CUATRO JOYAS Por: Dra. Lissette Trelles Porro. Seis décadas atrás y bajo el nombre de Ballet Alicia Alonso, su ilustre y principal inspiradora, nacía el hoy Ballet Nacional de Cuba, con la histórica misión de dar inicio en nuestro país a un movimiento artístico profesional, que sacara esa manifestación danzaria de los marcos exclusivistas en que se encontraba y la convirtiera en un patrimonio cultural de toda la nación. El novel conjunto logró desarrollar tres vertientes fundamentales de trabajo, que incluyeron el campo pedagógico, el coreográfico y la divulgación masiva del ballet. El triunfo revolucionario de 1959 abrió una nueva etapa, garantizando definitivamente la existencia de la compañía y brindando todo el apoyo material y espiritual para realizar su labor. Por otra parte Cuba revolucionaba sus instituciones, el sistema nacional de salud precisamente era uno de sus pilares fundamentales, así se fueron ampliando las redes de asistencia médica a todo el país, se comenzaba a pensar en la calidad de vida de los cubanos y la disminución de los altos índices de mortalidad infantil que arrastrábamos del capitalismo, poco a poco fueron surgiendo los servicios especializados, las cuidados intensivos, etc. Nuestro hospital fue un gran pionero en los grandes logros de la salud cubana, parte de esa historia está contenida en el servicio de neonatología, donde muchos años después algún médico orgulloso de su pertenencia intenta plasmarla a groso modo haciendo un símil con otro gran logro de la revolución que es nuestro ballet nacional, porque es así. El doctor Olimpo Moreno a quien pudiéramos llamarle nuestra Alicia, estremece el servicio de neonatología del hospital de manera extraordinaria, introduciendo la ventilación asistida ,así la infante neonatología cubana y la cirugía neonatal recibe un impulso enorme cuando finalizando el año 1970 surge el intensivismo neonatal con el inicio de la ventilación mecánica a presión positiva con el ventilador RPR. Esto nos hace pioneros en la ventilación mecánica en Cuba e impulsores de la terapia intensiva pediátrica en el país, pero seguimos adelante y en 1972 nuestro país se convierte en el tercero del mundo en ventilar con presión positiva continua (CPAP), gracias a que el servicio de neonatología nuestro lo incorpora, ejemplo de ello fue la disminución drástica de la mortalidad por enfermedad de membrana hialina de un 80% a un 40%. También fuimos los pioneros en el uso de la alimentación parenteral en Cuba. Logros del ballet nacional resultaron 4 bailarinas de talla internacional cuya maestría es incalculable, bailaron en todos los escenarios con una brillantez excepcional, su luz iluminaba al más crítico de todos los artistas, y la prestancia para la educación de miles de discípulos era desbordante, algún artista de gran sensibilidad las llamo las 4 joyas del ballet nacional de Cuba, ellas son Josefina Méndez, Aurora Bosch, Loipa Araujo y Mirtha Pla. Que decir entonces de 4 mujeres de talla excepcional que al igual que las 4 bailarinas llevaron la danza del conocimiento a todos los lugares del país para extender el uso del intensivismo neonatal. Nombres que son hito, encabezadas por la Dra. Ana Camejo Plasencia, a la cual se sumaron poco tiempo después las Dras. Oneida Reyes Romero, Mirtha Pla Ampudia y María Antonia Pérez Moré. Detrás de todos los logros de la recién nacida neonatología cubana están sus nombres. Ellas dispusieron del tiempo, porque fue el tiempo quien dispuso de ellas, no dedicaron años a formar generaciones enteras de pediatras, y luego neonatólogos de todo el país, Angola también las vio brillar, sus manos salvaron miles de vidas y aun salvan. Ese fue su baile y aun bailamos con ellas cuando las escuchamos a diario en nuestro afán cotidiano. Ellas son las cuatro joyas de la neonatología cubana. Al igual que las brillantes bailarinas impulsaron la escuela cubana de ballet, ellas, forman parte no solo de la historia de la neonatología en Cuba, sino también de la historia de la terapia intensiva cubana.