Entrevista El Ideal Gallego I 02 I 01 I 11 I La Galería G! 29 María Bodelón Fundadora de Semilla para el cambio “Tras completar mis estudios de Cooperación en Inglaterra realicé un viaje en solitario por Asia. India representó para mí un gran choque emocional. Viendo a tantos niños y niñas despojados de una infancia, obligados a colaborar con el trabajo familiar, sentí una ‘llamada’ a la acción. Unos meses más tarde fundé Semilla para el Cambio con el objetivo de brindar un futuro digno para estos niños, apostando por una educación de calidad como medio para romper la espiral de pobreza”. La coruñesa María Bodelón relata así el origen de esta ONG en la web de este proyecto solidario. “Los niños escolarizados han dado un giro radical en sus comportamientos” “La educación crea mayor igualdad de oportunidades para optar a un futuro digno” M. Barral D esde hace algo más de un año, Semilla para el Cambio trabaja en India para romper el círculo de pobreza en que están inmersas las familias más desfavorecidas de Varanasi (Benarés), a través de un programa integral que incluye educación de calidad, sanidad y nutrición. —¿Cuál ha sido la evolución de la ONG? —El proyecto comenzó como una iniciativa pequeña, con el apoyo de amigos y familiares. Un año más tarde, somos ya una veintena de voluntarios y tres empleados en India. Más de 70 niños se benefician ya de nuestro programa educativo. Al mismo tiempo hemos ampliado el campo de actuación. El proyecto de escolarización se complementa con intervenciones sanitarias y nutricionales en respuesta a las necesidades de la comunidad. Además, este año iniciaremos un plan de microcréditos dirigido a sus padres, para paliar la situación de precariedad y vulnerabilidad de las familias. —¿Qué actividad educativa desarrollan? —Nuestro programa engloba escolarización en un buen colegio local (donde se educa en hindi e inglés), clases de apoyo y actividades formativas. Los niños permanecen en el programa ocho horas diarias seis días a la semana, lo que reduce el riesgo de trabajo infantil y refuerza la deficiente educación que reciben en sus hogares. Además de una formación académica, se hace hincapié en la adquisición de valores y hábitos de conducta e higiene adecuados. Asimismo, reciben ropa y calzado, un almuerzo diario y revisiones médicas mensuales. —¿Qué objetivos tienen? —Nuestro objetivo es lograr un impacto real y directo en las vidas de los niños más desfavorecidos de Varanasi, para que, a través de una educación de calidad, consigan desarrollarse, integrarse en sociedad y forjarse un futuro digno, con un trabajo decente y bien remunerado. —¿Y sus resultados? —Llevamos en activo poco más de un año, pero los resultados ya son palpables. Los niños escolari- María Bodelón, junto a algunos de los niños beneficiarios del programa zados han dado un giro radical en sus hábitos, su comportamiento y su higiene, y muestran gran interés en sus estudios. En unos años podrán optar a muchas más oportunidades. Esto requiere un gran esfuerzo. Llevamos un seguimiento muy personalizado de cada familia y cada niño, desde el riguroso proceso de selección a las reuniones mensuales con las madres y visitas frecuentes a sus hogares. —Su filosofía de trabajo prima la educación... —Sí, sin educación el círculo vicioso de pobreza y analfabetismo se perpetúa, ya que los hijos de estas familias sólo podrían optar a una vida que, como la de sus padres, tiene por único objetivo la subsistencia. Una educación de calidad crea mayor igualdad de oportunidades, al capacitar a las personas proporcionándoles herramientas para optar a un trabajo, y, por tanto, un futuro dignos. La educación cambia la forma de pensar de las personas y les inculca hábitos como disciplina, higiene y valores para la convivencia, que inciden no sólo en el progreso individual sino también a nivel de la comunidad y del país. —El país también se mueve en la promoción del nivel educativo. ¿Hay avances? —En India, como en muchos otros países, se están creando programas para la consecución de uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de NU, el de la universalidad de la educación primaria. En 2009 se aprobó en India la Ley de Educación, que otorga el dere- cho a una educación gratuita y obligatoria en Primaria, para lo que el Gobierno ha destinado miles de millones de rupias. Aún así, las familias que viven en condiciones de extrema pobreza no se benefician de estas disposiciones, ya que no pueden permitirse renunciar al trabajo de sus hijos. Si el Gobierno no planifica programas específicos que puedan combatir eficazmente las raíces del trabajo infantil, estas familias continuarán al margen de la sociedad y sin educar a sus hijos. El Gobierno ha logrado en muchos casos ampliar la cobertura en detrimento de la calidad educativa. —¿A quiénes van dirigidos sus programas? —Trabajamos mayoritariamente con familias que emigraron del estado de Bengala Occidental huyendo de la pobreza rural, y han acabado malviviendo en Varanasi en chabolas en situación de marginalidad y pobreza extrema. La mayoría de nuestros beneficiarios comienzan en nuestro programa entre los 3 y 8 años. Fomentamos la escolarización temprana, ya que una vez que los niños trabajan es mucho más difícil cambiar la dinámica familiar y que los padres renuncien a los ingresos de sus hijos trabajadores, o que estos niños que actúan como “adultos” se adapten a la disciplina de la escuela. —¿Cómo reciben las familias y la sociedad india en general estas ayudas? —En general, las familias han recibido la oportunidad de una educación de calidad con interés y la esperanza de un cambio real en sus vidas. Aunque algunas familias se mostraron escépticas inicialmente, una vez que vieron el programa en marcha, nos hemos visto desbordados por el número de solicitudes de familias que quieren escolarizar a sus hijos. La sociedad india reconoce la labor de las ONG que trabajan con seriedad y compromiso. Desgraciadamente, han visto demasiados casos de ONG fraudulentas. —En su web dicen que la gente con la que trabajan les aporta mucho, ¿cómo? —Las familias con las que trabajamos viven en condiciones de Actividad “Este año iniciaremos un plan de microcréditos para paliar la situación de precariedad de las familias” pobreza extrema y aún así viven con ilusión y esperanza. Nos enseñan humildad, espíritu de supervivencia y fraternidad. Son ricos no en bienes materiales, sino en relaciones humanas. —También desarrollan una importante labor de promoción... —Hemos dado charlas en institutos y asociaciones, y estamos desarrollando canales como las redes sociales y el blog (http://semillaparaelcambio.blogspot. com), para que la gente pueda seguir de cerca nuestros avances. Planeamos realizar una exposición fotográfica itinerante y estamos preparando tres documentales para dar a conocer la realidad de India. Todas estas campañas pretenden sensibilizar y concienciar; levantar la voz por la erradicación de la pobreza y explotación infantiles en India y en general. —¿Cuál es la respuesta? —La gente se ha volcado. Recibimos constantemente muestras de apoyo y ánimo, y cada vez son más las personas que colaboran con Semilla para el Cambio o que nos visitan. Varias empresas se han solidarizado con nuestra causa, especialmente prestando sus servicios de forma desinteresada. —A veces la gente es reacia porque no está segura de dónde acaban sus aportaciones ¿Qué se puede hacer para convencerlos de su buen uso? —Una de las mayores dificultades en el mundo de la cooperación es la falta de interacción entre los beneficiarios y los donantes, lo que crea dudas a la hora de donar. En Semilla para el Cambio estamos trabajando para comunicar de forma directa y clara nuestra labor, a través de vídeos documentales, del blog y de testimonios de personas que han visitado nuestro proyecto.