sufre problemas de visión. La ambliopía es uno de ellos. Si no se trata, puede tener consecuencias graves para la vista. Si se trata antes de los seis años, el niño puede recuperar hasta el 100% de la visión. ¿Qué es la ambliopía? La ambliopía es una visión débil que no se puede mejorar con gafas. Se habla de ambliopía orgánica cuando es consecuencia de una enfermedad ocular (cataratas congénitas, afectación retiniana...). La ambliopía es funcional si no viene dada por una anomalía visible del ojo. ¿Qué es la ambliopía funcional? Es una disminución de la agudeza visual sin lesión aparente del ojo. Es consecuencia de un defecto de utilización del ojo como el estrabismo o la ptosis (caída del párpado). Es profunda si la agudeza visual es inferior a 1/10; moderada, entre 2 y 5/10; y ligera, a partir de 6/10. ¿Cómo se desarrolla la ambliopía? La visión es el producto del trabajo de dos órganos: los ojos y el cerebro. Normalmente, los dos ojos trasmiten cada uno su propia visión de una imagen que el cerebro transforma en una imagen en tres dimensiones. Ciertas enfermedades (estrabismo, opacidad o lesiones del ojo) impiden a la vista desarrollarse con normalidad. El cerebro prioriza la visión del ojo sano, que se convierte en dominante, mientras que el otro pasa a ser "perezoso". De manera progresiva, las conexiones nerviosas entre el ojo perezoso y el cerebro degeneran y el ojo se queda ciego. ¿Cómo se corrige la ambliopía? El tratamiento universal es la oclusión del ojo dominante con un parche. Se alternan otros tratamientos para evitar la reaparición: la oclusión parcial, los filtros y las penalizaciones ópticas. ¿Mi bebé puede estar afectado? Sí. Además, la ambliopía debe diagnosticarse lo antes posible para comenzar la reeducación, que será mucho más fácil. Se conseguirán mejores resultados. ¿Cuáles son los signos que deben alertarme? Si, a los tres meses, el bebé parpadea todo el tiempo o si sufre tortícolis frecuentemente, consulte al médico. La tortícolis puede estar asociada a una posición de la cabeza inusual destinada a utilizar mejor el ojo dominante. En caso de duda, puede hacer una prueba sencilla: cubra cada ojo, por turnos y varias veces, y muéstrele al niño un objeto que le interese. Si se opone repetidamente a la oclusión del mismo ojo, esto puede significar que el que queda descubierto tiene una visión baja. La ambliopía se corrige mejor cuanto más pronto se diagnostica. Si se detecta tardíamente, los daños son irreversibles. No deje nunca el tratamiento para más adelante pensando que el niño lo soportará mejor, ya que esto es falso. Es necesario mostrar una actitud firme respecto dadas por el oftalmólogo con respecto al uso de gafas o parches y mantener una regularidad al realizar los ejercicios. De ello depende directamente el futuro de su vista.