ARTICLE IN PRESS Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev Esp Med Nucl. 2009;28(5):246–248 Nota clı́nica ¡En guardia, centinela! M. Solá a,, M. Recaj b, E. Calvo a, J. Suñe c, J. Robles a, P. Puig b y M. Fraile a a Servicio de Medicina Nuclear, Hospital Universitari Trias i Pujol, Badalona, España Servicio de Cirugı́a, Hospital Sant Jaume de Calella, Barcelona, España c Servicio de Ginecologı́a, Hospital Sant Jaume de Calella, Barcelona, España b I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O R E S U M E N Historia del artı́culo: Recibido el 26 de septiembre de 2008 Aceptado el 16 de enero de 2009 On-line el 28 de julio de 2009 La técnica de administración del trazador para la detección del ganglio centinela y el tamaño del radiofármaco por inyectar son dos de los parámetros que deben seleccionarse en función de las caracterı́sticas de la paciente y la lesión. De ello depende no sólo la detección, sino también la localización del ganglio o de los ganglios presumiblemente identificables. Ası́, se ha observado que la administración intraparenquimatosa o profunda es imprescindible para la localización de ganglios extraaxilares, y que la inyección de radiofármacos de molécula pequeña potencia la detección del ganglio. & 2008 Elsevier España, S.L. y SEMN. Todos los derechos reservados. Palabras clave: Ganglio centinela Cáncer de mama Técnica linfogammagráfica En Garde, Sentinel Node! A B S T R A C T Keywords: Sentinel node Breast cancer Scintigraphic technique Injection technique and radiocolloid size are two critical parameters that must be carefully selected according to patient presentation and lesion appearance for accurate sentinel node detection in breast cancer. Scintigraphic detection and intraoperative localization are dependent on these parameters. The present clinical case illustrates how much deep intralesional tracer injection bears on our capacity to detect extra-axillary sentinel nodes and how the use of smaller-size radiocolloids may sometimes facilitate sentinel node detection. & 2008 Elsevier España, S.L. and SEMN. All rights reserved. Introducción Como técnica de Medicina Nuclear, la detección y biopsia del ganglio centinela (BCG) en pacientes con cáncer de mama inicial está detalladamente descrita en las guı́as internacionales y nacionales, ası́ como en los procedimientos normalizados de trabajo de cada centro. Aun ası́, cada caso debe plantearnos una valoración individualizada, seleccionando los parámetros ideales para la correcta ejecución de la prueba. Más, incluso, cuando se trata de una técnica que no sólo compete a los médicos nucleares, sino que involucra a otros profesionales tanto del ámbito diagnóstico, radiólogos y patólogos, como del equipo quirúrgico. Pero es en el )momento nuclear* cuando podemos pulir al extremo la técnica, dependiendo de ello la correcta estadificación de la paciente. Presentamos un caso clı́nico en el que la participación del médico nuclear fue decisiva para la toma de decisiones, tanto en la fase de detección como en la fase de BGC. Caso clı́nico Mujer de 43 años que acude a la unidad de patologı́a mamaria de un hospital de zona, remitida desde ambulatorio con mamografı́a de cribado oportunista donde se encuentra distorsión Autor para correspondencia. Correo electrónico: msola.germanstrias@gencat.net (M. Solá). en el cuadrante inferior interno (CII) de mama derecha (MD). A la exploración, se presentan mamas pequeñas simétricas, palpándose en la MD una zona pseudonodular, exploración de mama izquierda sin nodulaciones y axilas libres clı́nicamente. La ecografı́a informa de un área hipoecogénica e irregular de 8 mm en el CII de MD, que se representa como una imagen espiculada en la mamografı́a. Se realiza una punción-aspiración con aguja fina (PAAF) que informa de una profileración epitelial con atipias citológicas. Se realiza estudio de resonancia magnética nuclear (RMN) que muestra hipercaptación en el CII de MD sin criterios de malignidad, por lo que se decide control en 6 meses. En esta ocasión, se palpa una lesión inferior a 1 cm en el CII de MD, blanda y bien delimitada. Se realiza una biopsia con aguja gruesa (BAG) de la zona problema, que informa de focos fibrosos y cambios metaplásicos apocrinos y ausencia de malignidad, pero manteniéndose la sospecha por mamografı́a y por ecografı́a (fig. 1), se decide finalmente practicar tumorectomı́a con estudio de ganglio centinela (GC). Ası́, la paciente es remitida sin diagnóstico al Servicio de Medicina Nuclear para realizar la prueba de detección y, si procede, de BGC. El dı́a anterior, 16 h antes de la cirugı́a, se administra por vı́a intratumoral guiado por imagen ecográfica una dosis de 4 mCi (148 mBq) de microcoloide de estaño de Tc-99 m. La linfogammagrafı́a adquirida a las 2 h pi (fig. 2A) muestra drenaje único hacia el 4.o espacio intercostal ipsilateral, presentando dos focos que se % identifican como GC del territorio de la cadena mamaria interna (MI). Se decide una segunda administración intratumoral de 2 mCi (74 mBq) de trazador con un coloide de molécula más pequeña, un 0212-6982/$ - see front matter & 2008 Elsevier España, S.L. y SEMN. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.remn.2009.01.002 ARTICLE IN PRESS Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M. Solá et al / Rev Esp Med Nucl. 2009;28(5):246–248 247 axilar resulta en 17 ganglios, todos ellos negativos. El estadio final de la paciente es T1b N1b. II Discusión Figura 1. Imagen de sospecha de malignidad en el estudio ecográfico. Figura 2. A) Proyección anterior donde se identifica únicamente drenaje hacia cadena mamaria interna. B) Proyección oblicua anterior derecha, tras reinyección en la que se evidencia drenaje axilar y se detecta presencia de ganglio intramamario. nanocoloide de albúmina. La segunda linfogammagrafı́a (fig. 2B) 90 min más tarde muestra un foco de actividad en la región de unión de cuadrantes externos de la mama y un 2.o foco en la región axilar, nivel I, que se identifican como GC intramamario (IMM) y GC axilar, respectivamente. El análisis intraoperatorio de la pieza de tumorectomı́a confirma su malignidad informando de carcinoma de estirpe tubular con áreas de carcinoma in situ. Se confirma entonces la necesidad de biopsiar los diferentes GC. El GC de cadena MI se deja para un análisis definitivo. El análisis peroperatorio del GC IMM resulta positivo, mientras que el GC axilar es negativo. La interpretación del GC IMM como una estación previa a la región linfática axilar obliga a practicar una linfadenectomı́a axilar. El análisis definitivo de la pieza de tumorectomı́a informa de un carcinoma ductal infiltrante con áreas de patrón tubular y componente in situ inferior al 25%. La lesión infiltrante es de 7 mm, grado tumoral I, sin evidencia de invasión perineural y no muestra necrosis tumoral. El GC IMM presenta una metástasis sin extensión extracapsular, mientras que los GC axilar y de MI no presentan evidencia de metástasis. La linfadenectomı́a de nivel I y La detección de GC en territorios extraxilares es frecuente en los estudios de mama, y su biopsia es necesaria y efectiva1. La aparición de drenajes linfáticos extraaxilares es más frecuente si la administración del radiotrazador se realiza por vı́a profunda, ya sea intra o peritumoral. La administración subdérmica o periareolar, debido a la anatomı́a de los tributarios linfáticos de la mama, permite la detección del )GC axilar único*, al que drenarı́an todos los cuadrantes de la mama2,3, pero no permite generalmente demostrar drenajes fuera de la axila4,5. El drenaje al territorio de MI es el más frecuente, sobre todo en los casos en que la tumoración se halla en los cuadrantes internos. En nuestra experiencia, del total de 370 (20,8%) drenajes extraxilares en 1.755 procedimientos de BGC efectuados, 279 (15,8%) fueron a la MI. En 133/279 pacientes la biopsia fue efectiva, resultando positiva para carcinoma en 36/133, es decir un 27% de las biopsias. Cabe destacar que en 14 de estos casos el GC de MI fue positivo, mientras que el axilar fue negativo, tomándose como decisión no efectuar la linfadenectomı́a6. La elección del tamaño de partı́cula del radiofármaco se hace, según nuestro protocolo, en función de la edad de la paciente, su constitución, las caracterı́sticas de la lesión y el método de administración de éste. De esta manera se prefiere una molécula pequeña para pacientes mayores de 60 años o de constitución gruesa, o en los casos en los que el radiofármaco debe administrarse guiado por esterotaxia, en los que nuestra experiencia ha observado un peor ı́ndice de detección al usar radiofármacos de tamaño mayor. En el caso que nos ocupa, una primera administración intratumoral de un radiotrazador de molécula grande de microcoloide de estaño de tamaño 0,05 a 0,6 mm mostró drenaje a MI, por lo que se valoró una segunda exploración tras la administración de un radiotrazador de molécula pequeña de albúmina nanocoloide de partı́culas de menor tamaño, mayoritariamente inferior a 80 nm, con la intención de favorecer ası́ el drenaje hacia la axila. La aparición de un segundo territorio extraaxilar, el drenaje IMM, obligó a valorar la necesidad de su biopsia. También en nuestra experiencia el drenaje IMM ocurre en un nada despreciable porcentaje de pacientes, que alcanza el 1,9% (35/1.775 pacientes) biopsiándose en 34, de los cuales resultaron positivos 11 (32,35%). Es remarcable que de éstos, 8 fueron positivos mientras que el GC axilar fue negativo. Se trata, pues, de un caso en el que nos hemos mantenido )en alerta* valorando cada una de las decisiones de intervención, tanto en la fase diagnóstica como en la quirúrgica. La experiencia acumulada nos ha permitido tomar probablemente la decisión correcta o al menos la que es )mejor* opción. Aunque existen numerosos estudios sobre GC en cáncer de mama inicial, no todo está escrito, por lo que siempre podemos enfrentarnos a un paciente que no plantea la estrategia de abordaje habitual. Sigamos en alerta: )¡en guardia, centinela!*. Bibliografı́a 1. Calvo E, Vallejo V, Julián FJ, Solà M, Fuster F, Milà M, et al. Fraile M. Impacte clı́nic de la biòpsia del Gangli Sentinella sobre l’estadificació del Càncer de Mama inicial: Importància dels ganglis extra-axil.lars [CD-ROM]. VII Congrès Català de Sinologia i Patologia Mamària. Editorial Reunions i Ciència S.L. 2008. [citado 10 Oct 2008] Disponible en: URL: http://reunionsciencia.es. ARTICLE IN PRESS Documento descargado de http://www.elsevier.es el 16/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 248 M. Solá et al / Rev Esp Med Nucl. 2009;28(5):246–248 2. Krag DN, Weaver DL, Alex JC, Fairbanks JT. Surgical resection and radiolocalization of the sentinel lymph node in breast cancer using a gamma probe. Surg Oncol. 1993;2:335–40. 3. Giuliano AE, Kirgan DM, Guenther JM, Morton DL. Lymphatic mapping and sentinel lymphadenectomy for breast cancer. Ann Surg. 1994;220:391–401. 4. McMasters KM, Wong SL, Martin 2nd RC, Chao C, Tuttle TM, Noyes RD, et al. Dermal injection of radioactive colloid is superior to peritumoral injection for breast cancer sentinel lymph node biopsy: Results of a multiinstitutional study. Ann Surg. 2001;233:676–87. 5. Nieweg OE. Lymphatics of the breast and the rationale for different injection techniques. Ann Surg Oncol. 2001;8:71s–3s. 6. Julian FJ, Fraile M, Llatjos M, Rull M, Fuste F, Castella E, et al. Internal mammary sentinel node metastases in an otherwise lymph-node negative breast cancer patient. Breast J. 2002;8:317–9.