A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 11 de julio de 2007, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Kogan, Genoud, Hitters, de Lázzari, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en definitiva acuerdo en la ordinario causa L. para pronunciar 88.653, "Sánchez, sentencia Rita Hilda contra Larrosa, Oscar Pablo y otros. Accidente de trabajo". A N T E C E D E N T E S El Martín se Tribunal declaró del Trabajo incompetente nº para 3 de General intervenir en San las presentes actuaciones. La parte actora interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo: I. En lo que interesa, el tribunal del trabajo se declaró incompetente intervenir en las por razón presentes de la actuaciones, materia para promovidas el 6-IV-2000 (cargo de fs. 250 vta.) por Rita Hilda Sánchez contra Oscar Pablo Larrosa, "Mecalux Argentina S.A." y "TTAMGO S.A." en las que reclamaba -con fundamento en las normas del Código Civil- el pago de la indemnización integral de los daños y perjuicios provocados por la muerte de su hijo Javier Kuczek. Fundó su resolución en el precedente de esta Suprema Corte registrado como L. 75.346, "Brítez", sent. del 25-IX-2002, en el que por acatamiento a lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación se rechazó la demanda promovida por falta de acción. II. Contra dicho pronunciamiento la parte actora interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Alega que la aplicación de la ley 24.557 quedó desplazada en beneficio de las normas del Código Civil, cuando el tribunal resolvió, en su resolución de fs. 372/376, declarar la inconstitucionalidad de los arts. 1, 2, 28 y 39 de la ley 24.557 y ratificó su competencia para seguir entendiendo en las presentes actuaciones. Así contra Suprema la -continúa- doctrina Corte de la legal Justicia resolución que cita en materia atacada establecida de se alza por la preclusión, al volver a resolver sobre un tema (competencia) que había sido ya objeto declaraba acción de el de resolución tribunal expresa, competente indemnización conforme para los por la entender cánones de cual en la se esta ley civil, resolución que se encuentra notificada y firme. Finaliza señalando que tal manera de resolver vulneró el principio de preclusión, el que no sólo opera la extinción de las facultades no ejercidas en tiempo propio por los litigantes, sino que también gobierna la actividad del órgano jurisdiccional. III. El recurso ha de prosperar. a. Efectivamente, una vez contestados a fs. 269/275 vta., 341/353 vta. y 367/369 por los codemandados los traslados del planteo de inconstitucionalidad efectuado por la parte actora, el tribunal de grado resolvió, el 25-VI-2001: declarar la inconstitucionalidad de los arts. 1, 2, 28 y 39 de la ley 24.557, y ratificar su competencia para entender en las presentes actuaciones (fs. 372/376 vta.) Dicho pronunciamiento les fue notificado a los litigantes a fs. 380/383, el 3-IX-2001. b. Con fecha 5-XI-2002, y ante la petición de la legitimada activa, dispuso dar traslado de la demanda a los codemandados (fs. 388 vta.). c. Trabada la litis, el 15-X-2002 se abrieron a prueba las actuaciones (fs. 520/522). d. Ante el planteo de revocatoria de la parte actora respecto origen, resuelto a fs. en la una cuestión 343/345 de resolvió sentencia prueba, -sin el tribunal perjuicio interlocutoria dictada de a de lo fs. 372/376- rechazar la revocatoria articulada, y declararse incompetente en razón de la materia, para entender en el reclamo de los rubros indemnizatorios que pretendían la reparación integral. e. Tiene dicho esta Suprema Corte que no resulta admisible que el tribunal del trabajo al tiempo de dictar sentencia se contradiga con sus propios actos procesales dictados durante la sustanciación del proceso y alcanzados por la preclusión y con la postura asumida por las partes (causas L. 45.412, sent. del 14-V-1991, "Acuerdos y Sentencias": 1991, tomo I, pág. 717; L. 71.628, sent. del 13-XII-2000). Es que la firmeza de los actos procesales es, en efecto, una necesidad jurídica que justifica su validez, no obstante los vicios que pudieran eventualmente presentar. Dicho de otro modo: la preclusión opera como un impedimento o una imposibilidad de reeditar las cuestiones que ya han sido objeto de tratamiento y resolución anterior (conf. causas Ac. 36.478, sent. del 3-XI-1987, "Acuerdos y Sentencias": 1987, tomo IV, pág. 552; Ac. 47.212, sent. del 31-III-1992; Ac. 64.989, sent. del 11-V-1999, entre otras), siendo éste un instituto que garantiza uno de los principios que debe privar en toda causa judicial, esto es, la seguridad, consistiendo aquél en la pérdida de una facultad procesal por haberse llegado a los límites fijados por la ley para su ejercicio. Lino Enrique Palacio ha expresado respecto de este principio, que "...el proceso se halla articulado en diversos períodos o fases dentro de cada uno de los cuales deben cumplirse uno o más actos determinados, con la consecuencia de que carecen de eficacia aquellos actos que se cumplen fuera de la unidad de tiempo que les está asignada" ("Manual de Derecho Procesal Civil", Ed. Lexis Nexis, 17ª edición actualizada, 2003, pág. 70). Así, el mencionado autor continúa expresando que "b) Por efecto de la preclusión adquieren carácter firme los actos cumplidos dentro del período o sección pertinente, y se extinguen las facultades procesales que no se ejercieron durante su transcurso..." (opus cit.). En este último sentido este Tribunal ha señalado que la preclusión consiste en la pérdida de una facultad procesal por haberse llegado a los límites fijados por la ley para su ejercicio y opera como un impedimento o una imposibilidad: la facultad procesal no usada se extingue (causas L. 60.274, sent. del 19-V-1998; L. 67.469, sent. del 9-II-1999, "Acuerdos y Sentencias": 1999, t. I, pág. 88). f. De lo hasta aquí expuesto, puede concluirse que, consentida y firme la resolución de fs. 372/376 vta. que descalificó la validez constitucional del art. 39 de la ley 24.557 -único pertinente litis- quedó superado acceso a vía la el civil, para la obstáculo y resolución legal definido que de la vedaba el entonces, para los litigantes y el tribunal, el marco legal en el cual habrá de dirimirse la controversia, cual es el del régimen de responsabilidad contenido en los arts. 1109 y 1113 del Código Civil. De allí en más, toda la actividad procesal a desarrollarse para las partes, trabada la litis y dispuesta la apertura a prueba de las actuaciones (fs. 520/522), habrá de estar dirigida a aportar los presupuestos fácticos concernientes a sus respectivas posturas. Y para el tribunal de grado, una vez concluida la etapa probatoria y establecidos en el veredicto los hechos que quedaron acreditados y cuáles no, al dictar sentencia definitiva definirá el pleito, siempre en el ámbito del derecho civil. g. Con la resolución de fs. 543/545, el tribunal del trabajo -que dispuso apartarse de lo resuelto a fs. 372/376 vta. preclusión al contradicción (v. fs. emitir con una 543)un conculcó el pronunciamiento decisión que, por principio en haber de abierta quedado firme, implicaba para los litigantes -y el propio juzgador- la habilitación de la vía civil para encauzar el reclamo, y con tal modo de decidir transgredió en forma flagrante el derecho de defensa y del debido proceso (arts. 18 de la Constitución nacional y 15 de la Constitución de la Provincia). IV. Por lo expuesto, corresponde hacer lugar al recurso extraordinario traído y revocar la resolución de grado en cuanto declaró la incompetencia del tribunal para intervenir en las presentes actuaciones. Los autos deben volver al tribunal de origen a fin de que, con nueva integración, prosiga con las actuaciones de conformidad con lo señalado en el punto III ap. f. Costas por su orden atento a la forma en que se resuelve el recurso y las dificultades interpretativas generadas por la ley 24.557 (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Genoud, Hitters, de Lázzari y Soria, por los mismos fundamentos de la señora Jueza doctora Kogan, votaron también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido, y se revoca la sentencia impugnada en cuanto declaró la incompetencia del tribunal para intervenir en las presentes actuaciones. Vuelvan los autos al tribunal de origen para que integrado con otros jueces, prosigan el trámite de conformidad con lo señalado en el punto III ap. f, del voto emitido en primer término. Costas por su orden atento a las dificultades interpretativas generadas por la ley 24.557 (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Notifíquese.