MUSEO DIOCESANO “REGINA COELI”. SANTILLANA DEL MAR LA OBRA DEL MES Septiembre 2011 SAN JOSÉ Escultura barroca andaluza. S. XVII viernes, 2 de septiembre , 2011, 20:00h Exposición y comentario de la pieza y concierto alusivo a la música de la época. Conferencia: Enrique Campuzano Concierto de órgano: Antonio Margallo LA OBRA: El siglo XVII es el siglo de Oro de las Letras y de las Artes en España. La escultura florece especialmente en diversos focos creativos, entre los que destacan Valladolid y Sevilla. La escuela sevillana, heredera del clasicismo renacentista italiano evoluciona lentamente hacia la expresión de los sentimientos, sobre todo en las imágenes religiosas, de acuerdo con la doctrina del Concilio de Trento, teniendo como gran aliciente las imágenes de altar y los pasos procesionales, demandados por las Cofradías. El taller del escultor Juan Martínez Montañés, relacionado con el del pintor Fco. Pacheco (suegro de Velázquez) aglutinan a los artistas más relevantes y su producción se extiende a otras regiones de España y a Las Indias. . Muchos cántabros estaban afincados desde la Edad Media en Sevilla y Cádiz, dedicados principalmente al comercio y ésta fue la vía para llegar obras andaluzas a nuestra región. La obra que nos ocupa, perteneciente a la parroquia de Castro Urdiales, sería donada por un “jándalo” que sabía valorar el arte de su época, hacia 1620, y tuvo relación con el citado taller de Montañés y quizás con su discípulo Juan de Mesa. EL CONCIERTO: “Música barroca española para órgano ” 1. Obra de lleno de 1º tono...... .... Antonio Brocarte (1629-1696) 2. Entrada de clarines, antes de tocar canciones. Anónimo XVII 3. Fuga en do mayor .............. Tomás e Santa María (1510-1570) 4. Suiete de pièces en 5º mode ...... Doménico Zipoli (1688-1726) 5. Tres glosas sobre el Canto llano de la Inmaculada Concepción . Fr. Correa de Arauxo (1575-1663) 6. Tiento de 2º tono por gesolreut, sobre la letanía de la Virgen Pablo Bruna (1611-1679) Comentario de la pieza: Enrique Campuzano Concierto de órgano: Antonio Margallo. La escultura sevillana del siglo XVI bascula entre la influencia flamenca, derivada de la obra de los artistas flamencos que decoran las fachadas de la catedral gótica, iniciada en torno a 1405 y finalizada a finales de dicho siglo, como Lorenzo Mercadante de Bretaña, y la influencia italiana representada por artistas renacentistas que van llegando a Sevilla precedentes de la Toscana, como Pietro Torriggiano, que ha pasado a la historia por haberle roto la nariz a Miguel Ángel, cuya obra más emblemática, en terracota policromada es un San Jerónimo penitente, que sirvió de modelo a Juan Martínez Montañés, para el San Jerónimo titular del retablo del Monasterio sevillanazo de Santiponce. A ello habría que añadir a otros artistas sevillanos, o que se afincan en Sevilla luego de haber viajado a Italia, como es el caso de otros artista relacionado con Cantabria, Juan Bautista Vázquez el Viejo, que realizó en 1564 la figura recostada del sepulcro del inquisidor Antonio del Corro en la iglesia de Santa María de los Ángeles de San Vicente de la Barquera En Sevilla esta influencia renacentista, ya en su fase manierista, va a desplazar a la corriente flamenca a finales del siglo XVI con artistas como Jerónimo Hernández y sus seguidores, Gaspar Núñez Delgado o Andrés de Ocampo, que influyeron decisivamente en el joven escultor jienense, Juan Martínez Montañés, tras su aprendizaje en Granada. Juan Martínez Montañés, natural de Alcalá la Real ( Jaén ) y formado en el taller granadino del escultor Pablo de Rojas, se instala en Sevilla. Su longevidad le va a permitir evolucionar en su estilo, convirtiéndose en la figura clave de la transición del Manierismo al Barroco, sin abandonar la serenidad ni la huella clásica. En Sevilla obtiene un gran reconocimiento social, que junto con la gran calidad de sus obras, le facilitaron la creación de un importante taller en el que se formaron numerosos escultores de toda Andalucía , e incluso Toledo, Portugal y Madrid. Además sus modelos tuvieron una gran difusión, no solo por Andalucía sino también en América, como podemos observar en el San Juan Bautista de marfil hispano-filipino, que conservamos en nuestro Museo, procedente de la parroquia de Villapresente. JUAN DE MESA (Córdoba 1583 - Sevilla 1627 ) Además de Alonso Cano, uno de esos discípulos más reconocidos de Montañés fue Juan de Mesa, cordobés, que según algunos estudiosos, como el profesor Hernández Díaz, superó la calidad artística del maestro y alcanzó un reconocido prestigio, como se refleja en los importantes encargos recibidos. Había nacido en Córdoba y a los 23 años se traslada a Sevilla. Se casa con María Flores. En 1615 ya disponía de taller propio. Perteneció a la Hermandad del Silencio, siendo miembro activo de su junta directiva, Su prematura muerte, a los 44 años, al parecer producto de una especie de tuberculosis, truncó su brillante carrera profesional, pues no llegó a las dos décadas, si bien nos ha dejado una notable producción escultórica que afortunadamente se ha conservado. Se dedicó fundamentalmente a la realización de pasos procesionales y particularmente a la figura de Cristo, haciendo estudios de anatomía premortales, diseccionando cadáveres, para conseguir un mayor realismo en sus obras. Este aspecto conjugaba a la perfección con las recomendaciones de las constituciones del concilio de Trento, que aconsejaban una mayor realismo en las imágenes, para que los fieles vivieran “ más cerca”, sensiblemente, los momentos pasionales de Cristo y su sufrimiento, acorde también con los escritos de San Francisco de Borja, que señalaba la necesidad de que el creyente en su meditación llegase a confundir la imagen con la realidad. Entre sus obras más conocidas y populares destacan: el Cristo del Amor, el Cristo de la Buena Muerte (de la Hermandad de los Estudiantes, cuya autoría se desveló al desprenderse la cabeza en un Viacrucis, en cuyo interior apareció un papel con la inscripción,“Ego feci Joannes de Mesa, anno 1620” o el Jesús del Gran Poder, con el que culmina su obra y el realismo en la escultura barroca andaluza ( en su corona de espinas aparece una serpiente, símbolo del poder de Dios y del Mal. Algunas de sus obras han sido durante mucho tiempo, al menos hasta el siglo XX , atribuidas a su maestro Martínez Montañés, Supo interpretar de manera magistral el realismo más crudo en la línea de Caravaggio, superando en este aspecto a su maestro Martínez Montañés. Con él se consolidad definitivamente el naturalismo en la escultura andaluza. Consiguió un máximo grado de realismo en las anatomías y un claro dominio técnico y calidad artística. Por ello fue el escultor que más imágenes de Cristo talló durante todo el periodo barroco para la ciudad de Sevilla, traspasando incluso los límites de la región, al enviar obras a Madrid, Vergara (Guipúzcoa) o La Ciudad de los Reyes-Lima (Perú) . LA OBRA de Mesa El San José de nuestro Museo es muy probable que estuviese acompañado del Niño Jesús, a su derecha, alargándole la mano y quizás a continuación pudiera haber estado la Virgen, formando por tanto la escena de la Sagrada Familia, que ya se recogía en algunas pinturas de la época y tendrá mucha más difusión en la segunda mitad del siglo, gracias a la obra de Murillo. Sin duda las obras que más relación tiene con nuestra imagen de San José, de Castro Urdiales, son : el Cristo de Las Cabezas de San Juan, el Niño Jesús, Museo de Córdoba y el desaparecido San José, de la iglesia de San Vicente de Guadalcanal (Sevilla) destruida en 1936 . No sabemos cómo pudo llegar a Castro Urdiales esta obra, pero es fácil deducir que se trata de una adquisición realizada por una familia de comerciantes castreños que en el siglo XVII tuvieron gran relación con Sevilla, de donde proceden otras obras coetáneas que se conservan en Santa María, como el Cristo de la Agonía, de Zurbarán y otros dos lienzos atribuidos a su taller: el rey David tocando el arpa y la Virgen con Niño. Detalle del Cristo de la Buena Muerte San José y el Niño. Iglesia de San José .Sevilla. Jesús del Gran Poder. Sevilla Cristo de la Buena Muerte. Capilla Universidad . Sevilla. BIBLIOGRAFÍA: CAMPUZANO RUIZ. E: “Santa María de Castro Urdiales. Museo Diocesano. 2000 HERNÁNDEZ DÍAZ, J.: “Juan Martínez Montañés (1568-1649)”. Sevilla 1987. Fuentes documentales: Sesión XXV del Concilio de Trento