Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal General Cani Fernández Vicién y Albert Pereda Miquel 1 Capítulo del libro: Procedimientos Administrativos y Judiciales de la Unión Europea, 2012 1. Introducción Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el TJUE y ante el TG2 suponen la presencia en el proceso de personas distintas de la parte demandante y la parte demandada. La presencia de más sujetos procesales, los coadyuvantes, comporta una mayor complejidad en la tramitación de estos procesos, tanto en su fase escrita como, muy especialmente, en la fase oral. La admisión de coadyuvantes genera, en los procesos judiciales comunitarios, determinadas expectativas procesales para estos sujetos, como la de ser oídos (por escrito y en el acto de la vista) y proponer pruebas. Incluso puede implicar el derecho de los que intervienen adhesivamente a ser resarcidos de las costas. Sin embargo, la intervención tiene una serie de límites. Subjetivamente, no toda persona está legitimada para intervenir en todo procedimiento sustanciado ante el TJUE y el TG. Para cada tipo de proceso (acción de incumplimiento, acción por daños, acción de anulación y cuestión prejudicial) existen normas precisas e interpretaciones de los tribunales que definen las condiciones de acceso y sus límites. Desde el punto de vista objetivo, la intervención de los coadyuvantes no puede modificar el objeto del proceso. Por ello es preciso analizar cómo debe estructurarse la intervención de los coadyuvantes de forma que no altere la esencia del debate entre las partes principales en el procedimiento. Por último, también existen requisitos formales que deben tenerse en cuenta para que se produzca una intervención válida (plazo de presentación, contenido de la demanda de intervención, requisitos de representación, etc.). Ahora bien, antes de entrar a analizar con detalle los límites de la intervención previstos por la normativa y que han ido perfilando los tribunales, será conveniente fijar unos conceptos introductorios relativos a la terminología utilizada y la función de las intervenciones adhesivas. 1 Los autores agradecen a las abogadas de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Irene Moreno-Tapia, Tatiana López, Sofía Yagüe y Cristina Vila sus comentarios y reflexiones. 2 Aunque las intervenciones adhesivas también están previstas para los procedimientos ante el Tribunal de la Función Pública, la intervención en estos procedimientos no se analiza en este capítulo. 1 2. Terminología utilizada y función de la intervención 2.1. ¿Qué se entiende por “intervención”? La estructura de todo proceso judicial comunitario responde a dos principios generales: el de dualidad de partes 3 (sólo dos partes, demandante y demandado) y el de contradicción (dos posturas antagónicas en un solo conflicto). Por lo tanto, el reconocimiento del derecho a participar en el proceso en virtud de cualquier otro título distinto del de parte procesal supone, lato sensu, una intervención. No obstante, el artículo 40 del Estatuto del TJUE4, atribuye este Derecho, con distinto alcance, a los Estados miembros, las instituciones de la UE, sus órganos y organismos, cualquier persona que pueda demostrar un interés en la solución de un litigio sometido al Tribunal, los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC. 2.2. La terminología utilizada El artículo 40 del Estatuto del TJUE habla de “coadyuvantes” y en las diversas disposiciones de los Reglamentos de Procedimiento que vamos a analizar se regula en detalle la “intervención” de los coadyuvantes. Por lo tanto, no cabe hablar de “intervinientes”, extremo excesivamente genérico, ambiguo y que no viene definido en la normativa aplicable. Además, el uso de la palabra “intervinientes” podría generar confusión respecto a la existencia de dos figuras procesales distintas, lo que no encuentra fundamento en los textos normativos 5. Por otra parte, no es posible utilizar las categorías de Derecho interno para determinar si se trata de una intervención litisconsorcial o de una intervención adhesiva simple, ni sirven categorías como la intervención provocada o el litisconsorcio voluntario. Pero sí cabe decir que en el procedimiento ante los tribunales comunitarios no está prevista ninguna intervención forzosa, por lo que la intervención es siempre voluntaria 6. La doctrina habla de “intervención adhesiva” para destacar la subordinación de la intervención de los coadyuvantes a la actuación de las partes procesales. Pero en algunos casos esta intervención comporta un singular grado de autonomía respecto 3 En Derecho procesal comunitario, el concepto de “parte procesal” responde, en general, al sentido que tiene en Derecho interno. Sin embargo, el concepto “ parte litigante” en la cuestión prejudicial se refiere a las partes que tienen tal condición en el litigio pendiente ante el órgano jurisdiccional nacional (véase auto del Presidente del Tribunal de Justicia de 12 de septiembre de 2007, asunto C-73/07, Tietosuojavaltuutettu contra Satakunnan Markkinapörssi Oy y Satamedia Oy, párrafo 11, en el que se hace referencia a la jurisprudencia Bollmann, sentencia del TJUE de 1 de marzo de 1973, asunto C-62/72, apartado 4). 4 Versión consolidada del Tratado de la Unión Europea y del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, DOUE C-83, 30-3-2010. Protocolo nº 3 del TFUE, sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, C-115/210. DOUE 9.5.2008. 5 El uso más o menos extendido de la palabra “intervinientes” también puede ser consecuencia de una traducción literal del término coadyuvante en ingles: intervener. 6 FUENTETAJA PASTOR, Jesús Ángel, El proceso judicial comunitario, Editorial Marcial Pons, Madrid, 1996, p.144. 2 a la postura de las partes. Por eso, vamos a ir perfilando el alcance que tiene la intervención en los procedimientos judiciales comunitarios. 2.3. ¿Cuál es la función de la intervención adhesiva? La intervención adhesiva cumple varias funciones dependiendo del prisma que se tenga en cuenta a la hora de analizar la participación de los coadyuvantes. Por un lado, la intervención adhesiva permite a los Jueces tener en cuenta las pretensiones y las alegaciones de personas o instituciones distintas de las partes principales pero también con intereses legítimos a la hora de decidir sobre un determinado asunto. Por ejemplo, la intervención de coadyuvantes puede permitir al Juez sopesar el contexto de la resolución del litigio y los efectos extra partes que éste puede producir. Desde otro ángulo, el objetivo de la intervención es permitir a terceras partes que puedan verse afectadas por la solución del litigio colaborar con algunas de las partes principales ayudándole a que prosperen sus pretensiones 7. Desde la perspectiva del coadyuvante, la intervención le permite el conocimiento de primera mano de la cuestión debatida, sin verse implicado directamente en el conflicto y, en principio, sin el riesgo de asumir las costas procesales de los demás litigantes. En suma, el resultado de los procedimientos sustanciados ante el TJUE y el TG puede afectar tanto a los Estados miembros, como a las Instituciones de la UE o a personas físicas o jurídicas, aun cuando éstas no sean parte en el procedimiento. Dejando de lado finalidades particulares, gracias a la intervención, el Tribunal puede tomar en consideración estos intereses al decidir el caso 8. Por lo tanto, es preferible, tanto por motivos de economía procesal como de seguridad jurídica, permitir a la persona interesada que dé a conocer su punto de vista antes de dictar sentencia9. De esta forma se intenta evitar la oposición de terceros frente a la efectividad de la sentencia dictada. No obstante, no toda intervención es admisible. Dejando aparte los privilegios de los Estados miembros y las instituciones de la UE, ha de existir un vínculo fuerte a la hora de valorar la aceptación de una intervención adhesiva de un organismo o de una persona física o jurídica. Un vínculo que se construye en torno al concepto de interés directo, actual y real. 3. Elementos subjetivos: la legitimación Vamos a tratar en este apartado de quiénes están legitimados para intervenir como coadyuvantes en cada tipo de procedimiento y del concepto de “interés directo” previsto en el Estatuto del TJUE como requisito de intervención, que ha ido desarrollando la jurisprudencia comunitaria. 7 SOBRINO HEREDIA, José Manuel, “El sistema jurisdiccional. El Tribunal de Justicia ” en: Derecho comunitario, Madrid, Ed. Iustel, 2002, p.15. Ver también la sentencia del TJUE de 17 de marzo de 1993, asunto C-155/91, Comisión Europea contra Consejo, párrafos 23 y 24, donde el TJUE declara inadmisible la petición del Parlamento Europeo qu e participaba en el litigio en calidad de coadyuvante que pretendía la anulación de la Directiva recurrida por la Comisión basándose en motivos completamente distintos a los de la parte principal. 8 LENAERTS Koen, ARTS Dirk y MASELIS Ignace, Procedural Law of the European Union, BRAY Robert (Ed.), Thomson - Sweet & Maxwell, 2a ed., p.566. 9 FUENTETAJA, El proceso..., p.143. 3 3.1. Regulación Las intervenciones adhesivas en los procedimientos sustanciados ante el TJUE y el TG encuentran su fundamento jurídico en el artículo 40 del ya citado Estatuto del TJUE, que acompaña al TFUE como Protocolo nº 3. Según el primer párrafo del mencionado artículo, podrán intervenir como coadyuvantes, en los litigios sometidos a ambos tribunales, los Estados miembros y las instituciones de la UE por el mero hecho de serlo. Además, el segundo párrafo de dicho artículo otorga el mismo derecho a los órganos y organismos de la Unión y a cualquier otra persona, en ambos casos siempre que pueda demostrar “un interés en la solución del litigio” sometido a cualquiera de los dos tribunales 10. De los términos del artículo 40 del Estatuto del TJUE se deriva la existencia de dos tipos de coadyuvantes: privilegiados y no privilegiados. 3.2. Clases de coadyuvantes 3.2.1. Coadyuvantes privilegiados Los Estados miembros y las instituciones de la UE pueden intervenir como coadyuvantes en cualquier litigio o causa que se dirima ante el Tribunal sin tener que demostrar un interés en ejercitar la acción o en oponerse a ella. Lo harán por su propia naturaleza, esto es, sin necesidad de aportar ningún tipo de justificación, y en cualquier momento. El derecho de intervención de los Estados miembros y de las instituciones resulta de su posición en el sistema institucional creado por el Tratado11. ¿Qué se entiende por “instituciones”? El Estatuto del Tribunal no las define ni las enumera. Por lo tanto, deben considerarse como “instituciones” sólo las referidas en el artículo 13 del TUE, esto es, el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo de la UE, la Comisión Europea (denominada “Comisión”), el Banco Central Europeo y el Tribunal de Cuentas 12. No se consideran “instituciones”, por ejemplo, los organismos creados al amparo de Derecho derivado (las llamadas agencias). 3.2.2. Coadyuvantes no privilegiados Los organismos de la UE y cualquier persona (física o jurídica13) distinta de los Estados miembros y de la instituciones de la UE pueden actuar en intervención adhesiva, siempre que demuestren un interés en la solución de un litigio sometido 10 El párrafo 3º del precepto permite que los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, distintos de los Estados miembros, y el Órgano de Vigilancia de la AELC, previsto por dicho Acuerdo, podrán intervenir como coadyuvantes en los litigios sometidos al TJUE y al TG cuando éstos se refieran a uno de los ámbitos de aplicación del referido Acuerdo sin necesidad de acreditar un interés en la solución del litigio. 11 FUENTETAJA, El proceso…, p.145. 12 El artículo 13 TUE también menciona al TJUE, aunque por razones obvias, éste no participará en los litigios sometidos a su jurisdicción. 13 El concepto de persona jurídica que utiliza el Tribunal guarda relación con la realidad de la personalidad jurídica, atendiendo a los elementos que constituyen la base de tal personalidad (FUENTETAJA, El proceso…, p.146). 4 al Tribunal. Más adelante analizaremos el alcance de este “interés” con mayor detalle. Los coadyuvantes no privilegiados, además de la necesidad de probar el interés que les vincule con el procedimiento sometido al Tribunal, se caracterizan por el hecho de que en ningún caso pueden intervenir en litigios seguidos entre los Estados miembros o entre los Estados miembros y las instituciones de la EU o entre éstas. En efecto, mientras que los Estados miembros y las instituciones de la UE pueden intervenir como coadyuvantes tanto en pleitos seguidos entre algunos de ellos, como en pleitos en los que sean parte partes privadas, las personas físicas y jurídicas no pueden intervenir en los litigios entre los Estados miembros, entre instituciones de la UE, o entre Estados miembros, por una parte, e instituciones de la UE, por otra, aunque ostenten interés en la resolución del litigio. Esta regla es absoluta y el Tribunal la aplica de forma estricta14. No permitir la presencia de particulares en los procesos “institucionales” parece tener fundamento en una presunción iuris et de iure según la cual los conflictos entre los Estados miembros y/o con las instituciones de la UE no pueden afectar a los particulares de forma directa e individual. Nos referimos, fundamentalmente, a los recursos por incumplimiento de Estado. En definitiva, no todos los organismos de la UE están legitimados para intervenir como coadyuvantes y la legitimación de su presencia guarda relación directa con sus funciones institucionales. Sólo actúan conforme a lo previsto en el artículo 40 del Estatuto del TJUE en razón del concreto alcance de sus prerrogativas. Sin perjuicio de la necesidad de justificar su petición de intervención en base a un interés en la solución del litigio, una vez aceptados como coadyuvantes, tanto los privilegiados como los no privilegiados tienen, en teoría, los mismos derechos y posibilidad de participación en el proceso. Ahora bien, la posibilidad que tienen los coadyuvantes privilegiados de intervenir en cualquier momento sin necesidad de justificar la existencia de un interés en la solución del litigo hace que, de facto, el derecho que corresponde a los coadyuvantes no privilegiados se vea mucho más limitado. 4. Elementos objetivos La participación de los coadyuvantes está sujeta a determinados requisitos objetivos. En primer lugar, es necesario que exista un litigio, un contencioso, un conflicto entre partes. No cabe hablar de intervención adhesiva si no existe contradicción. En segundo lugar, como hemos anticipado, no se permite la intervención de cualquier persona física o jurídica. Ello podría complicar enormemente todos los procedimientos y colapsar el funcionamiento del ya de por sí cargado sistema judicial comunitario. Con la excepción de los coadyuvantes privilegiados, aquéllos que quieran intervenir en el litigio deberán demostrar la existencia de un interés en la solución del mismo. Es necesario pues analizar con mayor detalle cómo el TG y 14 Art. 40, párrafo segundo, in fine. 5 el TJUE han interpretado el concepto de “interés”, que debe ponerse en relación con el tipo particular de procedimiento. Por último, hay que tener en cuenta que la intervención no convierte al coadyuvante en parte principal del procedimiento, ni triangula el proceso con introducción de nuevas peticiones que el Tribunal deba resolver como contrapuestas a las de demandante y demandado. El coadyuvante adhesivo se limita a “apoyar las pretensiones” de una de las partes. Conviene hacer algunas precisiones sobre el alcance de esta expresión. 4.1. Existencia de un “litigio” La intervención está prevista solo para los “litigios” sometidos al TJUE o al TG. La exigencia de litigio comporta la presencia de un contencioso, de una contradicción, ya sea en forma de recurso por incumplimiento o en recurso por anulación, ya sea en el marco de una acción por daños, o en un recurso por omisión. Por lo tanto, queda excluida la posibilidad de intervenir en el marco de una cuestión prejudicial planteada por un órgano jurisdiccional nacional en virtud del artículo 267 TFUE. En tales casos no existe, propiamente, una cuestión litigiosa, sino solo la petición por parte de un órgano nacional de la interpretación de una norma comunitaria15, o en su caso, de la confirmación de su validez. En la cuestión prejudicial, los Estados miembros y las instituciones de la UE son invitados a presentar alegaciones u observaciones escritas en virtud del artículo 23 del Estatuto del TJUE, pero no tienen intereses propios que defender (no son “parte”) y sólo defienden, a lo sumo, un interés general 16. Es importante señalar que la imposibilidad de participar en los procedimientos en los que el TJUE analiza una cuestión prejudicial afecta a todos los coadyuvantes no privilegiados, incluidos los organismos de la Unión como, por ejemplo, el Supervisor Europeo de Protección de Datos17. Por último, la necesidad de que la solicitud de intervención como coadyuvante se plantee en el marco de un “litigio” también implica que no cabe una intervención respecto a una causa inadmisible. La inadmisión a trámite de un recurso implica la inexistencia de cualquier expectativa del coadyuvante 18. 15 FUENTETAJA, El proceso…, p. 147 y jurisprudencia citada. En el supuesto en que hubiera coadyuvantes en el litigo principal, éstos sí podrían intervenir en el marco del procedimiento que analice la cuestión prejudicial, si bien lo harán en calidad de “partes litigantes” a las que se refiere el artículo 23 del Estatuto del TJUE (esto es, partes en el procedimiento principal) y no como coadyuvantes. 17 Auto del Presidente del TJUE de 12 de septiembre de 2007, asunto C -73/07, Tietosuojavaltuutettu y Satakunnan Markkinapörssi Oy y Satamedia O y, párrafo 12. 18 No puede aceptarse que un tercero pueda demostrar un interés en la solución del litigio o que pueda intervenir en apoyo de las pretensiones de una de las partes cuando el recurso no es admisible (ver auto del TJUE (Sala Quinta) de 5 de julio de 2001, asunto C-341/00 P, Conseil national des professions de l'automobile (CNPA), Fédération nationale des distributeurs, loueurs et réparateurs de matériels de bâtiments-travaux publics et de manutention (DLR), Auto Contrôle 31 SA, Yam 31 SARL, Roux SA, Marc Foucher-Creteau y Verdier distribution SARL contra Comisión de las Comunidades Europeas, párrafos 33 a 39). 16 6 4.2. Concepto de “interés en la solución del litigio” Como hemos visto, a las instituciones de la UE y los Estados miembros (coadyuvantes privilegiados) no se exige un interés en el asunto para que puedan intervenir como coadyuvantes, ese interés se presume. Sin embargo, para aceptar la intervención adhesiva de los organismos de la Unión o cualquier persona física o jurídica (coadyuvantes no privilegiados), el Estatuto del TJUE exige la presencia de un “interés en la solución del litigio”. La jurisprudencia comunitaria ha determinado que las coadyuvantes deben tener un “interés” directo, actual y real 19 en que se estimen las pretensiones planteadas en el marco del litigio en sí mismas, y no un interés respecto a los motivos o alegaciones invocados 20. Además, el Tribunal ha especificado que por “solución” del litigio hay que entender la decisión final tal como quedará consagrada en el fallo de la sentencia. Por ello, debe comprobarse que el coadyuvante resulta directamente afectado por el acto impugnado y que su interés en la solución del litigio es real. A continuación analizamos con mayor detenimiento cómo comunitarios han interpretado el concepto de “interés” en el litigio. 4.2.1. los tribunales Interés directo No es suficiente que el coadyuvante se encuentre en una situación similar a la de una de las partes (como titular de un interés indirecto o reflejo). En palabras del TJUE, “debe distinguirse entre quienes solicitan intervenir como coadyuvantes y justifican un interés directo en la suerte deparada al acto específico cuya anulación se solicita y quienes justifican sólo un interés indirecto en la solución del litigio, a causa de semejanzas entre su situación y la de una de las partes 21”. En este segundo supuesto, no procederá la intervención adhesiva. Por tanto, y a título de ejemplo, la expectativa, más o menos fundada, de ser objeto de una actuación de la Comisión Europea en materia de Derecho de la competencia no legitima para instar y obtener la intervención adhesiva en un litigio pendiente contra otra empresa 22. 19 Según FUENTETAJA, el interés debe ser jurídicamente importante, fundado y actual, que puede ser pecuniario o moral, pero debe ser directo, concreto e individual. Un interés moral podría bastar y también uno colectivo, en el caso de organismos de defensa de intereses profesionales, como los sindicatos (FUENTETAJA. El proceso…, p.146). 20 Auto del Presidente del TG (Sala Quinta ampliada) de 10 de enero de 2006, asunto T‑ 227/01, Territorio Histórico de Álava - Diputación Foral de Álava y Comunidad Autónoma del País Vasco - Gobierno del País Vasco contra Comisión de las Comunidades Europeas, párrafo 13. 21 Auto del Presidente del TJUE de 17 de junio de 1997, asuntos C-151/97 P (I) y C157/97 P (I), National Power y PowerGen, párrafo 53. 22 Auto del Presidente del TJUE de 6 de marzo de 2003, asunto 186/02 P, Ramondín SA y Ramondín Cápsulas SA contra Comisión y Territorio Histórico de Álava - Diputación Foral de Álava, párrafos 14 a 17. 7 4.2.2. Interés actual No es suficiente la alegación de un interés futuro para admitir la intervención, ni la existencia de dudas sobre las expectativas que puedan nacer o perderse en razón del asunto litigioso que se debate. Así, por ejemplo, el que la anulación o la modificación de una Decisión pudieran eventualmente llevar a la Comisión Europea a replantearse la dispensa de pago que se ha concedido al coadyuvante no es razón suficiente para apreciar un interés directo y actual, sino sólo un interés indirecto y potencial. Según el TG, si se diera tal hipótesis, el que pretende intervenir siempre podrá esgrimir sus alegaciones en el marco del futuro recurso de anulación contra la decisión desfavorable de la Comisión que le afecte directa e individualmente 23. 4.2.3. Interés real El interés en la solución del litigio debe ser real, esto es, no puede ser hipotético o probable, sino que la eventual estimación de las pretensiones planteadas en el contencioso debe afectar al coadyuvante de forma clara24. Debe entenderse que, en los casos en los que una persona física o jurídica esté afectada por el acto recurrido individualmente de conformidad con la jurisprudencia Plaumann, se apreciará que cumple también el criterio exigido por el artículo 40 del Estatuto del TJUE25. El TJUE ha concluido que, en el marco de una acción de anulación contra una decisión de la Comisión Europea en materia de derecho de la competencia, el competidor del demandante puede ser titular de un interés directo, actual y real en conocer el desarrollo y el resultado del caso, no por razones de mera similitud, sino porque como competidor está directamente afectado por el acto cuya nulidad se pretende. Por ejemplo, en el ámbito de ayudas de Estado, el TJUE ha establecido que las empresas competidoras y las organizaciones profesionales del sector de la empresa afectada por la supuesta ayuda son consideradas interesadas en el sentido del apartado 2 del artículo 108 TFUE y, por lo tanto, pueden tener un interés actual en intervenir en el procedimiento judicial que se sustancie contra la resolución que resuelva si la ayuda en cuestión es compatible con el mercado interior26. Sobre esta base, sería razonable esperar que los perjudicados por una infracción de la normativa de la competencia que hayan demandado por daños a los infractores en virtud de una decisión de la Comisión Europea puedan intervenir como coadyuvantes en el marco del recurso planteado ante el TG por los 23 Auto del TG (Sala Quinta) de 16 de diciembre de 2004, asunto T-410/03, Hoechst AG contra Comisión. 24 Para un resumen de los supuestos en los que se ha permitido la intervención de competidores ver el auto del TG (Sala Sexta) de 25 octubre 2011, asunto T-63/11, Société Air France contra Comisión Europea, párrafo 14. 25 Una persona física o jurídica sólo puede afirmar que la disposición objeto de litigio le afecta individualmente cuando le atañe debido a ciertas cualidad es que le son propias o a una situación de hecho que la caracteriza en relación con cualesquiera otras personas (véase la sentencia de 15 de julio de 1963, Plaumann contra Comisión, 25/62, párrafo 197). 26 Sentencia del TJUE de 15 de junio de 1993, asunto C-225/91 Matra SA contra Comisión, párrafo 18. 8 sancionados. No así aquéllos que todavía no hayan tomado la decisión de llevar el caso a los tribunales puesto que su interés solo sería hipotético. Por último, en el marco de una acción de resarcimiento por daños generados por el mal funcionamiento de las instituciones de la UE, parece difícil justificar un interés de terceras partes ajenas al litigio. En efecto, el TG ha considerado que aunque una determinada decisión podría influir en situaciones parecidas a las sufridas por la recurrente, el interés planteado por un tercero es meramente indirecto y circunstancial por lo que no justifica la intervención adhesiva 27. 4.2.4. Intervención de Asociaciones El TG y el TJUE admiten la intervención adhesiva de las asociaciones que tienen por objeto la protección de los intereses de sus miembros, en aquellos asuntos en los que se plantean cuestiones de principio que pueden afectar a tales intereses. Así se ha entendido respecto de, por ejemplo, asociaciones empresariales, organizaciones de productores o asociaciones de defensa del medio ambiente, en asuntos que les competan 28. En términos generales, la aceptación de la intervención de las asociaciones se condiciona al cumplimiento de una serie de requisitos. En primer lugar, el Tribunal exige que la asociación represente a un número “considerable” de miembros en relación con los partícipes en el mercado. Aunque el número de miembros sea limitado y no todos operen en el sector de referen cia, si varios de ellos ejercen una actividad significativa en ese sector, la asociación puede ser considerada suficientemente representativa 29. En segundo lugar, la asociación debe tener conferido el derecho de representación de sus miembros ante los tribunales. A este respecto, el Tribunal admite como legitimador que los estatutos fijen como uno de sus objetivos la promoción y la defensa de los intereses inmateriales y materiales de los miembros de la asociación30. En tercer lugar, el Tribunal atiende a si lo que se debe resolver afecta o no al sector en cuestión y a si el contencioso puede tener relación con cuestiones de principio que puedan afectar a los miembros de la asociación31. Esta interpretación amplia del derecho de intervención persigue la finalidad de permitir una mejor apreciación del contexto de los asuntos, evitando al mismo tiempo la multiplicidad de intervenciones individuales que pondrían en peligro la eficacia y la sustanciación adecuada del proceso 32. 27 Auto del TG (Sala Segunda) de 7 de marzo de 1997, asunto T -184/95, Dorsch Consult Ingenieurgesellschaft mbH contra Consejo y Comisión. Ver también LENAERTS et al., Procedural…, p.571. 28 Auto del Presidente del TG (Sala Primera) de 26 de febrero de 2007, asunto T-125/03, Akzo Nobel Chemicals Ltd y Akcros Chemicals Ltd contra Comisión, párrafo 15. 29 Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, cit., asunto T-201/04, párrafo 26. 30 Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, cit., asunto T-201/04, párrafo 28. 31 LENAERTS et al., Procedural…, p.572. Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, cit., asunto T-201/04, párrafo 28. 32 Auto del Presidente del TG de 7 de julio de 2004, asunto T -37/04 R, Região autónoma dos Açores contra Consejo de la Unión Europea, párrafo 59 y auto del Presidente del TJUE de 17 de junio de 1997, asuntos acumulados C-151/97 P(I) y C-157/97 P(I), National y 9 4.3. Alcance del “apoyo de las pretensiones” de una parte Una vez aceptada la intervención, el coadyuvante puede alegar todo aquello que desee33, pero su posición vendrá siempre subordinada a la de una de las partes principales, a cuyas pretensiones se adhiere, de forma que no podrá actuar con autonomía respecto de ella. A tal efecto, hay que diferenciar entre “motivos” del recurso y “argumentos” de defensa. Los coadyuvantes deben limitarse a apoyar, incluso de forma parcial, la reclamación de uno de los litigantes, a través de la exposición de sus propios argumentos, y no pueden introducir objeciones de admisibilidad del recurso (salvo que lo haya hecho alguna parte principal), ni motivos de impugnación nuevos34. No obstante, el Tribunal ha precisado que el coadyuvante tiene derecho a exponer de manera autónoma no sólo alegaciones, sino también motivos, siempre que sirvan para apoyar las pretensiones de la parte principal a la que coadyuvan y no sean de naturaleza totalmente ajena a las consideraciones que fundan el litigio tal y como lo han constituido la parte demandante y la parte demandada, lo que llevaría a alterar el objeto del litigio35. Si bien un coadyuvante no puede presentar pretensiones que excedan aquéllas de la parte en apoyo de la que interviene, tampoco actúa como litisconsorte voluntario que se adhiere, sin fisuras, a la pretensión de esa parte. El interés que defiende es el propio y por ello puede apoyar parcialmente esas pretensiones 36 y puede hacer valer fundamentos y argumentos propios 37. También se admiten como válidas las pretensiones propias (siempre y cuando sean similares a las de uno de los litigantes principales) y las pretensiones subsidiarias a las pretensiones planteadas por la parte a la que se adhieren 38. En definitiva, la cuestión fundamental viene referida a la imposibilidad de que el coadyuvante modifique el objeto del proceso y las pretensiones de las partes. Sobre esta base, el coadyuvante puede introducir nuevas argumentaciones, ya vengan éstas referidas a la postura de alguna de las partes (aquella a la que apoya) o a sus propios intereses particulares (la afectación directa de sus intereses). PowerGen/British Coal y Comisión, párrafo 66. Ver también auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 9 de marzo de 2005, asunto T-201/04, Microsoft contra Comisión, párrafo 31. 33 Sin embargo, no está permitida la intervención, como pasaba en el viejo Trat ado CECA, para mostrar enfrentamiento a la postura de alguna parte (FUENTETAJA, El proceso…, p.144). 34 LENAERTS et al., Procedural…, p.567. 35 Sentencia del TG (Sala Quinta) de 14 de diciembre de 2006, asunto T -237/02, Technische Glaswerke Ilmenau GmbH, contra Comisión, párrafo 97; y la sentencia del TG (Sala Cuarta ampliada) de 15 de junio de 2005, asunto T -171/02, Regione autonoma della Sardegna contra Comisión, párrafo 194. 36 Sentencia del TG de 27 de septiembre de 2000, T-184/97, BP Chemicals contra Comisión, apartado 39. 37 FUENTETAJA, El proceso…, p.147. En el mismo sentido, sentencia del TG (Sala Tercera) de 3 de abril de 2003, asunto T-114/02, BaByliss SA, y De'Longhi SpA contra Comisión, párrafos 416 y siguientes. 38 Ver sentencia del TG (Sala Cuarta ampliada) de 15 de junio de 2005. asunto T-171/02, Regione autonoma della Sardegna contra Comisión, párrafo 193. 10 5. Elementos formales: el procedimiento Como dijimos al principio, además de los requisitos subjetivos y objetivos, la intervención debe producirse en tiempo y forma y cumplir determinados requisitos respecto al plazo de presentación y contenido de la demanda de intervención, entre otros. A continuación analizamos la regulación y el rol de los coadyuvantes tanto en la fase escrita como en la fase oral del procedimiento judicial comunitario. 5.1. Regulación La previsión general del artículo 40 del Estatuto del TJUE viene desarrollada en los artículos 115 y siguientes del Reglamento de Procedimiento del TG (RPTG) y en los artículos 93 y siguientes del Reglamento de Procedimiento del TJ (RPTJ)39. Por otra parte, deben tenerse en cuenta las Instrucciones prácticas a las partes40, que establecen determinados requisitos sobre la extensión de los escritos y formas de presentación. 5.2. Fases El procedimiento de intervención del coadyuvante se estructura en (i) una fase de admisión de la intervención (demanda de intervención, traslado a las partes, auto del Presidente del Tribunal) y (ii) otra fase de intervención propiamente dicha (con alegaciones y/o informe oral ante la Sala, incluida la proposición de pruebas). 5.2.1. Demanda de Intervención De conformidad con el artículo 115 RPTG, para cualquier coadyuvante, la demanda de intervención41 “deberá presentarse” ante el TG dentro de un plazo de seis semanas contado a partir de la publicación del anuncio de la demanda en el DOUE, o bien, pasado el plazo de seis semanas, antes de la decisión de iniciar la fase oral prevista en el artículo 53 RPTG (la llamada intervención tardía). En el primer caso, el plazo podrá verse aumentado por diez días adicionales por razón de la di stancia en virtud del artículo 45 del Estatuto del TJUE. En el procedimiento seguido ante el TJUE los plazos son similares. Sin embargo, la segunda posibilidad viene más restringida por cuanto “[p]odrá tomarse en consideración” [por el Tribunal] una demanda de intervención presentada después de expirar el plazo establecido a partir de la publicación en el DOUE pero antes de la decisión de iniciar la fase oral. Por tanto, en los procedimientos ante el TJUE, 39 Reglamento de Procedimiento del Tribunal General (última modificación de 24 de mayo de 2011, DO L 162 de 22.6.2011, p. 18/18) y Reglamento de Procedimiento del Tribunal de Justicia (última modificación 24 de mayo de 2011, DO L 162 de 22.6.2011, p. 17/17). 40 DO L 232 de 4.9.2007, p. 7/16. 41 LLANA VICENTE destaca la conveniencia de matizar la terminología, para no confundir la desestimación de la demanda de intervención con el rechazo de las pretensiones del adherido, ni la estimación de su petición de intervención con la estimación del fondo del asunto (LLANA VICENTE, Marino de la, El recurso de casación en el seno del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, Repertorio de Jurisprudencia núm. 29/2000 (Estudio), Editorial Aranzadi, SA, Pamplona, 2000, p.14). 11 esa opción es potestativa. Si el TJUE admite la intervención tardía, el coadyuvante podrá presentar durante la vista, de celebrarse ésta, sus observaciones orales . En todo caso, la demanda de intervención es el escrito en el que se pide la personación y la consideración de coadyuvante y no el escrito de formalización de la intervención (el escrito de alegaciones stricto sensu). Este escrito inicial debe contener, como mínimo, las referencias al asunto, partes, nombre del coadyuvante y domicilio, las pretensiones de alguna de las partes que apoya y las circunstancias que fundamenten el derecho de intervención. Estas circunstancias deben ser expuestas tanto por los coadyuvantes no privilegiados como por los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC. Para los coadyuvantes privilegiados será suficiente especificar que su intervención se basa en el artículo 40 del Estatuto del TJUE sin necesidad de mayor justif icación. Cuando el coadyuvante presente su demanda antes de la expiración del plazo de seis semanas (más diez días por razón de la distancia) desde la publicación del recurso en el DOUE, tiene derecho a participar tanto en la fase escrita como en la fase oral del procedimiento. No obstante, cuando el coadyuvante presente su demanda de forma tardía, esto es, después de que haya expirado el citado plazo, el alcance de la intervención se ve limitado. Más adelante analizamos con detalle las consecuencias de la intervención tardía. 5.2.2. Traslado a las partes La demanda de intervención se notificará a las partes y antes de decidir sobre ella (la admisión o rechazo de la personación del coadyuvante), el Presidente ofrecerá a las partes ya personadas la posibilidad de presentar sus observaciones escritas y orales sobre la cuestión. Hay que entender que el trámite oral de traslado es el propio de la petición de intervención tardía y que, por lo tanto, se da en el momento de la vista. Se trata, en definitiva, de someter a contradicción la pretensión, de modo que, habitualmente, si no hay oposición de las partes, se sue le admitir la intervención. No suele haber reservas para la personación de los coadyuvantes privilegiados, pero sí para la personación de competidores en el mercado. A este respecto, en el contexto de los pleitos seguidos en materia de Derecho de la competencia, se suele plantear la cuestión de la exclusión del traslado al coadyuvante de documentos secretos o confidenciales. Haremos alguna consideración específica sobre este punto más adelante. 5.2.3. Auto del Presidente El Presidente del Tribunal decide sobre la demanda de intervención mediante Auto, pero puede optar por atribuir la decisión al Tribunal (sea este el TG o al TJUE, según corresponda), lo que se justifica por la complejidad del asunto, para no condicionar las decisiones del Pleno, o en el interés del Presidente de que se establezcan criterios de carácter general. El auto desestimatorio adoptado por el TG puede ser recurrido en casación ante el TJUE (en virtud del artículo 57 del Estatuto del TJUE), por lo que deberá estar debidamente motivado. La aceptación de la intervención supone la adaptación del coadyuvante a la lengua del procedimiento, excepto si se trata de un Estado miembro que, en su condición 12 de coadyuvante privilegiado, podrá hacerlo en su propio idioma. El coadyuvante deberá aceptar el litigio en el estado en que se encuentre en el momento de su intervención, sin que puedan retrotraerse las actuaciones 42. Si se admite la intervención solicitada, se debe dar traslado al coadyuvante de todas las actuaciones y escritos procesales notificados a las partes. No obstante, como hemos apuntado, a instancia de parte, el Presidente puede excluir de este traslado los documentos secretos o confidenciales. 5.2.4. El tratamiento de los “documentos secretos o confidenciales” Una vez admitida la intervención, la regla general es que el traslado de los escritos y documentos de las partes al coadyuvante debe ser completo y, por ello la excepción ha de estar debidamente justificada 43. A diferencia de lo que ocurre entre las partes, para las que un correcto ejercicio del derecho de defensa debe permitirles tomar conocimiento de la forma más amplia posible de los argumentos y de las pruebas de cargo planteadas por la parte contraria, en las intervenciones adhesivas el coadyuvante no ve perjudicado este derecho. Por el contrario, la revelación de información sensible puede perjudicar a los litigantes y la comunicación de cierta información a un competidor directo puede resultar gravemente perjudicial para la empresa litigante. El Tribunal ha desarrollado una profusa doctrina sobre este tema, de la que puede verse un buen resumen en el Auto del Presidente del Tribunal General (Sala Octava) de 2 de marzo de 2010, asunto T-336/07, Telefónica, S.A. contra Comisión Europea. Sin ánimo de exhaustividad, cabe recoger aquí, como principios generales, los siguientes. En primer lugar, incumbe a la parte que presenta una petición de confidencialidad precisar los documentos o la información a que se refiere y motivar debidamente (aunque de forma sucinta) su carácter confidencial. Los secretarios del TG y el TJUE suelen exigir que la propia solicitud no incorpore los pasajes o datos confidenciales. Ello se debe a que la solicitud en sí misma, en tanto que escrito del procedimiento, se remitirá a las demás partes incluidos los coadyuvantes, para que verifiquen su justificación. Si este fuera el caso, la oposición a la confidencialidad por la parte coadyuvante debe dirigirse a elementos concretos que se hayan omitido en los documentos procesales (por ejemplo, demanda o contestación) e indicar los motivos por los que se debe denegar la confidencialidad para estos elementos. En segundo lugar, se debe ponderar el interés legítimo de la parte en evitar que se lesionen gravemente sus intereses y el interés igualmente legítimo de las partes 42 Por este motivo nada se opone a que el Tribunal ponga fin a un proceso mediante una declaración de inadmisibilidad antes de que se haya admitido una demanda de intervención, aunque el plazo para presentar dicha demanda aún no haya expirado (ver auto del TJUE (Sala Quinta) de 5 de julio de 2001, asunto C-341/00 P, Conseil national des professions de l'automobile (CNPA), Fédération nationale des distributeurs, loueurs et réparateurs de matériels de bâtiments-travaux publics et de manutention (DLR), Auto Contrôle 31 SA, Yam 31 SARL, Roux SA, Marc Foucher-Creteau y Verdier distribution SARL contra Comisión). 43 Auto del TG de 4 de abril de 1990, asunto T-30/89, Hilti contra Comisión, párrafo 10, y auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 22 de febrero de 2005, asunto T -383/03, Hynix Semiconductor contra Consejo, párrafo 18, y auto del TG de 2 de mayo de 2007, asunto T 388/02, Kronoply y Kronotex contra Comisión, párrafo 24. 13 coadyuvantes en disponer de la información necesaria para ejercer sus derechos procesales. Habida cuenta del carácter contradictorio y público del debate judicial, la parte demandante debe prever la posibilidad de que algunos de los documentos o datos secretos o confidenciales que pretenda incorporar a los autos resulten necesarios para el ejercicio de los derechos procesales de las partes coadyuvantes y que, en consecuencia, deba darse traslado de ellos a dichas partes. En tercer lugar, corresponde al Presidente, inicialmente, examinar cada uno de los documentos e informaciones cuya confidencialidad se discute y distinguir entre, por una parte, la información que por naturaleza es secreta (como la información reservada relativa a cuestiones de carácter comercial, competitivo, financiero o contable, o confidencial, como la información puramente interna) y, por otra, otros documentos o informaciones que pueden revestir carácter secreto o confidencial por algún motivo que el solicitante debe invocar. Así, los datos relativos a la estrategia comercial deben considerarse confidenciales por naturaleza, aunque estos datos pueden dejar de ser confidenciales por el transcurso del tiempo 44. En este mismo sentido, una información puede perder su carácter secreto y confidencial si pueden acceder a ella el público en general o algunos sectores especializados. En cuarto lugar, es importante tener en cuenta que el Presidente no está vinculado por el tratamiento confidencial otorgado por la Comisión Europea a determinados documentos e información durante el procedimiento administrativo previo a la decisión impugnada. Por último, los documentos que contengan algunas informaciones que puedan considerarse secretas o confidenciales, no lo son en su conjunto sobre la base de una motivación global y genérica de confidencialidad. De este modo, el carácter secreto o confidencial de los documentos o datos sobre los que no se haya aportado más motivación que la descripción de su contenido sólo se reconoce cuando puedan recibir tal calificación por su propia naturaleza. A este respecto, el Tribunal tiene en cuenta que la motivación presentada en apoyo de una petición de tratamiento confidencial debe ser sucinta de conformidad con las Instrucciones prácticas a las partes, de modo que, cuando realiza el examen de los documentos que son objeto de la petición podrá extender la consideración como confidenciales a aquellos datos respecto a los cuales se desprenda con la suficiente claridad su carácter confidencial. Desde un punto de vista práctico, la confidencialidad genera una gran cantidad de documentación. Además de la versión confidencial y las respectivas copias certificadas del correspondiente escrito procesal y sus anexos, debe aportarse una versión no confidencial del mismo acompañada de tantas copias como partes haya en el procedimiento (principales y coadyuvantes), a lo que hay que añadir cinco copias adicionales para la gestión interna de los servicios del Tribunal. Ello, unido a que la presencia de los coadyuvantes tiene lugar una vez presentada la demanda (y muy a menudo con la contestación y los escritos de réplica y dúplica también presentados), puede generar una gran complejidad práctica debido al ingente volumen de documentación. No obstante, la introducción del sistema digitalizado para la presentación y notificación de escritos procesales (E-Curia), facilita la 44 Podría, no obstante, concederse excepcionalmente un tratamiento confidencial a tales datos si se demostrara que, a pesar de su antigüedad, siguen siendo básicos, en el caso concreto, para la posición comercial de la empresa interesada. 14 tramitación de esta documentación puesto que exime a las partes de presentar copias certificadas de los escritos originales y sus anexos. 5.2.5. Formalización de la demanda de intervención Una vez admitida la intervención y reservados los documentos secretos y confidenciales, en su caso, el Presidente fija el plazo dentro del cual el coadyuvante puede presentar el escrito de formalización de la intervención. Este es el verdadero escrito de alegaciones. El escrito debe contener las pretensiones del coadyuvante que apoyen o se opongan, total o parcialmente, a las de las partes de que se trate, así como los motivos y alegaciones propias, que siempre deben servir para apoyar las pretensiones de la parte principal a la que se adhiere (aunque sin alterar el objeto del proceso). El escrito de formalización también podrá incluir la proposición de medios de prueba cuya pertinencia el Tribunal valorará en fases sucesivas del proceso. De conformidad con las Instrucciones prácticas a las partes, el escrito de formalización no podrá superar las 20 páginas. Una vez presentado el escrito de formalización de la intervención, el Presidente fijará, en su caso, un plazo a las partes para responder a dicho escrito. En el caso de concederse durante la fase escrita, según la misma norma el escrito de alegaciones a la formalización de la demanda de intervención de la parte coadyuvante no podrá superar las 15 páginas45. 5.2.6. La intervención tardía Cuando la demanda de intervención se ha presentado después de expirar el plazo de seis semanas a contar desde el anuncio de la demanda principal en el DOUE previsto en el apartado 1 del artículo 115 RPTG, quien pretenda intervenir adhesivamente aún puede hacerlo. La intervención tardía estará, en cualquier caso, sujeta a la autorización por parte del Tribunal, que se encargará de verificar que se cumplen los requisitos detallados con anterioridad. En principio, no parece que en su análisis el Tribunal deba valorar hasta qué punto está justificada la presencia tardía del coadyuvante en un estado avanzado del procedimiento (con el impacto que ello pueda implicar en su tramitación), siendo suficiente examinar si existe el “interés en la solución del litigio” que se exige a los coadyuvantes no privilegiados. En los supuestos de intervención tardía, las normas de procedimiento distinguen el tratamiento de la misma en función de si la demanda de intervención se presenta antes o después de la decisión del Tribunal de iniciar la fase oral. Si se presenta la demanda de intervención antes de la decisión del Tribunal de iniciar la fase oral, la participación del coadyuvante se hará por escrito y se seguirá el trámite expuesto con anterioridad. No obstante, el proceso no se podrá retrotraer, de modo que la parte coadyuvante se tendrá que adaptar al estado del mismo. Ello puede significar, fundamentalmente, la remisión a la fase oral de la 45 No obstante, en el caso de que haya varios coadyuvantes, se puede solicitar motivadamente una exención a este límite para poder responder conj untamente a todas las partes en un mismo escrito. 15 oposición de las partes procesales y limitaciones notables para la práctica de pruebas. Si la demanda de intervención se ha presentado después de que el Tribunal haya cerrado la fase escrita, el coadyuvante podrá presentar, durante la fase oral, observaciones orales basadas en el informe para la vista que le haya sido comunicado46. La intervención directa en la vista puede representar una ventaja estratégica puesto que las demás partes en el procedimiento desconocerán la naturaleza de los argumentos del coadyuvante porque no se habrán recogido por escrito con anterioridad. 5.2.7. La intervención en la fase oral y en la fase de conclusiones Por último, los coadyuvantes, tanto los que presentaron en tiempo y forma la demanda de intervención como los que siguieron la vía de la intervención tardía, tienen derecho a participar durante la vista defendiendo sus argumentos. De haberla, también podrán participar en la fase de conclusiones presentando sus propias alegaciones. Ahora bien, respecto a la participación durante la vista, en los supuestos en los que haya muchos coadyuvantes, el Tribunal puede considerar que, por motivos de economía procesal, es necesario que participen de forma conjunta, exigiéndoles la intervención a través de una única representación y asignándoles un tiempo de intervención único. 6. Otros efectos de la intervención adhesiva En este último apartado vamos a analizar otros efectos de la intervención, como son el régimen de recursos que compete al coadyuvante, la vinculación a la sentencia, los efectos de la finalización del proceso sobre la actuación del coadyuvante (desistimiento y sobreseimiento) y los pronunciamientos sobre costas. 6.1. El régimen de recursos ante el TJUE Es evidente que, de darse los requisitos legales, cualquiera de los litigantes principales puede recurrir en casación. En tales casos, los coadyuvantes podrán optar por seguir participando en el recurso. Un coadyuvante puede recurrir en casación ante el TJUE aunque las partes principales no lo hagan, pero con diverso alcance que una parte principal y con distinto sentido según se trate de un coadyuvante privilegiado o un coadyuvante no privilegiado. Si el coadyuvante ha sido algún Estado miembro o una institución de la UE, de conformidad con el artículo 56 del Estatuto del TJUE puede presentar recurso de casación, en todo caso, como defensor de la legalidad comunitaria. Este derecho se reconoce también a los Estados miembros e instituciones de la UE que no hayan actuado en primera instancia, quienes podrán presentar un recurso de 46 Ver, por ejemplo, auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, asunto T-201/04, cit. 16 casación específico o acudir en sede de casación en apoyo del recurso planteado por otros coadyuvantes privilegiados 47. Los coadyuvantes no privilegiados, es decir, los organismos de la UE y las personas físicas y jurídicas, sólo pueden interponer recurso de casación cuando hayan participado en el procedimiento de instancia y la resolución del TG les afecte directamente48. En la misma situación están los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC. ¿Cuándo debe entenderse que la resolución les afecta directamente? Habrá que atenerse a las circunstancias del caso concreto. Así, por ejemplo, entendemos que la legitimación activa del coadyuvante (esto es, la afectación directa por la sentencia de instancia) en los supuestos en los que el recurso de casación se mantiene sin la participación de las partes a la que se adhiere debe interpretarse de forma restrictiva ya que, en un inicio, su participación se fundamentó en la relación con las propias pretensiones de la parte principal a la que apoyaba. Por último, el coadyuvante no privilegiado puede comparecer en la casación presentada por una de las partes principales, pero lo que parece más dudoso es que pueda presentar el recurso de casación si no se personó previamente como coadyuvante en la instancia, a diferencia del beneficio previsto para los coadyuvantes privilegiados. 6.2. La vinculación a la sentencia En sentido estricto, las sentencias sólo vinculan inter partes y no erga omnes. Por ello, una sentencia sólo produce efecto de cosa juzgada entre las partes en el proceso49. En la medida en que el coadyuvante es una parte en el proceso (parte coadyuvante), lo resuelto en el pleito en el que haya participado también le vincula. Esta vinculación no sólo se traduce en la obligación general que corresponde a todos los ciudadanos de respetar el contenido de las resoluciones judiciales, sino que, como partícipe en el proceso, el coadyuvante vendrá vinculado por lo resuelto, no en relación a derechos subjetivos, sino por el interés directo, actual y real que ha justificado su intervención. 47 En concreto de conformidad con el párrafo tercero del art. 56 d el Estatuto del TJUE, “[s]alvo en los litigios entre la Unión y sus agentes, el recurso de casación podrá interponerse también por los Estados miembros y las instituciones de la UE que no hayan intervenido en el litigio ante el Tribunal General. Dichos Estados miembros e instituciones estarán en una posición idéntica a la de los Estados miembros o instituciones que hayan intervenido en primera instancia.” 48 Art. 56, párrafo segundo in fine del Estatuto del TJUE. Según LLANA VICENTE, la existencia de un concepto amplio de parte en el Derecho procesal comunitario y apunta la necesidad de “gravamen” como requisito de los recursos (LLANA VICENTE, El recurso…, p.9). 49 Sentencia del TG (Sala Segunda ampliada) de 25 de junio de 1998, asuntos acumulados T-371/94 y T-394/94 y auto del Presidente del TJUE de 17 de junio de 1997, asuntos acumulados C-151/97 P(I) y C-157/97 P(I). 17 6.3. Costas procesales e intervención adhesiva 6.3.1. Regulación El artículo 87 párrafo 4 RPTG establece que los Estados miembros y las instituciones de la UE que intervengan como coadyuvantes en el litigio soportarán sus propias costas. Añade que los Estados partes en el Acuerdo EEE, distintos de los Estados miembros, así como el Órgano de Vigilancia de la AELC soportarán igualmente sus propias costas cuando hayan intervenido como coadyuvantes en el litigio. El precepto concluye que el TG podrá ordenar que una parte coadyuvante distinta de las mencionadas con anterioridad soporte sus propias costas. Por otro lado, el artículo 69 apartado 4 RPTJ reitera los mismos principios para los procedimientos sustanciados ante el TJUE, con la única diferencia de que en vez de decir que el Tribunal podrá “ordenar” que la parte coadyuvante no privilegiada soporte sus costas, establece que podrá “decidir” que una parte coadyuvante distinta de las mencionadas en los párrafos precedentes soporte sus propias costas. 6.3.2. Aplicación práctica En la práctica, la parte principal que pierda el proceso será condenada en costas, si así lo hubiera solicitado la otra parte y se hace merecedora de las mismas. Los Estados miembros y las instituciones de la UE que intervengan como coadyuvantes en el litigio soportarán sus propias costas (también los Estados del EEA distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC). Con respecto a las costas que la parte coadyuvante no institucional genera, la regulación legal establece que el Tribunal puede decidir u ordenar que so porte sus propias costas y ello supone, en definitiva, la libertad de decisión del TJ UE y del TG. Esto significa que, si la parte principal que ha ganado ha tenido que incurrir en unas costas determinadas como consecuencia de una actuación específica de una parte coadyuvante adherida a la parte principal derrotada, el Tribunal podría hacer responsable de forma proporcional a la coadyuvante 50. Cuando se reconoce el derecho a cobro de costas por parte del coadyuvante, éstas se cuantifican aplicando los mismos criterios que se utilizan para la tasación de costas de las partes principales. Se tiene en cuenta, así, el objeto y la naturaleza del litigio, su importancia desde el punto de vista del Derecho comunitario, sus dificultades, la amplitud del trabajo que el procedimiento contencioso pudo causar a los agentes o asesores que intervinieron y los intereses económicos que el litigio representó para las partes 51. 50 En la regulación anterior, el coadyuvante soportaba sus propios gastos si la parte a la que apoyaba perdía el pleito o, si esa parte ganaba, la contraparte vencida no sólo debía soportar los gastos de la parte ganadora, sino también los de su coadyuvante. Ahora bien, a partir de la reforma de los Reglamentos de procedimiento de 1991 el criterio que prevalece es que el coadyuvante soporta sus propias costas. 51 Auto del TJUE (Sala Cuarta), de 14 de septiembre de 2006, asunto C-186/02 P-DEP, Comunidad Autónoma de la Rioja contra Ramondín SA y Ramondín Cápsulas SA y auto del TG (Sala Sexta) de 25 de octubre de 2010, asunto T-33/08 DEP, Bastos Viegas/OHMI Fabre Médicament (OPDREX). 18 6.4. La finalización del proceso por desistimiento o sobreseimiento La finalización del proceso por causas distintas que el dictado de la sentencia produce diversos efectos respecto al coadyuvante. Por un lado, el desistimiento de la acción por parte del demandante supone el archivo de las actuaciones y el cese de la intervención adhesiva. De conformidad con el artículo 87.5 del RPTG, la parte que desista será condenada en costas, si así lo hubiere solicitado la otra parte en sus observaciones, lo que incluye los Estados miembros, las instituciones de la UE y los coadyuvantes que han participado en su favor. Si el que desiste es el propio coadyuvante, correrá con sus propias costas y no con las de las partes litigantes. No obstante, si sus alegaciones han provocado escritos específicos de alegaciones o la práctica de pruebas concretas, su coste puede serle repercutido, si las partes lo reclaman. Por otro lado, puede producirse el sobreseimiento de la causa, por decisión discrecional del TJUE y el TG. En tal caso, el coadyuvante no retiene derecho ni expectativa procesal alguna, salvo lo que se pueda disponer sobre costas procesales. 19 BIBLIOGRAFÍA FUENTETAJA PASTOR, Jesús Ángel, El proceso judicial comunitario, Editorial Marcial Pons, Madrid, 1996, p. 143- 149. JONES, Alison, y SUFRIN, Brenda, EC Competition Law, Editorial Oxford University Press, 2008, p.536. LENAERTS Koen, ARTS Dirk y MASELIS Ignace, Procedural Law of the European Union, BRAY Robert (Ed.), Thomson - Sweet & Maxwell, 2a ed., p. 566-577. LLANA VICENTE, Marino de la, El recurso de casación en el seno del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, Repertorio de Jurisprudencia núm. 29/2000 (Estudio), Editorial Aranzadi, SA, Pamplona, 2000. SOBRINO HEREDIA, José Manuel, “El sistema jurisdiccional. El Tribunal de Justicia” en: Derecho comunitario, Madrid, Ed. Iustel, 2002. DIEZ DE VELASCO, Manuel y SOBRINO HEREDIA, José Manuel: “La intervención de terceros en el procedimiento ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas”, en El Derecho internacional en un mundo en transformación. Liber amicorum Eduardo Jiménez de Aréchaga, Vol. II, Montevideo, 1994, pp. 12631292. 20 Abreviaturas: Art. TUE TFUE UE TG TJUE RPTJ RPTG Artículo Tratado de la Unión Europea Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea Unión Europea Tribunal General Tribunal de Justicia Reglamento de Procedimiento TJUE Reglamento de Procedimiento del TG 21 FICHA DEL CAPÍTULO Título del capítulo Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el Tribunal de Justicia de la UE y el Tribunal General Nombre del autor/es Cani Fernández Vicién y Albert Pereda Miquel Dirección Cani Fernández Vicién Cuatrecasas, Gonçalves Pereira Velázquez, 63 28001 Madrid Albert Pereda Miquel Cuatrecasas, Gonçalves Pereira Diagonal, 444 08037 Barcelona NIF Cani Fernández Vicién Albert Pereda Miquel: 47726604-V Teléfono Cani Fernández Vicién: +34 91 5247143 Albert Pereda Miquel: +34 932 905 440 Fax Cani Fernández Vicién: +34 91 5247162 Albert Pereda Miquel: +34 932 905 533 Correo electrónico cani.fernandez@cuatrecasas.com albert.pereda@cuatrecasas.com Situación profesional Abogados 22