Nutrición de la piel El secreto de tener una piel radiante: su tratamiento y mantenimiento externo y también la forma en cómo se la nutre desde adentro. La hidratación cumple un papel esencial en el funcionamiento de todos los órganos y de todos los sistemas del cuerpo. Por eso, no hay que olvidar, que la piel no sólo es un órgano, sino que es el órgano más extenso. El agua es un elemento primordial para el organismo y éste es, sin lugar a dudas, el primer secreto para una tener una piel bella. La piel posee un factor natural de hidratación compuesto por lípidos y moléculas de agua, llamado film hidrolipídico, que se encarga de impedir la deshidratación o mantenerla, según como se quiera ver. La realidad es que es una tarea conjunta, “tomar agua y reforzar esta barrera natural”. Si no tomamos agua, este film no tiene nada que retener. El agua que ingerimos se almacena en la dermis (2° capa de la piel) que abarca entre el 15% al 18% del total de agua que contiene el cuerpo y se liga entre otros, al colágeno y a los glicosaminoglicanos, favoreciendo la turgencia y la elasticidad de la piel y constituyendo así, una verdadera reserva de agua para el organismo. La nutrición y la hidratación entonces van a estar íntimamente ligadas con lo que comemos y tomamos. Para mantener saludable a todas las partes que interfieren en estos procesos es necesario tener en cuenta algunos alimentos que no deberían faltar en nuestra dieta. Para reforzar esta capacidad de retener la hidratación natural de la piel podemos ingerir Vit. F: (ácidos grasos esenciales omega 3 y 6). Se encuentran los primeros en la semilla de lino y calabaza, nueces, pescado azul, y los segundos en el aceite de germen de trigo y de semillas (sésamo, girasol, maíz…) de primera presión en frío. Por otro lado el sostén de la piel depende de una red llamada reticulita que la forman un entramado de fibra de colágeno y elastina. El colágeno interviene en la formación 30 2009 ESENCIA MAYO de todas las estructuras: tejidos, huesos, vasos sanguíneos, piel y es sintetizado por el organismo continuamente. Es necesario entonces la ingesta de ciertas vitaminas como la C, magnesio y silicio que son nutrientes que intervienen precisamente en este proceso. Vit. C: cítricos, fresas, germinados, berros, coliflor, frutas y hortalizas frescas. También es antioxidante y antienvejecimiento. Magnesio: verduras de hoja verdes, cereales integrales, algas, nueces, semillas girasol y sésamo, almendras, aguacates… Silicio: cereales integrales, mijo, cola de caballo (se puede tomar en tableta). Otras vitaminas que favorecen a las células epiteliales son los carotenos o pro vitamina A, Se encuentran en los vegetales verde oscuro como acelgas, espinacas, perejil y brócoli, en las frutas y verduras de colores anaranjados -zanahoria, calabaza, albaricoque-. También en la yema de huevo, mantequilla, aceite de pescado, especialmente de hígado. Si de protección y de anti-envejecimiento se trata, las vitaminas E, C, el magnesio y el selenio, colaboraran contra los rayos nocivos del sol, atacando la acción de los radicales libres que por oxidación, producen el envejecimento prematuro de la piel. Vit. E: antioxidante de las grasas (aceite de germen de trigo y aceite de oliva) Semillas oleaginosas. Polen Selenio: germen de trigo, cereales integrales, cebollas, carne, pescado, huevos, levadura de cerveza. Silvia Grela Responsable Formación Técnica Dermo Expertise L´Oreal Paris