Antecedentes de la función Social de la Universidad del Cauca sobre la Cuenca Hidrográfica del Río Naya. Luego de haber recibido los derechos mineros sobre las Minas del Naya, a través del Decreto Ejecutivo de 6 de octubre de 1827, la Universidad del Cauca, da inicio a una serie de aclaraciones acerca de lo exactamente adjudicado en su favor. La Junta de Inspección y Gobierno, órgano de dirección institucional de la época, buscó la manera de vender los bienes y demás adjudicados en la Mina, no sin antes hacer explícito lo verdaderamente adjudicado. En una de las sesiones de la Junta de Inspección y Gobierno se manifiesta lo siguiente: “La comisión a que se pasó la aprobación del poder ejecutivo del acuerdo de la Junta sobre venta de las tierras y demás objetos de la mina de Naya, ha visto según el expediente (sic), que existe en el archivo del señor Jerónimo Caicedo, que el derecho del Colegio Nacional en aquella mina era de 13464 pesos; pero constando en los 7945 pesos del valor de los esclavos varios de los que se han libertado después, para poder informar con exactitud pide las cuentas del Señor Tesorero del Colegio Nacional que corresponden a lo años siguientes al del 19 de agosto de 1845, en que se hizo aquella adjudicación. (Popayán, sesión del 18 de noviembre de 1851)1”. De igual manera en sesión del 24 de noviembre de 1851, la Junta de Inspección y Gobierno sigue anotando la necesidad de corregir lo adjudicado en favor de la Universidad, al respecto señala: “La comisión sobre la venta de las tierras y demás objetos de la Mina de Naya aprobados por el gobierno informa: Que por la certificación dada a petición del señor Dr. Juan Severo Pérez no constan especificados los esclavos i (sic) respectivos valores adjudicados a la Universidad según la lista simple que se ha sacado del expediente (sic) i se acompaña; que además no se incluyeron tampoco los tres mil cuatrocientos 1 ARCHIVO CENTRAL DEL CAUCA, “José María Arboleda Llorente”. Universidad del Cauca. Popayán. Número de Signaturas: 239, 242, 263, 336, 346, 359,449. (1834 – 1853). treinta y nueve pesos adjudicados en tierras minerales, rastrojos i (sic) playa, partida no menos esencial”. En el mismo sentido la Junta de Inspección y Gobierno hace relación a los reales que faltan en la adjudicación hecha a la Universidad, y por tal motivo se ordena la corrección en los siguientes términos: “Como se observa la suma de la adjudicación a que se refiere el certificado está también equivocada en ocho reales. Por tanto la Comisión propone la resolución siguiente: Rectifíquese la adjudicación hecha a favor de la Universidad en la Mina de Naya, i teniéndose presente los esclavos que deban hoy existir según las libertades i cuentas respectivas de los Tesoreros; i fijados especificadamente los derechos que tiene el Colegio en los otros valores”. Además, de las diversas solicitudes ante las autoridades judiciales competentes para la rectificación de las adjudicaciones hechas a la Universidad del Cauca de las Minas del Naya, tuvo la institución que afrontar el padecimiento de las guerras civiles de la segunda mitad del siglo XIX, y por estas situaciones de desorden público nacional, la Universidad se vio obligada en varias oportunidades a hacer recesos de sus actividades académicas y administrativas. Recesos que se gestaron en las siguientes fechas: de febrero a octubre de 1841, de noviembre de 1861 a mayo de 1863, de septiembre de 1876 a octubre de 1877, y un último en el año de 18852. Situaciones estas que dieron pie a que la Universidad en diversas ocasiones se apartara de sus obligaciones institucionales y, por supuesto, del cometido de hacer función social sobre los recursos ubicados en la zona del río Naya. Estas razones jurídicas y políticas de la época 2 Durante el siglo XIX se forjaron los cimientos de la nueva república con base a una decidida acción de combate contra el yugo colonial, pero al mismo tiempo bajo la determinación de visiones e ideologías contrapuestas, unas de origen liberal, y otras de filosofía conservadora y moderada. Ambas quisieron ocupar el primer lugar de liderazgo en la conquista de un nuevo poder, el del mando de la nueva república y el de las orientaciones políticas, religiosas, educativas y económicas de la fecha. El comienzo del Radicalismo Liberal con la Convención de Río Negro el 4 de febrero de 1863, poniendo a consideración un modelo da estado “federal y libre”, en contraposición a el modelo “cristiano y centralista”, momento en el que los dos partidos políticos el liberal y el conservador se confrontan en la guerra ideológica, así como en la batalla a muerte con las varias guerras civiles que padeció el país durante todo ese siglo. Sin duda, tales condiciones y circunstancias políticas influyeron en el normal transcurrir de las actividades académicas de la Universidad del Cauca y de otras importantes del país. impidieron el mejor aprovechamiento de las minas del Naya, durante lo corrido del siglo XIX. Pero no sin correr la misma suerte el quehacer institucional para el logro del beneficio propio y de los habitantes del Naya, en el siglo XX, ya que en el año de 1945, la Universidad del Cauca suscribió contrato de exploración petrolífera del que existe como referencia el Acuerdo No. 115 de abril 3 de 1945, por el cual se aprueba un contrato de exploración de petróleos en el territorio del Naya. Contrato de exploración de las zonas petrolíferas del territorio del Naya, celebrado entre la Universidad del Cauca y el señor VICTOR OPPENHEIM. De igual manera, en la primera mitad del siglo XX, se suscribieron contratos para el aprovechamiento de los recursos de la zona, como los referenciados en el Acuerdo No. 144 de febrero 8 de 1947, sobre presupuesto de rentas y gastos y el valor del contrato con la compañía del Mangle para la explotación de la corteza en la cuenca hidrográfica del río Naya. El Acuerdo No. 165 de marzo 12 de 1948, por el cual se aprueba en todas sus partes el contrato celebrado entre la Universidad del Cauca y el doctor VICTOR OPPENHEIM, sobre exploración y explotación de hidrocarburos en la hoya hidrográfica del río Naya, y el Acuerdo No. 178 de enero 11 de 1949, por el cual se aprueba una prórroga del contrato sobre exploración y explotación de hidrocarburos ubicados en la hoya hidrográfica del río Naya. De los contratos celebrados en las primeras décadas del siglo XX, y de mayor importancia se pueden mencionar los anteriores, así como otro, ya de la segunda mitad del siglo XX del que se pueden demostrar los beneficios económicos obtenidos por la Universidad en el año de 1965, el Acuerdo No. 1 de enero 18 de 1965, sobre presupuesto de rentas y gastos de la Universidad del Cauca, para el año fiscal de 1965, y un item del presupuesto de ingresos, sobre contrato de arrendamiento de las minas del Naya entre la Universidad del Cauca y el señor ALFONSO SALCEDO. Contrato que le generó a la Institución ingresos considerables de más de 10.000. pesos anuales. Así mismo, existe una considerable lista de contratos, convenios, visitas técnicas y proyectos que la Universidad del Cauca ha desarrollado en la Cuenca Hidrográfica del Río Naya, y que serán mencionados de manera más específica más adelante, y los diversos litigios que la Universidad ha afrontado defendiendo sus intereses, como muestra de una actitud de señor y dueño sobre el bien del Naya3. 3 Otra razón importante para demostrar la titularidad y el derecho de dominio de la Universidad del Cauca sobre la cuenca hidrográfica del río Naya, además, de los títulos de domino debidamente registrados la asunción de una actitud permanente en toda la historia institucional de señor y dueño, al defender con decidida confrontación los intereses universitarios en las acciones judiciales que se han adelantado contra la Universidad en busca de la extinción del derecho de dominio de los terrenos del Naya. Las contestaciones de demandas, las solicitudes de nulidad de las resoluciones de extinción de la propiedad, las solicitudes judiciales para la aclaraciones de lo debidamente adjudicado, etc, son muestra clara de el sentido de pertenencia institucional sobre estos terrenos, y el de sentirse como propietario de un bien público que le pertenece, desconociendo a cualquier otro “supuesto propietario”.