Las Coplas de Disparates de Juan del Encina dentro de una

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MEDIOEVO Y LITERATURA
Actas del V Congreso de la Asociación
Hispánica de Literatura Medieval
(Granada, 27 septiembre - 1 octubre 1993)
Volumen III
Edición de Juan Paredes
GRANADA
1995
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© ANÓNIMAS Y COLECTIVAS.
© UNIVERSIDAD DE GRANADA.
MEDIOEVO Y LITERATURA.
ISBN: 84-338-2023-0. (Obra completa).
ISBN: 84-338-2024-9. (Tomo I).
ISBN: 84-338-2025-7. (Tomo II).
ISBN: 84-338-2026-5. (Tomo III).
ISBN: 84-338-2027-3. (Tomo IV).
Depósito legal: GR/232-1995.
Edita e imprime: Servicio de Publicaciones de la Universidad de
Granada. Campus Universitario de Cartuja. Granada.
Printed in Spain
Impreso en España
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Las Coplas de Disparates de Juan del Encina dentro de
una tipologia intertextual románica
I.
Bien nos previene Menéndez y Pelayo de no desestimar la categoría literaria
de Juan del Encina por sus "composiciones de la ínfima laya de los Disparates
trotados",
confundiéndosele "en el grupo de los copleros chabacanos y
adocenados"', pues esto sería injusto. Al igual que injusto sería no tenerlos en
cuenta (a pesar de una posible aversión personal hacia este tipo de poemas),
cuando con ellos se convirtió en un personaje extraordinariamente popular y
quedó unido, por antonomasia, su nombre al de disparate, así como nos lo
recuerda D. Francisco de Quevedo en su tan citado Sueño (Visita de los Chistes^;
"Soy yo -dijo- el malaventurado Juan de la Encina, el que habiendo muchos
años que estoy aquí, toda la vida andáis, en haciéndose un disparate, o en
diciéndole vosotros, diciendo: No hiciera más Juan de la Encina", "Daca los
disparates de Juan de la Encina". Habéis de saber que para hacer y decir
disparates, todos los hombres sois Juan de la Encina, y que este apellido de
Encina es muy largo en cuanto a disparates^."
Estos Disparates trabados aparecen en su Cancionero -formado por obras de
amores y jocosas- y, junto a ellos y bajo el mismo epígrafe, se suelen agrupar la
Almoneda, y El Juyzio sacado de lo más cierto de toda la astrología. Es obvio
decir que se trata de poemas jocosos, burlescos, escritos con la intencionalidad de
provocar la risa de quien los lee, pero los Disparates se adornan además con el
matiz de lo grotesco y lo imposible. Se caracterizan por su absurdo totál o parcial,
por la falta de coherencia semántica a nivel de la proposición o entre ésta y la
1. Historia de la Poesía Castellana, ed.ordenada y anotada por A.
1914, T. II, p. 265.
2. Sueños y Discursos, ed. de Felipe C.R.
Medioevo y Literatura. Págs, 261-273.
MALDONADO,
BONILLA,
Madrid, Librería V. Suárez,
Madrid, Castalia, 1972, í'^ed. 1990, p.202.
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ANTONIA MARTÍNEZ PÉREZ
siguiente y, para Menéndez y Pelayo, su única finalidad sería la de "hacer reir
acumulando desatinos e incongruencias"^. Finadidad poco aceptable como exclusiva, pero tal vez la única visible para un espíritu decimonónico y conservador
cuando, además, no contábamos con una gran tradición medieval en este sentido
que nos revelara otros matices como el inconformismo, la ruptura de determinados esquemas (entre otros, los literarios), etc'*. Así, mientras que los "corpus"
literarios de lo cómico y lo jocoso ligado a lo irracional eran muy abundantes en
otras literaturas románicas, como la francesa, provenzal o italiana, en nuestra
literatura castellana son más bien escasos^ Sin embargo, es importante señalar
que los Disparates trabados presentan, en líneas generales, los mismos rasgos
tipológicos que configuran los géneros más importantes de lo absurdo en la Edad
Media, quedando encuadrados dentro de ellos por una impresionante conexión
intertextual. En este sentido, mucho antes de que P. Zumthor o P. Bec publicasen
sus trabajos sobre los géneros del "non-sens" franceses®, P. Le Gentil hacía
3. Op. c/í., p. 261.
4. V. a este respecto R A M B A L D O , A., Juan de la Encina. Obras Completas, Madrid, Clásicos Castellanos,
1978, p. IX; y Z I M I C , S . , Juan del Encina. Teatro y poesía, Madrid, Taurus, 1986, pp. 36 y 37.
5. Es evidente que, especialmente frente a la literatura francesa medieval, en España, a excepción de
escasos ejemplos trovadorescos y juglarescos - A L F O N S O X , en su Partida I I , ley X I X , título 9, tiabla de "jugar de
palabra"- la tradición ha sido mínima en este sentido. Hay que situarse ya en el s. XV, con la lírica cancioneril,
para encontrar, dentro de su virtuosismo retórico, ese juego del lenguaje que lo libera de su significación
deleitándose con él. El anagrama, el acróstico, la etimología, los juegos de abecedarios, las letanías y sermones
paródicos, etc. proliferan a partir del s. XV, como un aspecto más de esta "jonglerie" (ZUMTHOR, P., Langue,
texte, énigme, París, Seuil, 1975, p. 37) que, con raíces en la latinidad tardía, aparece en las distintas literaturas
románicas, especialmente la francesa y la provenzal. Éstas a su vez servirían de modelos a nuestros poetas que,
segtin P. LE GENTIL, "peuvent, donc, ici encore, s'etre plus o moins directement inspirés de la lyrique française
ou encore des Leys d'Amor provençaies'\op.
cit. p. 192), a la vez que nos remite a Villasandino como uno de los
primeros cultivadores y continúa la lista con Diego de Valera, Suero de Ribera, Garcí Sánchez de Badajoz, etc.
Situándonos en otro plano literario también abundan en nuestra literatura las antítesis trovadorescas , pero en
ocasiones incluso mucho más sofisticadas: "LLoro e río en un momento / e soy contento e quexoso;" (Santillana).
En su magnífico ensayo sobre "Jorge Manrique o tradición u originalidad"", P E D R O SALINAS nos subraya la
"normalidad" de estas contradicciones; de manera que estas antítesis más que poner de manifiesto la oposición
entre dos términos divergentes, van preparando el camino para su convivencia, acostumbrando al lector a las
vidas-muertes, locura-cordura, dolor-alegría. La lógica semántica se ve debilitada y próxima a sucumbir ante
esta loca coherencia. Sin embargo, en ningún momento, este tipo de discurso alcanza su incoherencia total. Al
igual que en la poesía trovadoresca y en la poesía francesa de los siglos XIV y XV se guarda el eslabón final.
Hay un plano referencial que semantiza coherentemente el discurso. La poética de sus coetáneos franceses, los
Grandes Retóricos - d e donde procedían gran parte de estas técnicas-, a pesar de su artificiosidad, de sus
equívocos, y a pesar, sobre todo, de la gran tradición francesa del non-sens, tampoco llega a la incoherencia
total, a lo absurdo, éste permanecerá en el teatro. Punto este importante puesto que será desde él, o en relación
con él, de donde partiremos para el estudio de estas Coplas de Disparates.
6 . Z U M T H O R , P., "Fatrasie et coq à l'âne". Mélanges Robert Guiette, Anvers, 1 9 6 1 , pp. 5 - 1 8 ; Langue el
techniques poétiques à l'époque romane, Paris, Ed. Klincksieck, 1963, cap. III; Langue, texte, énigme, Paris, Ed.
du Seuil, 1975. BEC, P., La lyrique française au Moyen Age. Contribution à une typologie des genres poétiques
médiévaux, Paris, Picard, 1977.
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referencia a las profundas conexiones entre la "ensaladas" castellanas y los
Disparates de Juan del Encina con ios principales géneros franceses de lo absurd o , s o t t i e s , etc.^, y nos sugiere la idea de profundizar en esta línea
de estudio que hoy todavía no ha sido abordada^. Resulta, sin embargo, especialmente interesante el análisis de estos poemas integrados dentro de una amplia
conexión intertextual románica de lo irracional, con una base dramática, como
veremos, en la que adquieren una mayor definición en sus rasgos tipológicos, a la
vez que amplían y fundamentan la evolución de estas formas en el ámbito general
de las literaturas románicas. No se trata en ningún caso de hablar de un absurdo en
general, o de conectarlo con unos antecedentes lejanos, - e n este sentido A.M.
Rambaldo hace una vaga referencia a su conexión con el tópico de los "adunata"
o "enumeración de imposibles"^-, sino de analizar los mecanismos literarios
concretos que lo producen, y a partir de aquí fundamentar las conexiones con
otras formas románicas de lo irracional.
II.
En la literatura francesa los distintos procedimientos literarios que desde la
literatura latina conllevaban una ruptura del código comunicativo {apposita,
adunata, fantasía verbal, tópico del mundo al revés, etc.) desembocarón en el s.
XIII en una sistematización y acumulación de los mismos'", dando lugar al
registro del "non-sens" (fatrasies,fatras y resveries). En la fatrasie, -formada por
una estrofa de seis pentasílabos seguidos de cinco heptasílabos y construida
solamente sobre dos rimas- la ruptura se produce entre los mismos elementos que
constituyen la proposición, creándose un "non-sens" absoluto, frente al relativo
de las resveries, de estructura abierta, formadas por una sucesión ilimitada de
tercetos encadenados. En estas últimas la coherencia se mantiene dentro del
7. La poesie lyrique espagnole et portugaise à la fin du Moyen Age, Genève-Paris, Slatkine, I 9 8 I (I®ed.
1949-53), t. II, p. 191.
8. Una vez acabado y en imprenta este artículo, he observado que en el libro de P E R I Ñ A N , B . , Disparate,
perché y chiste, Pisa, Giardini, 1979, también se hace una aproximación de los Disparates con los géneros del •
"non sens" franceses. Aunque las conclusiones en algunos casos son bastante aproximadas, nuestra conexión de
los géneros fundamentada en una base dramática da un matiz nuevo al estudio.
9. 0/7. cí7., p.IX.
10. Evidentemente no los contienen ni los exclusiviza a todos, pero sí es la muestra más sistemática de este
gusto por lo absurdo con efectos cómicos, y que además presenta un seguimiento o evolución posterior en la
literatura con formas como el fatras. V . a este respecto, M A R T Í N E Z , A . , La poesía medieval francesa del "nonsens" : Fatrasies y géneros análogos. Murcia, ed. de la Universidad, 1987, pp. 62 y .is.
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mismo dístico y la incongruencia se da en el paso de un dístico a otro y de manera
menos contundente, puesto que se atienen básicamente a enumerar acontecimientos insustanciales o frases proverbiales. En cuanto al fatras, que procede de una
evolución posterior de la fatrasie, presenta dos formas, las "posibles",
semánticamente aceptables, y las "imposibles", de una total incoherencia semántica pero que no llegan a alcanzar el especial matiz de ruptura y dislocamiento que
caracterizaba a las fatrasies. Estas aparecen escabrosas e inquietantes, especialmente por su tejido temático en el que lo escatològico, lo grotesco, la muerte, el
bestiario, el "desplazamiento", el "desmembramiento", propician, en el conjunto
de su corpus textual, isotopías tales como /destrucción/, /violencia/, pero siempre
con la finalidad última de parodiar, trivializar los sucesos más importantes y
provocar una sarcàstica risa final. Los mismos elementos pero menos contundentes, mitigados tanto en su incoherencia como agresividad, aparecen en lo?, fatras
"imposibles", ampliándose su temática con formas como el amor cortés, etc. Pero
lo más significativo de estos géneros es que ya en el s. XIII configuran un registro
poético importante de lo irracional.
III.
Por su parte Juan del Encina sistematiza excepcionalmente las formas castellanas de lo irracional o "disparatadas" en sus tan populares Disparates
trotados.
Son un total de veinte coplas de nueve octosflabos lo que les dedica", corpus
textual temáticamente formado sin hilo conductor alguno, en el que se repiten
unos unos procedimientos sistemáticos de composición que caracterizan a todo el
conjunto. Como en las formas francesas, se da un molde formal rígido, en cuanto
a rima ( A B B A A C C A A ) ' 2 y estructura'\ en el que se "vacía" una serie de
11. Aparece algún poema más suelto como "Caldero y llave, madona,", pero separado de este conjunto y
con otra estructura.
12. Es de destacar la gran importancia que adquieren en este tipo de textos la rima, hasta el punto de ser
considerada con frecuencia como el móvil de su estructuración poética. Respecto a las fatrasies, por ejemplo,
señala P . Z U M T H O R que "La rima sin duda ha proporcionado a menudo a \os fatrassiers el punto de partida de
asociaciones sucesivas (del rechazo de asociaciones) con el que se teje el "non-sens", Langue, op. cit. p.83. La
misma afirmación realiza R. D U R Á N sobre las rimas en "-ote," que utiliza Encina en sus Disparates y que
coinciden con las empleadas por Quevedo con estos mismos fonemas, "Nota a dos sonetos de Quevedo", Insula,
V. 3 7 , n ° 4 2 5 , p . 2.
13. A modo de ejemplo es de señalar que utiliza exactamente la misma estructura que su Egloga representada en la noche de la Natividad de nuestro Salvador, que consta de veinte coplas de nueve octosílabos con rima
ABBAACCAAC.
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enunciados sin conexión alguna, produciéndose una ruptura integral del código
comunicativo, en cuanto que las incompatibilidades sémicas se producen a nivel
mismo de la proposición, dando lugar a lo que se ha denominado un absurdo
absoluto o total:
vi cagar / una tinaja (VII)
Acordó / remifasol /
a jugar la badalassa,(XI)
Jugavan / los cabegales
y enojóse / la caldera, (XIII)
a nado / por un rastrojo,
esgrimiendo / con un piojo
y a cavallo / por la mar (XIV)
Ordenaron un convento /
los ajos y las cebollas, (XVI)
Bolteavan con cencerros /
el invierno y el verano, (XVII), etc., etc.
Incoherencia semántica, sistemática y racionalizada, puesto que, a la acumulación máxima de sandeces y disparates, corresponde un tejido sintáctico provisto
contrastivamente de una particular coherencia, y al mismo tiempo queda aprisionada en una rígida estructura estrófica, rímica y rítmica, con regularidad y sistematización en los procedimientos empleados, siguiendo básicamente el mismo
esquema de composición que los géneros señalados. En cuanto a los temas, no
encontramos una secuencia continua, sino un determinado orden de constantes
dentro de una masa temática dada; y, por otra parte, la distribución sémicopoética de los mismos aparece constantemente replanteada por la búsqueda siste-,
mática de la incongruencia. Cada copla es un poema invariablemente corto
(nueve versos) y cerrado sobre sí mismo (frente a las Almonedas y Coplas de
trescientas cosas más - c o m o la de Marina de Orgaz-, en las que persiste la
temática del recuento o del personaje protagonista como hilo conductor).
Juan del Encina tiene el mérito de sistematizar en la literatura castellana el
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ANTONIA MARTÍNEZ PÉREZ
tratamiento de lo irracional con categoría de género, y además el de hacerlo con la
máxima aceptación popular. Sabrá dotar sus Coplas de disparates de un especial
virtuosismo verbal, con ingeniosas e inesperadas asociaciones que contribuyen a
formar ese universo poético irregular, disperso, en ocasiones hasta grotesco, pero
especialmente innovador y alusivo dentro de su férrea estructura. Fue un maestro
en la burla popular, sarcàstica, pero, por su carácter, no exenta de un cierto
determinismo, reveladora como en Quevedo o Goya de resentimiento e inconformismo. Crea una particular vena cómica y paródica dentro de un universo
carnavalesco, móvil, propio de los más genuinos géneros de lo absurdo medievales como estas fatrasies:
D.II
No después de mucho rato
vi venir un orinal.
puesto de pontifical
como tres con un gapato;
y alli vi venir un gato
cargado de verdolagas
y a Parce Michi sin bragas.
cavallero en un gran pato.
por hazer más aparato.
F.A.XVI'"
Un gato que la luna vende
Salta hacia delante y así
[ventosea
A diez hormigas en un con
[vento,
De manera que Paris revolotea
Desde Acre hasta Occidente,
Tan sólo a modo de ejemplo, veremos cómo los semas negativos que contribuyen a las isotopías generales del texto, /movimiento/, /escatològico/, /destrucción/,
junto con otras menores como /mundo animal/ o /instrumento/, coinciden en
ambos textos. En efecto, extensible a los dos corpus textuales se hace, por
ejemplo, la isotopía /movimiento/, se trata esencialmente de "hacer actuar" a
animales, personas o cosas de la manera más inverosímil y ridicula, con frecuencia presentada por verbos de percepción como "ver" u "oir":
D.I
Vi venir en romería
una nuve muy cargada
II
vi venir un orinal,(...)
y alli vi venir un gato
IV
Sabulón y Netalín
vi venir el almodrote
F.A.IX
Vi una torre(...). Que
Voló hasta las nubes
X
Vi una cruz que cabalgaba...
XI
Vi a San Quintín(...)
Detrás de Chauny
Sus equipajes llevar;
14. Hago referencia a los disparates de Encina con la letra D. y los números romanos indican el orden de la
estrofa en el texto según la edición citada; en cuanto a las Fatrasies sigo la abreviatura y enumeración de mi
traducción, M A R T Í N E Z , A . , Fatrasies, Fatras y Resveries, Barcelona, P P U , 1988.
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V
Navegando vi venir
tres calaba9as por tierra,
VI
Vi venir a san ferito
XII
Vino miércoles corvillo
XVIII
Oraciones de picota
vi venir en escaveche
y una barreña de leche
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F.B.III
Vi todo el mar
Reunirse en la tierra, etc.
F.A.II
Queso de lana
Lleva una semana
A la fiesta de San
[Remigio,etc.
Las estrofas quedan temáticamente divididas en dos partes, gravitando en
tomo a ellas todos los elementos del poema, y constituyéndose dos núcleos
semánticos no muy diferenciados. Se sigue fundamentalmente una sucesión de
proposiciones paratácticas que ahondan en el mecanismo enumerativo, sin desarrollo ni consecuencia lógica, con nexos conjuntivos, especialmente "y" :
Vi venir .... y alli vi venir, (II).
Y assomó .... y vino... (III).
Navegando vi venir.... y vino (V).
Acordó remifasol.... y el azogue... hizo trato(
Entro mastregicomar.... y a cavallo... vino (XIV).
La desconexión propia de estos textos se ve, pues, "agilizada" por la presencia
de un mundo en constante movimiento, sin un objetivo determinado, aumentando
así su aspecto absurdo y en definitiva la incoherencia que reina en este tipo de
poesía. Caos incrementado por el desfile vertiginoso de personajes, de animales,
de entes inanimados que "actúan", desconectados en la mayor parte de los casos
de la función referencial que le es propia y sometidos a una serie de intervenciones que los desnaturalizan y los rebajan de su condición. Los nombres geográficos no indican una localización espacial, sino que veremos "Jerusalén /
enalbardando su haca", y Belén será espoleada por "la prueva de la triaca" (VIII)
y la misma Roma vendrá "a rienda suelta" y hablará como los seres humanos,
diciendo, evidentemente algo sin sentido que provoca la risa (XIV). Los animales
que aparecen ya son por sí mismos bastante elocuentes, el puerco, nada menos
que "a la gineta" (VI), el ratón, la gusarapa, el caracol, la sardina, el grillo, el
piojo, etc. Los animales bailan, "...una pega y un ratón / dan9ando en un cangi-
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ANTONIA MARTÍNEZ PÉREZ
lón" (III), juegan y se divierten: "...y jugando a la pelota / una mona y un rocín"
(IV). Y en este ininterrumpido baile sin fin también se mueven y danzan los
instrumentos domésticos, los elementos culinarios'^, la sartén lucha para coger
una "melcocha" (VIII), "tres calaba9as por tierra, / y una afuela y una sierra," (V)
tropiezan para huir; e incluso se dotan de genuinas características humanas, "una
tabla de mesón, / preñada de pocos dias" (IX), en la más pura escenificación
grotesca. Incrementada a su vez por la continua materialización de los elementos
abstractos; como tales actuarán remifasol, al azogue, el miércoles, las oraciones, y
los términos litúrgicos como Kyrieleysón, Parce Michi, el Requiem etemam o el
aleluya, en el más puro estilo carnavalesco. La ruptura de las formas llega no sólo
a su actuación sino hasta su misma configuración, "Monserrate en empanada"(XV),
"Oraciones de picota" (XVIII), "un broquel con un espada" (I), "órganos de paja"
(VII), etc.
Los seres humanos, por el contrario, apenas si están presentes. En principio
aparece un genérico "yo" que unido, como he señalado al verbo "ver", efectúa la
enunciación, alejando al texto de todo exponente lírico. Las actuaciones propiamente humanas han sido llevadas a cabo por los animales o entes inanimados
expropiándolas de su naturaleza, en un inagotable bestiario, dentro del más
genuino estilo fatrásico. Aparece algún personaje ridiculizado como "un obispo
en un virote" (IV) o un " cavallero en un gran pato" (II), de una gran expresividad
cómica; y también San (Jorito, "Beatus vir", "mastregicomar", el "buen Juan de
voto a Dios", o personajes históricos, como Merlín, Sabulón, Netalín, Sansón, al
que se le desea muerto, destruido: "Muera Sansón" (III), etc. Estos y otros
personajes célebres que suelen aparecer en otras Coplas de disparates, como
Calaínos, Maricastaña, Villadiego, etc., se encuentran a su vez en la Visita de los
chistes^^, y, al igual que en Quevedo, aparecen aquí para ser ridiculizados, parodiados, y especialmente presentados como antihéroes o "héroes momificados"'''
en un proceso de desvalorización de lo heróico e histórico. En las fatrasies
estarán Mahoma, Ogier el Danés, Alda o la mujer de Carlomagno y otros. Como
en ellas, no hay barreras en la acción de ruptura y desvalorización. Todo es
posible: las ciudades se mueven, los animales hablan; si para hacerlo hay que
15.
Existe una definición de A . M . S C H M I D T sobre el léxico "doméstico" de las fatrasies
totalmente
pertinente para la caracterización de los "utensilios" y objetos culinarios de los Disparates, que aproximan una
vez más ambos géneros: "Los tótems y los lares forman (en las fatrasies) una extraña algazara. Las escobas, los
pucheros, los muebles que, por su presencia, exorcizan las larvas acurrucadas en el espacio confinado de la casa,
los frutos del huerto, las hortalizas,(...), manifiestan a menudo su elocuencia y entablan con ios fatrasssiers un
comercio de cuchufletas recíproco...", "Le trésor des fatras, poèmes surréalistes du XlIIème, du X l V è m e et du
XVème siècles. Cahiers de la Pléiade,Ì1-13,
1 9 5 0 - 5 1 , p. 2 0 4 .
16. C H E V A L I E R , M., op. C I / . , p.368.
17. Como los denomina C H E V A L I E R , R . , op. cit., p. 368.
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"desnaturalizar", "materializar", "desvalorizar" objetos, seres, abstracciones, no
hay traba alguna. A todo ello hay que sumar un cierto clima de indeterminación y
nihilismo propiciado tanto por las isotopías generales del texto ya señaladas,
como por la no causalidad de las actuaciones, así como por determinadas expresiones populares que implican nulidad; puesto que no hay nada más inconsecuente que "la ley de la barjuleta / escrita en un cesto de agua"(VI) o cualquier cosa
que esté "metida en el pozo ayrón"(IX), en el que todo se pierde u olvida, o la
indeterminación del "no sé quién"(VIII), que nos recuerda el "No sé (en qué hora
nací)" de la incertidumbre y el enigma de Guilhem de Peitieu. Del mismo modo
es de destacar la abundante presencia de estructuras en las que se presupone una
gran acción en la primera parte o exposición, pero que en su desarrollo no se
efectúa o queda trivializada al máximo, siendo, pues, desvalorizada dicha acción
en su ridículo desenlace:
Levántese la sardina
muy sobervia, con un palo
y tras este furor sólo consigue:
tras Solíbranos a malo
por medio de una cortina; (VII)
Igualmente:
Arremetió la sartén
y de embidia la cigarra,
/
/
por prender una melcocha (VIII)
cavalgó en un argadillo.(XII), etc.
Finalmente la supremacía de los sustantivos materiales y "domésticos" sobre
los abstractos, los que designan animales frente a los humanos, la violencia frente
a lo poético y la ausencia de sentimientos, especialmente el amoroso, contribuye a
reforzar el tono anticortés de los poemas. Sin embargo una distinción muy
importante es que aquí, en los Disparates, el carácter marcadamente lúdico y
festivo reina sobre todos los demás elementos. Entre las actividades más frecuentes se encuentran sin duda alguna las más plancenteras: se bebe, se danza y se
juega, se tocan los instrumentos en un festín sin fin. Y, además, la vena popular
que los alimenta presenta una parodia más dulcificadora que hiriente, alejándose
en este aspecto un poco de sus antecesores y en plena concordancia con la .
posterior evolución de estas formas'l En este sentido hay una pieza aislada de
18. Efectivamente más cercanas en el tiempo son las populares "chason de menteries" francesas, y nuestra
canción "Ahora que tenemos tiempo, vamos a contar mentiras", pero en las que, al empezar éstas por un
"captatio benevolentiae" con el que se previene al público del irregular contenido de la canción, el choque con lo
irracional queda mitigado.
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• ANTONIA MARTÍNEZ PÉREZ
Encina, recogida también en su Cancionero, con una estructura idéntica a la de
c u a l q u i e r i m p o s i b l e , como por ejemplo siguiente de Watriquet de Couvin:
Encina
Watriquet
Caldero y llave, madona,
jur'a Di, per vos amar
je voleu vo'l adobar.
Sin el consuelo de mi amada
No vivirá mucho tiempo.
Je vos pondré una clave
dentro de vostra serralla,
que romperá una muralla
nin jamay no se destrave.
Per mo foy, que donde trave,
según es mon ferramén,
que vos quedar ben contén,
que no me posa olvidar.
Sin consuelo no viviré
Si vos no besáis la mitad.
Señor, de mi trasero;
Y si el agujero lagrimea.
Vos masticaréis costra y media
de este sucio ungüento
De alrededor, así sabréis
Cómo se mezcla tal papilla;
Después la sorbéis completa
[mente caliente.
Así podréis tener abundancia
De hiél durante mucho tiempo.
Los once versos que constituyen este fatras llevan un dístico matriz que inicia
el tema, al igual que en Encina los ocho versos de la composición van precididos
de tres versos con idéntica función y temática, el burlesco requerimiento cortés de
una dama. Sin embargo, no necesariamente tenemos que encontrar una adaptación total de la estructura formal del fatras, sino que, como señala P. Le Gentil'®,
se puede partir de la glosa propiamente dicha, cuya analogía con el fatras es
bastante próxima, aunque sin correspondencia exacta; puesto que el rasgo esencial es tomar como punto de partida una forma fija y citarla sucesivamente, y,
segíín estas reglas, dicha cita se puede hacer, como en España, bien al principio o
final del poema. Otro factor muy importante es la aproximación cronológica,
teniendo en cuenta que, mientras que las, fatrasies se circunscriben al s. XIII, los
fatras rebasan estos límites y alcanzan su época de expansión en el s. XV,
llegándose incluso a cultivar en el s. XVII. Watriquet como "gran retórico" está
muy cerca del estilo cancioneril de poetas como Encina y las influencias francesas en esta época son irrefutables.
IV.
Es evidente que a la hora de establecer conexiones las fatrasies,
resveries,
quedaban ya un poco lejanas en el tiempo, pero su continuidad y evolución en
19.
Op.cit.
p.229.
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DE JUAN DEL ENCINA DENTRO DE UNA TIPOLOGÍA...
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formas posteriores como los fatras, las sotties, etc., mantem'an sus rasgos tipológicos
básicos, a la vez que pom'an de manifiesto otros que nos aproximan más a los
disparates y en general al conjunto de los géneros irracionales. En este sentido,
por ejemplo, las sotties continúan dentro de esta línea de lo irracional, pero con un
cambio muy importante: ya son géneros dramáticos. En las sotties de los s. XV y
XVI nos encontramos con un elevado número de obras construidas a base de una
enunciación continua de cosas, bien absurdas por su evidencia e insustancialidad
o bien imposibles. Acumulación, repetición, contraste, ruptura semántica a nivel
del discurso, en definitiva todo un cúmulo de procedimientos fatrásicos. Y precisamente en este punto P. Le Gentil alza un nuevo elemento de conexión teniendo
en cuenta el parentesco enire fatrasie y sottie y el hecho de que tanto Encina como
Gil Vicente {ensalada) sean dos autores dramáticos2°. Por otra parte, las frottolas
italianas -construidas básicamente con frases proverbiales, sucedidas sin conexión alguna y engarzadas por la rima- conectaban igualmente con los géneros
de lo irracional franceses, y nos presentaban en una de sus variantes, el gliòmmero,
una estructura dramática (en la que los juglares se intercambiaban comparsas
incomprensibles para el lector pero tal vez no para el espectador), que se ha
considerado como un elemento de conexión entre la farsa y las resveries, y que,
evidentemente, por las razones ya argumentadas, habría que hacer extensible
dicha vinculación a nuestras ensaladas y disparates, adquiriendo consistencia la
hipótesis de una amplia estructura dramática como base, como eslabón intertextual
de este extenso panorama de la poesía de lo irracional. La conexión es generalizada y se extiende a todo el ámbito roménico, fatrasies, resveries, sotties, frottola,
gliòmmero, coplas y comedias de disparates, entre otras. Se pasa del canto o la
narración al gesto y a la acción. Respecto a este punto, entre otros estudiosos, F.
Serralta señala la conexión entre coplas y comedias de disparates, y muestra
como ejemplo concreto la comedia de Durandarte y Belema como representante
de una "verdadera transición histórica entre Coplas y Comedias de disparates".
Sin embargo, consciente de la dificultad del paso de un género a otro, habla de la
"incompatibilidad" entre el puro verbalismo de estas enumeraciones y el necesario dinamismo que ha de ser la base de toda obra teatral^'. Sin embargo recordemos que los "dits" franceses, generalmente monólogos de charlatanes, entran en
los primeros repertorios teatrales como monólogos dramáticos. Se trata esencialmente de monólogos formados por acumulaciones verbales cómicas, con los que
se intenta "rellenar" a base de sandeces e inverosimilitudes, como lo harán las
"canciones de mentiras" o las "coplas de disparates". Pero además, por el fraccio-
20.
21.
Op. cit. p. 199.
F . , " Comedia de disparates". Cuadernos Hispanoamericanos,
SERRALTA,
1976,
p.
456.
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272
•
ANTONIA MARTÍNEZ PÉREZ
namiento de un monólogo entre varios personajes representados con números se
puede llegar a una obra dramática, como la Sottie des menas propos, que se
reduce a un diálogo imposible. Obra dramática, pero estática, la cual, por la
acumulación de propósitos sin conexión alguna, queda trasformada en una letanía
absurda.
El teatro gusta de estos "tiempos muertos" y el dinamismo dramático queda
superado por el verbalismo enumerativo. Es elocuente que se dé en Encina el
cultivo y auge de las obras dramáticas y los Disparates, del mismo modo que
éstos tendrán su época dorada, coincidiendo con la del teatro, en el Siglo de Oro^^.
Es, pues, cada vez más evidente la vinculación de las formas de lo irracional con
los géneros dramáticos. Sin duda, sus conexiones, tanto a nivel de las motivaciones como de los efectos textuales son muy importantes (literatura anticortés y
burlesca), pero no se trata de trazar la trayectoria directa de tal a tal forma, sino
que el denominador común sería más bien ese espíritu medieval atraído por lo
carnavalesco, lo burlesco, lo báquico, lo obsceno, manifestándose en sus formas
literarias más populares y en este caso el teatro era idóneo para incorporar y
expandir el discurso absurdo. La etapa literaria también era la más propicia para
estas conexiones, pues como nos lo recuerda P. Le Gentil, a propósito de las
coincidencias en el cultivo de parecidos juegos literarios juglarescos o goliardescos,
era muy grande "la analogía de los gustos y de las modas literarias en todas las
literaturas occidentales, a finales de la Edad Media, tanto en los géneros menores,
graciosos o burlescos, como en los grandes géneros de la poesía galante y de la
poesía seria"^^.
V.
Los disparates trotados de Juan del Encina gozaron de tal aceptación popular
que se integraron a modo de proverbio en nuestra lengua para aquello que se sale
de lo común y racional, es decir, "lo disparatado"(V. Covarrubias, Correas, etc.).
Encina se convierte en un personaje de folclore, "como el propio Quevedo, señala
R. Durán, pasaría a serlo asociado a los chistes escatológicos"^''. Sus ingeniosas
asociaciones de imágenes, inesperadas, enormemente alusivas, móviles, de gran
fuerza expresiva y comicidad, participaban en gran medida de ese universo móvil.
22.
C H E V A L I E R , M . , Op.
23.
Op. cit. TA, p. 458.
Op. cit.
24.
cit.
P.
368.
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LAS COPLAS DE DISPARATES
DE JUAN DEL ENCINA DENTRO DE UNA TIPOLOGÍA...
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grotesco y caòtico, común a las grandes corrientes literarias de lo absurdo medievaP'' y en general de la tradición cómico-satírica, presentando, como he mostrado,
grandes conexiones intertextuales con otros géneros de lo irracional. Dentro de
este universo intertextual resaltará la ingeniosidad de sus Disparates, salida de su
propia fantasía, y la magistral estructuración de la tradición medieval.
Antonia M A R T Í N E Z P É R E Z
Universidad de Murcia
25.
Vid.
MARTÍNEZ, A . ,
La poesía...,
op. cit., p p . 2 2 y ss.
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