Sr. Presidente Sobre el proyecto de derogación de la ordenanza 45.604 presentado por el Dr. Avelino Tamargo, nos dirigimos a Ud. con la intención de aclararle cual es el real sentido de la ordenanza en cuestión, los alcances de la función de esta Banda y por que no, poner al descubierto el desconocimiento absoluto que tiene el legislador y quienes lo han asesorado acerca del tema que nos ocupa. No descalificamos al Dr. Tamargo en su calidad de legislador o de experto en Derecho Parlamentario y Derecho Constitucional, pero ciertamente tenemos dudas sobre su idoneidad a la hora de emitir juicio sobre una actividad que demuestra, simplemente con sus dichos, que le es ajena. Teniendo en cuenta que al momento de la sanción de la ordenanza cuestionada el Dr. Tamargo tenía 17 años, nos preocupa conocer cual ha sido su fuente de información, ya que entre lo que el Dr. Tamargo afirma y la verdad existen profundas contradicciones, las que a continuación detallamos a Ud. Empieza el Dr. descalificando la manera en que la ordenanza fue sancionada y no repara en que, para lograr la aprobación “sin debate” la misma debió atravesar varias instancias previas, como fueron en su momento la Comisión de Cultura y la Comisión de Presupuesto y Hacienda entre otras, sin contar con la promulgación final del Intendente Lic. Carlos Grosso, quien en diálogo directo con nuestros Delegados manifestó su conformidad con la misma. Coincidimos con el Dr. Tamargo en que “ la Banda Sinfónica fue creada en 1910” y en que “debería constituir un organismo de altísima calidad artística”.De hecho, la Banda está integrada por muchos de los mejores músicos del país, lo cual puede Ud. corroborar ingresando a la página web www.bandasinfonica.com.ar donde tendrá acceso a los curriculums de la mayoría de sus integrantes. Cabe acotar que esta página se sostiene con el aporte monetario de los propios músicos y tiene como finalidad hacer conocer a la mayor cantidad de personas posible nuestras actividades. Le recomendamos que ingrese al Libro de Visitas, lugar en el que podrá visualizar las opiniones y comentarios de quienes nos siguen, entre ellos muchísimos niños. Y hemos debido crear este sitio debido a que las distintas Direcciones no han desarrollado labor de difusión alguna ni han contribuido con los recursos que obviamente poseen a la captación de nuevo público. Si la Banda “no constituye un organismo de altísima calidad artística”(esto lo dice Tamargo) no es por falta de idoneidad profesional. Se menciona luego la importante gira europea que la Banda realizó en 1974 y se atribuye a la ordenanza 45.604 la ausencia total de estas con posterioridad de la sanción de la misma. Evidentemente el legislador desconoce que nuestra Banda Sinfónica fue y es invitada permanentemente a realizar conciertos en países cómo España y Japón y que se nos había dado un lugar de privilegio en los festejos por los 500 años del Descubrimiento de América en la hermana Bolivariana República de Venezuela. La invitación incluía conciertos en la televisión de ese país además de una extensa gira por el interior del mismo. La fecha prevista era, obviamente, Octubre de 1992 o sea 6 meses posteriores a la sanción de la 45.604 por lo que los dichos de Tamargo faltan a la verdad. El vacío de poder que se produjera antes y hasta la renuncia del Lic. Grosso y la asunción del Dr. Bouer motivaron, entre otras cosas que la misma no se realizara. La vieja excusa “NO HAY PRESUPUESTO”, ACABÓ CON ESA Y TODAS LAS INVITACIONES QUE SE RECIBIERON, NO LA ORDENANZA. Resulta además injusto y es casi una falta al respeto de quienes integramos la Banda Sinfónica, que se compare nuestra performance con la de otros organismos como por ejemplo San Pablo, Dallas, etc. Seguramente estos cuentan, entre otras cosas, con UNA SALA DE ENSAYO PROPIA, lujo este que luego de 100 AÑOS nosotros no disfrutamos. Siguiendo con la comparación nos gustaría saber si, para citar otros organismos mencionados, las Bandas Sinfónicas de Tokio, Estocolmo o Madrid carecen de indumentaria o instrumental acorde a la jerarquía de los mismos, archivos actualizados y provisión de música nueva. ¿Sus atriles se caen durante los conciertos?¿ poseen sistemas de audio y video? Porque eso es exactamente lo que tenemos y no tenemos en nuestra Banda Sinfónica. De hecho, los atriles que hoy estamos casi estrenando se consiguieron gracias a la gestión de la Comisión de Músicos que obtuvo la donación de los mismos de parte del Subsecretario de Áreas Protegidas, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente, Sr. Javier María García Elorrio en el mes de Noviembre de 2007. Esta Comisión, puesta en tela de juicio por el legislador, organizó un concierto multitudinario al que concurrieron más de 1500 personas tal cómo puede leerse en el diario La Nación que cubrió el evento. No hemos podido reemplazar aún los equipos de luz y sonido. Tan solo hemos obtenido, de la misma manera arriba mencionada, la donación de un grupo electrógeno que apenas alcanza a cubrir las necesidades mínimas de iluminación. El resto de la infraestructura necesaria para desarrollar nuestra actividad con un mínimo de dignidad se encuentra obsoleta y hasta resulta peligrosa para los compañeros que la operan, cómo lo hemos hecho saber una y mil veces a las distintas Direcciones, sin respuesta o soluciones de parte de las mismas. Sospechamos que la Sinfónica de Dallas no debe tener problemas parecidos. Y seguramente no sufre”atrofias” en su desempeño porque sus conciertos deben llevarse a cabo en ámbitos adecuados, no en el hall de la estación Constitución, como es nuestro caso. Sería esclarecedor a los intereses de todos que el Dr. Tamargo nos ilustrara al respecto ya que evidentemente es un conocedor del tema. Por los mismos motivos, tampoco es válida la comparación con otros organismos sinfónicos de la ciudad. Las Orquestas Filarmónica y Académica desarrollan sus funciones dentro del Teatro Colón. Rara vez salen de dicho ámbito y ciertamente no tienen presencia alguna en el público que convoca la Banda, integrado en su mayoría por ciudadanos que jamás han concurrido, o lo harán en el futuro, al Teatro Colón, pese a lo cual, contribuyen con sus impuestos al sostenimiento de nuestro “primer coliseo”. Si han recibido algo a cambio ha sido y será la presencia de la Banda Sinfónica en todos, repetimos, TODOS ,los barrios que conforman la Capital Federal. ¿Habría sido esto posible, si cómo afirma el Dr. Tamargo la ordenanza pecara de “POCA Y EN ALGUNOS CASOS NULA FLEXIBILIDAD DE HORARIOS Y FECHAS”? ¿Considera el Dr. Tamargo que la realización de 136 conciertos a lo largo del año 2007 no constituye “UNA NOTABLE LABOR”?¿En que se basa el legislador para marcar la diferencia entre una actividad y otra? Ciertamente no en la productividad, ya que lo que afirmamos es la verdad incontrastable y a tal efecto adjuntamos documentación probatoria. Cabe recalcar aquí que de los 136 conciertos mencionados solamente 1(uno) fue programado por la Dirección Gral. de Música. Dice Tamargo:”NULA PARTICIPACIÓN DEL FUNCIONARIO A CARGO DE LA DGMGCBA”. Coincidimos plenamente. Tan nula fue su presencia que, de haber esperado la misma, no hubiéramos tenido actividad alguna, no solo durante este último año sino tampoco en todos los anteriores. Desconocemos cuales fueron las “ADECUADAS POLÍTICAS CULTURALES” y cuales las”NECESIDADES DE LA CIUDADANIA PORTEÑA” toda vez que jamás se implementó política alguna de parte de las autoridades. La única política cierta ha sido la de acercar la música allí donde nunca llega y no ha surgido del Ejecutivo sino de los propios integrantes de esta Banda. De lo antes expuesto es que entendemos que al expresar Tamargo:”INJERENCIA EXCESIVA Y EN EXTREMO ARBITRARIA DE UNA COMISION INTEGRADA POR MÚSICOS DE LA ORQUESTA(en realidad Banda Sinfónica, que no es lo mismo)EN LA TOMA DE DECISIONES FUNDAMENTALES RELATIVAS A SU FUNCIONAMIENTO” no hace más que decir la verdad. Ha sido y es la Comisión de Músicos la encargada de programar conciertos y encontrar o mantener los ámbitos en los cuales los mismos se desarrollan porque, repetimos, la DGMGCBA no lo hace, ni parece estar interesada en hacerlo, ya que el actual Director, Sr. Cardellichio ha informado a esta Comisión, en la última reunión mantenida con su persona: “SIGAN TRABAJANDO DE LA MISMA MANERA”(SIC) Rechazamos el término “EXTREMO ARBITRARIA” por considerarlo peyorativo a nuestra labor. Quienes integramos la Banda Sinfónica y en especial la Comisión de Músicos, somos profesionales con Títulos Académicos tan importantes como los del legislador y ciertamente sabemos más de temas musicales que la mayoría de quienes se han desempeñado al frente de la DGMGCBA. ¿No cree el Sr. Presidente que ciertamente un músico sabe más de su profesión que por ejemplo un locutor, o un contador? Y sin embargo esas han sido y son solo algunas de las profesiones que vimos desfilar por la dirección a lo largo de los años. Es penoso que un cargo tan importante, otrora ocupado por músicos y compositores de reconocida capacidad, tal el caso de Cayetano Silva, autor entre otras de la Marcha de San Lorenzo, haya caído en los últimos tiempos en manos de ineptos u oportunistas que utilizaron la infraestructura del Gobierno para fomentar sus actividades personales. Y de no haber sido por la firme oposición de esta Banda, a través de su Comisión, el daño hubiese sido mayor. En los puntos en los cuales Tamargo hace hincapié en los artículos 6° y 7° de la ordenanza, pone nuevamente en manifiesto su total desconocimiento del funcionamiento de un organismo sinfónico. No son los músicos ni los Directores en funciones quienes fijan la cantidad de músicos que deben tocar, es el compositor a través de su partitura quien lo hace. El artículo 6 prevé que el orgánico que se necesita para ejecutar una obra dada sea cubierto, en caso de ausencia fortuita de algún integrante de la familia afectada, por otro músico de la misma familia de manera que la obra pueda ejecutarse según las necesidades de la partitura sin alterar el programa de ensayos. El artículo 7 deja a criterio de los mismos músicos, en gral. el solista de la fila, la potestad de determinar quien efectúa el reemplazo. La intención de dichos artículos es facilitar y no entorpecer la labor de los directores tal y como ellos mismos pueden atestiguar. Rechazamos por falsa, tendenciosa y maliciosa la afirmación de Tamargo en el sentido de que “si la obra lleva orgánico completo, directamente no se hace”. De ser estas aseveraciones ciertas, no hubiéramos, una vez más, desarrollado actividad alguna, toda vez que las vacantes producidas por decesos, jubilaciones y licencias por enfermedad y motivos personales no fueron oportunamente cubiertos por las autoridades tal y como está estipulado en la ordenanza que se pretende derogar. Del conocimiento que el Director y los integrantes de la Comisión de Músicos tienen de los lugares a los que se va a tocar surgen los distintos orgánicos que se confeccionan. Nada se realiza de manera inconsulta, de hecho se lleva adelante una programación sustentable con los escasísimos recursos que nos son asignados y esto a pesar de la ausencia total de los representantes de la DGMGCBA. Hubiera sido más fácil hacer nada y eso es lo que efectivamente hubiese ocurrido de no haber existido nuestra ordenanza. Deseamos explicarle al Dr. Tamargo que , por ejemplo, una sinfonía de Mozart no requiere la misma cantidad de intérpretes que una de Tchaicovsky. Debe saber además, que no se puede tocar el mismo programa en una plaza y en un colegio primario ya que los públicos a los cuales está dirigido el concierto son sustancialmente distintos y obviamente también lo son los orgánicos. La figura” SIN PARTE” está contemplada para todos los organismos de la Ciudad y es inherente al funcionamiento de los mismos. Quienes integramos estos, somos artistas, no oficinistas con horario fijo, por lo cual en caso de no ser requerida nuestra presencia no concurrimos a prestar servicios. Esto es fácilmente constatable si se analiza el régimen de prestaciones de cualquiera de los organismos, nacionales e internacionales, antes mencionados. Siguiendo el razonamiento del Dr. Tamargo vale preguntarse ¿cuántas veces al mes firma la planilla un médico de guardia?¿o un legislador?¿Y alguien estaría facultado a afirmar que dicha persona no trabaja? Desconocemos y no nos parece importante, al hecho en sí, el régimen de labor de la Orquesta del Tango de Bs. As. Es tan obvia la respuesta al motivo de la existencia del “sin parte” en el normal desempeño de un organismo sinfónico que resulta redundante. En cuanto al Art.23, no entendemos la preocupación del Dr. Tamargo ya que jamás Dirección alguna invirtió un solo peso en renovación de material musical a pesar de los distintos pedidos que hemos hecho a lo largo de los años, lo que hubiera contribuido a “aggiornar” el repertorio y a realizar conciertos con un orgánico más amplio. Una vez más decimos que no se “desmerece” el papel del Director Musical sino que en realidad se jerarquiza el de otros músicos tan importantes al funcionamiento dinámico de un organismo como lo son aquellos que componen o instrumentan música. No entendemos a que se refiere Tamargo cuando dice”total inexistencia de un régimen de trabajo”. El régimen de trabajo es acorde a las características generales inherentes a nuestra profesión y a nuestra actividad itinerante en particular. Se menosprecia una vez más la excelencia y el profesionalismo de los integrantes de esta Sinfónica. Hace referencia luego a “una planta funcional artística y de apoyatura técnica totalmente inelástica compuesta por 120 agentes” y a la “duplicación de funciones y tareas dentro de la propia DGMGCBA”. Es obvio que el legislador desconoce por completo las dificultades que supone la presentación de la Banda Sinfónica en tantos y tan variados ámbitos y la especialización que es necesario poseer para desempeñarse en el Archivo Musical de la misma. El transporte de los instrumentos desde y hacia el camión que los traslada, el armado y desarmado de toda la infraestructura inherente al concierto, la iluminación del mismo, la locución y la coordinación del evento, requiere de personal capacitado y especializado, de otra manera sería prácticamente imposible la realización de la cantidad de conciertos que la Banda desarrolla anualmente. Como bien reconoce Tamargo la Banda cuenta casi con 100 años de antigüedad y para su conocimiento le informamos que constituía una Dirección Gral. “per se”. La desgraciada creación del CDM (devenido luego en la DGMGCBA) a partir de nuestra estructura generó la supuesta “duplicación” de funciones. Aplicando el razonamiento inverso podríamos afirmar que la creación de todo ese fabuloso andamiaje es el que entorpece nuestra labor. El uso y abuso a discreción y de manera irracional de lo que otrora fueran nuestros recursos propios en contrataciones de dudosa legalidad han vaciado nuestro patrimonio y han fraccionado un presupuesto de por sí escaso en tantas partes que la pregunta que Tamargo debiera hacerse es: ¿ De donde salen los dineros para pagar asesores a granel, escenarios fabulosos y eventos de carácter privado que se hacen aparecer cómo de interés de la comunidad? ¿cómo es posible que a pesar de todo la Banda Sinfónica siga funcionando? La respuesta se la damos hoy nosotros, los artistas: NO INVIRTIENDO UN SOLO PESO EN EL MEJORAMIENTO DEL ORGANISMO QUE DICE TRATAR DE JERARQUIZAR. ¿Qué es lo que en realidad pretende el legislador?¿no será el resurgimiento de la vieja y desgraciada idea de la flexibilización laboral lo que anima su proyecto? Para terminar decimos que coincidimos en un 100% con el Dr. Tamargo en que se debe ”fomentar la identidad musical y acrecentar la cultura artística de la población”, en la “jerarquización del rol del Director de la BSGCBA”,en el “armado de una programación de prestigio por parte del Director”y en la “posibilidad de volver a presentarse internacionalmente”. Pero también decimos que es con el TOTAL Y ABSOLUTO CUMPLIMIENTO DE LA ORDENANZA 45.604 que dichos objetivos serán alcanzados, no con su derogación. A dos años de su centenario, el organismo sinfónico más antiguo de la Ciudad sigue funcionando con todas las carencias que le hemos enumerado y que son fácilmente comprobables para cualquiera que se tome el trabajo de investigarlas. Es una SALA DE ENSAYO PROPIA lo que la Banda Sinfónica necesita(entre otras cosas) para celebrar sus primeros 100 años, no la derogación del instrumento legal que ha permitido su supervivencia hasta hoy y que la protege del hacer de quienes dicen defenderla. No podemos coincidir con el Dr. Tamargo allí donde dice que con la derogación de la ordenanza pretende la”realización de un mayor numero de conciertos por año”. Creemos que 136 conciertos es un número más que respetable y para un amante de las estadísticas como lo es el Dr. señalamos que representa un porcentaje de aproximadamente un concierto cada 2,7 días. Consideramos que dicho porcentaje no está nada mal y eso a pesar de llevarlo a cabo en un “marco legal decadente”. Seria interesante conocer que porcentajes arrojan las cifras en comparación con otras Bandas Sinfónicas con las cuales nos compara Tamargo, aunque también queremos marcar que reducir la labor de la Banda o de otras Agrupaciones Sinfónicas a porcentajes es sinceramente lamentable. Nos vemos en la obligación de hacerlo a los efectos de resaltar la falta de un criterio artístico del legislador. ¿Cuál es el próximo paso, pagar a los clarinetes una cifra mayor porque tocan más notas que los contrabajos? Por último queremos agradecer la intención del Dr. Tamargo de “devolver a tan digna agrupación orquestal su ancestral jerarquía artístico musical” y en ese sentido lo instamos a que entregue su mejor esfuerzo en la consecución del cumplimiento de las leyes vigentes, no en su derogación. Invitamos cordialmente al Dr. Tamargo a que concurra a presenciar alguno de nuestros conciertos, de manera de poder tomar conocimiento, “in situ”, de la verdadera realidad de la Banda Sinfónica de la Ciudad. Esperando haber podido aclarar algunos puntos y en la seguridad de que el mismo legislador dará marcha atrás con tan triste iniciativa nos ponemos a su entera disposición y a la del resto de los legisladores que integran la Comisión que Ud. preside. Saludámosle atte.