"JUNTOS POR LA PAZ Y EL DESARROLLO…" El objetivo del trabajo de Ayuda en Acción es propiciar cambios estructurales que contribuyan a la erradicación de la injusticia y la pobreza en el mundo. Desde esta convicción nuestra Organización impulsa programas de cooperación, cuyos principales actores y protagonistas son las personas de las comunidades pobres. En esta labor, una de las premisas fundamentales que se debe producir para el desarrollo y crecimiento de las personas y los pueblos es la paz porque la violencia representa un verdadero obstáculo para la estabilidad y el progreso personal y social, sobre todo en aquellos países con menos oportunidades, los más pobres. En muchos casos, en los países del Sur, como en los que Ayuda en Acción realiza su labor, ven amenazado su desarrollo porque están inmersos en una espiral de pobreza y violencia. La paz no sólo permite generar efectos positivos en la vida de las personas, sino también reducir la pobreza, de tal forma que los países que han logrado evolucionar lo han hecho en condiciones de estabilidad política y social. En este sentido, la pobreza se manifiesta como una de las principales amenazas para la paz, al tiempo que se convierte en una de las consecuencias directas de las situaciones de conflicto. No sólo porque los conflictos frenan en gran medida el futuro de las naciones y hacen retroceder, en muchos casos, décadas de progreso económico, cultural y social, sino porque la propia dinámica que se genera con el conflicto puede engendrar una violencia aún mayor, al tiempo que llegue a extenderse a otros lugares en un corto plazo. Actualmente se registran en el mundo en torno a 30 contiendas que se localizan en cuatro de los cinco continentes: África, América, Asia y Europa. Esta situación ha creado un sentimiento generalizado de desconfianza y temor, tanto en los países del Norte como en los del Sur, que no hace sino producir una mayor tensión en la sociedad. Construir una cultura de paz a través de la educación La solución a las situaciones de conflicto pasa por la construcción de un itinerario educativo que construya una verdadera cultura por la paz. Un espacio en el que confluyan todas las opiniones y se produzca un intercambio plural. Una cultura que surja y se fortalezca a todos los niveles, invirtiendo en procesos de paz y prevención de conflictos. Una de las vías más importantes en esta construcción, es la labor pedagógica que deben cimentar todas las instituciones y organizaciones políticas, sociales y educativas, que deben centrarse en el origen del problema. En la mayoría de los casos, las personas no tienen las herramientas necesarias para saber y poder gestionar pacíficamente sus propios conflictos y situaciones. Invirtiendo en capital humano, se puede poner una primera semilla que establezca las mínimas condiciones necesarias para sentirnos en un ambiente pacífico, donde podamos vivir en la diversidad, comprometidos con la justicia y la equidad social. En Ayuda en Acción consideramos la educación como una de las formas más importantes de lucha contra la pobreza, la injusticia y el mantenimiento de los derechos fundamentales en el mundo. Para nuestra Organización, la educación es una prioridad porque la consideramos el eje principal del desarrollo de las comunidades y los pueblos. Con este objetivo, apostamos por la realización de proyectos educativos que permitan formar y potenciar las capacidades de los más pequeños, de los jóvenes y de las personas adultas, al tiempo que favorezcan el establecimiento de espacios participativos de diálogo y reflexión crítica. Un claro ejemplo de este trabajo se da en Perú donde se han instaurado los municipios escolares. Estos municipios han marcado un inicio en la formación de valores, construcción y práctica de ciudadanía y desarrollo de la democracia. Con este fin se fomenta la participación activa de toda la comunidad educativa, especialmente del alumnado, al considerarles los principales actores del proceso de organización, selección y elección de sus máximos representantes escolares. De este modo se consigue que los niños y las niñas se desarrollen como sujetos sociales de derecho. A partir de estas acciones de mejora de la calidad educativa, los niños encuentran excelentes condiciones pedagógicas para aprender, participar y poner en práctica los conocimientos sobre democracia y ciudadanía. De este modo, los niños y niñas pueden expresar sus opiniones con mayor libertad, al tiempo que llegan a encontrar un espacio de actuación definido y reconocido dentro de su comunidad. Desde Ayuda en Acción concebimos prioritario posibilitar estos espacios educativos de participación que cimientan una ciudadanía activa y crítica basada en el diálogo pacífico. Esta construcción social constituye uno de los instrumentos más fuertes y legítimos con los que las personas contamos para defender y desarrollar los valores de solidaridad, tolerancia y universalidad, paso primordial en el camino hacia un mundo en paz. En este sentido, la Semana de la Solidaridad es uno de los canales pedagógicos que Ayuda en Acción impulsa junto con nuestros socios y socias, colaboradores y voluntarios del Sur y del Norte con el objetivo de fortalecer estos valores y aprender juntos que la paz permite el desarrollo sostenible del mundo.