SANTA MARÍA DE GUADALUPE Caballeros de Colón Programa de Oración Mariano 2011-2013 MADRE DE LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR Por Carl A. Anderson, Caballero Supremo Durante casi 500 años, millones de personas han mostrado gran devoción por Nuestra Señora de Guadalupe, impresionadas por sus palabras a Juan Diego: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?” Desde su primera aparición en el Tepeyac en 1531, ella ha conferido a la humanidad una tierna preocupación maternal, y ésta sigue siendo una parte importante de su mensaje hoy en día. Si vemos a Nuestra Señora de Guadalupe como nuestra madre, entonces no es sólo una madre para nosotros, sino una madre para todos. Esto significa que somos una sola familia, a pesar de nuestros diferentes países y culturas. El Beato Juan Pablo II se refirió a este hecho cuando escribió en Ecclesia in America “La aparición de María al indio Juan Diego en la colina del Tepeyac, el año 1531, tuvo una repercusión decisiva para la evangelización. Este influjo va más allá de los confines de la nación mexicana, alcanzando todo el Continente. Y América, que históricamente ha sido y es crisol de pueblos, ha reconocido « en el rostro mestizo de la Virgen del Tepeyac, [...] en Santa María de Guadalupe, [...] un gran ejemplo de evangelización perfectamente inculturada ». Por eso, no sólo en el Centro y en el Sur, sino también en el Norte del Continente, la Virgen de Guadalupe es venerada como Reina de toda América” (11). Escribió también que “La renovación de la Iglesia en América no será posible sin la presencia activa de los laicos. Por eso, en gran parte, recae en ellos la responsabilidad del futuro de la Iglesia” (44). Así que debemos preguntarnos ¿cuál es el significado de Nuestra Señora de Guadalupe actualmente? ¿Desempeña el mismo papel en la historia de nuestros países que el que ha desempeñado durante casi 500 años? ¿Cómo respondemos al mayor mandamiento de nuestro Señor: Ama a tu prójimo como a ti mismo? Éste es el mensaje real de la preocupación maternal de Nuestra Señora de Guadalupe por cada uno de nosotros: cada persona es realmente un miembro de nuestra familia. Y como nos lo dijo el Papa Benedicto XVI en su primera encíclica Deus Caritas Est (Dios es Amor), en una familia nadie debe pasar hambre ni carecer de lo más necesario para la vida (25). Con esta verdad en mente, Caballeros de Colón ha emprendido una peregrinación con Nuestra Señora de Guadalupe, llevando su imagen de consejo en consejo, de parroquia en parroquia, para difundir el mensaje de su amor. Por medio de este Programa de Oración Mariano, tenemos la oportunidad de reunirnos como familia ante la madre de la humanidad y ofrecerle nuestras plegarias e intenciones. Sé que será un momento de gracia para todos los miembros y sus familias, y ruego para que Nuestra Señora de Guadalupe nos acerque más, como Orden, como Iglesia y comunidad, y como un mundo que necesita sus palabras de paz y unidad. ORACIÓN Canto Inicial La Guadalupana Desde el cielo una hermosa mañana, Desde el cielo una hermosa mañana, La guadalupana, la guadalupana, La guadalupana bajó al Tepeyac. Suplicante juntaba sus manos, Suplicante juntaba sus manos, Y eran mexicanos y eran mexicanos, Eran mexicanos, su porte y su faz. Junto al monte llegaba Juan Diego, Junto al monte llegaba Juan Diego, Y acercóse luego, y acercóse luego, Y acercóse luego al oír cantar. Juan Dieguito la Virgen le dijo: Juan Dieguito la Virgen le dijo: Este cerro elijo, este cerro elijo, Este cerro elijo para hacer mi altar. Y en la tilma entre rosas pintada, Y en la tilma entre rosas pintada, Su imagen amada, su imagen amada, Su imagen amada se dignó dejar. Su llegada llenó de alegría Su llegada llenó de alegría, De luz y armonía, de luz y armonía, De luz y armonía todo el Anáhuac. 2 Saludo Lector: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Todos: Amén Lector: Ahora que nos reunimos bajo la protección de María, recordando su advocación de Santa María de Guadalupe, imploremos a Dios nuestro Señor que entre en nuestros corazones y que busquemos vivir siempre su mensaje de amor y unidad. Oración Inicial Lector: Dios de poder y misericordia, Tú bendijiste al Continente Americano en el Cerro del Tepeyac con la presencia de la Virgen María de Guadalupe. Que sus oraciones ayuden a todos los hombres y mujeres a aceptarse unos a otros como hermanos y hermanas. Que por medio de Tu justicia presente en nuestros corazones, reine Tu paz en el mundo. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Todos: Amén. 3 LITURGIA DE LA PALABRA En lugar de las siguientes lecturas pueden usarse las propias de la Misa de la Festividad de Santa María. Primera Lectura Del Apocalipsis 11, 19; 12, 1-6; 12, 10 En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de su Alianza, y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y cayó una fuerte granizada. Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio para que allí fuera alimentada durante mil doscientos sesenta días. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios». Palabra de Dios R/ Te alabamos Señor 4 Salmo Responsorial Judith 13, 18-19 R/ ¡Tú eres el insigne honor de nuestra raza! Bendita eres, hija, por el Dios más alto Entre todas las mujeres de la tierra; Y bendito sea Dios nuestro Señor Creador del cielo y de la tierra. R/ Tu acto de amor nunca será olvidado Por aquellos que hablan del poder de Dios. R/ Evangelio Lucas 1, 39-47 Lectura del Santo Evangelio según San Lucas. R/ Gloria a Ti, Señor En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor». Entonces María dijo: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador». Esta es Palabra de Dios. R/ Honor y Gloria a Ti, Señor Jesús Homilía Si un Obispo, sacerdote o diácono dirige el servicio, puede predicar una homilía. Si lo dirige un laico, debe leer lo siguiente en voz alta. 5 Santa María y la Iglesia Por Mons. Eduardo Chávez Nuestra Señora de Guadalupe pidió a su mensajero, Juan Diego, que fuera ante el Obispo con la petición de que se construyera una “casita sagrada” en el Tepeyac. Quería que su aparición fuera vista dentro de la Iglesia, que fue fundada por su Hijo como el sacramento de la salvación del mundo entero. Actualmente ella sigue dirigiéndonos hacia Jesucristo, fundamento de la Iglesia, y proclamando que somos un solo pueblo en la familia de Dios. La Virgen de Nazaret, la mujer del Tepeyac, es la Madre de Dios y nuestra madre. Ella es una de nosotros por sangre y naturaleza, y por ello a través de su humanidad nos ha dado a su Hijo, Jesucristo. En esa “casita sagrada”, la Virgen María nos otorga la libertad de todo lo que nos oprime: el pecado y la muerte. En ese templo, en esa Iglesia viva, realmente somos libres para vivir en Dios. La misión de la Virgen de Guadalupe es la esencia de la evangelización. Ella es primer discípulo y misionera del amor de Dios. Al unir a los pueblos del Viejo y del Nuevo Mundo, la Virgen del Tepeyac es símbolo de la fraternidad que debe existir entre las razas de la tierra; en su rostro mestizo – tan dulce y sereno – todos somos sus hijos. Todos los seres humanos en Jesucristo somos hijos de María, Madre de la Iglesia, Modelo de la Iglesia. En 2007, en Aparecida, Brasil, el Papa Benedicto XVI se reunió con los obispos de América Latina y el Caribe para celebrar su Quinta Conferencia General. Entre ellos se encontraba el sucesor del primer obispo de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México. El documento final de la conferencia incluía una declaración cubierta con el rocío del Tepeyac. María, decía, “así como dio a luz al Salvador del mundo, trajo el Evangelio a nuestra América. En el Acontecimiento Guadalupano, presidió, junto al humilde Juan Diego, el Pentecostés que nos abrió a los dones del Espíritu.” Además, los obispos proclamaron con alegría “Todos los bautizados estamos llamados a “recomenzar desde Cristo”, a reconocer y seguir su Presencia con la misma realidad y novedad, el mismo poder de afecto, persuasión y esperanza, que tuvo su encuentro con los primeros discípulos a las orillas del Jordán, hace 2000 años, y con los ‘Juan Diegos’ del Nuevo Mundo.” El mensaje de Guadalupe contiene todo lo necesario para la verdadera libertad para amar plenamente, puesto que Jesucristo destruye las cadenas del pecado, y caminamos juntos como hermanos. Vayamos a construir un solo pueblo, una cultura de la vida, una civilización del amor de Dios de la mano de Nuestra Señora de Guadalupe, quien ha prometido que nos “tiene en el cruce de sus brazos y el hueco de su manto.” 6 Reflexión en silencio Intercesiones Lector: Por la Iglesia, sacramento de salvación, para que pueda seguir dando testimonio valiente del Evangelio de Jesucristo, quien nos fue dado a conocer por medio de la Virgen María. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Señor, escucha nuestra oración. Lector: Por nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, y todos los obispos, para que su liderazgo pueda unir a todos los hombres y mujeres como una sola Iglesia en Jesucristo. Por la Intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Lector: Para que todos los sacerdotes, los religiosos y los diáconos, los que fueron elegidos por Dios para una vocación busquen la santidad en sus deberes diarios de trabajo y oración, y que más hombres y mujeres jóvenes respondan al llamado de Dios. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Lector: Para que las parejas casadas y las familias busquen la guía de Dios en esos momentos difíciles del matrimonio y la vida familiar y que sean testimonio de las verdades de la fe católica. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Lector: Por la causa de la vida, para que nuestra nación respete la santidad de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Lector: Por la causa de canonización del Venerable Michael McGivney, fundador de los Caballeros de Colón, para que este santo sacerdote pronto sea elevado a los honores del altar. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ Lector: Por la Nueva Evangelización, para que los miembros de la Orden puedan llevar la Buena Nueva una vez más al mundo en palabra y acto, en especial por medio de nuestros principios de caridad, unidad y fraternidad. Por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, te lo pedimos Señor. R/ 7 EL SANTO ROSARIO La señal de la Cruz Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Credo de los Apóstoles Todos: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. 8 Padre Nuestro Lector: Todos: Padre Nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén Dios te Salve María Lector: Todos: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Repetir tres veces. Gloria Lector: Todos: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 9 MISTERIOS DEL ROSARIO Misterios Gozosos (se rezan el lunes y el sábado) 1. La Anunciación 2. La Visitación de María a su prima Santa Isabel 3. El Nacimiento de Jesús 4. La Presentación en el Templo 5. El Niño Perdido y hallado en el Templo Misterios Luminosos (se rezan el jueves) 1. El Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo en el Jordán 2. Las Bodas de Caná 3. El Anuncio del Reino de Dios 4. La Transfiguración 5. La Institución de la Eucaristía Misterios Dolorosos (se rezan el martes y el viernes) 1. La Agonía en el Huerto 2. La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo 3. La Coronación de Espinas 4. Jesucristo con la Cruz a cuestas Camino al Calvario 5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Misterios Gloriosos (se rezan el domingo y el miércoles) 1. La Resurrección del Señor 2. La Ascensión del Señor a los Cielos 3. La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés 4. La Asunción de María a los Cielos 5. La Coronación de la Virgen María como Reina de los Cielos y la Tierra 10 El Lector anuncia el misterio sobre el que se reflexionará durante la decena siguiente. Después de cinco decenas se reza el Salve Regina. Padre Nuestro Lector: Todos: Padre Nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén Dios te Salve María Lector: Todos: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén Repetir diez veces. Gloria Lector: Todos: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 11 Salve Regina Todos: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡oh piadosa! ¡oh dulce siempre Virgen María! Lector: Todos: Ruega por nosotros santa Madre de Dios, Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Lector: Todos: Oremos Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por su vida, muerte y resurrección nos ha merecido el premio de la bienaventuranza eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén. 12 Letanía a la Santísima Virgen Lector: Señor, ten piedad de nosotros Todos: Señor, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros Cristo, óyenos Cristo, óyenos Cristo, escúchanos Cristo, escúchanos Dios Padre Celestial que eres Dios Ten piedad de nosotros Dios Hijo, Redentor del Mundo que eres Dios Ten piedad de nosotros Dios Espíritu Santo que eres Dios Ten piedad de nosotros Santísima Trinidad, que eres un solo Dios Ten piedad de nosotros Santa María R/: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, Santa Virgen de las Vírgenes, Madre de Jesucristo, Madre de la Divina Gracia, Madre Purísima, Madre Castísima, Madre Virgen, 13 Madre Incorrupta, R/: Ruega por nosotros Torre de Marfil, Madre Inmaculada, Arca de la Alianza, Madre Amable, Puerta del Cielo, Madre Admirable, Estrella de la Mañana, Madre del Buen Consejo, Salud de los Enfermos, Madre del Creador, Refugio de los Pecadores, Madre del Salvador, Consoladora de los Afligidos, Virgen Prudentísima, Auxilio de los Cristianos, Virgen digna de veneración, Reina de los Ángeles, Virgen digna de alabanza, Reina de los Patriarcas, Virgen Poderosa, Reina de los Profetas, Virgen Clemente, Reina de los Apóstoles, Virgen Fiel, Reina de los Mártires, Espejo de Justicia, Reina de los Confesores, Trono de la Eterna Sabiduría, Reina de las Vírgenes, Causa de Nuestra Alegría, Reina de todos los Santos, Vaso Espiritual, Reina concebida sin pecado original, Casa de Oro, Vaso de Honor, Reina llevada al Cielo, Vaso de Insigne Devoción, Reina del Santo Rosario, Rosa Mística, Reina de la Paz. Torre de David, 14 Lector: Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo Todos: Perdónanos Señor Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo Escúchanos Señor Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo Ten piedad de nosotros Señor Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Lector: Oremos Todos: Dios Padre, que has bendecido a la humanidad con la aparición de la Virgen en el Tepeyac, te imploramos nos concedas tenerla siempre como modelo de fe, esperanza y caridad, en nuestra búsqueda de la unidad en tu única Iglesia. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, Amén. 15 Oración Final Oración a la Virgen de Guadalupe Por Mons. Eduardo Chávez Lector: Oremos Todos: Santísima Virgen de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien vivimos, Madre de Jesucristo, quien nos da su Espíritu y vida en la Iglesia. Te damos gracias por ser una madre cariñosa y compasiva, por escuchar nuestro llanto y nuestra tristeza, porque eres el remedio y la cura para nuestra tristeza, nuestra miseria y nuestro dolor. Te agradecemos, Madre, por colocarnos en tu corazón, por permitirnos estar bajo tu sombra y tu protección, por ser la fuente de nuestra alegría y por mantenernos en el hueco de tu manto y el cruce de tus brazos. Te agradecemos, Madre, por enviar este mensaje por medio de tu humilde hijo San Juan Diego, y por su intercesión pedimos que nos fortifiques en la Paz, la Unidad y el Amor. Amén. 16 Segundo Festival NTERN AL G UADALUPANO guadalupefestival.org D OMINGO 5 DE AGOSTO DE 2012 L OS A NGELES M EMORIAL C OLISEUM Instituto Superior de Estudios Guadalupanos 4963-S 8-11