© Johner RF/Getty Images Vale la pena pagar Emmanuel Ze Meka Director Ejecutivo de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales Numerosos estudios, como La economía de los ecosistemas y la diversidad ecológica del PNUMA, han informado recientemente acerca del alto valor de los servicios que ofrecen los ecosistemas vinculados con los bosques, en particular los bosques tropicales. De estos estudios se desprende que el valor del agua, el almacenamiento de carbono, los suelos, el mantenimiento de la biodiversidad y otras funciones de los ecosistemas forestales reduce a la insignificancia el valor económico de los productos forestales tradicionales (principalmente la madera). Por ello, los bosques se valoran en miles de millones de dólares o, a escala mundial, en billones de dólares. Sin embargo, entre los años 2000 a 2010, se siguieron perdiendo alrededor de 13 millones de hectáreas de bosques tropicales al año, junto con su valiosa biodiversidad y otros servicios ecosistémicos. ¿Cómo puede ser? La respuesta es sencilla. Si bien los servicios ecosistémicos catalogados y evaluados en informes recientes mediante avanzadas técnicas económicas son de indudable valor, en su mayoría los mercados para transferirles pagos son aún incipientes, si los hay. Con la excepción de los nuevos mercados mundiales de carbono, los países tropicales no cuentan con mecanismos para calcular el valor potencial de sus bosques. Nadie hace cola para pagarles dichos servicios, por lo que no resulta sorprendente que los dueños de los bosques (en su mayoría son los países, pero a veces también el sector privado) decidan explotar la tierra donde se encuentran los bosques para lo que ellos consideran usos más productivos, por ejemplo la agricultura. 6 PNUMA NUESTRO PLANETA La Naturaleza a su servicio La OIMT, organización intergubernamental con sede en Yokohama (Japón), nació hace un cuarto de siglo como una organización de productos básicos interesada en fomentar los mercados de las maderas tropicales producidas de forma sostenible. Si bien este objetivo sigue siendo pertinente, la Organización ha procurado cada vez más ayudar a los países a gestionar sus bosques de forma sostenible y aportar un valor añadido a todos los servicios que ofrecen los bosques tropicales. Reconoce que los ingresos derivados de cualquier servicio en particular simplemente no bastan para contrarrestar las ventajas de esos usos concurrentes de la tierra, como los cultivos agrícolas o el aceite de palma, con sus ciclos de cosecha relativamente cortos y regímenes de gestión más sencillos. La madera sigue siendo el medio más importante de generar ingresos a partir de los bosques tropicales. En la última década, han generado para los países tropicales más de 20.000 millones de dólares EE.UU. al año en ingresos por exportación, si se tienen en cuenta tanto los productos elaborados primarios como los secundarios (p. ej., muebles). Sin duda la contribución del sector de la silvicultura al desarrollo económico es incluso mayor si se considera los millones de puestos de trabajo que crea y los ingresos que generan los mercados nacionales de la madera. La silvicultura sostenible y los productos de madera producidos en forma sostenible deben, por tanto, ser parte de la solución tanto para valorar correctamente los bosques tropicales como para revertir su tala continua y, al mismo tiempo, fomentar el desarrollo económico. Por ello, la OIMT sigue sosteniendo la vital necesidad de que los nuevos sistemas de financiación que se formulan para combatir el cambio climático (como “REDD+”, Reducción de las emisiones resultantes de la deforestación y de la degradación de los bosques) tengan en cuenta la silvicultura sostenible e incluyan la producción sostenible de madera en el marco de las actividades aprobadas. Existe una vasta experiencia – parte generada en los proyectos sobre el terreno de la OIMT – en la producción de madera y otros productos forestales de manera sostenible, teniendo en cuenta “La silvicultura sostenible y los productos de madera producidos en forma sostenible deben, por tanto, ser parte de la solución tanto para valorar correctamente los bosques tropicales como para revertir su tala continua y, al mismo tiempo, fomentar el desarrollo económico.” la ecología de las especies de árboles, empleando tecnología para reducir los efectos de la tala, emprendiendo posteriormente la rehabilitación y/o reforestación, y facilitando información sobre los mercados para que los productos obtenidos tengan precios equitativos, con la finalidad de que los fondos vuelvan al bosque donde se originaron. Desde luego, la corrupción y las deficiencias de administración, que afectan a muchos sectores y países, deben combatirse para que el sistema funcione y no se malversen los fondos; en los últimos años se ha trabajado considerablemente en la resolución de dichos problemas. Desde su formación la OIMT ha seguido de cerca los progresos logrados en pos del manejo sostenible de los bosques en los trópicos. Uno de los primeros estudios de la Organización (publicado en 1989 en el libro de Duncan Poore, No habrá madera sin árboles) puso de manifiesto que, a finales de la década de 1980, sólo una minúscula cantidad de los bosques tropicales del mundo se manejaban de forma sostenible. De acuerdo con un estudio de seguimiento de la OIMT, Estado del manejo de los bosques tropicales 2005, si bien se han producido mejoras, la superficie forestal que se maneja de manera sostenible sigue siendo sólo un 5% de lo que se pretendía mantener como bosque (tanto para la producción como para la protección) en los países tropicales. Según el estudio más reciente de la OIMT, Estado del manejo de los bosques tropicales 2011, se ha seguido avanzando en los últimos cinco años: se han añadido más de tres millones de hectáreas al año a la superficie total que se maneja de manera sostenible en las regiones tropicales. Sin embargo, ello significa que más del 90% de los bosques tropicales del mundo se manejan de forma insuficiente o nula. Está claro que hay avanzar en el manejo sostenible de los bosques para cumplir nuestro objetivo común de velar por el futuro de los recursos de los bosques tropicales del mundo. El PNUMA, como principal organismo encargado de fomentar la sostenibilidad del medio ambiente, comparte una preocupación especial por los bosques tropicales y el valor de sus ecosistemas, los cuales tienen gran importancia en los preparativos de la Cumbre de la Tierra Río+20 del próximo año. Sin embargo, merece la pena recordar que muchos interesados directos (sobre todo de los países en desarrollo donde se encuentran prácticamente todos los bosques tropicales) están decepcionados por la falta de recursos “nuevos y adicionales” que se esperaba que la comunidad internacional proporcionara para aplicar los principios no vinculantes relativos a los bosques convenidos durante la primera Cumbre de la Tierra de 1992. Casi dos décadas después de ese acontecimiento histórico, se ha reconocido que muchos de los servicios de los bosques tropicales, por ejemplo, el ecoturismo, la prospección biológica y, más recientemente, la REDD y el carbono, tienen el potencial de invertir su pérdida constante. Las organizaciones como la OIMT y el PNUMA deben colaborar con gobiernos, ONG, el sector privado y otros interesados para crear mercados justos y equitativos para éstos y otros productos y servicios forestales. De este modo, podemos ayudar a enviar claras señales a la comunidad mundial de que el manejo sostenible de los bosques tropicales es una opción viable del uso de la tierra, siempre y cuando valoremos y paguemos correctamente los bienes y servicios que producen. PNUMA NUESTRO PLANETA La Naturaleza a su servicio 7