Promover la equidad de genero: una clave para reducir la pobreza

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PROMOVER
LA EQUIDAD DE
GENERO
UNA CLAVE PARA REDUCIR LA POBREZA E
INSTAURAR UN DESARROLLO SOSTENIBLE
PROMOVER LA
EQUIDAD DE GENERO:
UNA CLAVE PARA REDUCIR LA POBREZA E
INSTAURAR UN DESARROLLO SOSTENIBLE
«Equidad de género es el goce equitativo de hombres y mujeres
de los bienes socialmente valiosos, de las oportunidades,
de los recursos y recompensas. El propósito no es que mujeres
y hombres sean iguales, sino que sus oportunidades en
la vida sean y permanezcan iguales.»
(CAD, OCDE, 1998).
Política de Género
A pesar de ciertos resultados y los logros registrados en la lucha
contra la pobreza en la última década, los esfuerzos dirigidos a
poner fin a la marginalización económica, a las prácticas no
democráticas, a los conflictos y a la sobreexplotación de los
recursos naturales no logran reducir las inequidades entre ricos y
pobres. En este contexto, las inequidades entre mujeres y hombres
persisten y crecen, siendo la discriminación por género la forma de
exclusión más común a nivel mundial.
La desigualdad en términos de relaciones de poder o de participación en la toma de decisiones es una de las causas estructurales de
la inestabilidad política y social que generan la pobreza. Hoy más
que nunca, la reducción de las inequidades de género contribuiría a
instaurar mayor justicia social y un desarrollo sostenible.
Desde el inicio de los años 70, se ha reforzado el movimiento
internacional de las mujeres, dando énfasis a la promoción de la
equidad y al acceso de las mujeres a la salud, a la educación,
a la participación política local y a los ingresos. Después de la
Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995 en Beijing, agencias
internacionales, organizaciones gubernamentales y no-gubernamentales han desarrollado estrategias para incrementar la concientización y la capacitación en género entre los actores, y han movilizado
recursos para institucionalizar la lucha contra las inequidades de
género. Estas estrategias son monitoreadas tanto a nivel internacional como nacional.
Política de Género
El propósito de la
nueva política de
la COSUDE es asegurar que todas
sus intervenciones
fomenten la igualdad de las mujeres y de los hombres para que
puedan ejercer
los mismos derechos y disfrutar
equitativamente
de los beneficios del desarrollo. La estrategia para lograr
este propósito
es reforzar el
empoderamiento
de mujeres y
hombres a fin
de que contribuyan activamente a la transformación de las
relaciones sociales de género
con un espíritu
constructivo, y
cuando sea posible, ayudándose
mutuamente.
El Enfoque de la COSUDE sobre
género y desarrollo
Desde 1990, género ha sido integrado
como un tema transversal en las actividades de la COSUDE. En 1993, la COSUDE
formuló su primera política «Para un desarrollo equilibrado hombre-mujer», implementada en distintos grados según los países y
las regiones. El nivel general de concientización y capacitación en género está
aumentando en la COSUDE y en las instituciones contrapartes, notándose una mayor
incorporación de género en los enfoques y
en las herramientas utilizados. Sin embargo, aún es necesaria una nueva política de
género para asegurar una integración
más sistemática del género en todas las
actividades de la COSUDE.
La estrategia de la COSUDE
El refuerzo de las capacidades (cursos de
formación e integración en el proceso de
elaboración y de monitoreo de los programas) ha desempeñado un rol clave para
llevar al personal y a las contrapartes de
la COSUDE a incorporar la dimensión de
género en su trabajo. La COSUDE ha
adoptado un enfoque flexible. Las Oficinas
de Coordinación desarrollan sus propios
instrumentos y estrategias en función del
contexto local y pueden recurrir a la
Central para eventuales apoyos.
Esta política se aplica tanto a la cooperación bilateral y multilateral de la COSUDE
como a la ayuda humanitaria. Esta nueva
política está basada en la experiencia
de la COSUDE y refuerza su finalidad
general.
Las prioridades de la COSUDE
El objetivo prioritario de la COSUDE es
reducir la brecha creciente entre ricos y
pobres, mejorando la repartición de los
beneficios del desarrollo y las condiciones
de vida de los más pobres. Su estrategia
es apoyar a contrapartes nacionales/locales para que incidan en los mecanismos
que originan y perpetúan la pobreza y las
inequidades, de tal manera que se logren
mejorar las condiciones marco económicas
y sociales, se cubran las necesidades básicas y se prevengan los problemas ambientales y los conflictos.
Para la COSUDE, corregir las inequidades
estructurales y las relaciones desiguales de
poder entre diferentes grupos de la sociedad no es sólo un objetivo del desarrollo,
sino también un pre-requisito para el desarrollo. Reducir las inequidades de género
constituye un elemento de la lucha contra
la pobreza y contribuye a establecer un
desarrollo sostenible en el que las mujeres,
al igual que los hombres estén igualmente
involucrados en la gestión de los asuntos
públicos y domésticos.
El rol de la COSUDE
Su rol consiste en apoyar, acompañar y
fomentar los cambios sociales que contribuyan a una mejora sostenible de las condiciones de vida. La COSUDE procura trabajar con actores locales comprometidos
en los procesos de desarrollo y que se
adhieran a sus principios, incluida la promoción de la equidad de género.
Política de Género
¿Por qué la COSUDE fomenta la equidad
de género?
La equidad de género es un derecho humano. Las inequidades estructurales y las relaciones desiguales de poder
hacen que las mujeres y los hombres no
gocen de los mismos derechos socioeconómicos y políticos. La promoción de derechos iguales para mujeres y hombres no
pretende imponer un modelo universal de
relaciones de género, común a todas las
sociedades y culturas. Su objetivo es simplemente permitir tanto a las mujeres como
a los hombres definir la equidad de género
a la que aspiran en sus contextos particulares.
La equidad de género a través del
empoderamiento de mujeres y
hombres es una clave para la
buena gobernabilidad. Para que las
mujeres y hombres tengan los mismos derechos, deben estar en capacidad de partici-
par en los procesos de toma de decisiones.
Apoyar la participación de las mujeres y
de los hombres en las estructuras decisionales para que definan sus prioridades y
estrategias de desarrollo contribuye a reducir
las inequidades subyacentes de un sistema.
Reconocer la contribución respectiva
de las mujeres y de los hombres a
la sociedad como individuos, como
actores económicos y como ciudadanas y ciudadanos es un elemento
clave para el desarrollo sostenible.
En general, las mujeres tienen un acceso
limitado a los recursos económicos y a los
procesos de decisión. Al mismo tiempo, los
hombres no comparten equitativamente con
las mujeres las tareas asociadas con el
mantenimiento del hogar y la reproducción
social. Mientras se valora equitativamente
Política de Género
Suiza y la equidad en género
– 1981: Adopción de la ley federal sobre la igualdad entre
hombres y mujeres, que define los principios de igualdad
de derechos, así como los medios para implantar esta
igualdad e integrarla en la Constitución federal.
– 1992: Ratificación del Pacto internacional de derechos civiles y
políticos.
– 1997: Ratificación de la Convención internacional sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra
las mujeres.
– 1997: Ratificación de la Convención internacional sobre los
derechos del niño.
– Desde 1998, como miembro del Comité de ayuda al desarrollo
de la OCDE, la COSUDE rinde cuentas regularmente del
impacto de sus programas y proyectos sobre la reducción
de las inequidades entre hombres y mujeres.
– 1999: Programa de acción de Pekín: Suiza se ha comprometido
a integrar la dimensión de género en todas sus actividades.
la contribución de mujeres y hombres en
cada esfera, la exclusión de mujeres y
hombres de algunas de estas esferas contribuye a agravar las inequidades y la explotación, perjudicando la sostenibilidad del
desarrollo. Es, pues, de suma importancia
desarrollar intervenciones que provean
oportunidades a mujeres y hombres para
revisar constructivamente la repartición de
los roles, facilitar el acceso a los recursos
(y a su gestión) y a los procesos de decisión.
El empoderamiento de grupos desfavorecidos es una estrategia clave
para la lucha contra la pobreza y el
cambio social. Con frecuencia, mujeres
y hombres experimentan y luchan contra la
pobreza de diferentes formas. Muy a
menudo, las mujeres se encuentran en primera línea tanto a nivel de la familia como
de la comunidad. Una mayor integración
de las mujeres no significa únicamente
empoderarlas, sino también ofrecerles nuevas perspectivas, nuevos recursos y dinámi-
cas para la lucha contra la pobreza y el
empoderamiento de los más pobres.
La integración de género es
parte de estrategias de
empoderamiento más
amplias y mejora sensiblemente la eficacia y el
impacto de los proyectos de
desarrollo. La incorporación
de metodologías de género en
las prácticas del desarrollo
incrementa la relevancia, la
eficacia, el impacto y la equidad
de los proyectos. Centrados en la
reducción de las inequidades e
injusticias sociales, un análisis y
una planificación sensibles a los
aspectos de género incitan a las organizaciones a desarrollar una visión de
cambio y a crear las condiciones, métodos
y competencias para lograrlo. De esa
manera, se promueven valores de calidad
y equidad en su cultura organizacional.
La equidad de género se inscribe en
la legislación suiza y en las convenciones internacionales que Suiza ha
ratificado. La COSUDE, como cualquier
otra institución suiza, ha de promover la
igualdad de oportunidades. Asimismo,
debe contribuir a la implementación del
Programa de acción de Pekín y respetar la
Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la
mujer (CEDAW). En fin, la COSUDE también debe rendir cuentas en materia de
igualdad al Comité de Ayuda al Desarrollo
CAD de la OCDE.
Mediante negociaciones y colaboraciones
internacionales, la COSUDE vela también
para que sus contrapartes bilaterales y
multilaterales respeten sus respectivos compromisos.
Política de Género
Principios
fundamentales
– Un análisis diferenciado en la base de
todo proyecto.
Ningún contexto carece de relaciones de género. Por lo tanto,
antes de la formulación de cualquier programa o proyecto, es
indispensable proceder a un análisis de las relaciones sociales
de género en los niveles micro, meso o macro, en función de la
intervención. Estos datos diferenciados también se deben tomar
en consideración en el ciclo del proyecto. Dicho análisis identifica
los problemas y las necesidades de los diferentes grupos de mujeres y hombres, así como las inequidades más patentes en este contexto específico. Asimismo, permite formular hipótesis de impacto
con respecto a los diferentes grupos de mujeres y hombres.
Entonces, se pueden definir las estrategias que contribuirán a reducir
las inequidades de género a través de un enfoque transversal y/o
mediante acciones específicas tendientes a la promoción de la igualdad.
– Flexibilidad en la implementación
Como cualquier cambio social, los cambios en las relaciones de género
desafían formas tradicionales de poder. Por lo tanto, éstos pueden provocar
resistencia y toman tiempo. Los planteamientos sobre género deben ser flexibles y definidos para un contexto específico. Las Oficinas de Coordinación y
las contrapartes locales pueden elegir cómo trabajar estratégicamente con mujeres y hombres, en tanto contribuyan a la equidad de género. En muchas partes del
mundo, mujeres y hombres buscan activamente construir relaciones de género más
equitativas. Es importante que las intervenciones se apoyen en estas estrategias
endógenas e incorporen tanto los intereses comunes, concordantes o divergentes,
de mujeres y hombres.
– Consideración de los diferentes niveles
La promoción equitativa del género es eficaz y facilita los cambios
sociales cuando se abordan todos los niveles: diálogo político y
Política de Género
condiciones marco en el nivel macro, desarrollo institucional y
relaciones entre organizaciones en el nivel meso, y familia y
comunidad en el nivel micro.
– Acciones específicas para promover
la equidad de género
Estas acciones pueden ser necesarias en ciertos contextos según
los objetivos perseguidos y su fin es reducir las inequidades de
género (p.ej. la brecha de género en la educación o en la representación política) o abordar problemas particulares (p.ej. el tráfico
de mujeres). Las acciones contribuyen directamente a reducir las
desigualdades y complementan un enfoque transversal. Estas acciones están basadas en un profundo análisis de las relaciones sociales
de género y pueden ser implementadas con mujeres y/o con hombres.
– Igualdad de oportunidades en las
organizaciones
De acuerdo a la política suiza, la COSUDE debe promover la igualdad de
oportunidades tanto en la Central como en las oficinas de cooperación. Por
lo demás, la COSUDE también promueve este principio entre sus contrapartes,
ya sean públicas o privadas. Estos esfuerzos abarcan la promoción activa de la
igualdad de derechos al trabajo y la protección del personal contra cualquier
tipo de discriminación y de acoso, incluyendo el acoso sexual. De ser necesario, la
COSUDE puede tomar medidas de acción positivas para asegurar un equilibrio de
género y velar para que se respete la representación equilibrada de género, ya que
ésta incide positivamente en los logros de los programas y proyectos.
Política de Género
Algunas pistas para la institucionalización
del enfoque de género
●
El diálogo entre colaboradores y
contrapartes en el terreno (gobierno, ONGs, donantes y actores), es un
medio eficaz para identificar las inequidades de género que afectan o están
afectadas por los programas.
Un análisis del rol de los diferentes grupos de mujeres y hombres, de su acceso a los recursos o a su gestión (control)
permite construir el programa sobre
datos de base que reflejan las inequidades de género.
●
El establecimiento de objetivos
claros en materia de reducción
de las inequidades o de defensa de
los derechos humanos en la planificación del programa es muy útil a nivel
operacional. Este procedimiento permite, en efecto, seguir el progreso de las
mujeres y de los hombres en base a
criterios claramente establecidos.
●
La identificación de indicadores
permite asegurar el monitoreo del programa y de sus efectos en las mujeres y
en los hombres, comparar los impactos
en ambos sexos y evaluar los resultados
en términos de cambio social.
●
La elaboración de un marco
estratégico que fije los objetivos, los
enfoques, las alianzas, la ayuda y los
indicadores necesarios, facilita la integración del enfoque de género en el
programa. La implementación de dicho
marco estratégico puede ser financiada
por un presupuesto específico «género»
o mediante presupuestos sectoriales.
●
Colaborar con contrapartes conscientes de la importancia del
género y competentes en la
materia permite integrar más fácilmente la problemática en las intervenciones.
La concientización en género puede ser
un criterio de selección de contrapartes.
La COSUDE apoya el fortalecimiento de
las competencias en este campo para
mejorar la planificación, el monitoreo y
la realización de los programas. En
efecto, las instituciones de desarrollo no
son neutrales y pueden frenar o facilitar
la integración de la noción de equidad
en los programas. Con frecuencia, es
necesario un cambio organizacional
para promover la equidad de género
en las intervenciones. Esto puede incluir
una modificación de las relaciones y de
los procedimientos en el seno de una
organización o entre varias organizaciones, y una colaboración más activa
con grupos de mujeres para identificar
y optimar las posibilidades de transformación de las relaciones de género.
●
Las medidas para instaurar la igualdad de oportunidades (dentro de la
COSUDE y en sus contrapartes), facilitan la integración de la problemática en
los programas y proyectos. La representación equilibrada de género en los
equipos de trabajo puede ser un instrumento útil para alcanzar a las mujeres y
a los hombres en los distintos grupos
meta. Además, la experiencia ha mostrado que la igualdad de oportunidades
favorece la toma en cuenta de la igualdad de género en las políticas, programas y proyectos y tiene un efecto positivo en la cultura organizacional.
Política de Género
Relaciones de género y repartición de las
competencias en la COSUDE
El Comité de dirección vela por la aplicación de la política de la equidad de
género y el respeto de la igualdad de
oportunidades. Asimismo, está atento para
que se incorpore esta política en los distintos procesos de aprobación (programas
por país, políticas, estrategias, etc.) y en
los sistemas de pilotaje estratégico.
Los jefes y jefas de División (divisiones temáticas y operacionales) se encargan de integrar adecuadamente la noción
de género en las estrategias, las políticas y
los programas por país.
Los directores residentes aseguran la
integración del género en los programas
por país y los programas anuales. En
cuanto al contexto, siguen la evolución de
las relaciones sociales entre hombres y
mujeres e integran esta dimensión en sus
informes y análisis.
Los encargados y encargadas de
programa y jefes y jefas de proyectos integran la dimensión de género a
nivel de programa o proyecto. Esta responsabilidad figura en los contratos e incumbe
también a las contrapartes locales.
La División de Gobernabilidad
(Unidad de Género) brinda apoyo al personal y a las contrapartes de la COSUDE
para la integración y el monitoreo del
tema.
Impressum
Editor:
Agencia Suiza para el Desarrollo
y la Cooperación (COSUDE)
Ministerio Suizo de Asuntos
Exteriores (DFAE)
3003 Berna
www.sdc.admin.ch
Pedidos:
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Fax:
031 324 13 48
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Coordinación:
División Gobernabilidad/
Unidad de Género
Redacción:
University College London,
DPU Development Planning Unit
Concepción gráfica:
Naceur Ben M’Barek
nbm grafikdesign, Berna
© COSUDE 2003
ISBN 3-03798-038-9
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