Precio Público : $ 8.700 EDICIÓN No.153 Museo de Arte Moderno La Tertulia / 60 años 1 ww Edi w. cion rev es ist an ae te po rio ca re s.c s om Junio de 2016 ontenido No. 152 • Mayo de 2016 10 12 6 32 Los Demonios de Loudun Por: Juan José Saavedra 6 34 El Niño y El Mar Por: Antonio Joaquín García Sierra Andrés Caicedo, 10 38 ¡Yo quiero ser como Yo! el miedo de vivir y la gloria de la muerte Por: Mario Humberto Lopera Ospina Por: Armando Barona Mesa Los Licores de Frutas 12 Por: Lily Mosquera de Jensen Qué pena morirse 22 Por: Francisco Mejía Azcárate Por: Leonardo Medina Patiño 38 34 22 42 42 Caliwood Teatro Jorge Isaacs 49 Su Memoria Sobrevivirá a su Época 50 Caricatura El Museo La Tertulia 32 60 Años www.revistaepocas.com DIRECTOR: Raúl Fernández de Soto / CONSEJO EDITORIAL: Soffy Arboleda de Vega, Julián Domínguez Rivera, Ricardo Alberto Lenis Steffens, Mario Fernando Prado López, Mario Posada Mejía, Luis Guillermo Restrepo Satizábal / DIRECCIÓN COMERCIAL: Claudia Constanza Orozco / ASESOR COMERCIAL: Santiago Ruiz Fernández de Soto / DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Luis H. Mesa Ch. / CARICATURAS: Orlandobé PUNTO DE VENTA: SUR Librería Nacional - Unicentro / TEQUENDAMA Librería Nacional - Cosmocentro • Librería Nacional - Palmeto Cll. 9 Cra. 50 / OESTE Librería Nacional - Unicentro- El Emporio / PEÑÓN Merequetengue - Cra. 2 Oeste No. 2-73 / CENTRO Librería Nacional - Plaza de Caicedo / VERSALLES Tienda Gourmet - Club Colombia / NORTE Librería Nacional - Centro Comercial del Norte • Librería Nacional - Bulevar Santa Mónica • Librería Nacional - Chipichape • Librería Nacional - Éxito / BOGOTÁ Librería Central - Cll 94 No. 13-92 / TULUÁ Stella Botero Zafra - Cll. 32 No. 26-49 Las opiniones de los cronistas y columnistas son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente la ideología de la Revista Épocas SUSCRIPCIÓN 6800 800 Calle 13 No. 8-54 Piso 2 / Cel.: 311 634 3375 E-mail: revistaepocas_secretaria@hotmail.com Cali-Colombia. Ediciones anteriores Revista Épocas 2 www.revistaepocas.com 3 Adriana Zamorano de Mondragón, Camilo Mondragón Duque, niño Camilo Mondragón Chamat, Juan Felipe Mondragón Alí, Marcela Chamat Fernández de Soto, niño Felipe Mondragón Chamat, Wazila Alí, niños Paolo y Luca Mondragón Zamorano y Farid Camilo Mondragón Alí En Estas Épocas De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas Hermanos Lulú, Vicentey Marthica Borrero Calero. 4 5 Los Demonios de Loudun Segunda parte Por: Juan José Saavedra La hermana Claire de Sazilly, a su turno, estaba poseída por Zabulón, en la frente; Neftalí, en el brazo derecho; Elimi, en el estómago y Verrine en el temporal izquierdo. Los exorcistas no simpatizaban con el padre Grandier –era todo lo contrario a lo que ellos eran– y dieron en señalarlo como el causante de lo que estaba ocurriendo. Lo acusaron de brujo, les atribuyeron a sus hechicerías la posesión diabólica de las ursulinas y lo denunciaron el 11 de octubre de 1632 ante los tribunales que conocían de estos casos. La legislación relativa al ejercicio de la hechicería era extraordinariamente simple. Cualquiera que hubiera tenido tratos con el demonio se hacía acreedor a la pena capital. – Que al serle aplicada lo mandaba a los mismísimos infiernos. P illet de La Mesnardiere hizo una clasificación científica de los nombres de los demonios participantes en las posesiones y de los lugares que ocupaban en la anatomía de las monjas. Sor Agnes estaba en poder de cinco diablos: Leviatán, en el centro de la frente; Veherit, en el estómago; Balaam, en la segunda costilla del lado derecho; Isacaaron, en la última costilla del lado izquierdo y el famoso Asmodeus en el corazón. Se encontraba sometida, además, al demonio de la concupiscencia, del orden de los querubines. – ¿Cómo hacían todos esos diablos para reunirse en una sola persona? ¿Es que iban a hacer una convención? Como pruebas de cargo se aceptaban testimonios de niños y de enemigos mortales del acusado, murmuraciones, rumores, inferencias, sueños y las mismas declaraciones de los poseídos. La tortura era empleada para arrancar confesiones y para lograr que los testigos acusaran a los procesados. No obstante, y para sorpresa de todos, el juez a quien correspondió la denuncia, el señor de Cerizay, opinó –con base en el dictamen de un médico– que no se trataba de una posesión diabólica sino de una perturbación mental. Los exorcistas acudieron de inmediato a Richelieu y el cardenal, que recordaba el incidente de la iglesia, encargó al señor De Laubardemont, uno de sus incondicionales, de la tramitación del proceso. 6 El párroco fue encerrado en una mazmorra llena de ratas y una vez terminada la instrucción, trece jueces escogidos por Richelieu dictaron sentencia: Grandier debía ser sometido al tormento, tanto ordinario como extraordinario; debía luego, arrodillado ante las puertas de San Pedro y Santa Ursula, con una cuerda alrededor del cuello y un cirio de dos libras en la mano, pedir perdón a Dios, al rey y a la justicia; luego sería llevado a La Place Sainte Croix, amarrado a la estaca y quemado vivo, después de lo cual sus cenizas serían arrojadas a los cuatro vientos. La sentencia, escribió el padre Tranquille, había sido inspirada por el cielo. Como era frecuente que los brujos insensibilizaran su cuerpo para soportar el suplicio, y lo que se buscaba era que sufrieran, se dispuso que un médico investigara “in vivo”. En presencia de dos farmacéuticos y de varios doctores, Grandier fue desnudado. Lo vendaron y luego Mannoury comenzó a pincharlo con una larga aguja. Dos años antes, en la casa de Trincant, el párroco se había burlado abiertamente de ese “ignorante y pomposo asno”. Ahora, el asno se lo pagaba con creces. Los dolores debieron ser terribles, pues los alaridos del torturado fueron oídos a través de las ventanas tapiadas con ladrillos. Se ordenó la ejecución para el 18 de agosto de 1634 y cuando esto se supo llegaron a la pequeña población treinta mil turistas, venidos desde diferentes lugares del reino para presenciar el espectáculo. El día señalado, vestido solamente con una larga camisa de dormir, Grandier fue llevado en un carruaje cerrado hasta el tribunal. Los padres Lactance y Tranquille hicieron su entrada en la vasta sala y con hisopos consagrados asperjaron con agua bendita distintos puntos del recinto, mientras pronunciaban fórmulas sacramentales. Luego se abrió una puerta y Grandier apareció en el umbral, cubierta su rasurada cabeza por un gorro y un birrete. Lo asperjaron, lo llevaron a través de la sala y lo obligaron a arrodillarse ante los jueces. Laubardemont hizo señas al capitán de los guardias y le ordenó que condujera al reo a la cámara de torturas. Lo ataron, lo extendieron sobre el piso con las piernas metidas en cuatro tablas de roble y calzando cuñas en el espacio que separaba las tablas, le trituraron las piernas. La diferencia entre la tortura ordinaria y la extraordinaria estaba dada por el número de cuñas, cada vez más anchas, que se introducían a golpes de martillo. Mientras la tortura proseguía, los padres Lactance y Tranquille exorcizaron las cuerdas, las tablas, las cuñas y las mazas. Esto era muy importante, pues bien podía ocurrir que los demonios, valiéndose de sus artes infernales, hicieran menos doloroso el suplicio. Los verdugos, después de quebrarle las piernas, vistieron a Grandier con una camisa impregnada de azufre; luego le ataron una cuerda al cuello y lo bajaron al patio, donde ya estaba preparado un carro tirado por seis mulas. Levantaron al reo, porque no podía caminar, y lo colocaron sobre un banco. El conductor arreó las bestias y precedido por una compañía de arqueros y seguido por Laubardemont y los trece magistrados, el carro rodó lentamente por las calles empedradas. Cuando llegaron frente al convento de las ursulinas le pusieron en la mano el cirio de dos libras y le ordenaron que pidiera perdón, pero el padre contestó que nunca les había hecho el menor daño y que en cambio le pedía a Dios que los perdonara a ellos por lo que le estaban haciendo. En la Place Saint Croix se agolpaban más de seis mil personas. Todas las ventanas habían sido alquiladas y se veían espectadores en los techos y entre las gárgolas de la iglesia. Los magistrados, los amigos de Laubardemont y los invitados especiales se acomodaron en una gradería construida especialmente para ellos. Cerca de la pared norte de la iglesia se levantaba un poste y en su base estaban amontonados los troncos, la leña fina y la paja. (Continuará) 7 En Estas Épocas De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas Clara Serra Riascos y Raúl Ákerman Navarro. Raúl H. Ortíz Hernández, sus nietos Alicia y Lucía Rodríguez Ortiz, Federica y Manuel Ortíz. 8 9 Andrés Caicedo, el miedo de vivir y la gloria de la muerte Por: Armando Barona Mesa A pesar de la connotación y la curiosidad que despierta, la película “Todo comenzó por el fin”, de Luis Ospina, no es propiamente una obra de arte. En ninguna parte se encuentra un destello de genialidad cinematográfica ni de agudo talento cinéfilo. Tiene la cinta, a cambio, muchos puntos flacos. El asesinato alevoso y grotesco de un pavo hermoso y desprevenido, en una escena de Mayolo que camina por los linderos del código penal, los repetidos cuadros de mal sabor que tienen que ver con la medicina, los empates de escenas con baches luminosos, como si se hubiera quemado la cinta –tal cual era en la época del celuloide-, cosas que quizás quieren dejar una expresión sincera de espontaneidad y no agotamiento del tema. Son aspectos menores que afean la kilométrica cinta y le dejan al espectador una sensación de indefensión. Pero digamos, con simplificación, que el trabajo del caleño Ospina se deja ver y se torna interesante. sos de sus padres; pero se introdujeron dentro de aquel mundo que irrumpía con ímpetu insaciable en el afán hedonista, destructor y alienante, que fue el mundo de la droga, simultáneo con la música de la salsa y otros ritmos caribes que iniciaban su impacto en una Colombia deslumbrada por las riquezas de los mafiosos, que estaban también haciendo aparición. Este parece ser un planteamiento subliminal que, sin duda, esboza Ospina, aunque ese no sea su propósito. El film, más amargo que alentador, penetra con ímpetu en ese mundo que pretende abarcar, que es el imperio de los sentidos. Carlos Mayolo es uno de los personajes centrales. Agotó su vida entre nubes de humo de marihuana, soplos de cocaína y algo más, y botella y media de vodka diariamente. Así lo dice la película. Muestra ésta un compendio de extravagancias de su vida y de su obra, de lo que nada quedó. Un talento verdadero, en un cine incipiente y esquivo, hecho con cualquier cosa, que se diluyó imperceptible y sin conciencia al paso de esos años turbulentos. La película, por supuesto, no es una trama de ficción sino un documental arrancado a una historia que cobijó a aquella generación que bien podría llamarse la del setenta y uno. Jóvenes rebeldes –todos los jóvenes lo son-, tenían talento, deseos de vivir e impactar en su entorno y gozaban de los recur- El hippismo había traído unos personajes con barbitas y pelo largo, anteojos redondos, vestidos de lienzo y mochilas de cabuya que ostentaban un aspecto 10 de “intelectualoides”. Se los encontraba en todos los círculos claves de la cultura. Aquello era el reino primordial de la marihuana, que había ganado status en lucha social contra el vulgar camaján de la época anterior. Y ese mundo complaciente también acababa de crear, como una gran conquista, la liberación sexual. Así se fundó en Cali la que Hernando Guerrero, su fundador, llamó Ciudad Solar, que era una especie de templo de Astarté, la diosa babilónica en cuyo territorio todos debían prostituirse y agotar todo aquel paraíso artificial que ahora se denominaba psicodélico. Era la música, el vestido, el arte, la decoración y una actitud de nomeimportismo que jugaba entre la vida y la muerte. Pero sin duda la huella grande de aquellos tiempos quedó registrada en la figura juvenil de Andrés Caicedo, el inquieto joven que merodeaba entre el cine, la música y las largas horas de escritura compulsiva. Hoy es una figura consagrada, atrayente y misteriosa. A esa fama desbordada condujo, naturalmente, su estremecedor suicidio, ocurrido de un día para otro como resultado de la vergüenza que lo anonadó cuando su novia Patricia lo encontró agotando un acto de desvío sexual con un amigo salido de las sombras. Caicedo se desequilibró, y en la soledad más angustiosa, le escribió la conmovedora carta final a su madre. En esa misiva –que reproduce la película- se palpa el desarraigo existencial de una vida marcada por la incertidumbre. Hay en él un deseo adolescente de no crecer ni entrar de lleno en los desiertos de la vida. Con una sexualidad equívoca y un tiempo de existencia asfixiante y artificial que no llenó ni el cine ni la música ni aquella escritura deshilvanada que tomaba forma entre vapores de cocaína y humos de marihuana. Caicedo no calzaba a los rigores del diario vivir porque era un desadaptado. Andrés Caicedo, Jaime Acosta y Pilar Villamizar en el rodaje de Angelita y Miguel Angel Aquellos falsos valores que fingen un destino, siempre perdido, y todo esto marcado bajo el embrujo de una quimera. Le dice a su madre que no quiere aumentar su vergüenza por lo que, sin duda alguna, presenció Patricia, de la que también se despide con otra carta que bordea los límites de su desesperación. Ella regresa al pequeño apartamento para asistir, sin imaginarlo previamente, a sus últimos instantes. Sesenta píldoras de seconal dejaron su mirada abierta y extática a la inconmensurable vacuidad de la vida, unida ya a los siglos sin nombre de la muerte. Al lado de su cara quedaba la primera edición de “Viva la música”. Andrés Caicedo es hoy uno de los más admirados escritores latinoamericanos. Vi en Buenos Aires, en la mejor librería, un estante especial dedicado a él, donde la gente se acercaba y compraba llena de admiración. También lo presencié en México y se que lo mismo ha 11 ocurrido en Madrid. Me hizo recordar el triunfo de otra adolescente, francesa, llamada Françoise Sagan, que había escrito un libro intimista titulado Bonjour tristesse y fue un gran éxito en la literatura de los cincuenta. Por supuesto el suicidio consagra, conmueve y resalta los valores. Así ocurrió con Silva, con Alfonsina Storni, con Hemingway, con Virginia Wolff, con Steffan Zwaig, con Safo y todos los que en la “ceguedad del aquilón”, de que hablaba Barba, encontraron el fin de mano propia. Que viva la música es una obra literaria propia, hecha y terminada, que bucea en ese nunca estar de la adolescencia. Que penetra en el fondo oscuro y sin nombre del que no encuentra su identidad. Aquellos falsos valores que fingen un destino, siempre perdido, y todo esto marcado bajo el embrujo de una quimera. Esa es la música que reparte alegría y la finge, pero no se queda. Porque un rato después se convierte en la resaca de la soledad. Caicedo, entregando a la escritura su alma, finalmente comprendió el drama y lo llevó a unas páginas que hoy por hoy acercan al laberinto y son inmortales. Los Licores de Frutas Cuando no solo la esencia si no la pura fruta está dentro de la botella Por: Lily Mosquera de Jensen E l arte de hacer vino es probablemente la manera más antigua de preservar las frutas. Mas tarde, aparentemente inventada por los árabes, apareció el proceso de destilación. Estos licores se conocieron en Europa en la Edad Media, e inmediatamente ocuparon su lugar en la cocina, al lado de los vinos. Desde entonces, tanto los vinos como los licores hacen parte de los ingredientes en las preparaciones de todos los cocineros. Entre las bebidas alcohólicas, los brandys y los licores hechos a base de esencias de fruta, son los más usados en las preparaciones de postres. Los que están hechos a base de grano, papa o caña, son menos preferidos que los de frutas, a excepción del ron. Siempre he experimentado especial curiosidad por un licor de pera que viene con la fruta entera, dentro de la botella y la primera vez que me lo ofrecieron en una comida, naturalmente yo no era la única intrigada con algo que parecía una magia. El dueño de casa, gran anfitrión y buen gourmet, nos descrestó a todos con su versión, que mas parecía una tomadura de pelo. La hermosa pera en la botella, se convirtió en animado motivo de conversación. Mas tarde comprobé que el cuento de mi buen amigo era verdad. que pudiera competir con los mejores de Francia. Sus amigos pensaron que estaba loco. En efecto, se necesitan 9 toneladas de peras de la mejor calidad para destilar 100 galones de brandy. Pero la tenacidad de McCarthy lo llevó, comenzando por las peras de su propio cultivo, a fabricar brandys deliciosos, no solo con sus peras, si no con cerezas, manzanas y ciruelas de diferentes cultivos de Oregon. Hoy día, los brandys que produce su destilería son los mejores de Norteamerica y pueden competir con los europeos. “Lo mas importante para hacer un buen brandy, dice McCarthy, es usar una fruta perfectamente madura.” Aunque parezca mentira, las botellas se amarran de las mejores peras, cuando están pequeñas, la fruta va creciendo dentro de la botella y se arrancan cuando ya maduran. El resto de las peras se cosechan verdes, se dejan madurar en condi- ciones muy controladas y se usan en la destilería, después de ser trituradas. Se dejan fermentar y luego se meten en barriles de cobre que se sumergen en agua caliente para sacar el alcohol por evaporación. Las botellas con las peras se limpian totalmente a mano, para que no les quede ningún residuo o basura del árbol. En seguida se llenan con el licor y se sellan. Vale la pena comprar licores o brandys de la mejor calidad y ofrecerlos a sus invitados después de café. Duran bastante después de abiertos y además se pueden aprovechar en la cocina ya que lo que se usa es muy poquito. Se pueden usar para marinar unas frutas, para bañar un biscochuelo, para darle sabor a una salsa o almíbar, que puede convertirse en un delicioso postre. Pero mas que nada, resulta realmente fascinante ofrecer un brandy exquisito, de una botella con una pera entera dentro. En 1985, Stephen McCarthy inició su industria de brandys de frutas, en Oregon, 12 13 Club Popayán. Almuerzo ofrecido por Mario Fernando Prado. De izquierda a derecha: Luis Eduardo Ayerbe, el “Mono” Duque, Nelly Vallecilla, Juan Pablo López, Diego Angulo, Mister Simmonds ll, Guillermo Alberto González Mosquera, Mario Fernando Prado, Juan Cristóbal Velasco y Felipe Velasco Acevedo. En Estas Épocas En Estas Épocas 14 Carlos Juri Feghali, Olga Lucía Duque Gómez , Octavio Villegas, Luis Gilberto Uribe, Eduardo Sten Lawritzen y Álvaro Arbeláez Sanz 15 En Estas Épocas De Épocas Pasadas Florencia Monsalve Martínez con los hermanos: Germán, Javier, Jorge Hernán y Álvaro Zuluaga Henao. El Antes y el Después: Hermanos María Clara, Àlvaro Josè y Carlos Enrique Zuluaga Venegas. 16 Claudia Otero Sanclemente y su nieta Emma Roldán Valencia 17 De izquierda a derecha: Isabella Vernaza Alhach, sin identificar, Juliana Ochoa Londoño, María Clara Zuluaga Venegas y María Andrea Vernaza Alhach. Sentadas: Ángela Villegas Londoño, María Isabel Victotia y Ana Fernanda Correa Londoño De Épocas Pasadas En Estas Épocas 18 Pablo Guerrero, Daniel Hernández Tascón, Mónica Duque, Martha Patricia Tascón, Mauricio Hernández Tascón y José Fernando Zamorano Hincapié. 19 En Estas Épocas NUEVA SEDE CALI WORLD TRADE CENTER PACIFIC MALL De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas Fundada desde 1968 Somos la compañía que usted necesita Laura Posada Suso, Carlos Fernando Velasco Arango y Margarita Londoño Vélez • Vida • Automóviles • Generales • Fianzas • ARL • Hospitalización y Cirugía Adelante: Ramiro Restrepo Mejía y Nana Guerrero. Atrás: Jorge Guerrero, Paco Esteban, Ana Milena y Lili Guerrero. Líderes en Colombia para el seguro de empresas de vigilancia y seguridad privada, con las coberturas de hurto y hurto calificado NUEVA SEDE CALI: World Trade Center Pacific Mall Calle 36 Norte No. 6A-65 / Of.: 1602 PBX: 667 9955 / Fax: 668 5734 / Cel.: 318 820 04 56 E-mail: gerencia@aescobarch.com BOGOTÁ: Calle 90 No. 12-28 Chicó Tel.: 658 25 58 E-mail: tecnico@aescobarch.com Certificado No. SG 2014000778 Valencia, España. Carlos Ernesto Herrera y Alfredo Mendoza. Alberto J. Huber y Margarita Segovia Dugant. 20 21 las iglesias de cementerio y que huele a una mezcla de vendedor de Bonice, crema Ponds y gladiolo. Qué pena morirse “Siempre he pensado que el mejor día para morirse es un domingo por la mañana, ojalá víspera de puente” Por: Francisco Mejía Azcárate E l tema de la salud alimentaria y la vitalización del cuerpo ha llegado a tales niveles de perfección que no me quiero ni imaginar la cantidad de personas que van a haber de 90 años con un cuerpo ‘super fit’ y sin saber que van hacer con toda esa vitalidad, porque muy seguramente la mayoría va a tener Alzheimer, o al menos demencia senil. Sin embargo, es inevitable, no importa que tanto nos cuidemos, que tanto recemos o que tanto nos escondamos, todos nos vamos a morir. La muerte es el gran igualador social por excelencia, se muere el bueno y se muere el malo, se muere el rico y se muere el pobre, aunque, hay muchas más probabilidades que el rico tenga una ‘morida’ menos apabullante o por lo menos lo haga en una cama más cómoda. morirme un viernes por la tarde y poner a la gente a ir a velorio por la noche y tirármeles la salida a comer, aunque se me hace peor aún con los que no se enteran ese día sino el sábado por la mañana en el periódico, entonces se les embolata la lavada del carro y la ida a la droguería de La 14 a comprar las drogas de la semana. No faltarán las peleas porque el uno quiere ir al entierro a despedir al amigo y la otra a Ginebra a tomar sancocho con la mamá… “teníamos esto planeado hace un mes”… “¿ahora que le digo a mi mamá?” … “se me hace el colmo”… “¿y ustedes si eran tan amigos?”. Claro que no falta el que dice, no nos vamos a tirar la ida a Ginebra por eso, mirá cuando hay una misa y vamos a la misa, en todo caso, sea como sea, que pena poner a la gente a ir al entierro de uno un sábado porque fijo el entierro lo ponen a las 3 de la tarde, con ese calor que hace en esas iglesias de los cementerios que no tienen ni siquiera un ventilador para el cura y que cuando medio ventea un poquito se revuelve ese almizcle típico que genera un aroma patentado por Siempre he pensado que el mejor día para morirse es un domingo por la mañana, ojalá víspera de puente, de esta manera todo el mundo anda de paseo y se enteran cuando a uno ya lo han enterrado. Me muero de la pena 22 Los mejicanos, por ejemplo, tienen muchas supersticiones con relación a la muerte y un apego especial a las ánimas, tanto así que cada 2 de noviembre hacen paseo con merienda y todo para el cementerio y se llevan toda la familia, incluido el perro, el gato y hasta el canario; ven a la muerte como una etapa más y tienen el anhelo de encontrarse con los que partieron antes, no así los colombianos, acá le tenemos pavor a ‘esa señora’, a pesar que el deporte nacional es matar gente o … ¿quién no tiene un familiar o amigo que lo hayan matado por cualquier cosa, ya sea por problemas de plata, de faldas o simplemente por robarle un teléfono celular? No faltarán las peleas porque el uno quiere ir al entierro a despedir al amigo y la otra a Ginebra a tomar sancocho con la mamá… “teníamos esto planeado hace un mes”… “¿ahora qué le digo a mi mamá?” … “se me hace el colmo”… “¿y ustedes sí eran tan amigos?”. El primero que no se quiere morir soy yo, aparte que me da pena con mis amigos, me da un ‘culillo’ tremendo, aunque en eso mi hermano Lalo, me gana, sin embargo, mi suegra nos gana a los dos. La conozco hace 40 años y desde entonces nunca se ha sentido bien pero le tiene un apego enfermizo a la vida y un pánico descomunal a la muerte. Una vez, al finalizar el 2015, una señora que le estaba haciendo un masaje le dijo que ella podía predecir cosas y a mi suegra se le ocurrió preguntarle que si ella podía decirle cuando se iba a morir. La señora le respondió que en marzo de 2016. Al menos le dio cuatro meses de vida, que son más de los que dan en una EPS. Mi pobre suegra, no tuvo vida, esos cuatro meses fueron un tormento para la pobre, vivía colgada del minutero del reloj para que no avanzara, estaba asustada y melancólica, aunque nunca inapetente. Cuando alguien la iba a saludar, decía: “este vino a despedirse”, y así pasó enero y febrero, pero cuando llegó marzo, la pobre no sabía si acostarse arriba o debajo de la cama… y 23 marzo avanzaba lentamente y mi suegrita en pánico, sin embargo, el apetito siguió intacto. Un día hablando con ella caí en cuenta que a diferencia de su tradicional respuesta “aquí sobreviviendo que es el milagro” a mi saludo de “¿cómo está suegrita?”, durante marzo siempre me respondió “muy bien mijo”, como queriendo despistar al enemigo, finalmente marzo pasó y pasó abril, ahora mayo está finalizando y pronto será 12 de Julio, fecha en que mi suegrita cumplirá 89 años, tan aferrada a la vida como cuando tenía 20 y yo que cumpliré en junio, espero morirme un día aún lejano que no interfiera con los planes de ocio de mis familiares y amigos, porque ahí sí “me muero” de la pena. En Estas Épocas En Estas Épocas Ana Milena Parra Turbay, Poncho Zuleta y Gustavo Alberto Lenis Steffens. De pie de izquierda a derecha: Ximena Trujillo, Diana Villaquirán y Mapi Velasco. Sentadas: Jelin Quintero y María Claudia Velásquez 24 Gerardo Díaz Lalinde, Bertha Cecilia Rojas de Díaz y su hija María Virginia Díaz Rojas. 25 De pie: Jaime Piedrahita, Mariela de Piedrahita, Pedro Piedrahita, Cruz Elena Orozco y Julian Guerrero. Sentados: Niña Catalina Piedrahita, Mavelyn Orozco, Martha Cecilia Calero de Borrero, Vicente Borrero, Beatriz Botero y José Luis Borrero, De Épocas Pasadas En Estas Épocas 26 Alberto José Valencia Giraldo y el Procurador General de la República Alejandro Ordoñez Maldonado 27 En Estas Épocas Jorge Enrique Monsalve Rada y sus hijas: Ángela, Mónica, Claudia y Clara Monsalve Concha En Estas Épocas 28 Guillermo Payán, Lida Martínez de Payán, Santiago Payán Tascón y Sebastián Payán Calle. Adelante: Mariana Payán Tascón y Juan Pablo Payán Calle. 29 Olga Lucía, Felipe y Patricia Garcés Molina, Olga Lucía Molina de Garcés, Leonardo Garcés Sinisterra, Diana Aristizabal, Ricardo Garcés Molina, Ángela Sanint Peláez y Carlos Arturo Garcés Molina. De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas Humberto Arias y Álvaro Guerrero. 30 31 El Museo La Tertulia 60 Años Por: Leonardo Medina Patiño E n este momento histórico donde se protege con mayor ahínco el patrimonio de la humanidad, donde acudimos a celebrar con beneplácito las diferentes maneras que tiene el hombre de conservar su memoria, a través de las diversas manifestaciones del arte, es un orgullo para Cali que un museo de arte moderno llegue con vitalidad a los sesenta años. Para conmemorar esta fecha, de un espacio destinado al arte, al cine, al encuentro con el otro, es decir, a -como dice su nombre- la tertulia, se ha programado una serie de exposiciones que han pasado por los grabados de Van Gogh, la obra de Beatriz González y actualmente la de un vallecaucano ejemplar que está mostrando al mundo su mejor des- 32 treza de artista plástico: José Horacio Martínez. José Horacio es un Bugueño tranquilo, dedicado a su pasión, estructurado, docente del conservatorio “Antonio María Valencia” y se ha forjado tenazmente para pulir su obra, mostrar sus vibrantes colores que reflejan ese apego por la caleñidad, por los atarde- cer multicolores de esta sultana (me decía); su obra en gran formato y su fuerza al pintar diferentes momentos o estadíos del Ser, reflejan todo ese vigor que quiere mostrar a sus visitantes. Diría, sin ser erudito en el tema, que es uno de los cinco primeros artistas contemporáneos de nuestro país. Un gran homenaje se rinde al museo La Tertulia, con esta exposición. Pero este escenario también presentó hace pocos días la película de Luis Ospina “Todo comenzó por el fin”, donde aborda una época de la historia de Cali, con el conocido “ciudad solar” que Hernando Guerrero rememora siempre y que Ospina, en la película, ha inmortalizado. “Paciente” es otra de las muestras que presenta el museo, y así se puede comentar una serie de actividades diversas, todas de primer nivel, que se han programado para todo el año y que seguro, han acertado sus directivas. Una idea que nació hace 60 años, y que sigue viva, palpitante en esta ciudad, evidentemente debe generar una reciprocidad de esta a quienes han forjado ese sueño. Sus directivas hoy logran, de una forma indiscutiblemente atinada, perpetuar lo que doña Maritza Uribe de Urdinola sembró. La ciudad, repito, debe retribuir con creces a la actual directiva, representada en su directora Ana Lucía Llano Domínguez quien de una manera inagotable, acompañada -por supuesto- de un equipo de trabajo joven, dinámico y bien intencionado, por lo que brinda a la región y al país entero, con toda esa gama de muestras que se pueden apreciar a lo largo del año en el museo Se sabe, no es un trabajo individual ni de un poco tiempo para acá, es el resultado de sesenta años de incesante labor, con las dificultades propias de este tipo de escenarios, donde el apoyo a veces es muy escaso (uso el superlativo, porque es así), donde se siente como un 33 gasto y no como una inversión, donde se mira de lejos con cierta miopía política y ligereza mental. Pero bien, como un roble se ha sostenido y ha podido demostrar que el arte puede más que el presupuesto, que sus proyecciones superan las dificultades y que en esta nueva etapa que vive Colombia, seguramente el museo La Tertulia, tendrá papel protagónico. El denominado posconflicto o posacuerdo será un motivo para que desde el museo se logren nuevos objetivos para la sana convivencia, para abonar un camino que consolide la búsqueda de la paz y la reconciliación, para hermanar, para unir y sólidamente construir con mirada transparente – como lo ha hecho siempre el arte-, un mejor vivir para nosotros y futuras generaciones. En Estas Épocas En Estas Épocas El Niño y El Mar Por: Antonio Joaquín García Sierra Se dice que un niño, antes de la primera comunión, ha visto en la pantalla más de quinientos asesinatos; de allí, supongo, la gran insensibilidad que hay con respecto a los espantosos crímenes que en la realidad se cometen todos los días. Prefieren ver un programa a caminar por un parque y pierden rápidamente lo que la gente de antes llamaba “la inocencia”. Se convierten en adolescentes prematuros y en ese estado confuso se quedan hasta que alguien, o algo, los obliga a madurar. Yo crecí en una época diferente y hasta los siete años estuve convencido de que a los niños los traían las cigüeñas. Según el registro civil y la cédula, nací en Cereté, una población de 90.000 habitantes, situada en el departamento de Córdoba, en el Valle del río Sinú. Cuando cumplí los diez años mis padres resolvieron enviarme a estudiar a Cartagena. Aprovecharon que unos amigos viajaban y me subieron con mis bártulos a un bus que tardó quince horas en llegar a la capital del departamento de Bolívar. Había tan poco espacio entre los puestos que estuve todo ese tiempo en posición fetal y cuando llegamos creí que se me había olvidado caminar. Tuvieron que ayudarme a bajar. El viaje transcurrió por una carretera destapada y polvorienta, en medio de plantaciones de algodón, y el armatoste paraba en la plaza de los pueblos para dejar y recoger pasajeros. Un calor sofocante nos acompañó durante todo el trayecto y recuerdo las frituras, los dulces, las frutas y los jugos que en las paradas nos ofrecían. A Cartagena llegamos al atardecer de un día de verano y desde el fuerte de San Felipe conocí el mar. A esas horas, el horizonte estaba lleno de colores y la silueta de las aves marineras se recortaba contra el cielo azul. Recuerdo las palmeras que bordeaban la bahía, la brisa y los coches tirados por caballos. Caminamos hasta el hospedaje por las calles estrechas, bajo los balcones cargados de flores. El mar se nos metió 34 en el alma y tengo desde entonces un caracol que guarda el ruido del mar. Allá terminé la primaria y me gradué como bachiller. ¿Para qué describir una ciudad que ha sido filmada y pintada infinidad de veces? Una fotografía, según los chinos dice más que mil palabras. Julia María Saavedra Saavedra y Gerardo De Francisco Cucalón. En Cartagena viví mi niñez, mi adolescencia, mi primera juventud, y en mi memoria se agolpan nombres, rostros y miles de experiencias. Las primeras novias, las serenatas a la luz de los faroles y la luna y las fiestas de los sábados. | @LA14SA L os niños de antes éramos distintos. El gran juguete era la imaginación. Los soldaditos de plomo, las muñecas de trapo, los carritos de cuerda. Los de ahora, con juguetes electrónicos como el televisor, el celular y el computador, no ejercitan la inteligencia sino que reciben datos, toneladas de información. SIEMPRE TE DA MÁS En la heroica, la historia te salía al paso en cada esquina y con un poco de imaginación se podía ver el velamen de los buques de guerra del almirante Vernon, y a don Blas de Lezo, ese hombre íntegro al que le faltaba una pierna, un brazo y un ojo, defendiendo desde las murallas la asediada ciudad. Allí aprendí a admirar el valor y el temple de nuestros próceres. $ Por cada Participa en el sorteo semanal de uno de los 24 BONOS MULTICOMPRA por valor de .000 1.014.000 c/u en compras Fecha Inicio: Enero 23 de 2016 • Fecha Final: Junio 22 de 2016 • Último Sorteo: Junio 25 de 2016 Los sorteos se realizan en Calima Bogotá y Cali todos los sábados. Consulta condiciones y restricciones: www.almacenesla14.com.co • www.calimacccali.com • www.calimaccbogota.com * ** Úsalas para comprar *** Es increíble que haya gente que pudiendo hacerlo, no viva en Cartagena. Cómo serán de maravillosos el mar y la ciudad, que García Márquez, después de muerto, resolvió regresar. * Aplica solo para la ciudad de Pereira *** Aplica solo para Valle del Cauca **** ** Válido para la ciudad de Bogotá. Aplica solo para compra de Electrodomésticos **** Aplica solo para la ciudad de Cali. SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA Fechas de sorteo Supermercados 35 Enero 23 - 30 Febrero 6 - 13 - 20 - 27 Marzo 5 - 12 - 19 - 26 Abril 2 - 9 - 16 - 23 - 30 Mayo 7 - 14 - 21 - 28 Junio 4 - 11 - 18 - 25 Carlos Campo, Juan Francisco Guerrero, Carlos Aljure, Luis Fernando Lenis, Óscar Plaza, Juan Gabriel Saavedra, Juan Fernando Cervino, Andrés Meza y Andrés Pardo. De Épocas Pasadas En Estas Épocas 36 Pedro Sellarés, Óscar Mazuera y Pepino Sangiovani. 37 ¡Yo quiero ser como Yo! Por: Mario Humberto Lopera Ospina. estar Inspirado siempre. Ello significa vivir dentro de tu propio espíritu, dentro de tus mejores sueños y al lado de tus más grandes amores. Todo eso junto, al tiempo, es lo que permite que la vida tenga su propio arcoíris, y este, seguro, estará lleno de los colores más bellos, de los que viven dentro de tu corazón. S í, así como suena. Cada uno está en la obligación de poder hacerlo. De siquiera intentarlo una y otra vez. “Yo quiero ser como yo.” Quiero parecerme a mí mismo, ser yo mismo. Luchar por mi vida y mis sueños con todas las fuerzas de mí corazón. Amar como debe ser y hacerlo con alegría, ternura, pasión, desprendimiento y humildad. Sentir que las cosas pasan por el meridiano de nuestra vida diaria y lo hace desde bien adentro del corazón. Entender, por favor, que se ha venido a la vida por una sola razón: ¡Ser feliz! Esa es la meta que debemos perseguir todos. El ideal de cada vida. Verse y sentirse como ser humano perfecto tiene que ser la manera de poder crecer y vivir lleno de gozo. Entender, por fin, que nunca estuvimos aquí y nunca volveremos, es lo que nos tiene que obligar a dejar nuestra huella. A que sea mucho más que un reto de vida, 38 de salud mental, de alegría infinita. Y al aceptar ese gran desafío, debemos apersonarnos y apasionarnos con él. Sí, así como queda escrito. Se hace perentorio entender porqué estamos aquí, sin importar ni la edad, ni la condición social o económica, pues nada de eso puede estar por encima de las ganas de ser felices. El primer elemento necesario para lograrlo es la INSPIRACIÒN. Se requiere Gozar de un cuerpo físico tiene sentido sí, solo sí, ese cuerpo es consciente de tener un espíritu regente dentro de sí mismo y la dirección la tiene que ejercer este último como debe ser. Somos administradores de todo lo que pase con nuestro cuerpo y con nuestra vida, y esa es nuestra mayor responsabilidad. ¡Seguro! Una vida Inspirada no puede tener límites en busca de su propia felicidad. Esa vida sabe que ha venido al mundo para ser feliz y que toda la felicidad que requiere está dentro de sí mismo: En su espíritu, en la fuerza de este y en esas ganas de coadyuvar la de sus grandes amores. Por lo mismo está obligado, independiente de todas las circunstan- Quiero parecerme a mí mismo, ser yo mismo. Luchar por mi vida y mis sueños con todas las fuerzas de mí corazón. Amar como debe ser y hacerlo con alegría, ternura, pasión, desprendimiento y humildad. cias, a luchar sin tregua ni descansó “en busca de un futuro mejor, frente a un presente imperfecto.” La vida, como la experiencia más maravillosa, debe ser entendida como un gran reto de oportunidades; llena de espiritualidad, desacomplejadamente auténtica y todos, sin que falte ninguno, deben tener una voz y una forma respetable de poder expresar las ideas que bullen dentro de sí mismo. 39 Una vida llevada de la manera anterior permite hacerlo sin máscaras de ningún tipo. No se hacen necesarias. Lo que siempre muestras es todo lo que tienes dentro de ti mismo. Es la presentación de tu propia espontaneidad. Es la entrega permanente del SER por el DEBER SER. Es la apoteosis indescriptible del adentro de tí mismo que encuentra en esa forma de ser, de vivir, de actuar su mayor compensación a la administración que haces de tu propio yo. Queda entonces, solo entender, que para cruzar el camino de la vida como debe ser, se requiere tener un ser social que permita entrelazarse con la gente para formar parte de esa sociedad que vive alrededor. Una pareja. Una familia. Unos amigos. Pues es en medio de todos ellos que se hace la vida, que “se hace camino al andar”, y se aprende a querer con toda el alma. Por lo mismo vale la pena mirarse al espejo y desafiarse una y otra vez, hasta lograr entender que este es el momento de confiar en ti mismo. No hay nadie como tú. ¡Vamos, tú puedes! ¡Este es tu tiempo! En Estas Épocas En Estas Épocas Luz María Botero O’byrne y José Zuluaga Mario Vallejo Salazar hijos y nietos: Arriba: Nicolás Suárez Vallejo, Laura Vallejo Arbeláez, Hernando Vallejo Tafur. Al centro: Alejandro Algarra, Isabela Vallejo Tafur, Mario Vallejo Salazar, Virgina Vallejo Tafur. Abajo: Nicolás Suárez Fiat, Santiago Suárez Vallejo, Martha Arbeláez y Daniel Vallejo Arbeláez 40 41 En Estas Épocas Museo de la Cinematografía Teatro Jorge Isaacs Fotografía tomada desde el Puente Ortiz en el año 1935. El teatro aparece en el centro de la imagen en la esquina de la Carrera 3a. con Calle 12 y aun hoy permanece en ese lugar. Fue concebido con un estilo neoclásico francés, por el empresario caleño Hermann Bohmer, quién en solitario lo financió y edificó con la asistencia de los ingenieros italianos Gaetano Lignarolo y Guido Micucci, en el mismo sitio que antes había ocupado el Teatro Salón Moderno, recinto muy popular que se incendió en 1928 y al cual reemplazó en forma definitiva. El esplendoroso escenario fue inaugurado el 26 de diciembre de 1931. Contaba en su interior con una platea y tres palcos en forma de herradura y durante varias décadas su acústica fue aclamada por los grandes artistas y las compañías de teatro que lo visitaron. Un aspecto interesante que se observa en esta imagen son las bellas figuras con antorchas que decoraban el exterior y custodiaban la fachada del teatro. Esos mármoles y mucha de la decoración, habían sido concebidos 4 años antes durante la construcción del teatro por el arquitecto bogotano Mauricio Ramelli, un artista de ascendencia suiza especializado en decoración y restauración de cielo rasos. Hoy esas figuras lamentablemente ya no adornan el Teatro y fueron retiradas. El 24 de junio de 1935 el Teatro estaba estaba listo para realizar una de las más grandes presentaciones artísticas de su historia con la presencia del cantautor de tangos argentino Carlos Gardel, quizás el más famoso cantante del mundo en aquel momento; pero en la mañana de aquel día fatídico mientras la ciudad de Cali aguardaba la llegada del mítico artista, este fallecía carbonizado en un terrible accidente de aviación en Medellín, cuando el avión que lo traía realizaba una escala técnica en su vuelo desde Bogotá. Por ese luctuoso motivo el teatro debió cancelar la única presentación artística de Gardel en la ciudad. Después de 30 años de esplendor en la actividad cinematográfica, artística y teatral, llegaron tiempos difíciles para el Teatro Jorge Isaacs. Sus propietarios decidieron venderlo a una empresa cinematográfica por los elevados costos de mantenimiento, lo que lo condujo a un paulatino estado de deterioro y abandono. El 26 de noviembre de 1984, ante el clamor de la ciudadanía caleña por recuperar el decaído inmueble, fue declarado ‘Monumento Nacional’ y en 1986 fue adquirido por la Administración Municipal. La Corporación para la Cultura, entidad creada por la Alcaldía de Cali, inició la remodelación del edificio en julio de 1989. Desde entonces el teatro se ha dedicado exclusivamente a las presentaciones teatrales y ya no ofrece funciones de cine. En el poster recostado en el suelo y que estaba siendo colgado ese día, se puede leer: “Gary Cooper y Ann Harding, Filme Peter Ibbetson”. Aquella fue una cinta de la Paramount Pictures titulada en castellano como “Sueño de amor eterno”. Consulte www.caliwood.com.co 42 Cuatro generaciones. Aida Fernández de Soto Sanclemente, María Paulina Ruiz Fernández de Soto, María Fernanda y Patricia López Ruiz y niño Santiago Mejía López 43 En Estas Épocas 2011. Reconocimiento y condecoración de la Dian a Carlos Ernesto Herrera. De izquierda a derecha: Carmen Elisa Paz, Zamira Salcedo Castrillón, Carlos Ernesto Herrera y Lucía Vergara de Olaya (Directora de la Dian- Impuestos. Invita: Organiza: Patrocina: Aliados Estratégicos: Aliados Mediáticos: Mercedes Sardi de Holguin, Nana Holguín, Ximena Garcés Holguín y Alfonso Holguín Beplat. 44 45 Fernando Ángel, Melba Urdinola, Octavio Mesa, Carmenza Urdinola, Diego Ángel y Luz Urdinola. De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas De Épocas Pasadas Carmenza Urdinola Mejía. 46 47 De Épocas Pasadas Su Memoria Sobrevivirá a Su Época Scouts 1960: Adolfo Lloreda, Francisco Concha, Juan de Dios Díez y Luis Fernando Mejía. 48 Mario Vallejo Salazar Jorge Enrique Monsalve Rada Alberto José Valencia Giraldo Rosa Elena Molina González Margoth Tascón de Forero María Eugenia González Quintero Olga Cecilia Saldarriaga Diego Velasco Castro Julia Gálvez Velásquez Fernando Londoño Gutiérrez Félix Arturo Quiceno Monsalve Gilma Gutiérrez de Robledo. María Norbeida García de Escobar Jaime Rodríguez Cerón Alicia Velásquez de Sacotto Efraín Villamil Herrera 49 OBSEQUIE UNA SUSCRIPCIÓN DE LA REVISTA EPOCAS Revista No. Precio Prec io Púb lico Público 5 il de 201 139 • Abr : $ 8.700 El Cali e moda está d : $ 8.70 0 No. 137 • Fe brer o de ... el presente rescatando al pasado 1 2015 Prec io Pú blico :$ 8.70 0 No .1 40 • ára be Dife , m re u n e i sulmcia e sla á nt mi n, i re sta slá mi Ge El p rmán adre del Patiñ Petr o onio Oss Álva a 1 rez Precio Público : 1 No. 146 • Noviembre de 2015 Precio Público : $ 8.700 Ma yo de 20 15 co $ 8.70 0 CDI, Alto sd No. 148 • Enero Mag de 20 16 Fund nífica Obr ación a Club Social pr od Cam pestre ucto de y Alc la Alia aldía nza de Ca li. e Sa nta E le na 1 Maurice Armitage: la “ figura” que Cali necesitaba. 1 Orlandobé: Tel.: 449 0218 / Cel.: 313 798 1740 Visite nuestra página web: www.revistaepocas.com 50 51 Cuando piense en un regalo piense en Épocas INFORMES Tels.: 6800 800 • Cel.: 311 634 33 75 www.revistaepocas.com 52