DOCENTES UNIVERSITARIOS Y PRÁCTICAS DE EVALUACIÓN DESDE LA NARRATIVA Coordina: Ángela Teresa Kaliniuk Universidad Nacional del Nordeste angelakaliniuk@yahoo.com.ar EN LA TRANSFORMACIÓN DE PRÁCTICAS EVALUATIVAS EN EL AULA UNIVERSITARIA ¿INFLUYE LA EXPERTICIA? Yarros, Betty; Kaliniuk, Angela CyFOD Facultad de Humanidades, UNNE, Argentina bettymabel05@yahoo.com; angelakaliniuk@yahoo.com.ar Resumen La evaluación como reguladora del proceso de enseñanza y aprendizaje, como reflexión que lleva a cabo el profesor para mejorar su práctica educativa y áulica, puede ser determinada por las concepciones de los enseñantes acerca de los estudiantes y de la construcción del conocimiento didáctico. El conocimiento enseñado y la evaluación de los aprendizajes tienen sentido en la producción de saberes sobre la práctica y para la práctica, en la formación. En nuestra investigación, algunos docentes expertos de unidades académicas diferentes, dan cuenta de haber transformado prácticas evaluativas, al repensar el proceso de enseñanza y considerar al estudiante como eje de ese proceso. La experticia les permite plantear preguntas epistemológicas relevantes desde lo que sus estudiantes conocen y piensan. Bain (2007) señala “…estos profesores implican a sus estudiantes para que operen con la disciplina mucho antes de que sepan acerca de ella” (Bain, 2007, p.72) Tienden puentes entre los intereses estudiantiles y las cuestiones centrales de la disciplina que enseñan, conduciendo a los estudiantes a problematizar, analizar y recuperar conocimientos. Ciertos docentes universitarios logran en un constante proceso de autoformación, no replicar prácticas evaluativas vividas en su formación, incorporando el principio pedagógico de evaluación mediante criterios y priorizando la evaluación como aprendizaje. Palabras clave: experticia- evaluación como aprendizaje- conocimiento profesionalprácticas evaluativas Introducción La participación en el grupo de investigación CyFod (Conocimiento y Formación Docente) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) i, cuyo objetivo se centra en el conocimiento profesional de docentes universitarios expertos ii de diferentes áreas profesionales, nos proporcionó un interesante material para esta investigación. También despertó el deseo de profundizar en nuestro estudio, respecto a la evaluación como parte del conocimiento profesional docente. El proyecto iniciado recientemente se denomina La evaluación didáctica en profesores universitarios expertos de la UNNE. El interés investigativo se centra en los procesos de construcción de buenas prácticas evaluativas de profesores universitarios expertos. Dichos procesos se nos han presentado y se presentan de modo permanente como un complejo entramado de concepciones y conocimientos formales y sistemáticos; prácticos y normativos El CPD acotado al ámbito de la enseñanza universitaria tiene ciertas características particulares, es distinto a otros tipos de conocimientos profesionales porque es esencialmente práctico y epistemológicamente diferenciado, señalan diferentes especialistas como Porta y Sarasa (2008) y Alcalá (2008). Su construcción es gradual y progresiva, a partir de las concepciones de los profesores, sus obstáculos y sus posibles hipótesis de progresión que facilitan su evolución (Porlán y Rivero, 1998), El estudio del Conocimiento Profesional Docente (CPD) y la construcción del conocimiento didáctico, hacen referencia al conocimiento enseñado y la evaluación de los aprendizajes como producción de saberes sobre la práctica y para la práctica en la formación docente. Desde posturas que se posicionan en una epistemología constructivista, la actividad de conocer de un sujeto determinado (en este caso particular: del docente universitario), junto con su producto, el conocimiento, es concebido como una construcción socio-subjetiva en la que la realidad deja de ser una entidad absoluta, como entidad independiente o externa” a los sujetos. Así, como menciona Cubero (2005), dicha construcción se desarrollaría de un modo situado en un escenario específico y a través de negociaciones dentro de los límites de cierta comunidad y tendrían en ella carácter provisional En esta ponencia, se sintetizan algunos aportes, que reafirman un modo de conocer (el biográfico- narrativo) como medio de acercarnos a docentes expertos de unidades académicas diferentes, que dan cuenta de haber transformado prácticas evaluativas, al repensar el proceso de enseñanza, su conocimiento profesional docente, y pasaron a considerar al estudiante como eje de ese proceso, en escenarios específicos. Nuestros Objetivos El propósito del presente trabajo consiste en identificar, hacer visibles, describir buenas prácticas evaluativas en procesos de enseñanza y aprendizaje, a partir de narraciones de dos docentes pertenecientes a Facultad de Medicina de la UNNE, ya que en la investigación educativa, la investigación biográfico-narrativa se ha constituido actualmente en una perspectiva o enfoque específico. Otro objetivo en el desarrollo de esta investigación consiste en rescatar las prácticas evaluativas universitarias, como prácticas formativas, que consisten en tender líneas, puentes entre los intereses de los estudiantes y las cuestiones esenciales de las disciplinas que se enseñan. La evaluación formativa en la enseñanza universitaria impregna todos y cada uno de los componentes didácticos (objetivos, contenidos, relación profesor- alumno, estrategias, etc.) En el transcurso de toda la investigación, se tratará de conocer y comprender cómo docentes expertos, han incorporado la evaluación didáctica en la enseñanza universitaria para favorecer en ellos y en sus estudiantes el desarrollo de competencias de aprendizaje permanente y autorregulación de sus aprendizajes, ya que se ampliará la muestra trabajando con docentes de: Profesorados de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura y de la Facultad de Humanidades, y se continuará con Medicina, Ciencias Económicas, Ingeniería en el largo plazo. Evaluación conocimiento y experiencia La evaluación está ligada a la naturaleza del conocimiento, la coherencia epistemológica le da consistencia y credibilidad a las prácticas evaluativas manteniendo la cohesión entre las posturas tradicional y alternativa en cuanto al sentido y significado que se le da a la evaluación en las distintas instancias del proceso enseñanza y aprendizaje. Sostenemos que la evaluación no es un aparte ni un apéndice del proceso, pues ambas se conciben y se ejercen de manera inseparable. En la década de los noventa, en Argentina, toma fuerza la cultura evaluativa a partir de la reflexión de las actividades que realiza el docente estableciendo de este modo un diálogo entre la razón y la experiencia en las practicas áulicas (Perassi; Vitarelli, 2005) Esto permite comprender cómo las prácticas docentes se encuentran atravesadas por la producción e interpretación de teorías, éstas a su vez han sido determinadas por las opciones epistemológicas, considerando el aula como espacio de construcción de conocimiento y el aprendizaje como proceso de reconstrucción que se va configurando a través de sucesivos acercamientos de significaciones que docentes y alumnos realizan en torno a un determinado objeto de conocimiento. Los propósitos extraordinarios, podrían quedar en enunciados vacios si los profesores universitarios no los llenan de sentido. En este contexto, la evaluación se constituye en un proceso que implica la apropiación de conocimientos y valores por parte de los sujetos que intervienen en una situación educativa. Desde aquí ocupa un lugar especial la revisión de las prácticas de enseñanza, la metodología utilizada para que el estudiante entienda, aprenda, es decir construya significados para interpretar la realidad. En el proceso enseñanza y aprendizaje la evaluación no es sólo un acto de comprobar el rendimiento o cualidades del alumno, sino una fase más de un ciclo de actividad didáctica razonablemente planificado, desarrollado y analizado. Para Álvarez Méndez (2000) “La evaluación debe mantener coherencia epistemológica, que le de consistencia y credibilidad práctica dada por la naturaleza del conocimiento, manteniendo la cohesión entre la concepción y las realizaciones concretas.”(p.28). Expresa J.J.(Medicina) : Si vos querés medir conocimientos, que es importante cuánto conoce, sabe el alumno, de contenido teórico, (…)para eso proponemos los exámenes parciales. Si yo quiero evaluar desempeño, de habilidades, motrices, digamos, su actitud y cómo revisan a un paciente, no puedo usar una herramienta de múltiple choice, tengo que usar la observación. Pero no la observación casual, que no es mala la observación casual, pero no la podes medir, no la podes comparar, no te sirve para nada, entonces generamos, generamos, aplicamos una herramienta que en realidad se usa en los programas de residencias. Del relato de J.J., se puede considerar evaluación como proceso generador de cultura evaluativa, ya que requiere de la construcción de concepciones epistemológicas, interpretar la información, establecer diálogo con los actores institucionales, ejercer una acción crítica, buscar el consenso diseñar alternativas de acción, tomar decisiones y establecer compromisos con las prácticas educativas. …un instrumento de observación que ayuda reduce la subjetividad, si querés, digamos, para la del observador, entonces el alumno hace su, examen al paciente, el docente es el observador, pero no termina ahí, no pone una nota, no. Se sientan los dos y hacen lo que se llama la devolución constructiva, (…)que consiste viste que el alumno identifique lo que está bien, después nosotros identificamos lo que hizo bien. El alumno identifica lo que hizo mal, después nosotros, este, digamos, identificamos lo que hizo mal y juntos armamos alguna estrategia de mejoramiento. Es decir, hay toda una secuencia, toda una metodología…” La evaluación formativa, la construcción de saberes didácticos en las prácticas de formación y desarrollo profesional tienen sus fundamentos en la toma de decisiones que los docentes realizan durante la enseñanza, sobre lo que tiene que hacer y luego guía su acción en razón de estas decisiones básicas y observa los efectos de la acción en los estudiantes. Se puede considerar lo que señala Shavelson y Stern (1981) “la enseñanza es un proceso por el que los profesores formulan juicios y adoptan decisiones razonables con la intención de optimizar los resultados de los estudiantes”(Angulo Rasco, 1999, p.276) iii Menciona M.R.: Nosotros lo que implementamos el sistema de evaluación longitudinal multimétodo, es decir, nosotros partimos de la base que, no hay, no hay una herramienta única, perfecta. Que cada herramienta, mide cada cosa y uno utiliza el instrumento, que la herramienta la tenemos que elegir en base a qué es lo que queremos evaluar y elegirla en base a criterios ¿eh?. La validez, la confiabilidad que tenga el instrumento y articular con otros instrumentos para poder generar una evaluación seria de todo lo que quieras hacer. El modo de entender la evaluación condiciona los procesos de enseñanza y aprendizaje, al tiempo que la forma de concebir y desarrollar estos procesos conduce a una determinada manera de practicarla. En la evaluación se visualizan las concepciones sobre el aprendizaje y, en este sentido, es también una expresión de la relación que se construye con el conocimiento. De modo que las concepciones que sustentan los profesores en torno al aprendizaje y el particular vínculo que establecen con el saber, se ven reflejados en las prácticas evaluativas de algunos docentes expertos. Estas, a su vez, resultan de importancia en la relación que los propios estudiantes en proceso de formación, van construyendo con el conocimiento, pues de tales prácticas van a incorporar ciertos modelos, estilos, estrategias que estimen valiosas o positivas para el ejercicio profesional. Porlán, Rivero García y Martín del Pozo (1997), mencionan que “…se reconocen los saberes basados en la experiencia como un componente del conocimiento profesional de los profesores, que se refieren al conjunto de ideas conscientes que los profesores desarrollan durante el ejercicio de la profesión sobre diversos aspectos de la enseñanza y el aprendizaje” (Porlan, Rivero, Garcia y del Pozo, 1997, p.38). De manera análoga, entendemos que el saber experiencial de los docentes expertos, tiene que ver con el conocimiento práctico construido desde la experiencia moldeado con el saber y la trayectoria en su formación profesional. Como expresa J.J: No es devolver el resultado de poner en el transparente y que sacó un seis, que la b es la correcta. Eso a quien lo ayuda. A nadie. Bueno, la devolución, forma parte de la evaluación, después, que se yo, si vos querés evaluar el razonamiento clínico y bueno, un montón de otras cosas, otras habilidades intelectuales que, no podés medir por observación, porque la observación es callado, yo no hablo, digamos, yo escucho, miro, ¿no? Nuestro estudio se encamina a explorar y caracterizar estos saberes experienciales de los docentes, considerando a la evaluación como el ámbito substancial en el que éstos se construyen y despliegan sus prácticas de enseñanza priorizando el aprendizaje de los alumnos. Comprender al conocimiento y la creencia de los sujetos desde su naturaleza construida, social, contextualizada y distribuida (Putnam y Borko, 2000). Entendiendo que el individuo no es un agente receptor, sino una entidad que media en la selección, la evaluación y la interpretación de la información, dotando de significado a su experiencia. La correspondencia entre conocimiento y realidad se entiende como la adaptación funcional de las personas a un mundo interpretado (Cubero, 2005, p. 21). Esta relevancia al tratamiento del aprendizaje profesional como proceso en el que se construyen diferentes identidades profesionales que generan e influyen en el desarrollo cognitivo de los sujetos, adquiere mayor sentido para el estudio de caso de profesores universitarios, marcos disciplinares y culturales en los que los profesionales, sujetos de nuestro estudio, construyen sus conocimientos, condicionando sus respuestas “individuales” y sus modos de ver el mundo, su desarrollo y evolución, a las respuestas de un colectivo particular y a una época determinada (Fourez, 2008). Es por ello, que este contexto específico, el universitario, es entendido como un escenario sociocultural concreto en los que se construye dicho conocimiento situado. Evaluación, enseñanza y aprendizaje Litwin(1998) afirma que evaluar implica: “… juzgar la enseñanza y juzgar el aprendizaje; atribuirles un valor a los actos y las prácticas de los docentes y atribuirles un valor a los actos que dan cuenta de los procesos de aprendizaje de los estudiantes” (Litwin, 1998, p.13). Connota además, el estudio de las relaciones y de las implicancias del enseñar y aprender. La evaluación al servicio del aprendizaje, tiene que estar orientada por el currículo, como idea global de principios y marco conceptual de referencia que se concreta en prácticas específicas como proyecto social y político y por la enseñanza que debe inspirarse en las propuestas didácticas. Desde la concepción alternativa y los nuevos enfoques curriculares, orientados por la racionalidad práctica y crítica, quien aprende tiene mucho que decir de lo que aprende y de la forma en que lo hace, pudiendo descubrir la calidad de lo aprendido y la calidad del modo que aprende el alumno, las dificultades que encuentra y la naturaleza de las mismas, la profundidad y consistencia de lo aprendido y la capacidad para generar nuevos aprendizajes. Por ello sugiere E. Litwin (1998), la necesidad de considerar a la evaluación como parte del proceso didáctico, no como una etapa última ni en términos de un proceso permanente, su lugar propicio correspondería al lugar de la producción de conocimiento y la posibilidad, por parte de los docentes, de generar inferencias válidas respecto de este proceso. Esta visión implicaría para los estudiantes una toma de conciencia respecto de los aprendizajes conquistados, y para los docentes una interpretación de las implicancias de la enseñanza en esos aprendizajes. Nosotros advertimos en el transcurso de esta investigación, por medio de los relatos de los docentes entrevistados en esta muestra que nos están brindando elementos para la comprensión de lo que sucede en el aula universitaria, qué tipo de mecanismos de aprendizaje poseen ciertos estudiantes, cómo llegaron al curso y qué formas de desarrollo personal han ido adquiriendo. En su relato M.R. expresa diagnóstico, como entidad que se modifica en las situaciones de aprendizajes. Clínica, que es la parte puramente clínica de todo lo, del contenido teórico que vimos durante estos tres años. En el primer año donde yo estoy, se trabaja básicamente sobre el diagnóstico, el estudiante tiene que aprender a hacer diagnóstico, tiene que aprender como el médico razona para hacer el diagnóstico, y tiene que hacer el diagnóstico de, eh, de las patologías más prevalentes, más frecuentes viste Expresaron en el desarrollo de las entrevistas, que la evaluación emerge como un acto de interrogación y problematización que posibilita el entendimiento de lo que está aconteciendo y que eso lo pueden advertir ahora como producto de su experticia, ya que en la primera etapa de su carrera docente se limitaban muchas veces a calificar. Consideran que con la evaluación, buscaban la inmediatez de resultados, tomaban decisiones que tenían que ver con la aprobación de la materia, a veces sobre bases artificiales y convencionales. Hoy en las experiencias de las prácticas evaluativas universitarias, algunos docentes pueden considerar que evaluar consiste en tender líneas, espacios puentes entre los intereses estudiantiles y las cuestiones centrales de la disciplina que enseñan, conduciendo a los estudiantes a problematizar, analizar y recuperar conocimientos para reflexionar una realidad educativa, sea desde una perspectiva cualitativa, cuantitativa o mixta, con el objeto de tomar decisiones. Las formas de evaluar están en relación con el uso de la evaluación como lo expresa Álvarez Méndez (2001) …mecanismo de selección a camino de integración, de instrumento de clasificación de ayuda de diagnóstico para atender necesidades específicas de referente externo de rendimiento a recurso generado para indagar con profundidad el proceso contextualizado de la enseñanza y del aprendizaje, de indicar sanciones para los que no alcanzan el nivel de aprendizaje y aumentar oportunidades de aprendizajes, al contrario de la forma de control sobre los contenidos transmitidos a acto de conocimiento que estimula para nuevos aprendizajes. (Alvarez Mendez, 2001, p.105). Entonces la evaluación formativa, puede cumplir una función reguladora tanto para el profesor como para el alumno, es decir, que ambos pueden acceder a la información que ella genera evaluación didáctica. Esto supone una toma de conciencia y un diálogo respecto a los objetivos y logros. Así el profesor podrá ir modificando su enseñanza y el estudiante constatando su progreso e ira conociendo aquello que debe hacer para continuar aprendiendo. Plantea Litwin (1998) que los docentes deberían recuperar el lugar de la evaluación como fuente de información clave para generar consideraciones de valor en torno de la propuesta metódica y los procesos de enseñanza. Constituiría entonces un tema central para que el docente pueda revisar y ajustar dicha propuesta, siendo un aporte periférico para informar en relación con los aprendizajes de los alumnos. De esa manera encontramos en lo que nos narra J.J: … tampoco lo podes medir muy por bien a través de un múltiple choice, entonces para eso pusimos el tema de la historia Clínica como un instrumento donde el alumno desarrolla un plan diagnóstico, hace una propuesta y la complementamos con tutorías, para que , ir acompañándolo y justamente para que el alumno sea el autor de todo esto. Bueno, pudo ser otra persona también, pero vos en la tutoría te das cuenta de esto. Y así surge todo esto. Este, entonces, conclusión era la asociación de varios instrumentos. Eh, hasta ese momento, antes de este programa, Medicina III tenía dos parciales, qué ni siquiera eran, eran, bueno, que eran electivos, digamos porque no estaban incorporados como un instrumento de, de evaluación, digamos, este, definitorio y después la materia se rendía un examen final, un examen final que duraba 15 minutos, 20. En 15, 20 minutos evaluar todo esto es para decir estamos todos locos. Y bueno, pero con la cantidad de gente que había no podías hacerlo de otra manera. Consideraciones metodológicas El objeto de estudio del proyecto se ubica en el ámbito de la Didáctica General y de la Didáctica de Nivel Superior. Nos interesa indagar el conocimiento práctico-personal de los profesores respecto a la evaluación de estudiantes y de su propia evaluación. Planteamos la investigación desde el paradigma interpretativo-constructivista. Metodológicamente optamos por el enfoque cualitativo, ya que pretendemos avanzar en la comprensión del conocimiento que construyen los profesores universitarios respecto de la evaluación, desde su práctica docente en las cátedras o asignaturas. El conocimiento pedagógica didáctico inicia su desarrollo en la escolarización misma del sujeto (Lortie, 1975), se enriquece durante la formación pedagógica inicial (cuando ésta existe), y se construye de manera más clara en los contextos de enseñanza y aprendizaje, en los que el sujeto asume el rol de docente o enseñante. Por lo tanto, cuando hablamos de conocimiento profesional, experto, estamos hablando de la construcción dilatada en el tiempo de un tipo de conocimiento específico, aunque variado y repleto de matices y experiencias. Esta complejidad, relacionada con su proceso de construcción se potencia cuando tenemos en cuenta la presencia de numerosas dimensiones a tener en cuenta hacia el interior de este entramado. Dimensiones que refieren tanto a aspectos generales y contextuales como específicos y situados, que son pasibles de identificación pero que a su vez, interactúan entre sí, transformándose mutuamente, transformando la realidad en la que se desarrollan y siendo transformada por ella. (Grossman, 1990; Putnam y Borko, 2000; Tardif, 2004; Hashweh, 2005) Desde el paradigma interpretativo, se utiliza como estrategia metodológica el estudio de caso y la narrativa. En las entrevistas en profundidad y relato de los actores institucionales seleccionados, como docentes expertos, se puede leer las modificaciones / trasformaciones que realizan en sus prácticas evaluativas en el contenido a enseñar y los aprendizajes Stake (2007) nos dice que “el caso es algo específico, algo complejo, en funcionamiento” (2007, p. 16), se busca desentrañar su singularidad, comprender cada vez más el objeto de estudio como lo expresa C.F. Sandin (2003) “concibe a la realidad como múltiple, divergente y construida por la interacción de los sujetos entre sí y con la misma realidad” (Sandin, 2003, p. 49). Nuestro supuesto metodológico principal tiene que ver con la aceptación de la relación que establecemos con los sujetos investigados, dicha relación se caracteriza por la influencia de factores subjetivos y de nuestra implicación en la interpretación del objeto, interpretación que será validada por los mismos protagonistas y planteadas en todo momento como hipótesis de trabajo ideográficas. La selección de los docentes universitarios expertos se realizó a partir de informantes clave, que nos ayudaron a identificar profesores considerados buenos docentes iv por la institución y el estudiantado. Los docentes seleccionados v son titulares, tienen más de 15 años de antigüedad en la docencia y mantienen su práctica profesional por fuera de la facultad. Los docentes seleccionados (con algunos aun no realizamos las entrevistas) investigan permanentemente sobre los procesos de enseñanza, aprendizaje, evaluación y de las experiencias son y de los estudiantes en sus prácticas cotidianas, les permite modificar y/o transformar sus propuestas áulicas. Los profesores ya entrevistados, han participado en diferentes roles de los procesos de reforma curricular a nivel de plan de estudio, y esto les ha significado múltiples posibilidades de comprender mejor su propia propuesta de enseñanza y la de otros colegas, así como también la incorporación de estrategias metodológicas innovadoras y participativas. Por último, la gestión de su propia asignatura es referenciada constantemente como la principal tarea que llevan adelante durante el dictado de la misma. Cuando explicitan sus actividades, declaran sobre los modos de gestionar y organizar la asignatura, donde fueron significativos los cambios curriculares para la carrera; pudiendo ampliar su comprensión sobre los temas pertinente a la docencia y organización de los espacios curriculares. Estas tareas complejizaron su visión de la carrera desde la docencia. Consideran que la tarea más importante del Docente Titular, es la gestión de la misma, la posibilidad de coordinar propuestas y planteos del grupo de docentes que tienen a cargo y provienen de diferentes especialidades médicas, para que como resultado, la asignatura se presente como una propuesta integrada. Reflexiones Finales Los relatos son un modo de comprensión y expresión de la vida, donde está presente la voz de los protagonistas. Por ello, el juego de subjetividades en un proceso dialógico, se convierte en un modo privilegiado de construir conocimiento. Los docentes entrevistados cuando nos hablan de sus clases, ponen de manifiesto que la actividad educativa es una acción práctica que acontece en situaciones específicas, guiadas por determinadas intenciones y que las prácticas evaluativas tienen que ayudar al estudiante en su proceso de aprendizaje. Ciertos docentes universitarios logran en un constante proceso de autoformación, no replicar prácticas evaluativas vividas en su formación, incorporando el principio pedagógico de evaluación mediante criterios y priorizando la evaluación como aprendizaje. El conocimiento profesional docente se va construyendo sobre las creencias, imaginación, vivencias, experiencias que se viven en las prácticas educativas y del resultado de las decisiones que se adoptan en las diferentes situaciones: enseñanza, aprendizaje, evaluación se objetivan con el contacto con la realidad. Los profesores expertos de la Facultad de Medicina, se caracterizan por un fuerte interés en el aprendizaje profesional docente, de ellos mismos como de los docentes con menos experiencia permitiendo la construcción y reconstrucción del conocimiento didáctico del contenido específico de modo permanente, junto con la investigación en docencia como fuentes de conocimiento para la mejora de las prácticas evaluativas en sus aulas. Los cambios en los modos de ver y hacer docencia universitaria se vinculan de modos más o menos sistemáticos con experiencia de formación, asesoramiento pedagógico concreto e investigación permanente sobre sus prácticas de enseñanza y evaluación. Para finalizar, la evaluación como reguladora del proceso de enseñanza y aprendizaje y en términos de formativa, está al servicio de quien aprende y quien enseña. Ellos son como beneficiarios directos de la acción pedagógica y las capacidades que pueden ser transferidas a situaciones reales y permite a los docentes universitarios transformar el sentido y el significado de la evaluación desde sus concepciones de conocimiento y práctica. Referencias bibliográficas Alcalá, M. T. (2003). Concepciones epistemológicas en profesores universitarios que enseñan en carreras de formación docente. Revista Nordeste. Segunda época. Nº 19. Ciencias de la Educación. Facultad de Humanidades. UNNE. Resistencia, Chaco, República Argentina. Serie Investigación y Ensayos. 117-124 Alvarez Mendez, J. M. ( 2001) Evaluar para conocer, examinar para excluir.Madrid: Edit. Morata Angulo Rasco, F. (1999). “De la investigación sobre la enseñanza al conocimiento docente”. En Pérez Gómez, A.; Barquín Ruiz, J. y Angulo Rasco, J. F. (Eds.). Desarrollo profesional del docente. Política, investigación y práctica. Madrid: Akal, Bain, K. 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María Teresa Alcalá. 2014-2015 ii “Todos los profesores que elegimos para colocarlos bajo nuestro microscopio pedagógico habían logrado un gran éxito a la hora de ayudar a sus estudiantes a aprender, consiguiendo influir positiva, sustancial y sostenidamente en sus formas de pensar, actuar y sentir…” (Bain, 2007: 15) iii Angulo Rasco, F. (1999). De la Investigación sobre la enseñanza al conocimiento docente, en “Desarrollo Profesional del Docente: Política, Investigación y Práctica” ( Angel Pérez Gómez, Javier Barquín Ruiz y otros). Madrid: Ediciones Akal. iv “Todos los profesores que elegimos para colocarlos bajo nuestro microscopio pedagógico habían logrado un gran éxito a la hora de ayudar a sus estudiantes a aprender, consiguiendo influir positiva, sustancial y sostenidamente en sus formas de pensar, actuar y sentir…” (Bain, 2007: 15) v Los docentes seleccionados iniciaron su actividad profesional y el de la profesión docente en paralelo, siendo alumnos avanzados de la carrera ya se incorporaron en ayudantías docentes de la mano de “maestros formadores” que los guiaban. Cabe señalar que la referencia constante de admiración por estos “maestros” se vincula tanto con el reconocimiento por ser “buenos profesionales” y “buenos docentes”. A su vez, entienden que el aprendizaje en docencia de las nuevas generaciones también se realiza a partir de buenos modelos a imitar.