La película X-MEN III La batalla final: análisis desde una

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La película X-MEN III La batalla final: análisis
desde una perspectiva filosófica
Nelly Brígida Blanco*
Resumen
La película ‘X-MEN III La batalla final’ forma parte de una saga de tres episodios basada
en una obra del género comic. Motiva la elección de la misma el carácter de apertura
que presenta su trama en cuanto al tratamiento de conflictos sociales suscitados a raíz
de la pretensión de determinados grupos de poder (que operan desde distintos frentes)
de anular las diferencias intercomunitarias entre dos razas coexistentes: seres humanos
y seres mutantes, en descuido de las decisiones individuales y en desmedro de los
derechos de todo aquel que es considerado diferente. Tanto el panorama de conflictos
sociales como la forma de conducirse que adoptan los personajes más comprometidos
en tales conflictos, ofrecen al espectador un espacio propicio para la reflexión filosófica
acerca de temas de importante auge en la actualidad, tales como: la bioética, la
manipulación de genes, la biopolítica, la vigilancia y el control de los cuerpos, la Zoé y la
Bíos, el uso del poder para controlar tanto la vida como la muerte, entre otros, los
cuales se hallan reflejados de alguna manera en el film. La reflexión se realiza
mayormente en el marco del pensamiento posmoderno, aunque, a veces, en
confluencia con otras corrientes de pensamiento.
Palabras clave: posmodernidad – biopolítica – bioética – zoé/bíos – diferencias
intercomunitarias
Introducción
La película objeto del presente análisis, X-MEN III La batalla final, es la última de
tres piezas que conforman una saga basada en el género de los denominados comics. Esta
película ofrece una temática claramente distinta con respecto a las dos partes anteriores.
En efecto, el espectador seguidor de la serie venía acostumbrado a ver una pantalla casi
sobrecargada de acción acompañando las aventuras típicas de los superhéroes propios del
género. Esta vez, la acción pasa casi a un segundo plano y opera más como enlace entre
conflictos sociales diversos y de considerable profundidad. Las dos películas anteriores
rondaban una temática que iba desde los problemas particulares de los personajes hasta
los conflictos interpersonales e intergrupales entre los dos bandos rivales dirigidos, cada
uno, por los líderes mutantes enemigos: Professor X y Magneto 1. En un movimiento de
apertura, esta tercera parte, además de involucrar personajes no mutantes, ofrece una
serie de problemas que van más allá de los conflictos internos de los personajes –aunque
sin descuidarlos– y que atañen a la sociedad en su conjunto, pues, los mutantes también
son parte de ella.
Los conflictos entretejidos en la trama del film constituyen un espacio propicio
para la reflexión filosófica acerca de numerosos temas de actualidad, en el marco del
pensamiento posmoderno y algunas veces antes de éste, en la contemplación de
problemáticas tales como: la bioética, la manipulación de genes, la biopolítica, la vigilancia
y el control de los cuerpos, la zoé y la bíos, el uso del poder para controlar tanto la vida
como la muerte, las diferencias intersubjetivas, entre otras.
Professor X y Magneto: sueños compartidos, enfoques divididos
Desde un principio, la trama hace hincapié en las diferencias de postura, en cuanto
a forma de pensar y de actuar, entre Professor X y Magneto, con respecto a la manera de
tratar la distinción que existe entre el ser humano y el ser mutante: mientras que para
Professor X los mutantes son “niños superdotados”2, para Magneto, en cambio, son más
que eso, pues los considera como “la siguiente fase en la evolución” 3, idea que lo lleva a
mirar de soslayo a los humanos y a llamarlos despectivamente “homo sapiens” 4. Además,
se observa una divergencia ideológica entre ellos, ya que Professor X propugna la
tolerancia y la unión entre humanos y mutantes5, y opta por hacer uso del poder en forma
pacífica y teniendo en cuenta el bienestar de todos6; Magneto, por su parte se inclina por
1
Para la correcta escritura de los nombres propios de cada uno de los personajes del film mencionados en el
presente trabajo se consultó el sitio http://www.nocturnar.com/forum/comics-y-animacion/13612-x-men-3batalla-final.html
2
Ver Apéndice 2.
3
Ver Apéndice 12.
4
Ver Apéndice 15.
5
Ver Apéndice 1. y 10.
6
Ver Apéndice 1. y 7.
ponderar la superioridad de la raza mutante7 y prefiere usar la fuerza y la amenaza para
ejercer el poder8.
Las diferencias de postura de ambos líderes pueden percibirse al comenzar la
película, la cual nos retrotrae, salto temporal mediante, hasta veinte años antes del
presente de la historia9, donde Professor X y Magneto aún eran amigos y trabajaban
juntos en todo lo concerniente a la temática de la raza mutante. En esa instancia, ambos
mantenían, aparentemente, uno de los tres tipos de conflicto reconocidos por Marcelo
Dascal, citado por Fernando Broncano, denominado “controversia” (los otros dos son
“discusión” y “polémica”). Cabe acotar que, si bien esta clasificación de conflictos
propuesta por Broncano en la fundamentación de su trabajo es aplicable a grupos sociales
que evalúan posibles cursos de acción en el ámbito de la ciencia, ha sido aplicada al
análisis del comportamiento de estos líderes mutantes porque de la forma en que éstos
elijan conducirse dependerá el destino de toda la masa de mutantes, al menos desde el
interior de su comunidad; además, estos personajes se relacionan con otros ámbitos
relacionados a su trabajo. Según Dascal, la controversia se halla a mitad de camino entre
la discusión y la polémica y consiste en que: “…se llega a una solución a través de un
conflicto en el que no todo está permitido, puesto que se concede al oponente un respeto
básico a sus capacidad de decidir autónomamente sus intereses…” (Broncano en Minhot y
Torrano, 2009, 157). En efecto, entre Professor X y Magneto existe, en ese momento,
amistad mediante, un respeto mutuo aún reconociendo las diferencias mantenidas entre
ambos10, aunque las actitudes de uno y otro (muecas de hastío y frases irónicas en
Magneto, interrupciones y frenos verbales en Professor x) denotan que Professor X
pareciera tender más hacia la “discusión”, entendida ésta como aquella en la que: “…los
oponentes simplemente buscan cómo llegar a la mejor solución cooperativa de un
problema que ambos reconocen como soluble…” (Broncano en Minhot y Torrano, 2009,
156), en cambio, Magneto parece hallarse mejor posicionado desde la “polémica”, puesto
que la misma contempla que:
“…todo vale para derrocar al contrario, incluyendo las formas menos morales
de estrategias y tácticas. En las polémicas solamente cuenta la derrota del
adversario y, por consiguiente, la búsqueda de una información común está
subordinada tácticamente a otros fines estratégicos…”, (Broncano en Minhot y
Torrano, 2009, 156 y 157).
Esta distinción que se comprobará en el transcurrir del film. A su vez, el mismo
autor postula que a estas tres formas de conflicto se corresponden tres formas de
racionalidad o irracionalidad diferentes, según refiere:
7
Ver Apéndice 15.
Ver Apéndice 1. y 14.
9
Ver Apéndice 1.
10
Ver Apéndice 2.
8
“…En la primera clase (la discusión) nos aparece una forma de racionalidad
ideal en la que los conflictos se solucionan por medios epistémicamente
perfectos como es el razonamiento impecable o la observación directa. En las
polémicas, por el contrario, la racionalidad epistémica es nula, y se subordina a
formas prácticas de racionalidad ‘maquiavélica’. Por último, (…) habría una
forma especial de racionalidad en las controversias de tipo conversacional, que
habría que estudiarse con los medios de la retórica…”, (Broncano en Minhot y
Torrano, 2009, 157).
Teniendo en cuenta esta clasificación, se puede aseverar que el comportamiento
de Magneto coincide perfectamente con el tipo de racionalidad “maquiavélica”, tanto en
sus actos como en el tipo de lenguaje bajo la forma de amenaza que utiliza para dirigirse
tanto a sus seguidores como al resto de la comunidad11.
El punto en que ambos líderes pasan de la amistad y el respeto mutuo por las
diferencias a ser rivales oponentes parece estar signado por el fracaso en la búsqueda de
consenso. Como consecuencia, se mueven desde un estado de controversia hacia cada
una de sus posturas, lo cual podría considerarse una variación de la idea de finalización de
las controversias según Broncano, quien asevera que:
“…Las controversias terminan cuando se alcanza un consenso estable, lo que no
implica necesariamente la resolución del conflicto, puesto que cabe que el
consenso consista en la necesidad de dejar a un lado la cuestión
controvertida…”, (Broncano en Minhot y Torrano, 2009, 151).
De hecho, el mismo autor reconoce la posibilidad de una ruptura de la índole de la
que se observa en la pantalla cuando expresa:
“…no hay una garantía de que la controversia acabe en consenso. Una
controversia es un proceso contingente y abierto en el que siempre está
presente la ruptura y la derivación en conflicto o polémica que trata de derrotar
y no de convencer. Pero también está presente la posibilidad de que los
oponentes aprendan a lo largo del desarrollo…”, (Broncano en Minhot y
Torrano, 2009, 186).
La variante, en el caso de análisis, es que, una vez disuelta la controversia,
Magneto, al optar por la polémica, busca la derrota de su adversario y promueve el
enfrentamiento; en cambio, Professor X, posicionado desde la discusión, se defiende
pasiva y pacíficamente, y protege a los suyos, así como también los contiene, los educa y
los entrena para resistir a los ataques12. En cuanto a los lazos de amistad, éstos parecen
11
12
Ver Apéndice 14. y 15.
Ver Apéndice 3. y 10.
haberse disuelto a raíz de la toma de postura de cada uno conforme a su cosmovisión,
sobre todo en la forma de ejercer el control. Cuando Jean Grey mata a Professor X,
Magneto parece lamentar su muerte; posteriormente, en un diálogo con Pyro, su discípulo
más cercano, confirma este sentimiento y declara haber compartido el mismo sueño con
Professor X13. No obstante, la gravedad de los hechos acaecidos hasta ese momento
muestra hacia dónde puede conducir la acción de aferrarse a los extremos. Por otra parte,
de la suma de acontecimientos desencadenados por las acciones de estos oponentes y sus
respectivas consecuencias, ambos aprenden en el desarrollo del proceso, pero en un
momento en que es demasiado tarde. En efecto, sendos mutantes encuentran la muerte
de una u otra manera: Professor X es muerto por Jean en una rebelión de ésta por impedir
que él la siga controlando, y Magneto, en el enfrentamiento mayor entre mutantes de
cada uno de los bandos y humanos, es inyectado con varios dardos de “cura”, por lo que
muere la parte mutante de su ser. En el instante previo a ser fulminado por el poder
mental de Jean, Professor X desvía su mirada hacia Logan, que había intentado vanamente
acercarse a él para ayudarlo, y se percibe la derrota en sus ojos y quizás algo más que
podría ser culpa, remordimiento, arrepentimiento, no se distingue exactamente qué. Por
su parte, Magneto, una vez “curado”, en plena batalla campal, dirige su mirada hacia una
Jean absolutamente descontrolada que está destruyendo todo a su alrededor, y dice: “qué
es lo que he hecho”, mientras se apresura a huir para sacar, lejos de allí, su propio cuerpo,
ahora, totalmente humano.
Tal vez sería posible aplicar a la conducta de Magneto, así como a sus actos y
posteriores consecuencias tanto para él como para todos los afectados (y, por qué no,
también a Professor X) algunas de las ideas que Nietzsche expone en el aforismo 203 de su
obra Más allá del bien y del mal, al expresar:
“…Para enseñar al hombre que el futuro del hombre es voluntad suya, que
depende de una voluntad humana, y para preparar grandes riesgos y ensayos
globales de disciplina y selección destinados a acabar con aquel horrible
dominio del absurdo y del azar que hasta ahora se ha llamado ‘historia’ (…)
será necesaria en cierto momento una nueva especie de filósofos y de hombres
de mando, cuya imagen hará que todos los espíritus ocultos, terribles y
benévolos que en la tierra han existido aparezcan pálidos y enanos. (…) Las
circunstancias que en parte habría que crear y en parte habría que aprovechar
para que aquellos surjan; las sendas y pruebas presumibles mediante las cuales
un alma ascendería hasta una altura y poder tales que sintiese la coacción de
realizar tales tareas; (…) la necesidad de tales jefes, el espantoso peligro de que
puedan faltar o malograrse o degenerar –estas son nuestras auténticas
preocupaciones y ensombrecimientos (…) Existen pocos dolores tan agudos
como el haber visto, el haber adivinado, el haber sentido alguna vez cómo un
hombre extraordinario se apartaba de su senda y degeneraba: pero quien
13
Ver Apéndice 13.
posee el raro ojo que permite ver el peligro como nosotros, ha conocido la
monstruosa casualidad que hasta ahora ha jugado su juego en lo que respecta
al futuro del hombre –¡un juego en el que no intervenía ninguna mano y ni
siquiera un ‘dedo de Dios’!–, (…): ese padece una ansiedad con la que ninguna
otra es comparable, –él abarca, en efecto, de una sola mirada todo aquello
que, con una favorable concentración e incremento de fuerzas y de tareas,
podría sacarse del hombre mediante su selección, él sabe, con todo el saber de
su conciencia, cómo el hombre no está aún agotado para las posibilidades
máximas, y con cuánta frecuencia el tipo hombre se ha encontrado ya frente a
decisiones misteriosas y frente a nuevos caminos: –y sabe más aún, por su
dolorosísimo recuerdo, contra qué cosas miserables ha chocado hasta ahora de
ordinario un ser de rango supremo en evolución, naufragando, rompiéndose,
deshaciéndose, hundiéndose, volviéndose miserable…”, (Nietzsche, 1986, 135137).
Las últimas palabras de este aforismo podrían remitir a la escena final de la
película, que muestra a Magneto, ya vuelto un humano más, sentado en una mesa de
parque, rodeado de humanos que deambulan y pasean, mientras él juega solo una partida
de ajedrez. Por otra parte, la iglesia como institución está ausente en el film, sólo aparece
la imagen del interior de una catedral aparentemente en remodelación, dado que todas
sus estatuas y figuras aparecen cubiertas con lienzos, y se observa escaleras y objetos que
nada tienen que ver con ese espacio. En esa catedral se lleva a cabo el eventual discurso
de un mutante anónimo que intenta organizar a los de su especie 14, y que posteriormente
será interrumpido por Magneto, que se hallaba presente, el cual divide el grupo tras
persuadir a varios para que se unan a su hermandad. Este panorama denota que, en el
momento de crisis social imperante, la casa de Dios se hallaba vacía.
En cuanto a la caracterización de cada uno de estos personajes podría
catalogárselos desde la distinción que realiza Nietzsche entre “lo dionisíaco” y “lo
apolíneo”. Este autor distingue estos conceptos a partir de la correspondencia de los
mismos con los dioses griegos Apolo y Dionysos, conforme a los siguientes rasgos:
“…El primero es el símbolo de la serenidad, de la claridad, de la medida, del
racionalismo; es la imagen clásica de Grecia; en lo dionisíaco, en cambio,
encuentra lo impulsivo, lo excesivo y desbordante, la afirmación de la vida, el
erotismo, la orgía como culminación de ese afán de vivir, de decir ¡sí! a la vida,
a pesar de todos sus dolores…” (Nietzsche en Marías, 1974, 352).
Por la forma de conducirse, ambos líderes encarnarían cada uno de ellos una de
estas dos formas: Professor X, lo apolíneo, y, Magneto, lo dionisíaco. Professor X
representa lo apolíneo, en tanto busca mantener el orden de su comunidad, la armonía y
14
Ver Apéndice 5.
la tolerancia entre mutantes y humanos, también se encarga de la educación de sus
pupilos para hacerles ver las implicancias éticas de tener y hacer uso de un gran poder 15,
de la serenidad de los mutantes que tienden a desbordarse (como en el caso de Jean) 16,
intentando, en todo momento, ejercer el control en la justa medida para evitar los
excesos a los que puede tender un mutante que no puede manejar su innato poder. Por
otra parte, Magneto representa lo dionisíaco, pues lleva todo al límite, se excede él en sus
dones sin ver las consecuencias (son ejemplos de ello: la escena en que ataca al camión
blindado que transportaba a Mystique detenida, y otra en que manipula un puente, con
autos transitando en él, para desviarlo hacia la isla donde se halla “la cura”), y también
permite a sus seguidores excederse. Magneto ve desbordada a Jean y parece disfrutar de
asistir al espectáculo de su desborde, y, en una ocasión, le expresa: “Quiero que seas lo
que eres. Como te hizo la naturaleza”17. Este mutante evita cualquier tipo de control hacia
el poder innato de los suyos, sin embargo, él mismo ejerce el control sobre ellos y utiliza el
poder sobrehumano de los mismos, en todas sus formas y en toda su extensión, para
conseguir sus propios fines, los que contemplan la posibilidad de poblar la tierra con una
especie humana superior.
La postura científica: una cura para liberar a los mutantes de su enfermedad
No obstante la relevancia de los conflictos ideológicos de los líderes mutantes, el
detonante de todos los conflictos de la película es el hallazgo de una cura para eliminar el
gen mutante X del sistema de sus poseedores, la cual consiste en una vacuna que, de ser
aplicada, volvería humanos normales a todos los mutantes de la tierra, liberándolos, así,
de su supuesta “enfermedad”. Al menos así es como se cataloga el rasgo de distinción en
cuestión desde el punto de vista de la ciencia, representada aquí por la labor de la
empresa farmacéutica “Worthington Labs” que se adjudica el descubrimiento de la cura, y
que trabaja para desarrollarla a gran escala.
En la escena correspondiente al discurso público emitido por el Dr. Warthingon18 y
transmitida por televisión, los mutantes asisten al develamiento científico que puede
cambiar sus vidas. Este discurso es realizado antes de que el Laboratorio se reúna a
discutir el tema con el gobierno u otras instituciones, por lo que el profesional de ciencia
emite directamente su punto de vista de la situación, lo que genera distintas reacciones
en la comunidad de mutantes. De haberse realizado un debate previo a este discurso
entre las instituciones interesadas, tal vez el resultado hubiese sido otro. Volviendo a los
aportes de Fernando Broncano, éste, refiriéndose a las controversias como posible
solución de dilemas, discurre lo siguiente:
15
Ver Apéndice 3.
Ver Apéndice 7.
17
Ver Apéndice 12.
18
Ver Apéndice 4.
16
“…Las controversias (…) no son solamente formas maduras de desarrollo
científico y tecnológico, son también formas maduras de desarrollo
democrático: algunas sociedades en momentos específicos deciden someter a
discusión las alternativas científicas y tecnológicas. En estas microinstituciones
cabe una actitud ‘altruista’, la del que está dispuesto a convencer o ser
convencido en virtud de las propiedades racionales del acto conversacional en
el que se ha embarcado y una actitud ‘egoísta’, la del que está dispuesto a
convencer al otro utilizando estrategias de propaganda o poder, por ejemplo,
cambiando su estado cognitivo mediante promesas, amenazas, u otros
mecanismos implícitos en la retórica…”, (Broncano en Minhot y Torrano, 2009,
187 y 188).
En el caso que se presenta en la película, hay sólo un laboratorio que ha
investigado y obtenido resultados favorables para desarrollar la cura. Sin embargo, resulta
interesante la actitud del científico en su discurso, pues, desde su punto de vista humano,
pretende, por un lado, ocultar las diferencias considerando que los mutantes “son
personas como nosotros”, y, por otro, tratar sus rasgos de distinción como una “aflicción”,
la cual “no es más que una enfermedad”, más precisamente “una anomalía de la función
celular normal”, palabras éstas que resultan ofensivas a un no menor número de
mutantes. El resto de su parlamento contiene palabras claves, tales como: “esperanza”,
“prisión”, “libertad”, “respuesta” y “cura”, las que al ser escuchadas quedan resonando en
los oídos, y de esta manera cumplen su función dentro de un mecanismo implícito en la
retórica, al que hacía alusión Broncano más arriba, que podría contener el siguiente
propósito subyacente: Hacer creer a los mutantes que son humanos que están enfermos
pero que hay una esperanza para salir de la prisión de su estado mutante, y que esa tan
ansiada libertad será posible gracias a la respuesta que el laboratorio ha encontrado al
problema, la cual consiste en la cura de su enfermedad. Cabe destacar que la supuesta
“anomalía” consiste en poseer un poder sobrehumano. De esta manera, se observa cómo
la actitud aparentemente altruista del científico oculta su verdadera actitud egoísta, ya
que pasa por encima del sentido de la individualidad y de las convicciones que pueden
formar parte de la identidad de un mutante como tal.
Broncano, al analizar las posibles estrategias de solución de dilemas, afirma:
“…La ciencia y la tecnología (…) son instituciones en las que los procesos
comienzan por problemas y terminan en decisiones. En el caso de la ciencia las
decisiones son esencialmente epistémicas, en la tecnología son también y sobre
todo prácticas. Pero en ambos casos son decisiones colectivas sometidas a
tensiones entre las constricciones por las que consideramos que las decisiones
son legítimas. Estas constricciones son las que determinan las formas en las que
se produce la decisión y las estrategias de coordinación de intereses. Las
situaciones en las que están implicadas decisiones bajo dilemas de bienes
públicos ponen de manifiesto rápidamente estas tensiones de coordinación…”,
(Broncano en Minhot y Torrano, 2009, 176).
A su vez, el mismo autor distingue cuatro tipos de estrategias de coordinación de
intereses, a saber: la estrategia tecnocrática, la de mercado, la de justicia distributiva, y la
que contempla la participación colectiva. De estas, presenta relevancia la estrategia
tecnocrática –la cual se basa en la imposición gubernamental–, dado que resulta ser la
más aplicable al presente caso de análisis, puesto que la misma, según palabras del autor:
“…se fundamenta y legitima, además de su propia legitimidad como autoridad,
en los informes de los expertos, generalmente pertenecientes a las empresas
implicadas (…). En esta aproximación en estado puro, la participación pública es
indeseable o es vista como un mal inevitable que hay que sortear. Se considera
que las reacciones ciudadanas son siempre fruto de miedos irracionales que no
consideran los bajos niveles de riesgo y se confía en que la oposición
desaparecerá cuando el público se acostumbre a la nueva tecnología…”
(Broncano en Minhot y Torrano, 2009, 177).
En efecto, si bien la aplicación de la cura es voluntaria según pregón del gobierno,
el hecho de haber tomado éste la decisión de convertirla en un arma –en principio, para
custodiar mutantes considerados una amenaza para la sociedad, más tarde, para vigilar y
prevenir posibles altercados entre los mutantes que manifiestan públicamente su rechazo
hacia la aplicación de la cura, y, finalmente, para reprimir a los mutantes sublevados–
genera temor en la comunidad mutante, la cual intenta organizarse y formar comités para
dialogar con el gobierno19.
Las repercusiones en la comunidad mutante son diversas: algunos se alegran,
como Rogue, quien abandona la mansión-escuela para someterse a recibir la cura, al estar
convencida de obtener así una mejor calidad de vida, dado que su poder le impide tocar a
los demás20; por el contrario, otros manifiestan su descontento a través de movilizaciones
que se sitúan en la vereda de enfrente a la fila que forman los mutantes que han optado
por recibir la cura. La imagen de esta escena es significativa, pues los manifestantes que
exhiben sus pancartas de rechazo a la cura son custodiados, en un principio, por policías y
luego asediados por un considerable grupo de soldados provistos de armas de plástico
(debido a que algunos mutantes controlan el metal con su poder) cargadas con cartuchos
de dardos conteniendo vacunas de la cura. La paradoja que conlleva esta imagen es que la
fuerza militar no carga armas con balas mortíferas, pues su objetivo no es matar a los
mutantes que se sublevan, sino curarlos para anular sus poderes, lo cual, para un mutante
que se siente identificado con su naturaleza y defiende sus derechos de permanecer como
tal, significa, prácticamente, la muerte.
19
20
Ver Apéndice 5.
Ver Apéndice 11.
Prosiguiendo con el análisis del caso desde el punto de vista de la estrategia
tecnocrática propuesta por Broncano, éste agrega que:
“…aún en el caso de que la autoridad no tenga la menor sospecha de
ilegitimidad, aún si los expertos llevan toda la razón, tiene un problema de
costos sociales que con el tiempo se convierten en insoportables: el público lego
simplemente no cree a los expertos y no cree en la voluntad imparcial de las
autoridades. El problema de la imposición es (…) que produce consecuencias
indeseables no buscadas: disminuye la confianza en los sistemas de
representación y la confianza en la autoridad técnica de los expertos…”,
(Broncano en Minhot y Torrano, 2009, 178).
Efectivamente, la decisión del gobierno de convertir la cura en un arma sin debatir
el tema con el Dr. Henry Mc Coy, diplomático que defiende los derechos de los mutantes,
genera desconfianza en él. Este mutante opera como nexo entre la comunidad mutante y
la autoridad gubernamental, ya que cumple funciones como Secretario del Departamento
de Asuntos Mutantes, dependiente del gobierno, rol que le otorga acceso a toda la
información relacionada a su departamento. Por tal motivo, el ocultamiento de la recién
referida decisión lo lleva a renunciar a su cargo 21 y a unirse al grupo de mutantes
seguidores de Professor X, pues, por sus conocimientos de la situación imperante, espera
el advenimiento de una batalla sin precedentes.
Ya antes de la renuncia a su cargo, Henry Mc Coy mostraba una actitud oscilante
respecto de la opción de la cura para los mutantes, tal vez debido a un aparente conflicto
interno que pareciera hacerlo dudar y mantenerlo en un constante estado de indefinición
que respondería al siguiente posible planteo de su situación: defiende los derechos de los
21
Ver Apéndice 9.
mutantes, pero él ¿prefiere ser mutante o humano? Así, su posición de mediador entre el
gobierno (de humanos) y los mutantes parece proyectarse al interior de su ser,
sumiéndolo en una dicotomía que le impide resolver su identidad. También en su cargo
público operaba como puente entre el gobierno y la ciencia. Bajo el ejercicio de esta
función llega hasta los Laboratorios Worthingon para interiorizarse de las implicancias del
desarrollo de la cura, teniendo en cuenta que la fuente de la misma es un niño mutante.
En esa visita22 Mc Coy conoce a Jimmy, el niño fuente de la cura, cuyo don consiste en
anular los poderes de todo mutante que se le acerca y mantiene esa cercanía. El
diplomático acerca su mano al niño y experimenta en ella la sensación de ser humano. La
expresión de su rostro al ver su mano vuelta humana denota que la experiencia lo
conmociona internamente, pero, atento al rol que lo enviste, opta por alejar la mano y
continuar con su trabajo de inspección, no sin antes agradecer al niño por mostrarle su
poder, agradecimiento que, por otra parte, denota sinceridad más que formalidad. La Dra.
Rad, que opera de guía dentro de los laboratorios, parece percibir la emoción de Mc Coy,
impresión que luego compartirá con el Dr. Worthington23 a manera de disipar temores
con respecto a posibles trabas del gobierno en cuanto a usar al niño en el desarrollo de las
vacunas.
Clonación de un mutante: espacio disponible para hablar de “zoética”
Las demandas de información del Secretario Mc Coy hacia la Dra. Rad en su visita a
los Laboratorios Worthington incluyen la explicación de la forma en que se desarrollará la
cura y cuánto tiempo tendrán recluido al niño en ese lugar, a lo que la Dra. Rad explica
que la permanencia de Jimmy durará hasta que se obtenga el mapa de su ADN y puedan
clonarlo exitosamente. Esta respuesta de la doctora pasa casi desapercibida en la trama
del film. De hecho, Mc Coy no reacciona ante las implicancias de lo que la mujer acaba de
pronunciar. Inmediatamente después de estas palabras de la Dra. Rad, ambos entran a la
habitación del niño, por lo que, quizás debido a su conmoción interna luego de su
momentánea experiencia humana, Mc Coy no se percata del destino que le espera a
Jimmy y a su incierta cantidad de clones hasta que den con uno digno de ser considerado
“exitoso”. De esta manera, la conducta del diplomático deja traslucir, tal vez, cierta
insuficiencia para ejercer su rol como defensor de los derechos de los mutantes en forma
eficiente, pues hace caso omiso del tema; al menos, así se lo percibe en la pantalla.
Tampoco repercute el tema, más allá de las palabras de la doctora, en el resto de la
película. ¿Será, tal vez, porque clonar un ser mutante no es lo mismo que clonar un ser
humano? La falta de tratamiento de esta temática en la trama del film parecería sugerirlo.
Entonces, ¿qué lugar ocupa cada uno de ellos en virtud de su diferencia?
Andrea Torrano, en su abordaje del tema “la máquina antropológica”, menciona a
Sócrates y a Aristóteles como exponentes opuestos en cuanto a su concepción de la
22
23
Ver Apéndice 6.
Ver Apéndice 8.
relación entre el animal y el hombre. Según la autora, mientras que Sócrates: “…señala
una diferencia radical entre el animal y el hombre (…), el único ser de la naturaleza que
puede conocerse a sí mismo…” (Torrano, 2009, 113), Aristóteles, en cambio, como parte
del grupo de los que reconocen una continuidad o proximidad entre el hombre y el
animal, postula que: “…el alma es lo que anima el principio de la vida, sea esta humana,
animal o vegetal. Es viviente lo que se mueve por sí mismo, lo que posee su principio de
cambio o de movimiento –o la ausencia de ambos– por esencia o por accidente…”
(Torrano, 2009, 313). La misma autora, como forma de interpretación de las palabras de
Aristóteles, agrega: “…Esto significa que no habría una diferencia esencial entre el hombre
y el animal, sino más bien una diferencia en cuanto a su lugar en la naturaleza, lo que
implica una jerarquía del hombre en relación a los demás vivientes…” (Torrano, 2009, 313).
De intentarse aplicar esta idea a la distinción entre mutantes y humanos, el ejercicio
conllevaría cierta dificultad, en razón de que el ser mutante posee poderes que lo vuelven
sobrehumano, lo cual lo situaría en una jerarquía superior en relación al hombre y a los
demás seres vivos, hecho que parece desplazar la frontera en cuestión, ya no entre el
hombre y el animal, sino entre el mutante y el hombre. Así, vista la diferencia desde un
esquema de jerarquías, la superioridad del ser mutante vuelve paradójica la postura de la
ciencia en la película, puesto que pregona la cura a una enfermedad que consiste en ser
superior al hombre normal, esto sería: curar al mutante para que retroceda hacia un
estado de inferioridad.
Por consiguiente, y en un intento de responder a la primera de las preguntas
planteadas más arriba, si clonar un humano, sea cual sea la finalidad, tendría mucha más
repercusión (o no) dentro de la película, y sería, tal vez, calificado el hecho como una
aberración, un hecho inmoral, etc., la clonación de un mutante debería tener las mismas
repercusiones o más, de tener en cuenta su nivel superior en la jerarquía antes
considerada a partir de la idea postulada por Aristóteles. Sin embargo, en la película, la
desestimación del hecho parece indicar que la clonación de un mutante no reviste la
misma importancia que la clonación de un humano, ni tampoco despierta conflictos
morales, y, por lo tanto, no provoca ninguna repercusión. En síntesis, siendo que el
mutante posee rasgos que lo vuelven un ser superior, se lo trata como si fuera un ser
inferior, más aún, un enfermo.
La autora antes citada también trae a consideración los aportes de Giorgio
Agamben en su análisis de la distinción entre el hombre y el animal. Torrano observa:
“…Para este autor el hombre siempre ha sido pensado como separado de lo no
hombre y, correlativamente, el animal de lo humano. Con la noción de
‘máquina antropológica’ Agamben designa al mecanismo encargado de
producir lo humano a través de la oposición entre el hombre y el animal (…)
esta máquina funciona necesariamente mediante una exclusión y una inclusión.
‘Porque lo humano está siempre presupuesto, la máquina produce en realidad
una especie de estado de excepción, una zona de indeterminación en el que el
afuera no es más que la exclusión de un adentro y el adentro, a su vez, una
inclusión de un afuera’ (…) el denominado ‘espacio de excepción’ es una zona
vacía, con lo cual, lo humano que se produce es más bien un lugar de decisión
que constantemente se actualiza y que por ello las cesuras se encuentran
siempre desplazadas. (…) lo que este espacio de excepción obtiene no es ni una
vida animal ni una vida humana, sino sólo una vida separada y excluida de sí
misma…”, (Torrano, 2009, 314 y 315).
En el intento de ubicar al ser mutante en algún lugar, la propuesta de Agamben
resulta un poco más inquietante que la de Aristóteles, puesto que lleva a pensar que, si el
mutante, en virtud de sus rasgos distintivos, forma parte de lo “no hombre”, significaría
que, en el funcionamiento de la máquina antropológica, este ser quedaría excluido, y,
conforme a la capacidad de desplazamiento del espacio de excepción, y al hecho de que el
lugar de lo humano se actualiza constantemente, existiría el riesgo de que el mutante
ocupe el lugar del humano en algún momento, y éste quede excluido momentáneamente
para pasar, luego, a ocupar, tal vez, el lugar de alguna forma de infra humanidad. Si este
fuese el caso, no estaría tan errada la actitud despectiva de Magneto hacia los que él
denomina “homo sapiens”. Quizás por este motivo, e intuyendo este peligro, desde la
postura de la ciencia prefiere considerarse al mutante “una persona como nosotros”, es
decir, aunque enfermo, hombre al fin.
Andrea Torrano también rescata de Agamben la distinción que este filósofo realiza
entre zoé y bíos, ambos, términos griegos que aluden a la vida pero desde distintos
ángulos. Los mismos quedan definidos de la siguiente manera: “…Mientras que zoé
expresa el hecho de vivir, común a todos los seres vivos; bíos indica la forma de vivir propia
de un individuo o grupo. Esta última no se refiere a la simple vida natural, sino a la vida
cualificada, a un modo de vida particular…” (Torrano, 2009, 315). Asimismo, la autora
explica el punto al que el pensador pretende arribar, como sigue:
“…Lo que señala Agamben es que en el mundo clásico la vida natural estaba
excluida de la vida cualificada (…) y era recluida a la vida reproductiva en el
ámbito del oîkos, no de la polis. Por el contrario, lo que caracteriza a la
modernidad es que la vida natural empieza a ser incluida en los mecanismos y
cálculos de poder estatal y la política se convierte en biopolítica...”, (Torrano,
2009, 315).
Por otra parte, la misma autora observa la estrecha relación que se establece entre
vida y política con el desarrollo de la biología y la medicina, denominada por Foucault “la
era del bio-poder”, que contempla lo siguiente: “…el conjunto de mecanismos por medio
de los cuales aquello que, en la especie humana, constituye sus rasgos biológicos
fundamentales podrá ser parte de una política…” (Torrano, 2009, 309). Así, mientras en la
época clásica (antes del S. XVIII, antes de la revolución francesa y antes de la época
iluminista) se implementaba una filosofía política cuyas premisas eran “dejar nacer” y
“hacer morir” a la sociedad, en la época moderna, después de la revolución francesa, esta
dupla se revierte y pasa a ser: “hacer nacer” y “dejar morir” a la sociedad (Apuntes de
Cátedra Filosofía, 2010). En la era moderna se hace posible el ejercicio del poder sobre la
vida, debido a que están dadas las condiciones de acceso a instrumentos técnicos que
permiten hacer surgir, desarrollar y aumentar la vida (Torrano, 2009). Como ejemplos de
ello, Torrano menciona: “…la higiene pública surgida en el siglo XIX, en la actualidad las
técnicas de fecundación in vitro, la manipulación genética mediante células madre, los
trasplantes de órganos, etc...” (Torrano, 2009, 309); además, siguiendo a Foucault, la
autora agrega:
“… Esta nueva racionalidad de poder sobre la vida se ejerce a través de dos
tecnologías: la disciplina que consiste en la vigilancia continua, el
adiestramiento y la corrección de los individuos para su utilización económica y
su docilidad política, y la biopolítica que consiste en la administración y
regulación de poblaciones, en tanto conjunto de seres vivientes, sometidos a
procesos de cálculo y estadística. (…) Estas tecnologías de poder ‘determinan la
conducta de los individuos, los someten a cierto tipo de fines o de dominación, y
consisten en una objetivación del sujeto’ (…). La vida, en la formulación
foucaultiana del biopoder, es la propiedad que determina la actividad del
hombre ya que el cuerpo viviente –tanto el cuerpo individual como el cuerpo de
la población– es el objeto del poder, un poder que lo modifica, lo controla y lo
regula. Pero lo que diferencia a ambas tecnologías es que mientras el poder
disciplinario se centra en el cuerpo-máquina, la biopolítica se ocupa del cuerpoespecie, es decir, del hombre en tanto ser vivo y soporte de procesos
biológicos…”, (Torrano, 2009, 309 y 310).
En la película analizada, podemos observar que el poder gubernamental lleva a
cabo acciones que contemplan la instrumentación de ambas tecnologías para el control y
la regulación de la parte de la sociedad que corresponde a la población mutante. Así, a
través del poder disciplinario, el gobierno vigila y sanciona (con la cura) a todos aquellos
cuyo comportamiento es considerado fuera de los límites establecidos, lo que
corresponde a una regulación del cuerpo-máquina; y, por otra parte, en términos de
“biopolítica”, ejerce el poder para controlar (y socavar) las propiedades biológicas del
mutante en tanto especie, o sea, bajo una regulación centrada en el cuerpo-especie. Con
la implementación de las medidas de salud impulsadas por el ámbito científico, y
aceptadas tácitamente por el gobierno, conforme a la consideración del ser mutante
como enfermo, se pretende dominar al mismo a través de la anulación de sus poderes y su
posterior conversión, ya curado, en ser humano normal. Aquí, la objetivación del sujeto
opera no sólo a nivel general, es decir, de toda la población mutante, sino también a nivel
particular, dado que, el niño cuyo don se ofrece como fuente de cura es objetivado al
extremo porque, no sólo permanece recluido para su estudio en los Laboratorios
Worthington (otrora, Cárcel Alcatraz), sino que, además, se avizora para él, en ese
momento, un futuro en el que su cuerpo será sometido a pruebas de clonación para
extender, en tiempo y cantidad, la cura para el mayor número de mutantes posible, tanto
presentes como futuros.
La manipulación de Jimmy, tanto de su cuerpo, como de sus genes, da lugar para
introducir el tema de la bioética. Existen límites que merecen ser respetados en las
ciencias, sobre todo en la biología. Tratándose de humanos siempre aparece de relieve un
conflicto de valores, el cual abarca los conceptos de “benignidad”, que estipula “no dañar
a otro”, y “beneficencia”, que tiene que ver con “ayudar a otro”. Por otra parte, en
cuestión de ayuda es necesaria la existencia de cierta capacidad de liberalidad por parte
del ayudado (Apuntes de cátedra Filosofía, 2010). En el film, con la supuesta pretensión de
ayudar al “hombre” mutante a curar su enfermedad, se está dañando a un niño mutante
inocente, y sus futuros clones, de existir, independientemente de su categoría de exitosos
o no, correrían la misma suerte. Cabe destacar que la existencia de un conflicto de valores,
aquí, sería perfectamente posible si consideramos que el ser mutante posee una parte
humana y otra que, a la vez, lo diferencia del hombre concebido como tal, pero que, en
todo caso, no es una parte enferma, sino diferente. Por otra parte, y al margen de
cualquier postura a nivel individual del espectador, dentro del mundo de la película, tanto
el gobierno como el ámbito científico consideran al mutante como un humano, por lo que,
una vez más, los valores deberían pujar de alguna manera. Sin embargo, y en vista de la
dominación del mutante en vez de su ayuda, este conflicto es prácticamente nulo del lado
de los humanos que ejercen el poder de manipulación; pero también lo es del lado de los
mutantes (concentrados en la figura del Dr. Mc Coy como defensor de sus derechos), los
cuales hacen caso omiso de la situación de Jimmy.
Acerca de la biogenética y sus implicancias, Slavov Zizek reflexiona lo siguiente:
“…La consecuencia principal de las revoluciones biogenéticas actuales es el
hecho de que los organismos naturales han pasado a ser objetos susceptibles
de manipulación. La naturaleza –humana e inhumana– es ‘desustancializada’,
es despojada de su impenetrable densidad, de eso que Heidegger llamaba
‘tierra’. (…) Reduciendo a un ser humano a un objeto natural cuyas propiedades
son alterables, no perdemos (sólo) humanidad; perdemos la naturaleza
misma…” (Zizek, 06-06-2003).
Efectivamente, el ser mutante perdería su naturaleza como tal con la cura. Tal vez
un argumento del gobierno podría ser que, en el proceso de cura, el mutante ganaría
humanidad, pero no se trata de desplazar la línea que separa su parte humana de su parte
mutante hasta hacer desaparecer esta última, con la mera finalidad de dominación de una
naturaleza que resulta amenazante por su superioridad, sino que se trata de lo que el
mutante siente en cuanto a su identidad y al lugar que prefiere ocupar como individuo
dentro de una sociedad que los contiene a todos: humanos y mutantes.
Tanto la manipulación y la utilización del mutante Jimmy en su carácter de fuente
de la cura, como su clonación, como el manejo del gobierno de toda la situación
relacionada con la aplicación de la cura merecerían una perspectiva ética que observe la
forma en que se tratan las cuestiones relacionadas con la vida, dentro del film.
Obviamente, esta perspectiva ética estaría encuadrada dentro de la bioética. No obstante,
teniendo en cuenta que el control que se ha ejercido ha sido sobre el ser mutante en
tanto especie, es decir, sobre su vida natural, o sea sobre la zoé, tal vez sería más
adecuado hablar de zoética.
Conclusión
La perspectiva desde la que se llevó a cabo este análisis es sólo una entre las tantas
posibles, en virtud de la diversidad temática que ofrece la película analizada. En efecto,
aún los temas filosóficos hasta aquí analizados no agotan el contenido del film; sin ir más
lejos, podría ahondarse aun más en la temática del poder desde los distintos frentes que
operan en la trama. No obstante, lo hasta aquí expuesto ha pretendido mostrar
cuestiones relacionadas entre sí, y que giran, principalmente, en torno al tema de la
ciencia y a sus posibles implicancias políticas y éticas, así como también al tratamiento de
las diferencias intercomunitarias en el marco de un mundo de ficción, pero que
constituyen cuestiones nada menores en el mundo real. La realidad despliega una
compleja red en cuya trama interactúan seres que, en mayor o menor medida, se hallan
en continua pugna con los demás y consigo mismos por encontrar y defender su lugar, por
encontrarse y defender su identidad y, por ende, su grupo de pertenencia, por decidir por
sí mismos hasta donde llega el límite que los separa de los otros, por decidir si mantener
ese límite o no, por definir hasta donde son capaces de soportar una situación dolorosa.
De esta manera, en el mundo real los conflictos adquieren otro matiz: ya no se trata de
personajes con poderes especiales que los hacen diferentes y superiores al común de la
gente sino de personas que son simplemente diferentes o que están destinadas a vivir una
situación que las diferencia del resto de las personas, y que suelen padecer, a menudo, las
implicancias de esa diferencia.
APÉNDICE
El siguiente apartado se compone fundamentalmente de la transcripción textual de
los diálogos mantenidos en la película de referencia (en su versión traducida al castellano),
y que son considerados relevantes para una mejor observación de las vinculaciones que se
han pretendido mostrar en el presente trabajo. El texto entre paréntesis corresponde a
acotaciones producidas en función de la observación directa de la escena en cuestión; la
introducción del mismo pretende brindar una mejor interpretación de los factores
externos al lenguaje mismo puestos en juego en la comunicación, y que acompañan el
discurso de los personajes.
1. Diálogo entre Professor X (Charles Xavier) y Magneto (Eric Lehnsherr)
Esta escena tiene el subtítulo “Hace 20 años” y transcurre en una época en que
ambos personajes aún eran amigos y compartían la misma preocupación por la situación
de los mutantes en la tierra, aunque, como se percibirá en el diálogo, ya manifiestan cierta
tensión por diferencias ideológicas. La escena transcurre afuera de la casa de Jean Grey,
en el trayecto de camino entre el automóvil que los condujo hasta allí y la puerta de la
casa de la mutante, la cual, en ese momento, aún era una niña.
MAGNETO: Todavía no entiendo que hago aquí. ¿No puedes obligarlos a decir
que sí?
PROFESSOR X: Podría, pero no es mi estilo. Y tú mejor que nadie deberías saber
lo que pienso sobre el abuso del poder.
MAGNETO: El poder corrompe, todo eso. Sí, lo sé (con actitud de hastío).
¿Cuándo dejarás de sermonearme?
PROFESSOR X: Cuando me hagas caso. Estás aquí porque te necesito.
MAGNETO: ¿No tenemos que conocerlos a todos en persona, o sí?
PROFESSOR X: No, esta es especial.
2. Diálogo entre los padres de Jean y los mutantes líderes (Professor X y
Magneto), y luego entre éstos y Jean.
Esta escena continúa a la inmediata anterior y transcurre una vez dentro de la casa
de Jean Grey. Se observa a los padres viendo un folleto titulado “Escuela para niños
superdotados”, entregado en mano por los recién llegados.
MADRE: Que hermoso lugar. ¿No lo crees Tom?
PADRE: Me gusta lo del folleto pero, ¿qué hay de Jean? ¿Qué hay de su…
enfermedad?
MAGNETO: ¿Enfermedad? ¿Cree que su hija está enferma Sr. Grey? (Con
expresión en el rostro de desconcierto y enojo).
PROFESSOR X: (interrumpiendo a Magneto) Tal vez sea mejor que hablemos
con ella, a solas.
MADRE: (mirando hacia arriba) ¿Jean? ¿Puedes bajar, hija?
(Jean baja las escaleras y se sienta frente a los dos mutantes, imagen que
resulta representativa puesto que la niña es la mutante de más alto nivel de
poder conocida hasta ese momento y continuará siéndolo durante el resto de
la película. En un plano alegórico, podría interpretarse como que ella debe
bajar al nivel de los líderes, que son inferiores a ella, para poder entenderse
con ellos. Asimismo, lo que sigue en el diálogo deja traslucir las actitudes que
los tres personajes mantendrán a lo largo del tiempo, a saber: Jean haciendo
alarde de un poder que no está segura de saber controlar; Professor X
haciendo contacto mental con ella, ahora para regañar su comportamiento, y,
más tarde, para controlar su desenfreno psíquico; y Magneto, obnubilado por
el poder de la niña)
PADRE: Los dejamos solos.
PROFESSOR X: (se dirige mentalmente a Jean) Es de mala educación leer
nuestros pensamientos sin permiso.
MAGNETO: ¿Creías que eras única en el mundo, jovencita?
PROFESSOR X: Somos mutantes, Jean. Somos como tú.
JEAN: ¿En serio? Lo dudo mucho. (Con actitud soberbia).
(La niña mira por la amplia ventana y, con su mente, hace levitar todos los
autos y otros elementos que se hallan fuera de la casa)
MAGNETO: Ah… Charles. Esto me gusta.
PROFESSOR X: Tienes más poder del que imaginas, Jean. La pregunta es:
¿podrás controlar ese poder? (en ese momento Jean deja caer autos y demás
objetos al suelo con todo su peso) ¿O él te controla a ti?
3. Clase de Ética dictada por el Profesor Charles Xavier a sus pupilos mutantes.
La escena transcurre en el presente de la historia en la mansión-escuela que lidera
el profesor y que alberga a todos los mutantes que quieren permanecer en ella.
PROFESSOR X: Cuando un individuo adquiere gran poder, el uso o el abuso de
ese poder lo es todo. ¿Lo usará para hacer el bien o lo usará con fines
personales o destructivos? Esa es una pregunta que todos debemos hacernos.
¿Por qué? Porque somos mutantes. Para los psíquicos esto representa un
problema. ¿Cuándo es aceptable usar nuestro poder y en qué momento
cruzamos esa línea invisible que nos convierte en tiranos hacia el prójimo?
KITTY (una alumna): Pero Einstein dijo que la ética es una inquietud exclusiva
del hombre sin una autoridad superior que la imponga.
PROFESSOR X: Pero Einstein no era mutante. (Risas) Hasta donde sabemos.
A continuación el profesor presenta un caso en video como ejercicio de análisis.
DRA. MC TAGGERT (en el video): (mientras muestra a un hombre recostado y
conectado a unos aparatos en una cama de hospital) Este hombre nació sin
funciones cerebrales avanzadas. Sus órganos y sistema nervioso funcionan pero
no tiene conciencia como tal.
(Fin de la reproducción del video.)
PROFESSOR X: ¿Qué pasa si transferimos la conciencia de una persona, yo diría:
un padre con cuadro de cáncer terminal al cuerpo de este hombre? ¿Cómo
decidimos lo que está dentro del límite de la conducta ética y lo que… (el
profesor interrumpe la clase porque percibe algo que ocurre afuera de la
mansión).
4. Diálogo entre el secretario del Departamento de Asuntos Mutantes, Hank (Dr.
Henry Mc Coy – Beast), el Profesor Charles Xavier y algunos mutantes mayores
residentes de la mansión-escuela (Logan, Storm y Rogue).
Llega a visitar la escuela Hank, el diplomático que representa a la comunidad de
mutantes en el gobierno. Este mutante es un hombre completamente azul y cubierto de
pelos, aunque, debido a sus funciones, viste traje y corbata.
HANK: Una farmacéutica desarrolló un anticuerpo mutante. Una forma de
suprimir el gen mutante “X”.
LOGAN: ¿Suprimir?
HANK: Para siempre. Dicen que es una cura.
(Silencio un tanto prolongado. Todos se miran entre sí).
STORM: ¡Qué tontería! (actitud de enojo) ¡No hay cura para un mutante!
(levantando la voz).
HANK: Científicamente…
STORM: (interrumpiendo) ¡¿Desde cuándo somos un trastorno?! ¡¿Cómo
pueden pensar que…
PROFESSOR X: (interrumpiendo) Storm, lo están anunciando.
Se transmite por televisión el discurso del Dr. Worthington, propietario de la
empresa farmacéutica que descubrió “la cura” para los mutantes. Este científico realiza su
discurso en la legendaria y otrora Cárcel “Alcatraz”, lugar donde se encuentra instalado el
laboratorio que trabaja en el desarrollo de las vacunas para anular el gen mutante del
sistema de aquellos que lo poseen.
DR. WORTHINGTON: Estos mutantes son personas como nosotros. Su aflicción
no es más que una enfermedad. Una anomalía de la función celular normal.
Hoy estoy aquí para decirles que hay esperanza. Y este lugar, que fue la prisión
más famosa del mundo será la fuente de libertad para todos los mutantes de la
tierra. Damas y caballeros: me complace presentarles la respuesta a la
mutación. Al fin, tenemos una cura. (Con la mano en alto, sostiene una probeta
conteniendo “la cura”).
(Fin de la transmisión por televisión).
STORM: ¿Quién querría esa cura? (Prosigue actitud de enojo) ¿Qué clase de
cobarde la tomaría para encajar en la sociedad?
HANK: ¿Acaso es cobarde intentar salvarse de la persecución? No todos
encajamos fácilmente. Tú no dejas pelos en los muebles.
LOGAN: Imagino que el gobierno contribuyó a crear esto.
HANK: Te aseguro que el gobierno no tuvo nada que ver.
LOGAN: Siempre dicen lo mismo. (Mirada hostil hacia Hank).
HANK: Peleo por los derechos de los mutantes desde antes de que tuvieras
garras, niño.
LOGAN: ¿Acaso me llamó niño?
Irrumpe en escena la mutante Rogue, quien había visto el discurso por TV con
esperanza en los ojos, distendiendo, con su entusiasmo, el clima de tensión entre Logan y
Hank.
ROGUE: ¿Es cierto? ¿Hay una cura?
PROFESSOR X: Sí, Rogue. Al parecer es cierto.
STORM: No, Profesor. No hay cura. (Ahora, dirigiéndose a Rogue) ¿Sabes por
qué? Porque no hay nada que curar. No estás enferma. Ninguno lo estamos.
5. Discurso de un mutante a una congregación de su misma especie, en la que se
halla Magneto.
UN MUTANTE: ¿Cómo debemos responder como mutantes? Esta es mi opinión:
lo importante es organizarnos. Llevar nuestras quejas a la gente apropiada.
Necesitamos formar un comité y hablar con el gobierno. No lo entienden. No
saben lo que significa ser mutante. Tenemos que mostrarles, educarlos,
hacerles saber que aquí nos vamos a quedar. (Es interrumpido por
murmuraciones de los oyentes). Escuchen. No nos tomarán en serio, a menos
que…
OTRA MUTANTE: Quieren exterminarnos.
UN MUTANTE: Esta cura es voluntaria. Nadie está hablando de exterminación.
MAGNETO: Nunca hablan de hacerlo. Sólo lo hacen. Y ustedes siguen con sus
vidas ignorando las señales a su alrededor. Hasta que un día sin viento cuando
ha caído la noche van a buscarnos. Entonces se dan cuenta de que mientras
hablaban de organizar comités, el exterminio ya ha comenzado. No lo duden ni
por un momento. Ellos darán el primer golpe. Nos obligarán a tomar su
estúpida cura. La pregunta es: ¿se unirán a mi hermandad para luchar o
esperarán el inminente genocidio? ¿A quién van a apoyar: a los humanos o a
nosotros?
6. Diálogo entre el Dr. Henry Mc Coy, la Dra. Rad y Jimmy (fuente de la cura).
Como parte de sus funciones, el diplomático representante de los mutantes llega
en helicóptero a la isla de Alcatraz, donde funcionan los laboratorios Worthington, para
interiorizarse de las implicancias de la cura, pues hasta ahora sólo se sabe que la fuente de
la cura es un niño mutante cuyo don anula los poderes de todos los de su especie que
cobran cercanía a él, y que los laboratorios han logrado sintetizar los efectos de ese don
en una vacuna. En esta escena, la doctora a cargo del laboratorio sale a recibirlo y hablan
mientras se dirigen al lugar donde se halla recluido el niño.
DRA. RAD: Secretario Mc Coy. Bienvenido a Laboratorios Worthington.
DR. MC COY: Gracias Dra. Rad. No es fácil llegar a este lugar.
DRA. RAD: Es la ubicación más segura que encontramos. Por eso mantenemos
aquí la fuente de la cura.
DR. MC COY: Él es un mutante. Entenderá nuestro interés.
DRA. RAD: Acataremos todas las políticas de su departamento.
DR. MC COY: ¿Cuánto lo mantendrán aquí?
DRA. RAD: Hasta que tengamos el mapa de su ADN y podamos clonarlo con
éxito.
DR. MC COY: ¿Es un poder? ¿Qué alcance tiene?
DRA. RAD: Ya lo verá.
Una vez dentro del recinto donde se halla Jimmy, Mc Coy se presenta ante el niño y
acerca su mano para saludarlo. Del acercamiento de la mano al cuerpo del niño se opera
el fenómeno: la mano de Mc Coy se vuelve humana, libre de la espesura vellosa que la
recubre y del color azul característico de todo su cuerpo. De la expresión del rostro de la
Bestia se adivina un conflicto interno, pues, tanto él como los espectadores asisten a la
evidencia de sus dos posibilidades de existencia. No obstante su aparente perplejidad, Mc
Coy está allí envestido de sus facultades de diplomático que defiende los derechos de los
mutantes, por lo que debe continuar ejerciendo su rol, al menos en ese momento, más
allá de sus fluctuaciones internas, si las tuviera. La Bestia, finalmente, aleja la mano del
niño. La doctora parece percibir su afectación interna.
JIMMY: Lo lamento.
DR. MC COY: Descuida. (En un movimiento de muñeca gira su mano y se
observa un largo rato). Tienes un asombroso don. Gracias, Jimmy.
DRA. RAD: Es extraordinario, ¿no cree?
DR. MC COY: Sí lo es.
7. Diálogo entre Logan y Professor X mientras Jean Grey yace inconsciente en una
camilla.
Esta escena transcurre dentro de una sala de cuidados en la mansión-escuela del
profesor. Jean Grey, de quien se presumía su fallecimiento luego de una trágica escena en
el capítulo anterior de la saga, ha sido hallada con vida en un bosque luego de que
atentara contra la vida del mutante Cyclops, su novio, quien perece en ese encuentro, al
que había acudido inducido por un llamado telepático de ella.
PROFESSOR X: El volumen de agua que le cayó encima a Jean era suficiente
para aplastarla. La única explicación que se me ocurre es que sus poderes la
envolvieron en un capullo de energía tele-cinética.
LOGAN: ¿Ella estará bien?
PROFESSOR X: Jean Grey es la única mutante de clase cinco que conozco. Su
potencial es casi ilimitado. Su mutación se aloja en la parte inconsciente del
cerebro, y ahí está el riesgo. Cuando era niña, yo desarrollé una serie de
barreras psíquicas para aislar sus poderes de su mente consciente. Y como
resultado Jean desarrolló una doble personalidad: la Jean consciente cuyos
poderes estaban bajo su control, y su lado inactivo, una personalidad que en
nuestras sesiones se hizo llamar a sí misma la Fénix, una criatura de instinto,
deseo, dicha…, e ira.
LOGAN: (con expresión de preocupación) ¿Ella lo sabía?
PROFESSOR X: Es incierto cuanto sabía. Lo más crítico es descubrir si ésta mujer
es la Jean Grey que conocemos, o la Fénix luchando ferozmente por ser libre.
LOGAN: La veo muy tranquila.
PROFESSOR X: Porque así la mantengo yo. Intento restaurar los bloques
psíquicos y enjaular a la bestia.
LOGAN: (con actitud de reproche) ¿Qué le ha hecho?
PROFESSOR X: (levantando la voz) Logan, tienes que entender que…
LOGAN: (interrumpiendo, con actitud de enojo) Estamos hablando de una
persona, sobre Jean.
PROFESSOR X: ¡Tenemos que controlarla!
LOGAN: ¿Controlarla? A veces ponen jaulas a la bestia y la bestia se enoja.
PROFESSOR X: No tienes idea, no tienes idea de lo que es capaz.
LOGAN: (con expresión de decepción) No profesor, no tenía idea de lo que
usted era capaz.
PROFESSOR X: Tuve que tomar una decisión y elegí lo menos dañino.
LOGAN: A mí me parece que Jean no tuvo elección.
PROFESSOR X: No tengo que explicar nada, y menos a ti.
(Logan se retira de la escena enojado).
8. Diálogo entre el Dr. Worthington y la Dra. Rad.
DR. WORTHINGTON: ¿El secretario Mc Coy causará problemas?
DRA. RAD: No lo sé, sus ideales políticos no parecen coincidir con su enfoque
personal.
9. Diálogo entre Henry Mc Coy y el Presidente, en la Casa Blanca.
Luego del incidente ocurrido en la ruta, en el que Magneto, tras una emboscada,
intenta rescatar a Mystique, sale a la luz la utilización de las vacunas como arma del
gobierno para custodiar a los mutantes considerados un peligro para la sociedad. Prueba
fehaciente de ello es la transformación de la mutante Mystique en humana, tras haber
interpuesto su cuerpo para salvar a Magneto, a quien realmente iba dirigido el proyectil
curativo. El hecho parece haber inclinado la balanza interna de Mc Coy, quien,
aparentemente decepcionado, opta por alejarse de los humanos y pelear para el bando de
los mutantes, esta vez sin intermediaciones diplomáticas. Tal vez sea su esencia política la
que lo conduce a entrevistarse con el Presidente para comunicarle formalmente su
renuncia.
PRESIDENTE: ¿Cree que renunciando va a lograr algo? Esa no es la forma de
hacer política.
DR. MC COY: Se hace política sin mí, Sr. Presidente. La decisión de convertir la
cura en un arma se tomó sin mí. Lo que pasó en ese convoy fue imperdonable.
Lo que sus actos lograron…
PRESIDENTE: (interrumpiendo a Mc Coy) Ese fue un incidente aislado. Tiene que
entender que esos mutantes eran una amenaza.
DR. MC COY: ¿Se ha puesto a pensar en lo que podría provocar?
PRESIDENTE: Sí, Hank. Y me preocupa la subsistencia de la democracia cuando
un hombre mueve ciudades con la mente.
DR. MC COY: A mí también.
PRESIDENTE: Los dos sabemos que todo esto será peor.
DR. MC COY: Por eso necesito estar donde pertenezco.
10. Panegírico emitido por la mutante Storm durante el entierro de Professor X.
STORM: Vivimos en una era de obscuridad, un mundo lleno de miedo, ira, odio
e intolerancia. Pero en toda era hay personas que luchan para seguir. Charles
Xavier nació en un mundo dividido, un mundo que intentó sanar, una misión
que nunca vio cumplida. Pareciera que el destino de los grandes es no llegar a
ver sus metas alcanzadas. Charles era más que un líder, más que un maestro,
era un amigo. Cuando teníamos miedo nos daba fuerza y cuando estuvimos
solos nos dio una familia. Tal vez se haya marchado, pero sus enseñanzas
sobreviven en nosotros, sus estudiantes. A donde quiera que vayamos debemos
llevar su visión, una visión de un mundo unido.
11. Diálogo entre la mutante Rogue (Marie) y Logan.
Rogue, con rostro de preocupación, temor y, quizás, celos, ha visto desde un
balcón a su novio Bobby (Iceman) patinando en un estanque, que él mismo congeló,
tomado de la mano de Kitty, otra mutante. La escena que sigue transcurre en el interior
de la mansión-escuela, en el momento en que Rogue se dispone a salir hacia el exterior de
la mansión con un bolso en la mano. En la puerta se cruza con Logan.
LOGAN: ¿Quieres que te lleve?
ROGUE: No.
LOGAN: ¿A dónde vas?
ROGUE: No sabes lo que es temerle a tus poderes. Temer acercarte a las
personas.
LOGAN: Sí, lo sé.
ROGUE: Quiero poder tocar a las personas, Logan. Estrecharlas, darles la mano.
Besarlas.
LOGAN: Espero que no lo hagas por un muchacho. Rogue, si quieres irte, hazlo,
pero que sea porque tú quieres.
ROGUE: ¿No deberías decirme que me quede, que suba y desempaque?
LOGAN: No soy tu padre, soy tu amigo. Sólo piensa lo que te dije, Rogue.
ROGUE: Marie (aludiendo a su nombre de humana)
LOGAN: Marie.
12. Diálogo entre Magneto y Jean Grey.
Internado en el bosque se halla el campamento de operaciones de Magneto y su
“hermandad” de mutantes que lo siguen. Magneto ha sabido aprovecharse de la
inestabilidad mental de Jean para conducirla, luego de la muerte de Professor X, hacia su
grupo. En esta escena se observa a Magneto acercándose a Jean por la espalda, el cual se
detiene y le habla desde esa posición. Jean se muestra como enajenada pero, aún así,
exhala poder por todos los poros de su cuerpo mutante.
MAGNETO: ¿Recuerdas cuando nos conocimos? ¿Sabes lo que vi cuando te miré
a los ojos? Vi la siguiente fase en la evolución. Lo que Charles y yo soñamos con
encontrar. Y pensé: ¿por qué querrá Charles convertir a esta diosa en una
mortal? Puedo manipular el metal en esto (muestra un arma de metal cargada
con cartuchos de cura y la hace flotar), pero tú, tú puedes hacer lo que sea.
Cualquier cosa imaginable.
(Jean, con el poder de su mente, desmantela completamente el arma dejando
intactos los dardos, los que hace levitar con la aguja apuntando hacia Magneto, situación
con la que éste se pone, en extremo, nervioso, aunque ella no lo ataca. Sólo era una
muestra soberbia de su poder por sobre el de él y una forma de confirmar sus palabras.)
JEAN GREY: Siento que eres como él.
MAGNETO: Jean, él quería limitarte.
JEAN GREY: ¿Qué es lo que quieres?
MAGNETO: Quiero que seas lo que eres. Como te hizo la naturaleza. Quieren
ponernos esa cura a todos. Si queremos libertad tenemos que luchar. Esa
batalla comienza ahora.
13. Diálogo entre los mutantes Magneto, Pyro y Callisto.
La escena continúa inmediatamente a la anterior mientras Magneto se aleja luego
de hablar con Jean. En el camino es abordado por dos de sus discípulos, que, habiendo
presenciado el hecho se muestran preocupados por la manifestación de poder de Jean.
Magneto continúa caminando y los dos mutantes le hablan mientras lo siguen.
CALLISTO: ¿Qué rayos fue eso? Su poder es completamente inestable.
MAGNETO: En las manos equivocadas.
PYRO: Ella es uno de ellos.
MAGNETO: Charles Xa… (no termina la frase al ser interrumpido por Pyro)
PYRO: (con actitud de reproche y aparentes celos hacia Jean) ¡Siempre te he
sido leal! ¡Habría matado al profesor de haber podido!
MAGNETO: (se detiene bruscamente y pone su antebrazo en el pecho de Pyro,
deteniéndolo) ¡Charles Xavier hizo más por los mutantes de lo que imaginas!
Lamento que haya tenido que morir para poder alcanzar nuestro sueño.
14. Discurso de Magneto transmitido por televisión.
MAGNETO: El ataque de hoy sólo fue la primera salva. Mientras exista la cura
nuestra guerra continuará. Sus ciudades no estarán seguras, sus calles no serán
seguras, ustedes no estarán a salvo. Y a los mutantes como yo, les hago esta
oferta: únanse a nosotros o no interfieran. Ya se ha derramado suficiente
sangre mutante.
15. Discurso de Magneto a sus seguidores.
MAGNETO: ¿Quieren curarnos? Pero yo les digo: nosotros somos la cura. La
cura para ese estado imperfecto y frágil llamado homo sapiens. (Es levemente
interrumpido por la ovación de los oyentes) Tienen sus armas, nosotros las
nuestras. Atacaremos con una venganza y una furia que jamás ha presenciado
este mundo. Y si algún mutante se interpone en nuestro camino, usaremos este
veneno (muestra un cartucho de vacunas en su mano) en su contra. Iremos a la
isla de Alcatraz, tomaremos control de la cura y destruiremos la fuente, y así
nada podrá detenernos. (Ovación de los mutantes).
Bibliografía
Apuntes de Cátedra Filosofía (2010) Comodoro Rivadavia. U.N.P.S.J.B.
Broncano, F. (2009) “Las controversias en ciencia y tecnología como problema y como
solución” en Minhot, L. y Torrano, A. (compiladoras) (2009) Culturas científicas y
tecnológicas: dimensiones y realidades. Córdoba: Ed. Brujas.
Lenguita
(22-05-2006)
“X-MEN
La
batalla
final
personajes”
http://www.nocturnar.com/forum/comics-y-animacion/13612-x-men-3-batallafinal.html
Marías, J. (1974) Historia de la filosofía. Madrid: Revista de Occidente.
Nietzsche, F. (1986) Más allá del bien y del mal. Buenos Aires: Alianza.
Torrano, A. (2009) “Animalidad humana: el fondo biohistórico de la especie” en Minhot, L.
y Torrano, A. (compiladoras) (2009) Culturas científicas y tecnológicas: dimensiones y
realidades. Córdoba, Argentina: Ed. Brujas.
Zizek, S. (06-06-2003) “El hombre nuevo” en Diario Página 12. Buenos Aires.
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* Nelly Brígida Blanco: es estudiante de las carreras de Licenciatura y Profesorado en
Letras en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco de Comodoro Rivadavia.
[E-mail: nellyblanco71@yahoo.com.ar].
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