CRISIS DEL MODELO DE SINDICATO ÚNICO EN ARGENTINA Incorporación del modelo de pluralidad sindical a través de la jurisprudencia que modifica normas vigentes emanadas de la Ley 23.5511 “La ciencia consiste en sustituir el saber que parecía seguro, por algo problemático y el deber del hombre no es encontrar, sea como sea, soluciones, sino aceptar, sea como sea, los problemas” (José Ortega y Gasset, 1926)2 En la cita, el filósofo habla del saber y su devenir. Aquello que se tenía como inamovible, monolítico y seguro debe ser interpelado por el hombre de ciencia. Se habla de un deber y no de una facultad puesto que el cuestionamiento de los paradigmas establecidos es una condición indispensable para el progreso de una disciplina científica y el Derecho no es ajeno a este deber que se impone al jurista de cuestionar aquello que se tiene por seguro, buscar las preguntas o formular problemas, pues lo contrario implica la derrota de la ciencia para dejar paso a una forma de misticismo, en el sentido de un saber no cuestionado, aceptado como un dogma en forma acrítica. I.- Los paradigmas jurídicos: Unidad sindical vs. Pluralidad sindical En su libro “La idea de la justicia”, Amartya Sen expresó: “Lo que podemos ver no es independiente de dónde estamos en relación con lo que tratamos de ver. Y esto a 1 su vez puede influir en nuestras creencias, nuestro entendimiento y nuestras decisiones”.3 De estas palabras emana la noción de la relatividad de las percepciones humanas que determinan nuestras decisiones. En efecto, la adopción de un modelo o estructura para regular las asociaciones sindicales, obedece a una elección derivada de circunstancias históricas y sociales que impusieron los beneficios de un sistema por sobre otro.4 Como es sabido, existen dos grandes sistemas de organización que pueden adoptar las asociaciones sindicales: uno de ellos es el llamado modelo de unidad sindical, y el otro es el de pluralidad sindical. En el sistema de unidad la ley reconoce un sólo sindicato por actividad, oficio o profesión. Puede admitirse que existan varias asociaciones, sin embargo sólo se otorgará personería gremial a la que se considere la más representativa. El sistema de pluralidad sindical por su parte, admite el reconocimiento de personería gremial a más de un sindicato dentro de la categoría de que se trate. En favor de la unidad sindical se ha dicho que favorece la existencia de sindicatos fuertes y unidos, lo que implica asimismo una representación más solida de los trabajadores puesto que la negociación colectiva y la adopción de medidas de acción directa quedan en cabeza de una sola entidad. Se critica a la unidad que no representa en forma democrática a las minorías o que favorece la perpetuación en el poder de determinados dirigentes. Quienes preconizan el modelo de pluralidad sindical postulan que este sistema resulta más democrático por tener la capacidad de otorgar representación a distintos grupos de trabajadores, con intereses o ideologías diversos. De esta manera se pretende lograr la plena aplicación de la libertad sindical prevista por el art. 14 bis de la Constitución Nacional y los Convenios celebrados por la Organización Internacional del Trabajo. La mayor crítica que recibe este sistema es la que sostiene que la pluralidad sindical absoluta sólo puede derivar en la aparición de numerosos sindicatos, formados por grupos reducidos de personas que llevarían a la atomización del movimiento sindical, con el consiguiente debilitamiento del mismo. 2 Resulta innecesario puntualizar que en Argentina el paradigma jurídico ha sido el modelo de unidad sindical adoptado históricamente por el movimiento sindical y por el Estado Nacional aceptado ampliamente por la doctrina y la jurisprudencia durante años. En este marco se introduce la hipótesis indicada en el título de este trabajo según la cual el modelo adoptado ha sido puesto en crisis. Para formular dicho planteo se parte del concepto de paradigma jurídico proporcionado por Jürgen Habermas: “Un paradigma jurídico, es algo que en primera línea, se infiere de las decisiones judiciales que en virtud de los criterios que fuere, se consideran ejemplares y las más de las veces, suele equipararse a la imagen implícita que de la sociedad tienen los jueces. Los paradigmas jurídicos, mientras funcionan en forma de un saber atemático de fondo, se apoderan de los todos los actores, de la conciencia de los ciudadanos, no menos que la del legislador, la Justicia y la Administración”.5 Sin embargo, los paradigmas pueden cambiar a través de lo que Thomas Kuhn llamó una revolución científica6, que no es otra cosa que la sustitución de un paradigma por otro, en un proceso gradual que implica a menudo prolongados períodos de transición. En el caso de la ciencia jurídica, específicamente en cuanto a la estructura del llamado modelo sindical argentino, es posible afirmar que estamos atravesando un período de transición entre distintos paradigmas que pugnan por prevalecer. Así, la situación normal o histórica está compuesta por lo que designamos como el mundo de la norma, el paradigma de unidad sindical promocionada que ha sido adoptado por la Ley 23.551 y su Decreto Reglamentario 467/88, generalmente aceptado como la mejor manera de estructurar las relaciones sindicales. Este modelo normativo, influye a su vez en el mundo de los hechos, la realidad social compuesta por las asociaciones sindicales que siendo reguladas por esas normas, se ven beneficiadas o perjudicadas por éstas. En la tesis planteada, se advierte que en los últimos lustros, la cuestión se está invirtiendo en forma gradual, pues desde el mundo de los hechos, compuesto por la realidad social y los cada vez más frecuentes reclamos provenientes de los actores 3 sindicales, acogidos por los jueces en el marco de la amplitud que otorga la normativa internacional, influye en forma creciente sobre el mundo de la norma a través de las sentencias judiciales que introducen modificaciones otorgando derechos a organizaciones sindicales que la norma vigente no les concede. En este orden de ideas se designa como crisis del modelo sindical argentino a este particular estado de cosas conforme el cual se ha invertido la normal y habitual dinámica entre el mundo de la norma y el mundo de los hechos. II.- La crisis del paradigma de sindicato único Las causas de la crisis pueden clasificarse en dos grandes campos, por un lado las vinculadas al aspecto normativo y por otro las relacionadas con el aspecto jurisprudencial. Dentro del espacio relacionado con el aspecto normativo se ubican: II. 1.- Las disposiciones de la Constitución Nacional, las Leyes y Decretos Nacionales: La Constitución Nacional en su Art. 14 bis concede derechos a los gremios en forma amplia, que luego resultan acotados por las leyes que regulan a las asociaciones sindicales como lo hace actualmente la Ley 23.551 y su Decreto Reglamentario que establecen distinciones entre las asociaciones que poseen personería gremial y aquellas que sólo cuentan con simple inscripción. Así, conforme la clasificación efectuada por el Dr. Cesar Arese7, del juego de la Ley de Asociaciones Sindicales, Ley de Convenciones Colectivas de Trabajo 14.250 y de la Ley de Obras Sociales, surge un conglomerado de derechos que se conceden en forma preferente a las asociaciones que cuentan con personería gremial. Brevemente pueden enunciarse los siguientes derechos preferenciales: A.- Preferencias en la representación: 4 A.1.- Delegados gremiales (Art. 41 Ley 23.551, conc. Art. 17 Ley 14.250): La representación sindical dentro de la empresa es ejercida por los delegados cuya designación se reserva a las entidades que poseen personería gremial. A.2.- Representación en la negociación colectiva (Art. 1 Ley 14.250 y Art. 31 inc. c Ley 23.551): La representación convencional es exclusiva de las entidades con personería gremial. A.3.- Vigilancia en el cumplimiento de la normativa laboral, y de seguridad social (Art. 31 inc. c Ley 23.551), participación en instituciones de planificación y control de conformidad con lo que dispongan las normas respectivas (Art. 31 inc. b Ley 23.551) y colaboración con el Estado en el estudio y solución de los problemas de los trabajadores (Art. 31 inc. d Ley 23.551): Todas éstas facultades están reservadas a las asociaciones que ostentan personería gremial. A.4.- Defensa y representación ante el Estado y los empleadores de los intereses individuales y colectivos de los trabajadores (Art. 31 inc. a Ley 23.551): En cuanto a los derechos individuales de los trabajadores, las asociaciones simplemente inscriptas para ejercer su representación deben contar con autorización escrita del interesado (Art. 23 inc. a Ley 23.551, Art. 22 Dec. 467/88). En cuanto a la representación colectiva, sólo podrán ejercerla “por defecto” cuando no existiera en la misma actividad o categoría una asociación con personería gremial. A.5.- Implementación de medidas de acción directa: Si bien el Art. 14 bis de la Constitución Nacional autoriza el derecho de huelga a “los gremios” y el Art. 5 de la Ley 23.551 garantiza a todas las asociaciones sin distinción ejercer todas las actividades lícitas en defensa del interés de los trabajadores, esto no es así puesto que las huelgas llevadas a cabo por entidades sin personería gremial no se consideran legítimas, puesto que no poseen facultades para negociar colectivamente o representar a los trabajadores. B.- Preferencias económicas: B.1.- Descuento directo de cuotas sindicales (Art. 38 Ley 23.551): Los empleadores actúan como agentes de retención respecto de las cuotas sindicales de aquellas entidades que cuentan con personería gremial. 5 B.2- Contribuciones de solidaridad de afiliados y no afiliados (Art. 37 Ley 23.551 y Art. 9 Ley 14250): Las entidades con personería gremial pueden imponer cotizaciones ordinarias y extraordinarias a los afiliados y contribuciones de solidaridad a los no afiliados en el marco de la negociación colectiva, éstas últimas están vedadas a las entidades simplemente inscriptas. B.3.- Constitución de patrimonios de afectación (Art. 31 inc. e Ley 23.551), conformar y dirigir obras sociales (Ley 23.660): Las asociaciones que cuentan con personería gremial pueden afectar una universalidad de bienes a una determinada finalidad. Las asociaciones simplemente inscriptas pueden constituir cooperativas y mutuales, pero tienen vedado constituir obras sociales. C.- Tutela de los representantes gremiales (Arts. 40, 48 y 52 Ley 23.551 y Art. 17 Ley 14.250): Los representantes de las entidades que cuentan con personería gremial gozan de una protección especial, contando con la posibilidad de utilizar licencias y franquicias gremiales, reserva de puesto y derecho a ser reincorporados al finalizar sus funciones, encontrándose vedado su despido durante un año a partir del cese de sus mandatos. Asimismo, el Art. 52 establece el derecho de los representantes de pertenecientes a entidades con personería gremial a no ser suspendidos, despedidos, y que no se modifiquen a su respecto las condiciones de trabajo, sin que medie resolución judicial de exclusión de tutela sindical. II.2.- Las normas internacionales: El aspecto normativo de la cuestión se complementa con el plexo normativo internacional que ha sido incorporado a la Constitución Nacional con jerarquía superior a las leyes (Art. 75 inc. 22), entre las que deben destacarse en relación a esta materia la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 6 Asimismo deben mencionarse los Convenios celebrados ante la Organización Internacional del Trabajo ratificados por nuestro país entre los que se encuentran el Convenio Nº87 sobre Libertad Sindical y Protección del Derecho de Sindicación (1948); el Convenio Nº98 sobre Derecho de Sindicación y Negociación Colectiva. (1949); el Convenio Nº135, sobre los Representantes de los Trabajadores (1971); el Convenio Nº151 sobre las Relaciones del Trabajo en la Administración Pública (1978); y el Convenio Nº154 sobre Negociación Colectiva (1981). Desde las respectivas ratificaciones ha transcurrido en algunos casos medio siglo, periodo en el que las normas internas han convivido con los Convenios cuando éstos no tenían la preeminencia que adquirieron en los últimos años. Los planteos de inconstitucionalidad de las normas internas sobre asociaciones sindicales eran generalmente rechazados ya que los magistrados consideraban a los convenios internacionales como sujetos a la reglamentación interna, y no vinculantes en su aplicación. Como ejemplo puede citarse un fallo de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe8 que dispuso: “El Sindicato de Trabajadores Municipales del Departamento Vera no cuenta con personería gremial sino con simple inscripción por lo que, aún en el supuesto de que pudiese entenderse que el recurrente -en su calidad de empleado público- podía contar con la protección establecida en la ley, en el caso no es así, por aplicación de los Artículos 41 inciso a y 48 de la Ley 23.551.” II.3.- Un caso excepcional: la ley 24.185 y la Resolución 255/03 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social: No puede dejar de mencionarse la particular situación que se plantea en torno a la pluralidad sindical que actualmente existe en el ámbito de la Administración Pública Nacional, en franca contradicción con el paradigma de unidad sindical impuesto a ámbito laboral privado. La Ley 24.185 regula las negociaciones colectivas que se celebren entre la Administración Pública Nacional y sus empleados, sancionada y promulgada en el año 1.992. Esta Ley, en su Artículo 4º párrafo 1º dispone: “La representación de los empleados públicos será ejercida por las asociaciones sindicales, uniones o federaciones con personería gremial y ámbito de actuación nacional de acuerdo con lo establecido en 7 el Artículo 6º”, que a su vez expresa: “La negociación colectiva podrá realizarse dentro de un ámbito general o sectorial. Las partes articularán la negociación en los distintos niveles. Para cada negociación, general o sectorial, se integrará una comisión negociadora, en la que serán parte: los representantes del Estado empleador y de los empleados públicos que será coordinada por la autoridad administrativa del trabajo. En el caso de negociaciones en el ámbito sectorial, intervendrán conjuntamente las asociaciones con personería gremial que correspondan a dichos ámbitos y aquellas que en el orden nacional incluyan a este sector en su ámbito de actuación.” Posteriormente en el año 2.003, se dictó la Resolución 255/039 por parte del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación que establece que “La personería gremial que se otorgue a asociaciones sindicales representativas del sector público no desplazará en el colectivo asignado las personerías gremiales preexistentes.” En este punto donde surge la perplejidad, puesto que esta norma nos indica que en el sector público nacional puede admitirse la coexistencia de más de una entidad con personería gremial, esto es, la pluralidad sindical. De la lectura de los considerandos de la referida norma puede extraerse la voluntad del legislador que remite a los Convenios celebrados con la OIT cuando expresa: “Que los Convenios de la O.I.T., ratificados por nuestro país, establecen los principios y derechos fundamentales de libertad sindical y de negociación colectiva para todos los trabajadores. Que de conformidad con lo establecido en los citados Convenios en nuestro país se sancionó la Ley N°23.551 que garantiza y reglamenta el libre ejercicio del derecho a la sindicalización que corresponde a todos los trabajadores.”. Sin abandonar el modelo de unidad sindical promocionada, que reconoce y ratifica en dichos considerandos, a continuación se expone: “Que los artículos 4° y 6° de la Ley citada -se refiere a la ley 24.185- han sentado, en nuestra legislación, el principio de la representatividad colectiva plural de los trabajadores del sector público. Que dicha norma receptó la realidad histórica de la representación de este colectivo de trabajadores, admitiendo expresamente que la representatividad de los mismos corresponde simultáneamente a más de una asociación sindical con personería gremial. Que los conflictos intersindicales de desplazamiento de personería y encuadramiento se 8 producen fundamentalmente en el ámbito del sector público, y que dicha conflictividad afecta el normal funcionamiento de las administraciones nacionales, provinciales y municipales.” Así: “El Ministerio ha ratificado el criterio de garantizar la pluralidad sindical en el ámbito de la Administración Pública.” La Resolución adoptada por el Ministerio de Trabajo implica la admisión expresa y concreta de la pluralidad sindical por parte del Estado Argentino. Aún cuando el ámbito de aplicación de esta normativa esté constituido exclusivamente por la administración pública y no se haya relevado el requisito de obtención de la personería gremial, no puede dejar de observarse que el Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Trabajo (MTEySS) ha admitido dentro del ámbito de sus trabajadores dependientes un sistema o modelo de organización de las asociaciones gremiales de pluralidad sindical, aplicable a todos los ámbitos de la administración pública actualmente en funcionamiento. En efecto, la Resolución 255/03 se encuentra vigente desde hace más de diez años, y se encuentran comprendidos en su ámbito de aplicación una gran masa de trabajadores de todo el país10, dependientes tanto de los organismos nacionales centrales y provinciales como autárquicos. Esta Resolución postula la adecuación del régimen de organización sindical defendido a ultranza por el Estado a la realidad fáctica imperante de los trabajadores de la administración publica nacional, provincial y municipal, ámbitos en los cuales es notoria la superposición de personerías gremiales. Todo ello en coexistencia con la ley 24.185 sobre negociación colectiva en el sector público nacional, que admite la representación colectiva plural. Al respecto, cabe destacar un fallo dictado por la Cámara Nacional del Trabajo Sala V11 en el que se declaró que la Asociación de Trabajadores del Estado conserva la personería gremial respecto de los trabajadores de la Municipalidad de Godoy Cruz, Provincia de Mendoza, y, consecuentemente, está habilitada a convocar a elección de 9 delegados de personal en ese ámbito, en los términos y alcances establecidos en el art. 2º y 3º de la Resolución MTESS Nº 255/2003, y que gozarán de la tutela sindical. En su voto el Dr. Zas expresó: “La pluralidad sindical en el ámbito de la Administración Pública Nacional, Provincial y Municipal concretada en el principio de no exclusión de la personería gremial, con el consiguiente derecho de todas las asociaciones sindicales coexistentes a elegir los representantes del personal en directa proporción con los afiliados cotizantes que cuente cada una de ellas, en tanto cuenten con un porcentaje mínimo de afiliados, resulta compatible con la libertad sindical consagrada en las normas de jerarquía constitucional precitadas.” Este fallo reconoce la doctrina sentada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en materia de libertad sindical, así como los fundamentos de la Corte Suprema en cuanto a la jerarquía constitucional de los tratados internacionales y de la Convención 87 de la OIT, e interpreta que estos principios favorecen la interpretación que otorga preeminencia a lo dispuesto por la Resolución 255/03. La Cámara Nacional del Trabajo, Sala VI dictó un pronunciamiento similar en autos “Asociación de Trabajadores del Estado c/ Ministerio de Trabajo s/ Ley de Asociaciones Sindicales”12 en el que se manifestó que “lo dispuesto por la Resolución MTESS 255/03 se encuentra en un todo de acuerdo con el espíritu y las normas emanados de los Convenios 87 y 98”. No se han dado cuestionamientos a la constitucionalidad o legalidad de esta norma, cuyo principio de pluralidad (relativa) se ha vuelto habitual en la administración pública. Así, luego de once años no se verifica que el movimiento sindical del sector público haya dado muestras de debilitamiento por la coexistencia de distintos actores sindicales, como asimismo no se verifica un aumento significativo de la conflictividad intersindical, ni tampoco se ha observado que el poder de negociación o de convocatoria de todas las entidades implicadas se haya visto disminuido o “atomizado”, argumento que suele ser utilizado como crítica a la pluralidad sindical. 10 Si bien esto no es concluyente como para manifestarse a favor de este sistema es importante destacarlo, pues constituye una muestra específica en un sector con un gran volumen de trabajadores como es el ámbito de la administración pública, que ha servido como laboratorio para advertir, al menos en forma parcial, la posibilidad concreta de que un sistema de pluralidad sindical relativa es factible en el contexto del sindicalismo argentino. Sin embargo, no deja de ser contradictorio que desde el estado se promueva una representación plural aunque se preconiza un sistema de unidad sindical para el ámbito privado. III.- El aspecto jurisprudencial: las sentencias judiciales que otorgan preeminencia a normas internacionales Siguiendo las ideas de Habermas, la labor del juez debe ser una interpretación constructiva, que trata de evitar las contradicciones entre varias normas y esto sólo logra sobre el presupuesto de que todas las normas válidas conforman un sistema coherente que permite para cada situación una única respuesta correcta. Las ideas de coherencia y de sistema de este autor, resultan adecuadas para describir el fenómeno acaecido con los fallos “Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) c/ Ministerio de Trabajo S/ Recurso de Queja”13; “Rossi Adriana M. c/ Estado Nacional - Armada Argentina s/ Recurso de hecho”14 y “Asociación de Trabajadores del Estado s/ Acción de Inconstitucionalidad”15 considerados leading cases dictados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En ellos, los altos magistrados a pesar de las limitaciones impuestas por las normas internas, construyeron soluciones para los casos concretos, entendiendo a las normas internacionales y a las normas internas como un sistema que les permitió arribar a conclusiones entendidas como las más justas para cada caso, sin perder de vista la realidad social subyacente. Así debe entenderse que la labor jurisdiccional no se dirige a crear nuevas normas sino simplemente a otorgar un grado de coherencia, dentro de un contexto normativo dado y que en el caso de las asociaciones sindicales se presenta como “inmodificable” sin una reforma legislativa. 11 Como consecuencia del giro interpretativo realizado por la Corte Suprema en la ampliación de los derechos sindicales concedidos a entidades sin personería gremial, los tribunales inferiores comenzaron a admitir con mayor frecuencia planteos en el sentido indicado.16 Pueden citarse algunos fallos que resultan ilustrativos de la penetración que ha tenido la postura de la Corte Suprema en los tribunales inferiores, lo que contribuye en gran medida a confirmar que el modelo de sindicato único se encuentra en crisis. Así, en el fallo “Ministerio de Trabajo c/ Nueva Organización de Trabajadores Estatales (N.Or.T.E.) S/ Ley de Asociaciones Sindicales”17, se hizo lugar al planteo efectuado por la Nueva Organización de Trabajadores Estatales ordenando al Ministerio de Trabajo permitir la continuación del trámite de obtención de personería gremial en el ámbito de los trabajadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados de la ciudad de Rosario, considerándose a este ámbito como sucursal o subempresa, lo que había sido negado por el Ministerio de Trabajo amparado en los tipos sindicales dispuestos por la Ley 23.551. El falló invocó el artículo 2º del Convenio 87 de la OIT en cuanto a que los trabajadores sin ninguna distinción tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, y entendió que la hermenéutica aplicable al caso exigía un análisis contextual en el marco del conjunto del sistema jurídico vigente en la interpretación teniendo en cuenta el carácter evolutivo y progresivo del sistema de protección de la libertad sindical como derecho humano fundamental. Expresó que: “...el control judicial de constitucionalidad no puede desentenderse de las transformaciones históricas y sociales. La realidad viviente de cada época perfecciona el espíritu de las instituciones de cada país o descubre nuevos aspectos no contemplados antes, sin que pueda oponérsele el concepto medio de una época en que la sociedad actuaba de distinta manera, puesto que cuestiones que no hieren la sensibilidad de una ápoca pueden ofender profundamente a la de las que siguen.” Otro fallo destacable, llevado a cabo por la misma entidad simplemente inscripta es el emanado de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, Sala B; en autos “Nueva Organización de Trabajadores Estatales c/ INSSJP s/ Amparo” (Resolución Nº67 del 28 de Marzo de 2012)18, que confirmó el fallo de primera instancia que admitió el recurso de amparo interpuesto por la entidad gremial tendiente a que se le 12 otorgue a sus representantes licencias y franquicias gremiales en las mismas condiciones que a los demás sindicatos actuantes en el ámbito del INSSJP, declarando la inconstitucionalidad del art. 41 de la Ley 23.551. El Dr. Hector Zucchi, Juez Federal de primera instancia manifestó en esa oportunidad que “las argumentaciones de la accionante van más allá y es al punto adonde debe dirigirse el presente razonamiento y la decisión que se adopte: la normativa internacional nueva, creciente, en permanente movimiento y su influencia modificatoria en la norma nacional. En otras palabras y en alusión estrecha al presente caso: cuál es el límite protectorio al sujeto representante sindical, considerando la norma nacional y la normativa internacional, incorporada al derecho interno por la reforma de la Constitución Nacional de 1994 (Art. 75 inc. 22 primer párrafo).” Y agregó: “Entiendo preteridas aquellas distinciones que hoy considero superadas por el nuevo camino que se va lentamente abriendo paso en la jurisprudencia argentina, adhiriendo in totum a esta nueva interpretación, considerando, por tanto, debe admitirse la pretensión de la actora. En consecuencia, habré de declarar la inconstitucionalidad de los artículos 41 inc. a y 52 de la ley 23551” La Cámara de Apelaciones, al confirmar este fallo expresó: “Los artículos 41 inc. 44, 48 y 52 de la Ley 23.551, contienen diversas limitaciones impuestas a los delegados de las entidades sin personería gremial, lo cual implica una notoria desventaja al momento de ejercer sus actividades. De esta manera al ampliar las prerrogativas gremiales a los delegados de estas asociaciones se garantiza el normal desempeño en el ejercicio de sus funciones y se evita cualquier acto discriminatorio, facilitando de esta manera el otorgamiento de las licencias y/o franquicias gremiales que correspondieren”. Los ejemplos de esta tendencia jurisprudencial ampliatoria de los derechos de las entidades que carecen de personería gremial son abundantes, y dan cuenta de una proceso de transición en el que el paradigma de la unidad sindical deberá adecuarse a la mayor amplitud de derechos que propicia la normativa internacional. V.- Conclusiones 13 Volviendo a la cita del inicio de este artículo, este trabajo se trató principalmente de escudriñar un problema más que de encontrar soluciones. Se ha postulado que existe una crisis del modelo de sindicato único en Argentina, y desde ese punto de partida se ha buscado confirmar o refutar esta teoría, teniendo en cuenta que la causa de esa crisis se sitúa en la incorporación de distintos aspectos propios de un modelo de pluralidad sindical a través de la jurisprudencia que modifica las normas vigentes sobre asociaciones sindicales. En el fondo de la cuestión se ubica la amplia diversidad del concepto de libertad sindical, que abarca desde la libertad individual de pertenecer o no a un sindicato hasta el más extenso sentido que implica el derecho de asociarse con fines útiles que luego la normativa adecua en mayor o menor medida a una determinada estructura o modelo que en sus dos grandes vertientes arrojan paradigmas aparentemente opuestos como la pluralidad y la unidad sindical. Si se observa la normativa sindical, puede concluirse que se asiste a un período de transición puesto que el antiguo modelo de unicidad se mantiene vigente y es firmemente sostenido por el Estado Nacional y múltiples sectores. Será necesario entonces arribar a un nuevo modelo que posea una mayor aceptación desde todos los sectores tanto de la ciencia como por parte de los destinatarios de la norma, sin por ello descuidar o menospreciar los amplios beneficios que deben reconocerse a la unidad. Como se ha visto, los factores que influyen en el cuestionamiento del modelo normativo actual son variados puesto que emanan de distintos orígenes como las normas, la doctrina o la jurisprudencia, como se ha expuesto en los párrafos precedentes. Cabe señalar algunos puntos de coincidencia que plasman una línea clara de pensamiento con respecto a la interpretación de las normas por parte de la jurisprudencia nacional: -Se otorga preponderancia a la normativa internacional emanada de los Convenios emanados de la OIT y se cita como fuente para su interpretación las opiniones y recomendaciones de los organismos de control. 14 -No se cuestiona abiertamente el sistema de unidad sindical promocionada, aunque se manifiesta la necesidad de una reforma de algunos aspectos de la norma. -Se declara la inconstitucionalidad de toda norma que imponga restricciones consideradas contrarias a los principios emanados de los Convenios, por sobre lo dispuesto por la normativa interna. -Se toma en cuenta la realidad social, en cuanto a que se resalta en todos los casos la falta de razonabilidad de ciertas restricciones y el perjuicio que éstas podrían causar en cuanto a la afiliación de los trabajadores a un determinado sindicato, o a las posibilidades de libertad de actuación de los mismos o de sus representantes. SE ha dicho “El control judicial de constitucionalidad no puede desentenderse de las transformaciones históricas y sociales. La realidad viviente de cada época perfecciona el espíritu de las instituciones de cada país o descubre nuevos aspectos no contemplados antes”19 -En la mayoría de ellos se interpreta el artículo 14 bis de la Constitución Nacional en forma amplia, en el sentido de establecer que esta norma manda que el régimen jurídico que se establezca no entorpezca sino que deje en libertad a las fuerzas asociativas “en aras de que puedan desarrollarse en plenitud, vale decir, sin mengua de la participación y eventual pluralismo de sindicatos que el propio universo laboral quiera darse”20 -Subyace en todos los fallos el principio de interpretación pro homine, en cuanto a utilizar la interpretación más amplia cuando se trata de reconocer derechos protegidos. Sin dejar de reconocer la intensa labor de reconocidos autores y juristas que preconizan la necesidad de ciertas reformas y adecuaciones de la norma interna, la labor de los jueces ha sido fundamental para apreciar el fenómeno que se describe, pues está cumpliendo la compleja función de construir el derecho, armonizar las normas, otorgando una nueva coherencia a todo un sistema normativo, sin perder de vista además la realidad social que subyace a la cuestión gremial. Aun cuando se consideren plenamente válidos los argumentos en favor de la unidad sindical, lo cierto es que en forma creciente, los argumentos en favor de alguna forma de pluralidad sindical cobran cada vez más fuerza, y esta realidad se verifica en el “mundo de los hechos”. 15 Así las cosas, no es claro cuál será el rumbo que se tome en cuanto al sistema o modelo sindical en su totalidad. Se advierte una multiplicación de planteos efectuados por entidades interesadas en la eliminación de obstáculos para el ejercicio de diversos derechos vinculados a la libertad sindical, lo que implica el crecimiento de la demanda de pronunciamientos judiciales en ese sentido, habida cuenta de que aproximadamente la mitad de las entidades gremiales de primer grado del país carecen de personería gremial y luchan por igualarse en derechos a las entidades que la poseen, como así también, dos confederaciones (CTA y ATE) pugnan por conseguir personería y mantienen un reclamo constante en ese sentido, inclusive ante la Organización Internacional del Trabajo. Sin perjuicio de ello debe puntualizarse que a pesar de los cuestionamientos los sindicatos no presentan por el momento un alto grado de conflicto con el sistema, sólo reclaman se les admitan derechos específicos en igualdad de condiciones con las entidades que cuentan con personería gremial. Las circunstancias, al menos en opinión de quien suscribe, se muestran propicias para dar un debate serio acerca de la adecuación de las normas que han sido objeto de reiterado cuestionamiento, para adaptarlas a las interpretaciones aportadas por los órganos internacionales y la Corte Suprema de Justicia. De lege ferenda puede sugerirse: Como primera medida, la adopción general de un sistema de pluralidad relativa análogo al dispuesto para los trabajadores de la administración pública, con representación plural en las comisiones paritarias. Si bien las entidades deberán cumplir determinados requisitos para obtener la personería gremial, en un sistema de este tipo las entidades que la posean no serán desplazadas lo que permitiría la adopción de comisiones paritarias más democráticas. En cuanto a los requisitos para disputar la personería gremial, los porcentajes exigidos por el Decreto 467/88 pueden se considerados “excesivos”, por lo que podría sugerirse la determinación de la entidad más representativa por simple superioridad numérica de afiliados. 16 Por lo demás, deberá admitirse la importancia y la legitimidad de los sindicatos de empresa en cuanto a la representatividad de sectores específicos, con mayor posibilidad de contacto con los intereses de los trabajadores que pretenden representar. En tal sentido, el requisito de acreditar “intereses diferenciados” respecto de la entidad preexistente no comprendidos por ésta, podría resultar un obstáculo insalvable, debiendo en tal caso admitirse la formación de sindicatos de empresa, considerando un interés suficientemente diferenciado la problemática de los trabajadores de ese específico colectivo laboral, esto es, la empresa. En cuanto a los sindicatos de oficio, profesión o categoría, se sugiere en forma análoga se considere un interés suficientemente diferenciado a las particularidades del oficio, profesión o categoría de que se trate. En todos los casos, conforme el sistema de pluralidad relativa propuesto, la personería gremial concedida a estos sindicatos de empresa, oficio, profesión o categoría, no desplazaría a la entidad representativa de la actividad lo que garantiza mayor pluralidad de voces en la negociación colectiva e inclusive en estos casos podría significar mayor poder de presión del colectivo sindical atento a que las llamadas “bases” estarían más vinculadas a la actividad gremial. Conforme el sistema propuesto pueden existir tantas entidades con simple inscripción gremial según los trabajadores deseen darse y en estos casos, resulta adecuado que se adapte la normativa del Artículo 23 de la Ley 23.551 en cuanto a que se les otorgue a estas asociaciones la facultad de defender y representar ante el Estado y los empleadores los intereses individuales y colectivos de los trabajadores en igualdad de condiciones con las entidades que poseen personería gremial, exceptuándose la participación en la negociación colectiva, que quedaría reservada a estas últimas. En cuanto a los representantes sindicales de las entidades simplemente inscriptas, sería recomendable su inclusión dentro del ámbito de la tutela sindical sin restricciones, como asimismo, se les permita la elección de delegados en el ámbito empresarial. Para concluir, puede aseverarse existe una crisis del sistema normativo sindical argentino tal como se encuentra concebido, influenciada por distintos factores que se han analizado, entre los cuales la labor jurisprudencial posee el mayor protagonismo. Ello en tanto que la tarea de los jueces ha procurado otorgar coherencia y armonía a un complejo de normas internas e internacionales, que exigen una 17 interpretación superadora para atender a las realidades sociales que se presentan en un nuevo contexto de transformación de las relaciones sindicales. Sin perjuicio de las sugerencias efectuadas en cuanto a la adecuación de las normas internas, no podrá arribarse a una solución en tanto no exista consenso en cuanto a la forma de concebir a las asociaciones sindicales, y ello está íntimamente relacionado con posiciones políticas estatales que desde el advenimiento de la democracia en 1.983 preconizan la libertad y la democracia sindical como bien supremo, pero obstaculizan en forma sistemática toda forma de ampliación del sistema, intentando reglamentar y controlar todos los aspectos de la vida sindical, lo que trasunta un solapado autoritarismo. Acaso se teme otorgar poder a demasiadas asociaciones, o tal vez, no se confíe en la inteligencia, capacidad o aptitud de los trabajadores para decidir acerca de la formación y regulación de sus propias corporaciones. O quizás simplemente exista aversión al cambio. Lo cierto es que se asiste a un período de transición en el que la necesidad de un análisis crítico de la cuestión se hace cada vez más evidente, como así también se ha hecho innegable que el diálogo plural de todos los actores sindicales con el Estado es la condición para obtener un modelo de estructuración de las asociaciones sindicales que refleje adecuada y convenientemente la realidad social. Para concluir se tomará una cita del filósofo Roland Barthes21 que se refirió a la lucha entre los mitos creados por el hombre para explicar la realidad, y la realidad misma expresando: “El hecho de que no lleguemos a superar una comprensión inestable de lo real es sin duda, la medida misma de nuestra alienación presente: navegamos permanentemente entre el objeto y su desmitificación, impotentes para alcanzar su totalidad.” En efecto, se asiste a un período de incertidumbre, pero a pesar de todo, nuestra búsqueda debe estar encaminada a lograr una reconciliación de lo real y los hombres, de la descripción y la explicación, del objeto y del saber. NOTAS: 1 Este trabajo está basado en el trabajo de Tesis de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales Internacionales defendida el 10 de Octubre de 2014, titulado “Crisis del modelo de sindicato 18 único en Argentina. Incorporación del modelo de pluralidad sindical a través de la jurisprudencia que modifica normas vigentes emanadas de la Ley 23.551”, presentado ante la Universidad Nacional de Tres de Febrero. 2 Ortega y Gasset, José, reseña sobre “Los orígenes del español”, de Ramón Menéndez Pidal, 1926 3 Sen, Amartya, La idea de la justicia, Ed. Taurus, Bs. As. 2009. 4 Ciertamente, el modelo adoptado por nuestro país se ha forjado a lo largo de la historia del sindicalismo argentino, que en muchas ocasiones debió constituirse como un actor social con gran concentración de poder para encabezar muchas de las conquistas sociales que se produjeron en el siglo XX. Desde esta posición se postula que el interés colectivo de cada grupo profesional es único y en consecuencia debe ser encarnado por una única entidad. 5 Habermas, Jürgen, Teoría de la acción comunicativa; citado por Ariel Alvarez Gardiol en Epistemología Jurídica; Ed. Fundación para el desarrollo de las ciencias jurídicas; Rosario; 2010, pp. 315. 6 Khun Toma; La estructura de las revoluciones científicas; Ed. Fondo de Cultura Económica; FCE Argentina; 2004; Bs. As.; pp. 13; (primera edición en 1962) 7 Arese, Cesar; “Crítica del sistema sindical”, Ponencia, XIX Congreso Iberoamericano AIDTSS – AIADTSS –ILTRASS; Buenos Aires; 2013; pp. 13. 8 Corte Suprema de Justicia de Santa Fe “Migueles Luis Alberto c/ Municipalidad de Vera s/ Recurso contencioso administrativo de plena jurisdicción (29/12/2004) 9 Resolución Nº255/03, emitida por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en fecha 22/10/2003. 10 Según las últimas estadísticas proporcionadas por el INDEC, que datan del año 2011 (cuarto trimestre) el sector público nacional tiene 469.860 empleados. Sumados los trabajadores de provincias, municipios y CABA que transfirieron sus cajas de previsión social a la ANSES son aproximadamente 1,46 millones. 11 CNT Sala V, 13/12/2007, sentencia 70.318, “Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social c/ Asociación de Trabajadores del Estado” 12 CNAT, Sala VI; “Asociación de Trabajadores del Estado c/ Ministerio de Trabajo s/ Ley de Asociaciones Sindicales”, 03/03/2009. 13 CSJN, Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) c/ Ministerio de Trabajo S/ Recurso de Queja A. n° 201, L. XL. dictado el 11/11/2008. 14 CSJN “Rossi Adriana M. c/ Estado Nacional - Armada Argentina s/ Recurso de hecho”, R. 1717. XLI. Dictado el 9/12/2009. 15 CSJN, “Asociación de Trabajadores del Estado s/ Acción de Inconstitucionalidad”, A.596 XLIII, dictado el 18/06/2013. 16 Se enumeran fallos emanados de Tribunales de la Provincia de Santa Fe y Federales de la ciudad de Rosario y de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que se refieren a entidades de esa Provincia en el marco territorial planteado en el trabajo de tesis que fundamenta el presente artículo. Por razones de brevedad no se transcriben los análisis de fallos in extenso. 17 Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V, “Ministerio de Trabajo c/ Nueva Organización de Trabajadores Estatales (N.Or.T.E.) S/ Ley de Asociaciones Sindicales”, Resolución Nº20407. 31 de Agosto de 2011. 18 Cámara Federal de Rosario, Sala B, “Nueva Organización de Trabajadores Estatales c/ INSSJP s/ Amparo” (Resolución Nº67 del 28 de Marzo de 2012). A raíz del recurso de queja interpuesto por la demandada, actualmente la cuestión se encuentra en tratamiento ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 19 Fallo citado, CNAT, Sala V “Ministerio de Trabajo c/ Nueva Organización de Trabajadores Estatales (N.Or.T.E.) S/ Ley de Asociaciones Sindicales” 20 Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V, “Ministerio de Trabajo c/ Nueva Organización de Trabajadores Estatales (N.Or.T.E.) S/ Ley de Asociaciones Sindicales”, Resolución Nº20407, ya citado. 21 Roland Barthes, Mitologías, Ed. Siglo XXI, 2008, 1ª Ed. 1956, 19