DISERTACIÓN DEL PRESIDENTE DAISAKU IKEDA ACERCA DEL GOSHO DE NICHIREN DAISHONIN Saldar las deudas de gratitud 0 ÍNDICE DE CONTENIDOS SALDAR LAS DEUDAS DE GRATITUD ............................................. 2 DISERTACIÓN ...................................................................................................... 3 LOS GENUINOS PRACTICANTES BUDISTAS BRILLAN DE GRATITUD Y DE RECONOCIMIENTO ................................................................................................ 4 ENTONAR Y PROPAGAR LA LEY MÍSTICA “SIN ESCATIMAR LA VOZ” .......................... 10 LAS TRES VIRTUDES DEL DAISHONIN OBRAN PARA HACER REALIDAD EL KOSEN-RUFU ........................................................................................................................ 15 UNA ENSEÑANZA DE TRANSFORMACIÓN: “EL BENEFICIO OBTENIDO POR UN DÍA DE PRÁCTICA EN EL MUNDO IMPURO”. ....................................................................... 18 EL MOMENTO DE ABRIR EL CAMINO DEL KOSEN-RUFU ES EN UNA ÉPOCA DE MALDAD 21 “ORO AL BUDA POR LA VICTORIA FINAL” ............................................................... 23 1 Saldar las deudas de gratitud El kosen-rufu, un gran río que enriquece eternamente a la humanidad – Nuestra victoria como discípulos es la mejor forma de saldar nuestra deuda de gratitud con el mentor. En el Japón, la China, la India y los demás países de Jambudvipa [es decir, el mundo entero], todas las personas, sabias o ignorantes, deberán hacer a un lado otras prácticas y unirse a la entonación de Nam-myoho-renge-kyo. Esta enseñanza no había sido expuesta jamás con anterioridad. En todo el territorio de Jambudvipa, en los dos mil doscientos veinticinco años transcurridos desde la muerte del Buda, ni una sola persona lo había entonado jamás. Hoy, sin escatimar la voz, Nichiren es el único que entona Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. El volumen de las olas depende del viento que las provoca; la altura de las llamas depende de la cantidad de leña que se echa al fuego; el tamaño de los lotos depende del estanque en que crecen, y la magnitud de las lluvias depende de los dragones que las hacen caer. Cuanto más profundas son las raíces, más frondosas son las ramas. Cuanto más lejana es la fuente, más largo es el curso del agua. La dinastía Chou duró setecientos años gracias al decoro y a la devoción filial de su fundador, el rey Wen. A la inversa, la dinastía Ch’in (221-206 a.C.) declinó en forma inmediata por la perversidad del hombre que la fundó, el primer emperador de los Ch’in. . Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad, pues posee el poder benéfico de abrir los ojos ciegos de todos los seres vivos en la tierra del Japón y puede obstruir el camino que conduce al Infierno del sufrimiento incesante. Sus beneficios superan incluso los de 2 Dengyo y Tien-t’ai, Mahakashapa. y son superiores a los de Nagarjuna y Cien años de práctica en la Tierra de la Perfecta Felicidad no se comparan con el beneficio de un solo día de práctica en el mundo impuro. Dos mil años de propagar budismo en los días Primero y Medio de la Ley no se equiparan a una sola hora de propagación en el Último Día. Y esto no se debe, de ningún modo, a la sabiduría de Nichiren, sino a que así lo establecen los tiempos. Los capullos florecen en primavera y los frutos aparecen en otoño. En verano hace calor, y en invierno, frío. Así lo determina el orden de las estaciones, ¿no es verdad? Disertación Saldar las deudas de gratitud es el epítome del bien. No reconocer los beneficios recibidos de los demás denota una vida controlada por la negatividad interna. Cuando profundizamos nuestra fe en la Ley Mística, atravesamos nuestra ignorancia u oscuridad interior y vivimos fieles a nuestro yo superior o identidad verdadera, en forma natural llegamos a sentir un agradecimiento infinito por todos los que nos rodean, por quienes nos han apoyado, y nos han ayudado a ser lo que somos. Con esta fe fortalecida, podremos avanzar resueltamente por el camino de quienes reconocen y retribuyen los beneficios recibidos de los demás. En cambio, quienes olvidan la fe, se entregan a la negatividad y viven sujetos a los apegos generados desde su yo inferior, invariablemente terminan controlados por la arrogancia, la cobardía y la ira. Se debilita su capacidad de apreciar el bien en 3 los demás, y finalmente descienden hasta el punto en que no reconocen ni retribuyen lo mucho que los otros han hecho en bien de ellos. Todo se reduce, entonces, a que vivamos basados en nuestro yo superior o permanezcamos apegados a nuestro yo pequeño. En última instancia, esta diferencia de inclinación en nuestra actitud profunda determinará que vivamos una existencia de agradecimiento o de ingratitud. Los genuinos practicantes budistas brillan de gratitud y de reconocimiento Reconocer las deudas de gratitud es propio del espíritu budista que aspira al supremo humanismo; saldar las deudas de gratitud es propio de una vida sabia, que ha conquistado la oscuridad o ignorancia más profunda. Por eso, la vida de los verdaderos practicantes budistas siempre resplandece con la luz interior del reconocimiento y de la gratitud. Durante toda su vida, Nichiren Daishonin hizo gala de un extraordinario compromiso a saldar sus deudas de gratitud, no sólo como budista, sino incluso como ser humano. Leamos estas palabras suyas: Desde que comencé a estudiar la Ley transmitida por el Buda Shakyamuni y emprendí la práctica de las enseñanzas budistas, consideré que lo más importante era reconocer las obligaciones con los demás, y entendí que mi primer deber era saldar las deudas de gratitud. La razón por la cual el Daishonin juró llegar a ser “la persona más sabia de todo el Japón” y se dedicó con tanta diligencia a sus estudios después de ingresar en el 4 templo Seicho-ji’1 en su niñez fue, sobre todo, para saldar la deuda de gratitud con sus padres. Creía que no podría ayudar a sus padres a lograr la felicidad verdadera a menos que estudiara exhaustivamente las enseñanzas budistas y encontrara la clave para resolver los sufrimientos del nacimiento y la muerte. Así pues, para saldar su deuda de gratitud con todos los seres, después de décadas de intenso estudio budista, proclamó la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo y comenzó a refutar lo erróneo y revelar lo verdadero en el marco del budismo; de ese modo, emprendió lo que resultaría ser una batalla sembrada de adversidades. Pudo hacerlo porque descubrió la Ley universal de la vida para la iluminación de todos los seres – es decir, de todos los pueblos – en las profundidades del Sutra del loto, y la corporificó en su propia vida. Además, porque reconoció su deuda de gratitud con su país, pudo refutar los actos contra la Ley que cometían diversas escuelas budistas de la época, que contradecían el verdadero propósito del Buda; por esta misma razón, advirtió a los gobiernos del Japón, que permanecían de brazos cruzados mientras el pueblo sufría, y el país caía en el desorden y en la confusión. Saldar las deudas de gratitud con el país no significa someternos como esclavos al gobernante. Desde el punto de vista moderno, podríamos pensar que “Estado” aquí se refiere a la sociedad. Podría decirse que el esfuerzo del Daishonin por “establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra” – proponiendo 1) Seicho-ji´. Templo situado en la provincia de Awa, (hoy, parte meridional de la prefectura de Chiba), donde el Nichiren Daishonin fue ordenado y, tiempo después, proclamó su enseñanza. 2) Esto se refleja al principio de “abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero”. En otras palabras, revelar la identidad de Buda verdadero, y descartar la identidad transitoria de Buda provisional. Cuando se produjo la persecución de Tatsunokuchi, el Daishonin descartó su “posición transitoria” como persona común, en el estado en el cual se escucha el nombre y las palabras de la verdad”, y reveló su “verdadera identidad” como “Buda de la alegría ilimitada que ha estado iluminando desde el tiempo sin comienzo”, 5 la reforma fundamental necesaria para crear una sociedad mejor – constituyó, de por sí, el camino para retribuir los beneficios recibidos del país. Después de remontar persecuciones y atentados contra su vida, y finalmente, de despojarse de su identidad transitoria y revelar su condición esencial como Buda del último Día de la Ley,2 el Daishonin inscribió el objeto de devoción llamado Gohonzon. A partir de esta persecución, reveló y estableció las tres grandes leyes secretas3. Además, puede interpretarse que la revelación de las tres grandes leyes secretas significó para el Daishonin saldar plenamente su deuda de gratitud con los padres, con todos los seres vivos y con la nación. También puede interpretarse como un nuevo punto de partida en la vida del Daishonin hacia el logro del kosen-rufu mundial, el medio para saldar las deudas de gratitud con la humanidad y con el mundo. De esta forma, es posible concebir toda la existencia de Nichiren Daishonin como una gran epopeya para retribuir y saldar las deudas de gratitud. En el tratado que estudiaremos esta vez, que precisamente se conoce como Saldar las deudas de 2) Esto se refleja al principio de “abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero”. En otras palabras, revelar la identidad de Buda verdadero, y descartar la identidad transitoria de Buda provisional. Cuando se produjo la persecución de Tatsunokuchi, el Daishonin descartó su “posición transitoria” como persona común, en el estado en el cual se escucha el nombre y las palabras de la verdad”, y reveló su “verdadera identidad” como “Buda de la alegría ilimitada que ha estado iluminando desde el tiempo sin comienzo”, sin dejar de ser un simple ser humano. 3) Tres grandes leyes secretas: Principios centrales en la enseñanza de Nichiren Daishonin. Ellas son el objeto de devoción de la enseñanza esencial, el damoku de la enseñanza esencial y el santuario de la enseñanza esencial. Se las llama así porque están implícitas en el texto del capítulo “Duración de la vida de El Que Así Llega” (16°) del Sutra del loto, y permanecieron desconocidas hasta que el Daishonin las reveló. Aquí, “enseñanza esencial” se refiere a la de Nam-myoho-renge-kyo, no a la enseñanza esencial del Sutra del loto, que es la segunda mitad de dicha escritura. 6 gratitud, él analiza en detalle este punto, para expresar su agradecimiento a Dozen-bo, su anterior maestro4. Un tratado que contiene “cuestiones de suprema importancia” En junio de 1276, el Daishonin se enteró de la muerte de Dozen-bo, con quien había estudiado inicialmente el budismo en el templo Seicho-ji. De inmediato se puso a redactar este tratado para honrar la memoria de su maestro y retribuir los muchos beneficios recibidos de él. A fines de julio, envió la obra finalizada a los sacerdotes Joken-bo y Gijo-bo,5 dos sacerdotes de mayor antigüedad que él que habían sido sus superiores en esos primeros años de instrucción sacerdotal y, que años más tarde, lo adoptaron a él como maestro. El Daishonin adjuntó un mensaje indicando que debían leer el texto en voz alta ante la tumba de Dozen-bo. 4) Dozen-bo (m 1276). Sacerdote del templo Seicho-ji, situado en la provincia de Awa (actual región sur de la prefectura de Chiba), con quien estudió el Daishonin desde sus doce años. Cuándo éste declaró públicamente su enseñanza por primera vez, en el Seicho-ji en 1253), refutó la enseñanza del Menbutsu, pos-titulada por la escuela Tierra Pura, lo cual enardeció a Tojo Kagenobu, administrador local y ferviente devoto de dicha escuela religiosa, quien ordenó el arresto del Daishonin. Dozen-bo ayudó a escapar a su anterior alumno, en esa oportunidad, pero no tuvo el coraje de oponerse abiertamente a Kagenobu. Tras la persecución de Komatsubara (en 1264), Dozen-bo envió un mensaje al Daishonin preguntándole si el logro de la Budeidad era algo posible para él. En respuesta, el Daishonin le escribió una refutación de la enseñanza del Nembutsu, y alentó a Dozen-bo a consagrarse a la enseñanza correcta. Al parecer, Dozenbo llegó a depositar cierta fe en las enseñanzas del Daishonin a partir de ese momento, pero murió sin jamás convertirse formalmente. 5) Joken-bo y Gijo-bo: Sacerdotes del templo Seicho-ji que, como discípulos de Dozen-bo, habían apoyado al Daishonin durante sus estudios tempranos. Cuando el Daishonin declaró públicamente su enseñanza en el Seicho-ji, en 1253, ambos lo ayudaron a escapar cuando su vida peligró, amenazada por el administrador local Tojo Kagenbu, quien se había enfurecido por su refutación a las enseñanzas de laa escuela Tierra Pura. Tiempo después. Jokem-bo u Gijo-bo decidieron ser seguidores del Daishonin y recibieron varios de sus escritos. 7 En la “Portada” escrita por el Daishonin para esta obra, leemos: “En el tratado adjunto, he explicado cuestiones de suprema importancia”. Saldar las deudas de gratitud contiene una detallada descripción de la ardiente búsqueda del budismo efectuada por el Daishonin en su juventud, junto a un extenso relato de sus esfuerzos consiguiente por propagar la Ley Mística. También esclarece el inconmensurable beneficio de Nam-myoho-renge-kyo de las tres grandes leyes secretas, que representa la gran Ley para la iluminación de todas las personas que deberá propagarse en el futuro eterno, durante el último Día de la Ley. Y rinde tributo a su primer maestro señalando que la totalidad de los beneficios acumulados por él retornará a Dozen-bo. Es posible ver este tratado como una crónica de la contienda librada por el Daishonin toda su vida, enfocada en refutar lo erróneo y revelar lo verdadero. Finaliza con la triunfal proclama de que el camino hacia la iluminación en el Último Día está abierta a todos, mediante el budismo de las tres grandes leyes secretas. En el Japón, la China, la India y los demás países del Jambudvipa es decir, el mundo entero], todas las personas, sabias o ignorantes, deberán hacer a un lado otras prácticas y unirse en la entonación de 6 Nam-myoho-renge-kyo. Esta enseñanza no había sido expuesta jamás con anterioridad. En todo el territorio de Jambudvipa, en los dos mil doscientos veinticinco años transcurridos desde la muerte del Buda, ni una sola persona lo había entonado jamás. Hoy, sin escatimar la voz, Nichiren es el único que entona Nammyoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. El volumen de las olas depende del viento que las provoca; la altura de las llamas depende de la cantidad de leña que se echa al fuego; el tamaño de los lotos depende del estanque en que crecen, y la magnitud de las lluvias depende de los dragones que las hacen caer. Cuanto más profundas son las raíces, más frondosas son las ramas. Cuanto más lejana es la fuente, más 6) Jambudvipa: De acuerdo con la antigua cosmología india, Jambudvipa indica la totalidad del mundo largo es el curso del agua. donde habitan las personas y donde se propagará el budismo. 8 Esa lucha del Daishonin por propagar la Ley culminó con la revelación de Nammyoho-renge-kyo de las tres grandes leyes secretas, la entidad de la Ley para el kosen-rufu. La primera de las tres grandes leyes secretas es el objeto de devoción de la enseñanza esencial. En este objeto de devoción, el Gohonzon, el Daishonin corporizó su propia iluminación su propio estado de vida de suprema nobleza, para permitirnos tomar conciencia de ese estado de nobleza sin par que existe en todos los seres humanos en forma inherente. La segunda de las tres grandes leyes secretas es el daimoku, de la enseñanza esencial . Ésta consiste en la entonación personal de Nam-myoho-renge-kyo y en enseñar a otros a hacer lo mismo, en la cual Nam-myoho-renge-kyo es el nombre de este estado de vida de suprema nobleza, o naturaleza de Buda. Y la tercera de las grandes leyes secretas es el santuario de la enseñanza esencial. Ésta constituye la base para construir una comunidad armoniosa de creyentes (en sánscrito, sangha), cuyos miembros se alientan unos a otros a mantener la firme fe en Nam-myoho-renge-kyo y juran juntos propagar la Ley y hacer realidad el principio de establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. Basados en estos tres elementos, los practicantes del budismo del Daishonin se empeñan en lograr el kosen-rufu haciendo que el resplandor de la Ley Mística infinitamente preciada resplandezca en la vida de la gente y en la tierra donde viven los seres. 9 En el escrito Saldar las deudas de gratitud que estudiaremos en esta oportunidad, Nichiren Daishonin primero explica que el Nam-myoho-renge-kyo de las tres grandes leyes secretas es la gran enseñanza que se propagará a los diversos países del mundo. También señala que es una enseñanza universal, que trasciende todas las distinciones y puede ser practicada por cualquiera, ya sea que entiendan el budismo o que no sean versados en él. Entonar y propagar la Ley Mística “sin escatimar la voz” El Daishonin observa; “En todo territorio de la Jambudvipa [es decir, el mundo entero], en los dos mil doscientos veinticinco años transcurridos desde la muerte de Buda, ni una sola persona lo había entonado jamás [a Nam-myoho-renge-kyo]. Hoy, sin escatimar la voz, Nichiren es el único que entona Nam-myoho-renge-kyo, Nam-myoho-renge-kyo. Hasta la enseñanza universal de Nam-myoho-renge-kyo sólo podía ser propagada cuando llegase el momento propicio y cuando apareciera alguien dispuesto a arriesgar la vida en la seria y sincera labor de la propagación. El Daishonin dice “sin escatimar la voz”. Él mismo había trabajado sin descanso, sin retacear la voz, para enseñar a las personas el camino que él mismo había abierto como precursor. Como resultado de este empeño, pudo establecer las tres grandes leyes secretas, los principios centrales de la suprema enseñanza que debía ser propagada en el Último Día. Jamás debemos olvidar que el florecimiento del budismo del Daishonin, centrado en el pueblo, se forja mediante los esfuerzos prácticos y laboriosos de la gente por difundir esta Ley. Si todos se limitaran a hacer un daimoku personal, sin alentar a otros a hacer lo mismo, no se lograría la amplia difusión de la Ley entre la población de esta época perversa conocida como el Último Día. No habrá transformación fundamental en la vida de la gente a menos que cada uno venza la ignorancia u oscuridad 10 inherente a su propia vida y enseñe a otros a hacer lo mismo. Por eso, después de proclamar públicamente su enseñanza, el Daishonin siguió haciendo daimoku y enseñando a otros esta misma práctica “sin escatimar la voz”. Esto le trajo aparejadas tremendas persecuciones. Sin dejarse intimidar, avanzó intrépidamente por el camino de su misión para difundir la Ley Mística en el Último Día. La actitud abnegada con la cual esgrimió la palabra y propagó la enseñanza correcta sin reservas ni mezquindad simboliza el espíritu de no escatimar la vida. A continuación, el Daishonin cita fenómenos naturales –como la relación que hay entre la intensidad del viento y el tamaño de las olas--, junto con palabras del gran maestro T’ien-t’ai de la China y ejemplos de la historia de este último país. Se vale de estas menciones para convalidar su predicción de que Nam-myoho-rengekyo se propagará y prevalecerá en el largo y extenso futuro, a raíz de su propio esfuerzo abnegado por propagar la Ley. De estas comparaciones, quiero tomar las siguientes: “Cuanto más profundas son las raíces, más frondosas son las ramas. Cuanto más lejana es la fuente, más largo es el curso del agua”. Originalmente, pertenecen a una obra de T’ien-t’ai llamada Palabras y frases del “Sutra del Loto”, quien las mencionó para indicar que la sabiduría de los budas es infinitamente profunda e inconmensurable. Las “raíces” y la “fuente” simbolizan la sabiduría, mientras que las profusas “ramas” y la larga “corriente” representan sus funciones amplias y de largo alcance. En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin señala que la esencia de esta sabiduría de los budas no es otra cosa que Nammyoho-renge-kyo. T’ien-t’ai usa esta metáfora de las “raíces” y las “ramas” para indicar que cuanto más profunda es una enseñanza, tendrá el poder de guiar a más personas hacia la iluminación durante un largo período. 11 Con este mismo propósito, el Daishonin cita los ejemplos históricos que aparecen a continuación. Explica que la razón por la cual la dinastía Chou floreció durante setecientos años fue el decoro y a la devoción filial de su fundador, el rey Wen. En cambio, la dinastía Ch’in, la primera que unificó la China, cayó apenas quince años después de haber sido establecida. El Daishonin declara que la causa de esta caída prematura fue el régimen tiránico de su fundador el primer emperador de los Ch’in. En otras palabras, el éxito dependía de que el fundador cultivara la postura de dar prioridad al bienestar del pueblo y pudiera establecer esta práctica como una tradición perdurable en su reino. La prosperidad duradera dependía de que el reino tuviera ideales y principios profundos, y de que sus herederos supieran perpetuarlos con seriedad. Desde tiempos inmemoriales muchas enseñanzas religiosas se expusieron con el fin de aliviar el padecimiento humano. Sin embargo, hay una significativa diferencia entre una enseñanza que esclarece la causa fundamental del sufrimiento y otra que no lo hace. Las enseñanzas que sólo esclarecen superficialmente las verdades de la vida tendrán un alcance limitado y estrecho, y un breve período de vigencia. En cambio, la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo es la Ley fundamental de la vida. Por lo tanto, tiene el poder de guiar a las personas a la iluminación durante el eterno futuro. La razón por la cual la influencia de Nam-myoho-renge-kyo prevalece eternamente es, por un lado, la infinita profundidad de la Ley, en sí, y por el otro, la lucha abnegada de Nichiren Daishonin, el primero en propagarla. Profundidad de enseñanza y profundidad de lucha. Cuando estos dos factores se conjugan, el kosen-rufu avanza y se torna posible. Nuestro movimiento actual por el kosen-rufu abarca ciento noventa y dos países y territorios. Esto fue posible porque todos ustedes, los miembros de la SGI del mundo, han luchado infatigablemente juntos con el mismo espíritu de los primeros 12 tres presidentes de la Soka Gakkai, con un compromiso inquebrantable en la fe directamente ligado a Nichiren Daishonin. Esta fe firme es la fuente de la cual brota el kosen-rufu y de la cual mana, también la felicidad personal y de los semejantes. ¿Por qué hoy hay tantos miembros de la SGI en el mundo que pueden luchar por la noble causa del kosen-rufu en tantos países? Porque Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda, nuestros primeros presidentes, se dedicaron a propagar la Ley sin mezquinar ni retacear nada de sí mismos, exactamente de acuerdo con el espíritu del Daishonin, y porque ellos nos enseñaron a nosotros a hacer igual. En nuestro contexto, las frases “cuanto más profundas son las raíces” y “cuanto más lejana es la fuente” significa tener una fe profunda y firme. Con el poder de la fe, podemos sin falta triunfar sobre cualquiera de los tres obstáculos y cuatro demonios7 que puedan surgir, tanto para obstruir nuestras batallas personales, como nuestra labor por el kosen-rufu. Si mantenemos un firme sentido de propósito y una poderosa determinación de luchar por el kosen-rufu, podremos reconocer claramente la negatividad o las funciones demoníacas, por mucho que se escondan, y prevalecer sobre ellas. La profunda fe es la filosa espada que nos permite cercenar cualquier obstáculo. Además, las frases “más profusas son las ramas” y “más larga es la corriente” significan que si tenemos la suficiente valentía en la fe para no dejarnos vencer por los obstáculos, disfrutaremos no sólo del éxito y prosperidad en nuestra vida, sino que las victorias nuestras serán el cimiento para la prosperidad y el éxito de nuestros descendientes, a lo largo de las muchas generaciones futuras. 7) Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversos obstáculos e impedimentos que se interponen en la práctica budista de los creyentes. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos, 2) el obstáculo del karma, 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes, 2) el impedimento de los deseos mundanos, 3) el impedimento de la muerte, 4) el impedimento del Rey Demonio. 13 En consecuencia, luchar seriamente por el kosen-rufu, aquí y ahora, es la causa para la felicidad y la prosperidad, en el presente y en el futuro. Todo nuestro esfuerzo y nuestro serio afán por transmitir el budismo del Daishonin a los demás se convierte en buena fortuna para nuestras familias y seres queridos, durante toda la eternidad. Éste es el principio de la ley causal de la Ley Mística. Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad, pues [ese amor compasivo con que Nichiren propaga Nam-myoho-renge-kyo posee el poder benéfico de abrir los ojos ciegos de todos los seres vivos en la tierra del Japón, y puede obstruir el camino que conduce al infierno del sufrimiento incesante abrir los ojos ciegos de todos los seres vivos en la tierra del Japón, y puede obstruir el camino que conduce al infierno del sufrimiento incesante. 14 Las tres virtudes del Daishonin obran para hacer realidad el kosen-rufu Basado en el principio de que “cuanto más lejana es la fuente, más larga es la corriente”, el Daishonin declara que ha asegurado los cimientos para la iluminación de todas las personas en el futuro eterno, mediante su propio esfuerzo inquebrantable, impulsado por su profundo amor compasivo hacia sus congéneres. Proclama el siguiente y bien conocido pasaje: “Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nammyoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad, pues [ese amor compasivo con que Nichiren propaga Nammyoho-renge-kyo] posee el poder benéfico de abrir los ojos ciegos de todos los seres vivos en la tierra del Japón, y puede obstruir el camino que conduce al infierno del sufrimiento incesante” Lo que condujo al Daishonin a revelar Nam-myoho-renge-kyo fue su lucha inmensamente compasiva por identificar y propagar la enseñanza correcta. En ello, vemos su monumental convicción de que, en respuesta a esa determinación profunda, Nam-myoho-renge-kyo se propagaría y guiaría a la humanidad en cada parte del mundo a la iluminación durante el eterno futuro del Último Día. El juramento del Buda es permitir a todas las personas lograr la iluminación. Y la amplia propagación de la enseñanza correcta tras la muerte del Buda es el deseo fundamental de Shakyamuni, Muchos Tesoros y todos los budas del tiempo y del espacio. Este pasaje es una declaración en la cual el Daishonin afirma que ha hecho realidad este anhelo. También señala las tres virtudes del Daishonin: soberano, maestro y padre. “Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio”, indica la virtud del padre; “posee el poder benéfico de abrir los ojos ciegos de todos los seres vivos” 15 representa la virtud del maestro, y “puede obstruir el camino que conduce al infierno del sufrimiento incesante” es la virtud del soberano. La virtud del padre representa la función de nutrir y cuidar a los seres. Daishonin logró establecer la Ley El suprema para la iluminación de todas las personas con miras al eterno futuro del Último Día precisamente porque él mismo afrontó y sobrellevó repetidas persecuciones y una enconada oposición. Ese amor compasivo grande y amplio del cual habla en este pasaje no se manifestó en condiciones sociales pacíficas y plácidas. A la inversa, él inició la corriente del kosen-rufu en bien de las futuras generaciones durante una época inmersa en los tres venenos –odio, codicia y estupidez8--, mientras luchaba contra los tres enemigos poderosos9 del budismo. La profundidad y amplitud de su amor compasivo son tan inmensas que cuesta encontrar un patrón de comparación. La virtud del maestro representa la función de guiar a las personas en forma correcta. El Daishonin habla de “los ojos ciegos de todos los seres del Japón”. Naturalmente, con esta expresión no se está refiriendo a una discapacidad física. Está hablando de no poder percibir la naturaleza del Dharma inherente a la vida, a causa de la ignorancia, causa fundamental de la ilusión. El Daishonin quería disipar esta ignorancia u oscuridad que existía en la vida de las personas. Él mismo dio ejemplo de lucha contra los tres obstáculos y cuatro demonios como devoto del Sutra del loto, con el fin de hacer que la gente se cuestionara sus supuestos y pusiera en duda sus creencias erróneas, para poder despertar y adoptar una filosofía de vida correcta. 8) Tres venenos (odio, codicia y estupidez). Males fundamentales inherentes a la vida que originan el sufrimiento humano. En el Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, de Nagarjuna, los tres venenos son vistos como la fuente de todas las ilusiones y deseos mundanos. Se los llama así porque contaminan la vida de la gente y les impiden inclinar su corazón y su mente en dirección al bien. 9) Tres enemigos poderosos: Tres clases de personas arrogantes que persiguen a los que propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del Buda. Se los describe en la estrofa de veinte versos del capítulo “Aliento a la devoción” (13°) del Sutra del loto. El gran maestro Miao-lo de la China los tipificó en tres categorías: 1) laicos arrogantes, 2) sacerdotes arrogantes, 3) falsos venerables arrogantes. 16 La virtud del soberano representa la función de proteger a los demás. El Daishonin habla de “obstruir el camino que conduce al infierno del sufrimiento incesante”. En ello, manifiesta su profundo e irrefrenable deseo de no dejar que una sola persona caiga en ese estado atroz. Es imposible asegurar el bienestar de todas las personas sin asumir el compromiso absoluto de erradicar el sufrimiento y el dolor de la faz de la tierra. No olvidemos que el Daishonin dio un ejemplo viviente de las tres virtudes –del soberano, el maestro y el padre--, mediante su lucha férrea e incondicional por propagar la enseñanza correcta en la época malvada del Último Día. El Budismo siempre se reduce a la acción. Las personas que hacen valer su autoridad y dicen poseer la “misma iluminación interior que el Buda” --sin que nada en sus acciones lo acredite en lo más mínimo--, son descendientes espirituales de los seis maestros no budistas que vivieron en tiempos de Shakyamuni. Los maestros Makiguchi y Toda, herederos del espíritu altruista del Daishonin, lucharon por instaurar en la sociedad el ideal del kosen-rufu. Gracias a la aparición de la Soka Gakkai –una organización dedicada a hacer realidad el deseo del Buda--, el “gran río del kosen-rufu” cuya vertiente fue Nichiren Daishonin hoy fluye poderosamente en todo el mundo, en el siglo XXI. incuestionable. Es un hecho Ya hemos establecido por completo las bases del kosen-rufu mundial. Ha llegado, al fin, la hora de extender este gran río y convertirlo en un océano del kosen-rufu que envuelva el globo. 17 Sus beneficios [es decir, los beneficios del amor compasivo con que Nichiren propaga Nam-myoho-renge-kyo] superan incluso los de Dengyo10 y T’ien-t’ai, y son superiores a los de Nagarjuna11 y Mahakasyapa12. Cien años de práctica en la Tierra de la Perfecta Felicidad, no se comparan con el beneficio de un solo día de práctica en el mundo impuro. Dos mil años de propagar el budismo en los días Primero y Medio de la Ley no se comparan a una sola hora de propagación en el Último Día.. Y esto [es decir, que Nichiren haya establecido Nam-myoho-rengekyo como la enseñanza que deberá propagarse en el Último Día de la Ley] no se debe, de ningún modo, a la sabiduría de Nichiren, sino a que así lo establecen los tiempos. Los capullos florecen en primavera, y los frutos aparecen en otoño. En verano hace calor, y en invierno, frío. Así lo determina el orden de las estaciones, ¿no es verdad? Una enseñanza de transformación: “El beneficio obtenido por un día de práctica en el mundo impuro”. Además, el Daishonin explica que el beneficio de propagar ampliamente Nammyoho-renge-kyo en el Último Día de la Ley supera el de Dengyo. T’ien-t’ai, Nagarjuna y Mahakashyapa. Esforzarse por liberar a las personas del sufrimiento en el nivel más esencial, y en esta época impura, es una acción que acarrea beneficios inconmensurables. Con respecto a esto, dice el Daishonin: “Cien años de práctica en la Tierra de la Perfecta Felicidad, no se comparan con el beneficio de un solo día de práctica en el mundo impuro”. Las épocas más duras representan las oportunidades más espléndidas para desafiarnos en nuestra práctica budista y profundizar nuestra fe. 18 El arduo esfuerzo que hagamos en momentos así se convertirá en beneficios de magnitud inconcebible. Para decirlo sencillamente, “cien años de práctica en la Tierra de la Perfecta Felicidad” dificultades. alude a la práctica budista en un entorno cómodo, desprovisto de Tales circunstancias nos harían difícil lograr nuestra revolución humana. Sin pulir y forjar nuestra vida, el objetivo de lograr la Budeidad quedaría lejos de nuestro alcance, aunque practicásemos cien años. Nichiren Daishonin planteó esta declaración como una tajante forma de refutar las enseñanzas de la escuela Tierra Pura (Nembutsu), de gran auge en su época, que recalcaban llevar a cabo la práctica budista después de haber renacido en la Tierra Pura. Aunque muchas tradiciones religiosas de esa época aspiraban a un paraíso ultra terreno, el Daishonin enseñó que este mundo, aquí y ahora, era el verdadero lugar donde había que llevar a cabo la práctica budista. Explicó que la verdadera práctica budista para perfeccionar y forjar nuestra vida consistía en abrir el camino de la victoria en medio de tribulaciones y adversidades. “Un día de práctica en el mundo impuro” también podría simbolizar una enseñanza de transformación, capaz de guiar verdaderamente a la felicidad a los habitantes de una época oscura. Nam-myoho-renge-kyo es la gran Ley que nos permite hacer surgir en nuestra vida, al instante, la suprema iluminación del Buda. Cuando transformamos nuestra actitud mental o subjetiva, de inmediato transformamos nuestro estado de vida. Como esta es una época en que predomina la maldad, en el transcurso de la vida diaria es de esperar que surjan diversos problemas y dificultades. Es razonable entonces que aquellos que elijan dedicar su vida a una noble misión enfrenten obstáculos aún más tremendos. Sin embargo, la clave yace en usar tales obstáculos como un poderoso ímpetu para entonar Nam-myoho-renge-kyo más seriamente aún y desafiarnos activamente para superar los problemas que 19 enfrentamos. Cada día que empleamos de este modo es un día de transformación interior; la continuidad de esta práctica a lo largo del tiempo produce el gran beneficio de lograr la Budeidad en esta existencia. Sólo una enseñanza budista de transformación profunda –que exponga la importancia de emprender la acción en medio de la sociedad tumultuosa y convulsionada—puede ofrecer el medio para modificar de manera genuina este mundo saha colmado de problemas y convertirlo en una tierra de buda; además, ofrece el medio para establecer la enseñanza correcta y asegurar la paz en la tierra. Asimismo, el Daishonin dice que dos mil años de propagar el budismo durante los días Primero y Medio de la Ley10 son inferiores a un breve lapso empleado en la propagación durante el Último Día. En los días Primero y Medio, el budismo era básicamente una enseñanza destinada a personas de capacidad superior, y podía adquirirse beneficios incluso mediante las enseñanzas parciales o implícitas. Sin embargo, el Último Día es una época de disputas y de conflicto,11 en la cual los proponentes de las diversas enseñanzas parciales e implícitas proclamarán que su propia corriente budista es perfecta y absoluta. Estas enseñanzas obrarán 13) Días Primero y Medio de la Ley: De acuerdo con diversos sutras , durante el Primer Día de la enseñanza de Shakyamuni, prevalece y su práctica perdura en la sociedad; en el Día Medio, la enseñanza del Buda se torna rígida y formal , y en el Último Día la enseñanza de Shakyamuni pierde su eficacia. Aunque hay diversas explicaciones sobre la duración de estos períodos, en la época de Nichiren Daishonin solía sostenerse que los días Primero y Medio habían durado un milenio cada uno. 14) Época de disputas y de conflictos: También llamada “época de conflictos” . Se refiere al quinto y último de los cinco períodos de quinientos años posteriores a la muerte de Shakyamuni, descrito en el Sutra de la gran compilación. Corresponde a los inicios del Último Día de la Ley. En el Sutra de la Gran Compilación, el buda Shakyamuni habla al bodhisattva Acervo Lunar sobre los primeros cuatro períodos de quinientos años posteriores a su muerte y dice que, en los quinientos años siguientes, surgirán disputas y peleas entre los seguidores de sus enseñanzas, y que la Ley se oscurecerá y se perderá. 20 como influencias negativas que obstruirán la propagación de la enseñanza correcta. En una época así de confusa y desordenada, sólo la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo, correspondiente al budismo de la siembra –capaz de activar directamente la naturaleza de Buda—guiará a las personas a la iluminación. Por eso, propagar la enseñanza correcta de Nam-myoho-renge-kyo, aún durante un breve tiempo en el Último Día, es superior a propagar enseñanzas parciales o implícitas durante un largo período en los días Primero y Medio de la Ley. El momento de abrir el camino del kosen-rufu es en una época de maldad Con respecto a haber establecido la Ley que deberá ser ampliamente propagada en el Último Día, el Daishonin dice que esto no se debe a que su propia sabiduría sea extraordinaria, sino que ha llegado el momento propicio. Desde luego, que Nichiren Daishonin no atribuya a su sabiduría este logro es una expresión de su gran humildad. Sin embargo, hay una profunda verdad en este comentario, que atribuye el establecimiento de la Ley a una concordancia con los tiempos. En sentido general, también es cierto que, en todos los campos, la época genera el advenimiento de personas realmente grandes, o dicho de otro modo, estas personas surgen en respuesta a las condiciones de la época. El budismo asigna una importancia especial al tiempo o a la época. Enseña que cuando los habitantes de una tierra reclaman o desean un cambio espiritual, aparece un venerable con la función social de impulsar dicho cambio. En otras palabras, una época impura requiere la aparición de un buda genuino, que pueda exponer una gran enseñanza capaz de liberar a las personas del sufrimiento y de transformar la época positivamente. El Daishonin recalca la importancia de la época, porque tiene la absoluta convicción de que Nam-myoho-renge-kyo es la enseñanza que concuerda con este período, llamado Último Día de la Ley. 21 Si repasamos la historia del budismo y de la humanidad, podríamos decir que la época del Último Día en que advino el Daishonin representó un punto de inflexión, una transición entre la época de la aristocracia y la época del pueblo. También precedió una época de grandes intercambios entre pueblos de diferentes naciones que se hicieron a la mar y atravesaron los continentes, factor que redundó en una visión más global y que precipitó cambios dinámicos. En la vanguardia de esta era, el Daishonin reveló y propagó la Ley de Nam-myoho-renge-kyo. Esta enseñanza constituye el corazón de su budismo del pueblo y de una religión de naturaleza universal. Ya en la época contemporánea, la Soka Gakkai apareció en la primera mitad del siglo XX. Que la organización que iniciaría la amplia propagación del budismo de Nichiren Daishonin haya aparecido en esta época pivotal confirma que el siglo XX constituye un punto de inflexión en la historia humana. El siglo XX, testigo de dos guerras mundiales y del surgimiento de las armas nucleares que siguen amenazando nuestra supervivencia, marcó a la vez el comienzo de una nueva época. La humanidad inició actividades económicas y de otra naturaleza en el escenario mundial, e incluso se atrevió a explorar el espacio exterior. Además, el reconocimiento de que la tierra es finita –como se ve, por ejemplo, en la conciencia creciente sobre la destrucción ambiental-- es otro rasgo inequívoco del siglo XX. Este siglo también marcó el despuntar de la conciencia sobre los derechos humanos, como se evidencia en el desmantelamiento de los regímenes coloniales y esclavistas, y en la creación de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales dedicados a la paz. La Soka Gakkai se fundó sobre el trasfondo de estos acontecimientos históricos sin precedentes, en una época en que la humanidad ansiaba otra fuente renovadora de sabiduría. Con las banderas de una religión humanista, hemos compartido con personas de todo el mundo la sabiduría del budismo de Nichiren 22 Daishonin, capaz de obstruir el camino hacia el sufrimiento y de abrir rutas hacia la construcción de una felicidad verdadera. El maestro Makiguchi expuso una filosofía creadora de valor y formuló un sistema pedagógico basado en la creación de valores, como cimiento básico para la edificación del carácter humano. Su discípulo Josei Toda, por su parte, abogando por el ideal de la ciudadanía mundial, la abolición de las armas nucleares y la revolución humana –o transformación interior--, ofreció una profunda sabiduría para combatir la oscuridad fundamental del género humano que caracterizó al siglo XX. Por mi parte, como laborioso discípulo del señor Toda, yo no he cesado de esforzarme en el camino del diálogo humanístico para franquear los abismos entre las civilizaciones y los credos, y expandir nuestra red de bondad, con el fin de hacer del siglo XXI una centuria de la humanidad, de la vida y de la paz. Creo, de verdad, que ha llegado la era de la Soka, porque “los tiempos así lo establecen”. “Oro al Buda por la victoria final” Al término de su tratado Saldar las deudas de gratitud el Daishonin expresa su convicción de que el ardiente deseo del Buda es la amplia propagación de Nammyoho-renge-kyo en la época impura posterior a la muerte del Buda, y que él mismo ha logrado ese deseo. Señala que todos sus beneficios acumulados por haber establecido la gran Ley para la iluminación de toda la humanidad, y por haber abierto el camino del kosen-rufu hacia el eterno futuro del Último Día regresarán a su antiguo maestro Dozen-bo. En otro escrito, dice que el discípulo es como la planta, y el maestro, como la tierra. La flor de la victoria que hace florecer el discípulo sin falta regresa a la tierra como la buena fortuna de su mentor. Sin duda, de este suelo de maestro y discípulo surgirá una nueva flor fragante y triunfal. Yo he prestado servicios al señor Toda con esa convicción durante sesenta y un años. Aún hoy, cada día me 23 consagro al kosen-rufu con la nueva determinación de responder a sus expectativas. Por eso, no temo a nada. El señor Toda solía decir: “Tener un discípulo honorable es la mayor felicidad de un mentor”. Tengo la convicción de que el señor Toda estaría complacido y satisfecho con mi esfuerzo. En diciembre de 1957, poco después de que hubiera logrado la gran meta de su vida, de llevar la cantidad de miembros de la Soka Gakkai a 750 mil familias, el señor Toda me obsequió este poema, el último que me entregaría. Ganar y perder son parte de la vida pero yo oro al Buda por la victoria final. ¡Triunfemos sin falta! ¡Triunfemos en la recta final sobre la realidad más adversa, mediante la oración basada en un juramento! ¡Atravesemos todas las dificultades hasta tañer la campana de la victoria! Veo con los ojos del corazón el rostro bondadoso del señor Toda, quien creía en el triunfo de sus discípulos. La mejor forma de saldar la deuda de gratitud con nuestro mentor es logrando nuestra propia victoria. ¡Así que pongámonos como meta el 18 de noviembre próximo, 78° aniversario de la Soka Gakkai! Ha llegado la hora de crear una nueva crónica de triunfo del maestro y los discípulos. Creo en la absoluta victoria de mis amados discípulos. Y, en especial, anhelo ver el triunfo de los jóvenes que continuarán mi lucha como genuinos discípulos. 24