‘Dura es la ley, pero los negocios lo son más’ (Análisis) http://eltiempo.terra.com.co/economia/2005-11-08/ARTICULO-WEB_NOTA_INTERIOR-2599862.html ¿La máxima "Dura lex, sed lex" ("Dura es la ley, pero es la ley"), terminará convertida en "Dura es la ley, pero los negocios lo son más"? Seguramente, ese escenario es más cosa de ficción. Pero no faltará quien se lo imagine cuando, por ejemplo, en el TLC que se negocia con Estados Unidos, una figura conocida como ‘anulación y menoscabo’, permitiría reclamar indemnizaciones si se considera que una norma establecida por un gobierno afecta las expectativas de beneficio de un negocio. ¿Cuál es el alcance de ese tipo de cláusulas? Ya hay antecedentes de mecanismos en los que un inversionista puede demandar a un Estado, como el Capítulo 11 del Nafta (el TLC entre Estados Unidos, Canadá y México). De acuerdo con un informe de Public Citizen, a la luz de este capítulo, Canadá fue demandada por prohibir el aditivo para gasolina MMT que consideraba nocivo para el ambiente y la salud. El demandante se sintió expropiado y Canadá terminó pagando 13 millones de dólares a Ethyl Corporation. Y este es uno de 42 casos, de los cuales no todos han sido fallados. Según Public Citizen, "el TLC Andino tendría la misma ampliación de los derechos del inversionista contenida en el TLC con Centroamérica, y estos derechos se implementarían con retroactividad, aplicándose a leyes o actos administrativos de los países Andinos ya en vigencia". Al menos esa es la aspiración de Estados Unidos, y de su contraparte depende que termine siendo un hecho en el tratado. En negociaciones multilaterales del pasado, ya ha habido intentos para que las normas comerciales primen sobre las demás. Así fue, por ejemplo, la negociación del Protocolo de Bioseguridad en Montreal en el 2000. Finalmente se lograron algunas normas de seguridad ambiental a las que se debe subordinar el comercio. Sin embargo, para Estados Unidos, los TLC son el escenario propicio para recuperar, país por país, algunos puntos cedidos en negociaciones multilaterales, e incluso de ir más allá de las soluciones ya encontradas en la OMC. MAURICIO GALINDO Editor económico de EL TIEMPO