40. Seguridad jurídica en los juicios penales.

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40. Seguridad jurídica en los juicios penales.
Normatividad
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos este derecho se encuentra
garantizado en:
Artículo 23.
Ningún juicio criminal deberá tener más de tres instancias. Nadie puede ser
juzgado dos veces por el mismo delito, ya sea que en el juicio se le absuelva o
se le condene. Queda prohibida la práctica de absolver de la instancia.
Comentario
El artículo 23 Constitucional reviste particular importancia, pues su texto contiene
disposiciones que protegen la seguridad jurídica de los gobernados. Constituyen algunas
prohibiciones, las cuales tutelan los derechos de las personas que se encuentran sujetas a
proceso penal, por habérseles atribuido la comisión de un delito. En este sentido, la
persona que posiblemente es responsable de la falta, debe ser juzgada en un plazo
razonable, en una única ocasión y de manera definitiva, estableciéndose su situación
jurídica mediante una sentencia definitiva, ya sea absolutoria o condenatoria. La primera
frase de este numeral prohíbe en primer término que un juicio criminal tenga más de tres
instancias procesales. Es decir, que en ningún juicio penal se puede dictar más de tres
sentencias sobre un mismo caso, lo cual fija la obligatoriedad definitiva de la resolución
dictada en tercera instancia, la cual, toda vez que se trata de una sentencia ejecutoria, no
debe revisarse o impugnarse a través de una cuarta.
Asimismo, se prohíbe que a las personas se les juzgue dos veces por el mismo delito. Esta
prohibición, que se apoya en el principio non bis in ídem, únicamente procede en el
supuesto de que a la persona se le haya juzgado y condenado, o se le haya absuelto, a
través de una sentencia firme e irrevocable, o, en otras palabras, su situación se haya
definido por resolución contra la cual ya no proceda ningún otro recurso legal.
Por último, la parte final del artículo 23 Constitucional, prohíbe la práctica de absolver de
la instancia. Esto se entiende como el hecho de mantener abierto el proceso en forma
indefinida, bajo el argumento de que se carece de pruebas o elementos suficientes para
absolver o para condenar, lo que evidentemente pondría en riesgo la situación jurídica de
la persona y vendría a afectar la certidumbre jurídica a la que tiene derecho. En tal
sentido, surge el principio universalmente conocido de la presunción de inocencia,
conforme al cual toda persona inculpada debe considerarse inocente, en tanto no se haya
demostrado lo contrario, y que, ante la duda, lo que procede es su absolución.
SEGURIDAD JURÍDICA EN LOS JUICIOS PENALES
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Cabe señalar que en el plano de la legislación secundaria, existen cuerpos legales que se
contraponen con relación a los principios del artículo 23 Constitucional, ya que, por
ejemplo, mientras el Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal (artículo 247,
primer párrafo), contiene disposiciones acordes a sus principios, el Código Penal del
Distrito Federal (artículo 9, primer párrafo), sostiene otras que los contradicen de manera
evidente. En cuanto a los instrumentos internacionales se refiere, tanto en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, vigente desde 1976, como en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, en vigor desde
1981, éstos contienen preceptos que armonizan con los postulados del artículo
Constitucional en comento.
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