La negociación colectiva es el instrumento fundamental en la promoción de la equidad de género en el ámbito laboral La realidad en torno al ámbito laboral, y su repercusión en la situación de las mujeres y los hombres en materia de empleo y sus condiciones de trabajo, debe encararse en forma integral y verdaderamente democrática. Para ello es fundamental incorporar la perspectiva de género en el análisis. Este artículo, centrado en los avances de la incorporación de la perspectiva de género en la negociación colectiva, tiene la siguiente estructura: en primer lugar, se realiza un breve balance de lo sucedido entre 2005 y 2008 en materia de incorporación en los convenios colectivos de las cláusulas de género e igualdad de oportunidades; y, en segundo lugar, se detallan algunos elementos que deben guiar el futuro en materia de negociación colectiva desde la perspectiva de género. A la hora de revisar las diferentes rondas de consejos de salarios transitadas desde el 2005, uno de los primeros mojones es reivindicar la importancia que la negociación colectiva tiene para el Departamento de Género y Equidad del PIT‐CNT: “La negociación colectiva, es el instrumento fundamental en la promoción de la equidad de género en el ámbito laboral”. En este entendido, la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades y Trato en el Empleo y el Departamento de Género y Equidad trabajaron sobre las cláusulas de género a introducir en las plataformas reivindicativas a presentar en el Consejo Superior Tripartito. A continuación se detalla una síntesis de lo presentado y acordado en el Consejo Superior Tripartito: 1. Cláusula genérica acordada: “Las partes, asumiendo el compromiso propuesto por la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades y Trato en el Empleo, acuerdan promover dentro del ámbito de la negociación colectiva el cumplimiento de la Ley N° 16.045 (que prohíbe la discriminación para ambos sexos en el ámbito laboral), Convenios Internacionales de Trabajo N° 103 (sobre protección de maternidad), 100 (sobre igualdad de remuneración), 111 (sobre discriminación en el empleo y ocupación) y 156 (sobre trabajadores con responsabilidades familiares) ratificados por nuestro País y la Declaración Socio Laboral del Mercosur. Reafirman el respeto por el principio de igualdad de oportunidades, trato y equidad en el trabajo, sin distinción o exclusión por motivos de sexo, raza – etnia, orientación sexual, credo u otras formas discriminación, de conformidad con las disposiciones legales vigentes” 2. A los efecto de la implementación se proponen las siguientes condiciones básicas atendiendo las particularidades de cada rama de actividad: 9 el principio de igualdad de remuneración para trabajo de igual valor; 9 la igualdad de oportunidades de acceso entre mujeres y varones, a puestos de trabajo mejores y más calificados, así como la capacitación; 9 la eliminación de elementos discriminatorios en los procesos de selección y promoción; 9 la garantía y la protección legal a la maternidad, y otros dispositivos que promuevan un mayor equilibrio entre el ejercicio de la maternidad y la paternidad 9 la prevención y sanción del acoso moral y sexual. En 2008 se incorporaron elementos tendientes a equilibrar oportunidades de acceso a mejores y más calificados puestos de trabajos y se avanzó en elementos que tendieran a la eliminación de discriminación en procesos de selección y promoción. Por último, en 2009 se aprobó la Ley para la prevención y sanción del acoso sexual en el ámbito laboral y en las relaciones docente‐alumno (Ley 18.561), cuyo objeto es prevenir y sancionar el acoso sexual así como también proteger a las víctimas del mismo. Esta ley es de aplicación en ámbito público y privado y reconoce al acoso como una grave forma de discriminación y de desconocimiento del respecto a la dignidad de las personas en sus relaciones laborales y de docencia. A los efectos de continuar avanzando en la incorporación de la perspectiva de género en las próximas rondas de los Consejos de Salarios se detallan algunos elementos que deben guiar el futuro en materia de negociación colectiva desde la perspectiva de género. En primer lugar, avanzar en la implementación del Convenio de OIT 156, que trata sobre la igualdad de oportunidad que debe generarse tanto para hombres como para mujeres con responsabilidades familiares y cómo se debe tender hacia la co‐responsabilidad entre los integrantes del hogar respecto a las tareas que se generan en ese ámbito; lo que implicará un arduo trabajo en lo cultural. Esto se realizará a través de algunas medidas concretas, dentro de las cuales destacamos: campañas de información y sensibilización, acuerdos vinculados a la protección de la maternidad y la consideración de posibles acuerdos con el Plan CAIF sobre instalación de guarderías. Promover medidas de no discriminación salarial que contemplen la revisión de categorías, de criterios de valoración y promover que se pague igual no sólo por igual trabajo, sino también remunerar igual a trabajos de igual valor. Se reconoce la formación profesional como una de las mejores posibilidades de implementar los equilibrios en las oportunidades. En este sentido, se promoverán medidas que contemplen las responsabilidades familiares a la hora de coordinar jornadas de capacitación. También, se busca, profundizar la diversificación de la formación profesional en áreas no tradicionales, para considerar así los colectivos que sufren mayor discriminación laboral. Obviamente, es importante evaluar y monitorear las cláusulas incorporadas y el aliado fundamental en esta tarea es el diseño de indicadores que midan los impactos de los acuerdos alcanzados. En particular, el papel cumplido por los ámbitos tripartitos de acción es fundamental a la hora de generar acuerdos y cómo estos ámbitos también podrán ser propicios para generar espacios de control para las propias medidas incorporadas. Finalmente, es de destacar que los logros de estos años descansan en dos pilares, por un lado espacios que desarrollan masa crítica que impulse el cumplimiento de los acuerdos y por otro, trabajadoras y trabajadores en pleno goce de sus derechos que participan por los avances de una transformación social con justicia de género. La negociación se transforma en un instrumento que fortalece la implementación de políticas sensibles y comprometidas con la equidad de género1. Abril de 2010. Sistematización realizada por el Equipo de Investigación. Instituto Cuesta Duarte – PIT‐CNT 1 El lector que quiera profundizar en los acuerdos tiene material disponible en la web del Instituto Cuesta Duarte www.cuestaduarte.org.uy